jueves, abril 26, 2007

¿La convivencia escolar puede favorecer la construcción de una escuela segura?

Autora: Mtra. Teresa Eugenia Brito Miranda
Publicación: Síntesis 26 de Abril 2007

Entre los programas que han comenzado a operar en los primeros 100 días de la administración del gobierno federal se encuentra el Programa de Escuela Segura. Su justificación plantea el problema del incremento de la violencia en la escuela y su entorno, la presencia del narcomenudeo y el consumo de alcohol, tabaco y adicciones en general en adolescentes. Esto se traduce, según el programa, en la limitación de la libertad y los derechos de los niños y jóvenes, en la disminución de calidad del proceso educativo y el debilitamiento del tejido social. A ello habría que añadir el aumento de suicidios en adolescentes y jóvenes particularmente en nuestro estado.
El programa propone trabajar para prevenir el problema apoyándose en la comunidad, fortaleciendo los consejos escolares, la participación de los padres de familia, maestros y alumnos principalmente, para fortalecer la cohesión social.
Sin embargo el problema es complejo: me parece que hay que encararlo tomando medidas desde un plano práctico y administrativo pero sobre todo, desde una perspectiva educativa profunda. Se requiere trabajar para fortalecer la educación cívica y ética que genera la convivencia escolar cotidiana. Ésta se constituye en espacio privilegiado y natural para practicar el desarrollo de competencias sociales de manera que las escuelas se conviertan en verdaderas comunidades educativas que favorezcan el desarrollo de una convivencia social sana, responsable y fuerte que a la vez sea soporte para conformar redes sociales amplias con estas características.
El programa Escuela Segura tiene entre otros objetivos, “desarrollar y fortalecer habilidades psico-sociales en los alumnos que les permitan poner límites, negociar, solucionar conflictos de manera pacífica y tomar decisiones acordes con la vida.” Este objetivo es fundamental. Adquiere mayor importancia sobre todo de cara a nuestro futuro inmediato ya que para el año 2012 México tendrá el índice de jóvenes más grande de su historia, según información de la SEP y si no promovemos y fortalecemos la convivencia tolerante, incluyente y pacífica en nuestros niños, en muy poco tiempo, el problema se multiplicará.
La seguridad tendrá que trabajarse más profundamente y a más largo plazo a partir de aprendizajes generados en la convivencia escolar cotidiana que no se aprenden como cualquier contenido escolar incluido en los programas, sino a través de ejemplos y modelos de convivencia diaria: en las relaciones entre los maestros, alumnos, autoridades, entre compañeros y en la mezcla de estos grupos.
La Escuela Segura tendría que iniciar con el esfuerzo de promover relaciones más democráticas basadas en la confianza entre autoridades, maestros y alumnos. ¿Cómo se manejan los conflictos entre autoridades y maestros? ¿Cómo resuelven sus diferencias los maestros? ¿Los maestros se relacionan con sus alumnos partiendo de la confianza? ¿Creen en los niños y adolescentes como sujetos capaces de resolver conflictos y afrontar sus responsabilidades? ¿Se les da la oportunidad de vivir experiencias como el poner límites, negociar, exponer sus puntos de vista, o solamente se castiga sin favorecer el diálogo y la mediación en los conflictos? ¿Qué tiene que ver esto con la escuela segura?
Estas competencias sociales, cognitivas, lingüísticas y emocionales son centrales en el desarrollo de los niños y adolescentes e influyen directamente en la conformación de su identidad personal. Las relaciones interpersonales y la amistad en el ámbito escolar contribuyen de manera significativa al incremento de la autoestima y de la percepción propia de valía, elementos vitales para la conformación de relaciones sociales sanas que permiten integrar una red importante de apoyo para los adolescentes en momentos de crisis.
Si promovemos y creamos condiciones para que en nuestras escuelas los niños vivan en un ambiente sano, sin tensiones innecesarias, con una disciplina digna es decir, no una disciplina exterior rígida y extrema que no permite el diálogo; si favorecemos una convivencia sin humillaciones, tanto de parte del profesor como de los mismos compañeros, en donde cada uno tiene su lugar, es escuchado y valorado; estaremos trabajando por el fortalecimiento interno de los niños, a la vez que estaremos construyendo comunidades educativas que sean un soporte emocional para adolescentes en crisis. Probablemente podamos contribuir también a disminuir el índice de suicidios de adolescentes en nuestro estado. Estaremos trabajando por una escuela sana y segura.

