lunes, marzo 30, 2009

El valor del trabajo cooperativo en la escuela

Autora: Teresa Eugenia Brito Miranda
Publicación: E-Consulta, Pendiente

La dinámica actual de la vida cotidiana competitiva y muchas veces poco solidaria nos ha llevado a una individualización al extremo que se fomenta desde la vida escolar. En las escuelas se estimula la competencia entre los compañeros con el fin de motivarlos a una superación académica y al triunfo personal. Esta práctica lleva a la distinción y exclusión. Como ejemplo están las ceremonias de premiación de los primeros lugares y en consecuencia, también la ubicación de los últimos. De esta manera se trabaja para fines individuales, el grupo es solamente un medio para conseguirlos. La escuela continúa siendo un espacio de inequidad.
Para atender este problema es necesario cuidar la convivencia sana, así como el ambiente propicio para favorecer aprendizajes, de manera que el alumno tenga la oportunidad de vivir, practicar y reflexionar sobre lo que está aprendiendo. Los conocimientos son necesarios pero también es importante saber comunicarlos y trabajar en grupo.
Actualmente, dicen los expertos, es importante saber actuar en contextos cambiantes, lo que hace imperante también el trabajo en equipo, en donde se aproveche al máximo los recursos y capacidades de cada uno de los trabajadores para intervenir en estos espacios dinámicos. Este escenario se plantea como desafío para la educación de nuestro país, en donde la mayoría de las escuelas no promueve el trabajo cooperativo con todo lo que esto implica.
¿Qué significa el aprendizaje cooperativo? ¿Qué tiene que hacer la escuela frente a este desafío? Para trabajar el aprendizaje cooperativo se necesita aprender a comunicarnos. El ambiente sano de convivencia escolar es básico para que podamos hacerlo bien. Las técnicas para trabajar pedagógicamente el aprendizaje consideran la organización de pequeños grupos en los que la tarea a realizar es abordada considerando las habilidades de cada uno de los miembros del equipo. Pero no basta con la aplicación de la técnica, es necesario que la escuela como institución se organice de tal manera que se promueva la cooperación entre compañeros, maestros, directivos y personal de la institución. Para que esto ocurra es necesario que la gestión directiva considere también prácticas más

Otro marzo para reivindicar

Autora: Celine Armenta
Publicación: Síntesis, Pendiente

Se suponía que en marzo, mes de las mujeres, íbamos a denunciar y remediar al menos algunas de las asimetrías de poder basadas en el género, y en otras fuentes de diversidad biológica, cultural o ideológica.
Si logramos avanzar un poquito, apenas se notó, porque este mismísimo marzo sufrimos dos acontecimientos vergonzosos, marcados por misoginia y una fobia anacrónica hacia el disfrute de la vida. Me refiero al decreto que reforma la Constitución Política de nuestra entidad —conocido como Ley de la Familia— y a las declaraciones de Benedicto XVI contra el uso del condón.
Así, este marzo fue un mes de violencia no sólo hacia las mujeres, sino también hacia los varones, los enfermos, los jóvenes, los pobres y muchos más. Y ante ello me resisto a declararme en abatimiento y desesperanza.
Quiero reclamar y recuperar lo que nos pertenece; reivindicar este mes para que no sea presagio de derrota sino augurio de vida, pluralismo y tolerancia. No tengo los micrófonos que rodean a Ratzinger ni el voto parlamentario de quienes creen que la democracia es dictadura de mayorías. Tengo sólo mi voz; una entre casi siete mil millones de voces humanas; cifra que por cierto clama por controlar la natalidad ya no como opción sino como urgencia.
¿Qué hice? Escribí al gobernador de Puebla, para que “se sirva hacer observaciones al proyecto aprobado para reformar la Constitución Política del Estado de Puebla Capítulo V artículo 26 fracción IV, de manera que sea devuelto a la Comisión con el único propósito de que sean debidamente analizados, debatidos y discutidos los dos temas . . . que violan los derechos adquiridos de las mujeres, solicitándole que NO publique esta reforma”. Envié este mensaje al buzón Escríbele al Gobernador de: http://www.puebla.gob.mx/puebla/index.jsp También escribí al Papa desde http://www.avaaz.org/es/pope_benedict_petition/98.php?CLICK_TF_TRACK apelando “a su compasión para que considere a los hombres, mujeres, niños -y sobre todo a los más pobres- que se encuentran en grave riesgo de contraer el VIH/SIDA” y no vuelva a pronunciarse contra el condón.
Mi sola voz no hace mucho ruido, pero si somos muchos los que escribimos seremos escuchados.