martes, abril 24, 2007

MAS ALLÁ DEL APRENDIZAJE COOPERATIVO

Autora: María Isabel Royo Sorrosal
Publicación: E-consulta, 24 de Abril, 2007

El aprendizaje ocurre en el sujeto que se relaciona, es relacional. Pero ese proceso y desarrollo se da cuando el sujeto tiene el deseo, la necesidad o motivación de lograr un conocimiento, una habilidad o una actitud. De manera que los trabajos colaborativos, cooperativos o en red tienen que ser integrados y asumidos por cada sujeto para que se dé dicho aprendizaje. Un mismo proceso de cooperación tendrá diferente impacto en cada alumno de acuerdo al interés personal de alcanzar el aprendizaje -entre otros factores-. La decisión o libertad personal de aprender, hace posible y consolida el aprendizaje que se da en el ámbito social, en la relación de docente-discente, y entre discentes o entre docentes. Dicho de otra manera, la relación por la relación, el trabajo cooperativo por él mismo, sin una finalidad buscada por los alumnos, no aportará la madurez ni el desarrollo de sus competencias; de aquí la importancia de la motivación y del compromiso de los estudiantes; y de aquí, también, la trascendencia del papel del profesor quien por su propia capacitación académica, profesional y humana logrará impactar en la motivación de sus alumnos para que ellos también logren un trabajo autónomo, cooperativo e innovador.

El aprendizaje social es posible y eficaz sólo si hay o promovemos en los estudiantes una conciencia personal y comprometida con su propio proceso de desarrollo y con el proceso de sus compañeros.Pienso que nuestro reto como docentes es aportar a nuestros estudiantes motivación y pasión por la calidad profesional y personal, sea en ambientes virtuales o reales, con herramientas tecnológicas o tradicionales. Esta motivación exterior que les aportemos se conectará con aquella interior que les impulse hacia las metas y valores que consideran importantes y deseables. Sólo si logramos atraerles o implicarles hacia el trabajo bien hecho, hacia la vida dignamente convivida y hacia un aprendizaje deseado y gozoso, podremos estar satisfechos de nuestras competencias docentes e innovadoras.

La Universidad del siglo XXI: ¿una red de redes para construir el futuro?

Autor: Mtro. Bernardo Reyes Guerra
Publicación: La jornada de Oriente, 24 de abril, 2007

Las universidades son centros de vital importancia para la sociedad, pues es allí donde reside la esperanza de construir un futuro común, con significados compartidos. Las personas que se acercan a una universidad lo hacen desde diversas perspectivas; la obtención de un título de licenciatura o postgrado, es quizá lo más común, sin embargo es claro que las relaciones que se hacen allí y que se nutren durante la vida, son quizá de las significativas y condicionantes para el impacto social de la acción de una persona, aún más que los contenidos allí aprendidos. Este concepto resalta que el acto educativo es a final de cuentas un ejercicio de hacer sociedad en equipo y que los temas son solo grandes excusas para focalizar la interacción humana.
Existen otros grupos que se acercan a las universidades, aquellos cuya perspectiva no reside en obtener una licencia o grado, sino más bien en la ilusión de poder aprender las dimensiones del dinámico mundo de hoy, donde los cambios rebasan la capacidad de captación y conceptualización de muchos y que afectan el desempeño y desenlace de cada persona.
Esta situación hace que el propósito de ir a la universidad, independientemente del propósito o edad, haga que las personas abran su mente y estén dispuestas a compartir su visión y a escuchar activamente la de otros, es por tanto una oportunidad enorme de hacer una gran red de relaciones humanas a partir de las redes de relaciones personales. Éste es la gran misión universitaria ser catalizador-gestor de un sistema de cohesión social que permita la negociación de significados y por ende la construcción de comunidades más que de colectividades y sobretodo la construcción de un futuro compartido, justo y sostenible
Los libros, el radio y la televisión son medios de influencia importantes, sin embargo, dado que son unidireccionales, es decir alguien opina y todos los demás solo son influenciados, no es posible negociar conclusiones , menos aún conciliar o entrar en sinergia desde esos medios; es innegable su importancia histórica, sin embargo hay que reconocer que no representan una opción de comunicación, sino más bien de distribución de influencia, información y modelos.
Un campus universitario, manejado con el paradigma de los medios masivos, es un creador de video-escuchas que “descubren” la realidad por la exposición de otros; este mundo centrado en contenidos y no en interacciones, es producto del sobre énfasis en la eficiencia, resaltada por la visión industrial del siglo XX.
Si la universidad es vista como la red de redes, donde se ensancha la visión y se intercambian opiniones, donde se negocian significados y se sinergian planes, entonces la oferta universitaria debe estar centrada en la comunicación entre humanos, donde sea posible una ética consensuada.
Una institución educativa con esta estrategia debe tener claro su acto educativo, enriquecido de experiencias de aprendizaje en equipo; nótese que se habla del acto educativo y no del modelo educativo, lo importante es lo que la educación logra en la persona y no lo que se pretende. Para apoyar la interacción y las experiencias sociales, la infraestructura universitaria debe ser adecuada, es decir los espacios físicos y electrónicos deben responder asertivamente al requisito de crear desde una red de redes social.
Internet es un medio de comunicación, donde los foros, el chat, los blogs, los wikies y los podcast son los nuevos espacios públicos desde donde se construye socialmente el futuro; una universidad sin estos elementos en su acto educativo, sigue solamente instruyendo para el siglo XX, más que estar desarrollando con su comunidad. El nuevo profesor es un recurso activo de aprendizaje, ya no es la fuente de enseñanza. La educación en este sentido es para toda la vida y no solo para los jóvenes.
La universidad del siglo XXI es la gran ágora actual, donde es posible decidir las tendencias de hoy teniendo en mente un futuro consensuado; nunca antes el acto educativo había requerido tanta estrategia y tanto consenso.

martes, abril 17, 2007

CARACTERÍSTICAS DESEABLES DE LOS ESTUDIOS DE POSGRADO

Autor: Guillermo Hinojosa Rivero
Publicación: E-consulta, 17 Abril 2006

Los estudios de posgrado, especialidades y maestrías, atraen a una gran variedad de estudiantes: jóvenes recién graduados de licenciatura que desean continuar sus estudios y adultos profesionistas que especializarse o renovar sus conocimientos. Los estudiantes adultos hacen esfuerzos considerables para estudiar el posgrado pues, a diferencia de los jóvenes reción graduados, habitualmente son personas que tienen obligaciones familiares y laborales que no pueden dejar para dedicarse de tiempo completo a los estudios.

Las universidades que ofrecen estudios de posgrado están generalmente ubicadas en ciudades grandes y capitales de los estados. Esto hace que muchos estudiantes que viven en ciudades menores tengan el trabajo adicional de viajar para ir y venir a la universidad. No sin razón se ha dicho que los estudiantes de posgrado representan ‘la cultura del esfuerzo’.

De manera sorprendente, la organización adiministrativa y curricular de los posgrados en nuestras universidades es tan rígida como una preparatoria. Nadie parece querer adaptar los estudios a la gran variedad de necesidades y posibilidades de quienes integran la cultura del esfuerzo.

¿Cómo tendrían que ser los posgrados ideales para esa diversidad de estudiantes? En primer lugar las universidades, y la SEP estatal detrás de ellas, deben reconocer que están tratando con adultos y dejar de considerarlos como menores de edad. A un adulto se le dice “tú sabes lo que necesitas estudiar y yo te lo puedo dar”. A un menor de edad se le dice “yo sé lo que necesitas saber y lo debes tomar”. Los estudiantes de posgrado deberían tener la mayor libertad posible para armar su propio plan de estudios conforme a sus gustos y necesidades.

Los adultos con familia y trabajo están sujetos a muchos compromisos imprevistos. Por eso es deseable que las universidades les faciliten diversas alternativas para cumplir los requerimientos de los cursos. Sin atentar contra la calidad académica, se debe buscar que los horarios, los plazos de entrega de tareas, los requisitos de asistencia sean lo más flexible que se pueda. Al mismo la programación de los estudios debe ser perfectamente previsible para los estudiantes que deben poder planear sus cursos con mucha anticipación.

Las modernas tecnologías de información y comunciación son un instrumento excelente para la educación de los adultos: facilitan que cada quien trabaje en las horas que más le convengan; Internet es una mega biblioteca en la que se puede encontrar lo más reciente de cualquier materia; las comunicaciones via computadora ahorran una gran cantidad de viajes y permiten a estudiantes y profesores estar en contacto instantáneo aunque estén separados geográficamente; la video conferencia permite escuchar lecciones y observar demostraciones ‘en vivo’ de maestros que de otra forma serían inaccesibles. Asi, los estudios de posgrados deseables deberán explotar al máximo posible las nuevas tecnologías.