Tiempos de aprender democracia

Autora: Celine Armenta
Publicación: La Jornada de Oriente, Pendiente

Por la naturaleza de nuestro quehacer cotidiano, los educadores tenemos que ser optimistas; alguien incluso nos definió como profesionales de la esperanza: renuentes a darnos por vencidos, capaces de renovar cada mañana, cada periodo de clases y frente a cada estudiante nuestra fe en que todos podemos aprender.
Esto explica mi optimismo prudente pero auténtico al creer que el polémico decreto para reformar la Constitución Política de nuestra entidad, conocida como ley poblana de la familia o ley antiaborto, pone en nuestras manos una oportunidad preciosa de aprender democracia. Es momento de cobrar conciencia de la inequidad de las reformas y debatir al respecto en el salón de clase, el mercado, la comida familiar, las combis, el trabajo y la cama; Es tiempo de aprender sobre democracia, aprovechando el repulsivo abuso de poder que desplegó la mayoría de nuestros legisladores locales.
Estamos estrenando democracia y apenas entendiendo que no se trata de una dictadura de mayorías, sino de respeto a las minorías. La democracia es un régimen de inclusión y tolerancia. Pretender que cierto punto de vista se convierta en ley para todos, por el simple hecho de que lo comparte una aparente mayoría, es condenarnos a la más veleidosa de las injusticias: la que sólo depende de la proporción de ciudadanos “con voz” que coinciden en algo; la que deja a las minorías numéricas, pero también a mayorías víctimas de asimetrías de poder, en total desprotección. La dictadura de mayorías tiene otro agravante que sólo tendría cabida en el absurdo País de las Maravillas: que las proporciones cambian y lo que hoy se prohíbe, mañana se exija; lo que hoy se tolera, mañana se sancione; que una minoría radical crezca mañana, y elimine nuestras libertades.
Estamos obligados a escuchar e intentar entender a quienes se oponen a cualquier tipo de interrupción del embarazo, tanto como a quienes consideramos que hay que despenalizar tal interrupción y brindar apoyo a las mujeres que decidan realizarla. También escuchar las diferentes posiciones sobre decidir nuestra propia muerte y el reconocimiento legal de la diversidad de familias. Hay que intentar comprendernos mutuamente y obligar a nuestros legisladores a que cumplan con su deber de construir una entidad incluyente, en la que unos y otros podamos actuar de acuerdo a nuestra conciencia, con límites acordados por la pluralidad.
Es tiempo de educarnos los unos a los otros en la escucha mutua y en el respeto a todos; en el ejercicio de la Regla de Oro, cuya versión más antigua y también más realista se atribuye a Pitacos de Lesbos (650-570 A.C.): “No hagas a tu vecino lo que no pudieras sufrir tu mismo”.
Hoy es tiempo de aprender democracia actuando, y aprenderla bien pues según los grandes pedagogos actuar es la mejor manera de aprender. Levantemos la voz no sólo quienes consideramos que nuestros derechos fueron vulnerados; es tiempo de que todos nos inconformemos para asegurar que sin importar si en algún aspecto somos minoría o mayoría, nuestros derechos están asegurados.
¿Qué hacer ahora? Las reformas no surten efecto si no se publican; y Mario Marín puede impedir que se publiquen en su forma actual. Podemos, por tanto, inundar su buzón electrónico y su buzón físico pidiéndole que, en apego a la democracia y ”en atención a lo que establece el artículo 64 fracción IV y el artículo 65 de la Constitución Política del estado Libre y Soberano de Puebla, se sirva hacer observaciones al proyecto aprobado para reformar la Constitución Política del Estado de Puebla Capítulo V artículo 26 fracción IV, de manera que sea devuelto a la Comisión con el único propósito de que sean debidamente analizados, debatidos y discutidos los dos temas . . . que violan los derechos adquiridos de las mujeres, solicitándole que NO publique esta reforma”. Para escribirle basta ir a http://www.puebla.gob.mx/puebla/index.jsp y entrar al espacio Escríbele al Gobernador.
Es nuestro derecho, nuestra responsabilidad y obligación velar por nuestra joven democracia; yo soy optimista respecto a su futuro y me empeño en que crezca y se fortalezca ¿y tú, estimado lector?