También los estudiantes recién graduados de licenciatura deben encontrar lo que buscan al cursar posgrados: especializarse, estar mejor preparados para un eventual trabajo, convertirse en investigadores, hacerse docentes, continuar un doctorado, obtener becas en el extranjero, etc. Esto siginifica que los posgrados deben mantenerse continuamente actualizados, no sólo en la bibliografía sino también en los contenidos de los cursos y en los planes de estudio. Pero la actualización constante no es algo que facilite el actual sistema de RVOEs de la SEP estatal o federal.

Finalmente los posgrados deberán someterse a criterios de calidad de aceptación general entre las universidades y entre diversos países. Criterios como los que ha emitido el Consejo Mexicano de Posgrado, COMEPO, el ‘Tuning latinoamericano’ de amplio reconocimiento en Sudamérica, y el acuerdo de Bologna suscrito por los paises de la unión europea.No hay contradicción entre los requisitos de flexibilidad convenientes para la diversidad de estudiantes de posgrado y la necesidad de alta calidad académica. La flexibilidad es un componente importante de la calidad que tiene la ventaja adicional de ser un argumento convincente para quien quiere estudiar un posgrado pero duda de inscribirse.

viernes, abril 13, 2007

Despenalizar el aborto: MI POSTURA Y EL DEBATE

Autora: Celine Armenta

Antes que nada debo aclarar mi postura frente al aborto; estoy en contra, Si yo pusiera las reglas de la vida, ninguna mujer en ningún momento, debiera enfrentar el dilema moral del aborto, ni sufrir muchísimas otras situaciones a las que se enfrenta por el hecho de que ser mujer hoy día, en México, es ser ciudadana de segunda, con la “obligación” de sacrificarse por encima del derecho de “realizarse”. Soy una apasionada defensora de la vida humana, de los niños, de las mujeres. Y precisamente porque amo la vida, apoyo la total despenalización del aborto.

Ahora bien, por otro lado, me alegro de que se haya cancelado el debate previsto para el pasado miércoles 11. Si no se aseguraba una mínima diversidad de posturas, no tenía sentido pretender que se debatiría algo. Aunque, siendo exigentes, el debate aparecía poco prometedor desde el principio, porque los “debatientes” estaban lejos de ser las voces que hoy debemos escuchar.

1: Eran varones en su mayoría (dos de tres). Este debate debemos ponerlo en las bocas y en los corazones, de las mujeres. Requerimos organizar un debate de mujeres diversas. Inteligencia nos sobra a las mujeres; no hay razón para que hablen los varones; ni menos aún que lo hagan de manera preferente y mayoritaria. Las mujeres tenemos una visión que jamás podrán compartir ellos; no hay manera de que se pongan en nuestros zapatos. Y esto de la despenalización del aborto es un tema que afecta sustancialmente a las mujeres.

2: Los invitados venían de fuera, siendo que tenemos sobradas mujeres en el plantel para armar no uno sino muchos debates. Y tenemos diversidad real: cientos de mujeres interesantes podríamos participar. Logremos que haya real diversidad entre las debatientes: algunas con muchos estudios, otras con menos; algunas viejas, otras jóvenes; algunas con experiencia personal de aborto, otras con experiencia de decisiones heroicas ante el dilema de abortar; que haya mujeres que hayan sufrido violación y la hayan denunciado; y también que la hayan padecido sin poder denunciarla; que haya madres, abuelas y mujeres que optaron por no tener niños, o no pudieron tener hijos; mujeres criadas en sábanas de seda y mujeres que hayan crecido con enormes limitaciones; feministas y críticas del feminismo; de izquierda y de derecha; religiosas de diversas tendencias, y ateas. De todos esos tipos hay mujeres en nuestra Ibero; algunas somos docentes, otras estudiantes, otras secretarias, otras ocupan puestos administrativos diversos, y hay quienes se encargan de la limpieza; hay poquitas funcionarias, pero también las hay.

3. El panel de debates proponía a dos políticos y un sacerdote. Los políticos no suelen tener realmente argumentos; su camaleonismo y su clientelismo suelen ganar a las ideas de fondo. Difícilmente se les escucha hablar con independencia de conciencia; es más común escucharlos con discursos de lealtades partidistas. El sacerdote sería escuchado precisamente como ministro de una iglesia ante la cual, no hay amor filial suficiente para cegarnos ante el hecho de que la iglesia católica ha sido históricamente misógina, que no dialoga sino pontifica, pues por siglos ha afirmado poseer el monopolio de la verdad.

¿Por qué no organizamos un buen debate, de mujeres, de la Ibero, armadas de nuestra conciencia y experiencia? Y que los varones de la Ibero, los ministros de culto y los diputados, se sienten, escuchen y aprendan.

Crisis de Gobierno y Crimen Organizado

Autor: J. Gerardo Palomo González
Publicación: La jornada de oriente, 13 abril 2007

Uno de los principios estructurales del Estado-Nación moderno está dado por una firme relación de subordinación de las fuerzas armadas con respecto al poder civil. En estricto sentido, la función pública asociada a la organización del ejército se ubica entre las funciones más significativas del Estado y su desarrollo se asume siempre en función del bienestar de la Nación, es decir, de la sociedad políticamente organizada en una determinada forma de gobierno. Y al igual que las otras funciones de Estado, la que corresponde a la secretaría de la Defensa también está sujeta a una rendición de cuentas en términos de legalidad y de legitimidad política. Pero no corresponde a las instituciones mismas dar la palabra final con respecto a su desempeño, ya que dicha palabra corresponde democráticamente a la ciudadanía y a las fuerzas políticas que las representan. Lo que abre un sano y áspero debate. Pues igual que en el caso de la economía, de la educación o de la energía, en tanto funciones públicas, las responsabilidades políticas son de mayor trascendencia o de mayor costo para quien las asume hoy en día, considerando la situación político-económica por la que atraviesa el país y el hecho de que, por primera vez, el gobierno en turno tiene frente a sí una oposición organizada que representa a más de la mitad del país. Más lo que se acumule.
Por lo que a la situación político-económica se refiere, mencionemos que acabamos de pasar por un proceso electoral sumido en la incertidumbre y la sospecha, algo que nuestro país no se merecía visto el importante desarrollo institucional previamente logrado en el ámbito electoral. El resultado: una presidencia carente de legitimidad política e instaurada a la sombra de una pírrica legalidad. Los hechos de represión verificados en Atenco y en Oaxaca han sido de tal magnitud que nos llevan a pensar en un regreso a los peores métodos de la Guerra Fría: represión de toda forma de oposición organizada, actos de provocación para desprestigiar movimientos sociales, formación de grupos paramiltares, la desmoralización mediante la vejación de todas aquellas voces que protestan y resisten, desapariciones y asesinatos. En cuanto a la economía, bastaría con señalar que la falta de empleo o el abandono del campo, la ausencia de una efectiva política de estado para lograr la autosuficiencia alimentaria, terminan por provocar un flujo migratorio y con él uno de los principales temas de la agenda bilateral con el vecino país del norte, tema con respecto al cual somos vulnerables.
A su vez, tenemos un fuerte cambio en nuestra geografía política representado por lo que se perfila como la primera fuerza de oposición del país y de izquierda. Por lo que gobernar empieza a dejar de ser, felizmente, un paseo por el mercado de los compadrazgos. Puntualicemos, se trata de una oposición social y política forjada ante el deterioro de grandes funciones públicas como la educación, la economía, la salud o la seguridad. El descontento social que hoy se advierte en el conjunto del país no es producto sino de una administración gubernamental que durante ya casi medio siglo ha permanecido ajena al interés de la Nación: su desarrollo y bienestar.
En el terreno de la seguridad pública, función de Estado, tenemos un aumento de la delincuencia, el gravísimo caso representado por los feminicidios, de todas las formas de atraco al ciudadano (ventas fraudulentas de terrenos, de carros, de permisos de toda índole o mercancías adulteradas), del contrabando y sin dejar de mencionar el narcomenudeo, en suma, un singular incremento de la inseguridad con una atmósfera de miedo como corolario. Pero no es mucho lo que se hace para impulsar las reformas, éstas sí estructurales, para modernizar y con ello profesionalizar al conjunto de los cuerpos policíacos del país. Una auténtica política de Estado en este sentido incluye necesariamente a los tres niveles de gobierno.
Otro rubro es el que se refiere a la violencia entre bandas y cárteles del narcotráfico entre los que se advierte la presencia de actores, extranjeros y otros, con entrenamiento castrense y una secuela de enfrentamientos y ejecuciones en diferentes puntos del país; a lo cual hay que agregar los graves efectos de la corrupción en las instituciones y la penetración del lavado de dinero en las economías regionales. Lo que nos permite advertir que las políticas diseñadas para enfrentar este problema, si alguna vez las hubo, no identificaron las causas reales del mismo. Por lo que no estaría fuera de lugar señalar que la seguridad pública, como función de Estado, está en crisis. Y es en estas condiciones en las que el ejército atiende la instrucción de iniciar una operación en contra de una variante del crimen organizado: el narcotráfico.
Un operativo de esta naturaleza presenta diferentes ángulos de análisis y uno de ellos consiste en precisar las razones por las cuales la administración anterior no enfrentó realmente el problema. Lo que hubiese evitado que hoy en día se tenga que recurrir al ejército para tratar de solucionarlo. Pues el hecho mismo de que se haga intervenir al ejército es una clara expresión de la crisis de gobierno a la que ya hicimos referencia, dado que se trata de un tema de seguridad que debió haber sido atendido y resuelto por los cuerpos de seguridad pública.
Es claro, asimismo, que una función pública como la que radica en una secretaría o en un ministerio de Defensa no sabría desarrollarse, al igual que otras funciones de Estado, sin enfrentar contradicciones. Y una de ellas estaría dada por lo que se espera como resultado de sus operativos sobre el crimen organizado y el hecho de que resulta realmente difícil mencionar casos en los que un ejército haya logrado resolver el problema por sí sólo. No está de más mencionar el caso de Afganistán (647,500 kms2 de superficie) en donde se constata una importante fuerza (ISAF) multinacional con 31,000 efectivos, aproximadamente, y cuyo comandante en jefe declaró en mayo del año pasado que en el 2005 se llegaron a producir 4 mil 500 toneladas de opio. Un crítico resurgimiento del narcotráfico. Aunque también podría mencionarse el caso colombiano con su sintomática deriva paramilitar y en el que el problema no sólo no se ha resuelto sino que inclusive se ha vuelto crónico.

miércoles, abril 11, 2007

¿CUÁLES ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA AYUDAN

Autora: Mtra. Laura Rodríguez M.
Publicación: e-consulta, 11 abril de 2007

Las actuales tendencias en materia de educación plantean a los profesores un reto difícil de enfrentar: centrar el proceso educativo en el aprendizaje. Esto convierte a los docentes en constructores de ambientes de aprendizaje.

Muchas son las propuestas relativas a la generación de ambientes de aprendizaje, en los cuales los alumnos asuman un papel activo y vayan desarrollando aquellas competencias que les permitirán mantenerse vigentes en los ámbitos laboral, social e incluso personal.

Un factor clave para que los alumnos asuman la responsabilidad de su propio aprendizaje es la motivación. Para que los alumnos se comprometan con la adquisición de conocimientos, con el desarrollo de habilidades y destrezas y asuman actitudes y valores necesarios en su formación escolar y universitaria y, posteriormente, en su desempeño laboral es fundamental que se sientan interesados e incentivados a aprender.

Desde la enseñanza activa hasta el uso de las nuevas tecnologías aplicadas a la educación, existen diversos intentos y propuestas para mover la voluntad de los alumnos hacia el aprendizaje. Pero ¿Qué es lo que verdaderamente les ayuda a aprender?

Del 26 al 30 de marzo se realizó una encuesta a 189 alumnos de la Universidad Iberoamericana, de diversos semestres y carreras, en la cual se les preguntó qué estrategias de enseñanza les ayudan a aprender. Cada alumno podía anotar más de una estrategia. Los resultados de esta encuesta son los siguientes:

Cincuenta y un alumnos mencionaron la realización de visitas a organizaciones y el desarrollo de prácticas relativas a su profesión como las estrategias que más les ayudan a aprender. La estrategia mencionada en segundo lugar se refiere al desarrollo de temas a través de exposiciones en las que se propicie la participación activa de alumnos, profesores e incluso invitados de amplia trayectoria en su campo profesional, mencionada por treinta y nueve alumnos de la muestra.

Treinta y tres alumnos consideran que el desarrollo de actividades y trabajos en pequeños grupos, mediante el uso de técnicas grupales son favorables para el aprendizaje. En cuarto lugar, veintitrés alumnos de la muestra mencionan el planteamiento de casos y ejemplos de la vida real, emanados de la práctica cotidiana de la profesión como un buen medio para aprender.

Después encontramos el desarrollo de sesiones con apoyo de recursos audiovisuales y multimedia para facilitar el aprendizaje, de acuerdo a la opinión de catorce alumnos. La realización de tareas, lecturas y ejercicios ayuda a aprender de acuerdo a la opinión de doce alumnos. Finalmente, seis alumnos mencionan el desarrollo de investigaciones y la elaboración de cuadros y mapas conceptuales como recursos interesantes para el aprendizaje.

Como vemos, hay preferencia por las estrategias que favorecen el aprendizaje situado, activo y participativo aunque la diversidad de propuestas nos invita a considerar la combinación de métodos y técnicas de enseñanza para favorecer el aprendizaje, tomando en cuenta al seleccionarlas la naturaleza de la asignatura que se imparte, las características de los alumnos y los recursos espaciales, temporales y humanos con los que cuenta cada institución.

Salir de las aulas, insertarse en la comunidad, desenvolverse en el mundo real con la guía el profesor son demandas de los alumnos que permiten el logro de los objetivos de aprendizaje.

Aunque estos resultados no pueden ser considerados como significativos debido al número limitado de la muestra, da pistas para saber hacia dónde dirigir nuestra práctica docente. Mejor aún, constituye una invitación para que los profesores de los distintos niveles educativos les preguntan a sus alumnos qué les ayuda aprender. Ellos son los que mejor saben qué los motiva y anima al aprendizaje. Preguntarles puede ahorrarnos mucho tiempo y hacer más efectiva la enseñanza y, por supuesto, el aprendizaje.

martes, abril 10, 2007

Apoyemos una Legislación Para la Vida

Autora: Celine Armenta
Publicación: e-consulta 10 Abril 2007

Sembrar miedos infundados para manipular a personas y grupos, es eficaz, incluso cuando las mentiras que avalen al miedo sean absurdas. Parece parte de nuestra naturaleza dejar que el miedo nuble la inteligencia; incluso es posible que esta ceguera haya representado una ventaja evolutiva para la raza humana. Sin embargo, esto no quita un ápice de inmoralidad a la manipulación a través del miedo, ni al abuso y a la deshumanización que entraña. Dictadores de todos los tiempos han legitimado sus acciones mediante el miedo; líderes de dudosa calidad moral han inventado demonios y amenazas inexistentes para mantener guerras, detonar suicidios colectivos, linchamientos y genocidios. Y porque el fruto inmediato del miedo es el odio; y el odio genera muerte, es razonable temer al miedo infundado y luchar para no caer bajo su dominio. Y es responsable denunciar a quienquiera que use miedos infundados para movilizar pueblos y defender agendas.
Hay que denunciar que esparcir miedos irracionales es deshumanizante. Es apostar a que los seres inteligentes claudicarán de su inteligencia, y se doblegarán ante el puro miedo. Y la táctica suele ser efectiva, porque es relativamente simple, y porque el miedo es contagioso, progresivo y mortal.
En el debate originado por la inminente despenalización del aborto en la ciudad de México, la extrema derecha, Provida y los líderes religiosos han recurrido a la manipulación por el miedo; han engañado, exagerado y distorsionado los hechos, para llenar de miedo a sus feligreses. Y lo han logrado. Lo inmoral de tales acciones se multiplica por el abuso de poder. Imagino que es muy tentador para el líder religioso --cuyas palabras resuenan en su feligresía con el eco de lo eterno, lo absoluto, lo celestial y lo infernal-- manipular a sus fieles por el miedo. El jerarca tiene muchísimos privilegios, conocimiento y poder frente a sus fieles: abusar de todo ello debe ser tentador. Pues bien, en esta ocasión, los jerarcas han sucumbido a la tentación. Como pocas veces, se encuentran abusando del poder inmenso de quien domina conciencias y se presenta como fuente de verdad absoluta e incuestionable. El poder es intoxicante y adictivo; ¿quién podría sentirse inmune ante los cientos de hombres, y sobre todo mujeres, que contagiadas de miedo parecen dispuestas a dar la vida, o a matar, para respaldar a sus líderes?
El miedo agrava la distancia entre jerarcas y feligreses; el líder religioso reafirma su poder; y el pueblo afianza su ignorancia y se niega el derecho de pensar por sí mismo.
Si no tuvieran miedo, quienes hoy gritan enardecidas en las manifestaciones convocadas por Provida y la jerarquía clerical, podrían ponerse a pensar; podrían usar su sentido común y llegar a descubrir que, por pura congruencia, quien defiende la vida hoy en México, debe apoyar la despenalización del aborto. Así de simple. Y quien se ame a sí mismo, y a su prójimo como a sí mismo, debe apoyar la despenalización del aborto. Y quien quiera actuar con responsabilidad, y liberarse de los miedos que subyugan y embrutecen, debe apoyar la despenalización del aborto.
Despenalizar el aborto no causará más abortos; quien afirma que sin una sanción legal las mujeres correrán a abortar, ¿por el gusto de hacerlo?, simplemente no sabe de lo que habla. Esto es un insulto a la mujer; es afirmar que lo único que hoy detiene a las mujeres para abortar son las amenazas de sanciones; sin caer en la cuenta que eso no explica el altísimo número de abortos actuales que las mexicanas realizan a sabiendas de que pueden llevarlas a la cárcel o a la tumba.
Con el aborto despenalizado, seguramente se mantendrá el número de abortos que hoy ya suceden en México, y cuyo número hoy no sabemos con exactitud. Entonces, tendremos cifras reales. Lo que sí es seguro es que, sin penalizaciones para el aborto, habrá menos muertes; habrá más vida, más salud, más seguridad, menos sordidez, menos dolor, humillaciones y angustia; menos infecciones, hemorragias, desgarramientos, esterilidad y daños permanentes. Habrá más mujeres vivas, mejores futuros para sus hijos, para sus parejas y sus comunidades. Habrá más calidad de vida, más libertad, más posibilidades de información y de educación.
La despenalización también es un voto por la vida, porque implica enfrentar y abatir el miedo; y el miedo es muerte. El primer miedo que se abatirá será, por supuesto, el miedo a morir por parte de la mujer que decida abortar; y el miedo a las secuelas de la insalubridad y sordidez de los abortos actuales, sobre todo para las mujeres de menos recursos que sufren en intensidad muchísimo mayor a la de las mujeres con más poder económico.
Pero ese miedo no será el único que puede disminuir al eliminar la punibilidad del aborto. Además, se eliminará el miedo a ser obligada a abortar. ¿Por qué nadie piensa en ello? En las condiciones actuales de secrecía, sordidez y delincuencia, no sabemos siquiera con cuánta frecuencia la mujer es forzada a abortar; lo cierto es que estas mujeres difícilmente denunciarán a los delicuentes sin autoincriminarse. Quienes –como la mamá de Chespirito—decidan poner en riesgo su propia vida por sus convicciones, y elijan llevar a término su embarazo, encontrarán que precisamente la despenalización del aborto asegura su derecho a esta heroicidad; nadie las podrá obligar a abortar; y si alguien se atreviera a intentarlo, podría ser denunciado abiertamente.
Un miedo más se vería aniquilado por la despenalización del aborto; se trata del miedo que Provida, junto con los jerarcas y ministros de culto, católicos y de otras denominaciones, se están encargando de sembrar en sus feligreses, a base de engaños y de la perpetuación de la ignorancia. Ese miedo –con el odio y la muerte que acarrean-- se abatiría; y quizás con esta batalla ganada, se envíe a estos líderes el mensaje claro de que infundir miedo y odio es anti religioso; que es la antítesis misma de lo que han jurado vivir, defender y predicar.
Por supuesto, despenalizar el aborto hará más difícil la vida de estos pastores y curas; pero hace siglos que dejó de ser responsabilidad de los legisladores facilitar la vida a los líderes religiosos. Hubo una época en que por ley no se vendía carne en viernes, ni se abrían comercios o centros de trabajo en domingo; y en toda escuela se enseñaba el catecismo. Pero las sociedades maduran, y se impone la sana separación de lo religioso y lo civil. Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Alguna iglesia puede prohibir para sus creyentes el uso del condón, que las mujeres se corten el pelo, masturbarse, recibir una transfusión, o que cohabiten dos personas del mismo sexo, pero mal harían los legisladores si crearan leyes que penalicen estas conductas; sin importar si la iglesia que impusiera tales restricciones a sus fieles fuera la iglesia de las mayorías. Los criterios de uno o muchos credos, no pueden determinar lo que es o no punible. La legislación debe velar por la salud y la seguridad de todos.
Pongamos inteligencia en este asunto: todos saldremos ganando en madurez, en responsabilidad y en poder de decisión.
Por la vida, por una vida abundante, de calidad y sin miedos ni odios: apoyemos que se despenalice el aborto en la privilegiada Ciudad de México. ¿Cuándo veremos algo similar en nuestra Puebla?