lunes, marzo 23, 2009

De crisis y cambios de escuela

Autor: José Rafael de Regil Vélez
Publicación: Síntesis, Pendiente

En nota publicada en El Universal el 23 de marzo próximo pasado, se advierte de uno de los efectos de la crisis, que ya viene en camino: la movilidad escolar que será provocada por la falta de dinero en los hogares.
Según allí se consigna, distintos actores de la sociedad señalan que posiblemente entre un treinta y cincuenta por ciento de familias que pagan por la educación tienen ya que negociar con las escuelas a las que asisten sus hijos las formas en las que cubrirán sus compromisos de pago. Para los meses de julio y agosto –presumiblemente- habrá un éxodo de las escuelas de mayor al menor costo de colegiatura e inscripción. Tal vez la matrícula en escuelas públicas aumentaría un diez por ciento.
Este fenómeno sucedió en la crisis del ’95: y es que cuando es tiempo de austeridad, hay que hacer lo que se debe, aunque no sea de mucho agrado. Me parece que no está de más, para situaciones como éstas, que quien deba hacer un movimiento de escuela tenga en cuenta algo más que el costo mensual cuando se decida por una nueva oferta educativa.
El resultado de la prueba PISA, aplicada a alumnos de bachillerato de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) 2006 llama fuertemente la atención en contra del mito desarrollado en las décadas finales del siglo pasado: que la educación privada es mejor que la pública. Partiendo de condiciones socioeconómicas similares, en México los alumnos de bachilleratos oficiales tienen mejores resultados que los de particulares al menos en 21 puntos (http://www.oecd.org/dataoecd/58/54/39730555.pdf). Por cada buena escuela particular hay varias “patito” en espera de más alumnado.
Si esto es así, habrá que plantearse muy bien si la institución a la que se pretende ingresa tiene condiciones adecuadas para el proceso educativo: número de profesores, calidad de las actividades extracurriculares que ofrecen, infraestructura educativa como laboratorios, bibliotecas, etc., participación en actividades académicas de niveles regionales, estatales; resultados obtenidos en pruebas como enlace o pisa y la forma en la cual prepararon a sus hijos para ellos, los proyectos que hacen los estudiantes y que provocan algún conocimiento.
No menos importante será detectar cuál es la política escolar respecto de los padres de familia, la forma en la cual la escuela se hace presente en la comunidad, colonia o barrio en la cual está presente.
Si una institución no puede mostrar toda esa información, seguramente habrá que ponerla de alguna forma bajo sospecha.
De esta forma, la crisis podría ser incluso una posibilidad de crecimiento educativo, lo cual no depende de si la escuela es de pago o no, sino de la calidad que tenga.

La ley de la familia y la ética social

Autora: Ma. Eugenia Sánchez Díaz de Rivera
Publicación: E-Consulta, 23 de marzo de 2009

Me pregunto si no hay que sacar el debate sobre el aborto (y lo mismo para la eutanasia y las sociedades convivencia) de la dicotomía religioso-laico, para entrar en un plano de mayor diálogo y reflexión. El aborto así como la eutanasia son un problema moral que va más allá de cualquier cosmovisión religiosa o atea. El asunto es que vida y dignidad, individual y colectiva, cuyo respeto es el fondo de la ética, forman un entramado cada vez más complejo y cuando se simplifica esa realidad se desemboca en un dogmatismo que atrofia la conciencia. Lo que está en juego no es la fe religiosa contra la ética laica, lo que está en juego es una miopía ética que poco tiene que ver con la fe cristiana.
Está claro que el tema en torno al “respeto a la vida” y en torno a la sexualidad, es un tema en el que la jerarquía católica no sólo está atorada sino que está haciendo un enorme daño. Y el daño principal, es el de inhabilitar el desarrollo de la conciencia moral, el de obstaculizar en vez de favorecer, el que las personas tomen sus decisiones éticas con seriedad, con responsabilidad y sobre todo en asuntos tan íntimos y relevantes como es el de la sexualidad, y el de la viabilidad de una vida digna. Y eso no se resolvería con que el Papa dijera que “permite” la despenalización del aborto o de la muerte asistida. Eso no cambiaría la moral heterónoma que la jerarquía se empeña en reforzar en un gran número de creyentes y que termina por tener consecuencias “inmorales” es decir, consecuencias que afectan más aún el respeto a la vida y a la dignidad humana.
Todo pensamiento dogmático afecta el desarrollo de la conciencia, y por supuesto que las religiones no tienen el monopolio del pensamiento cerrado. El dogmatismo ha atravesado y atraviesa los ámbitos religiosos y seculares. La conciencia ha sido enajenada en nombre de Dios, de la ciencia o de la revolución, y paradójicamente, también ha sido liberada en nombre de lo mismo. La ambigüedad humana está presente en todos los ámbitos.
Pero la ligereza con la que la Iglesia trata el tema del aborto es de enorme gravedad. La jerarquía está poniendo a las personas, en especial a las mujeres, entre la espada y la pared. Sigue planteando el aborto, como si éste se diera en un vacío de contexto y por mala fe de la mujer, cuando sus principales causas en nuestro país son: la miseria, la falta de información, la falta de educación sexual y el machismo. Y como si eso no fuese suficiente sigue “prohibiendo” el uso del condón (¿en qué clase de ética se sustentan las recientes declaraciones recientes del Papa en África ?) o de cualquier otro anticonceptivo , se obstaculiza la educación sexual en las escuelas, se sigue con la idea de excomulgar a la mujer que aborte y a todos los que la apoyen, aún en los casos más dramáticos como acaba de ocurrir con el Obispo de Recife y la niña de 9 años. ¿Cómo es posible tratar las personas de una manera tan atroz, con tal falta de calidad moral y con un machismo tan rampante en nombre del respeto a la vida?
El asunto es que el tema está polarizando cada vez más a la sociedad, justamente en el momento en que la vida y al dignidad de millones de seres humanos, de mexicanos, está siendo agraviada por razones a las que la jerarquía (salvo honrosas excepciones) no solo no parece darles importancia, sobre las que guarda un silencio culpable y cómplice, o que menciona con tibieza. Es el caso de la pederastia, de la actuación del duopolio televisivo, de los asesinatos y el encarcelamiento de gentes que luchan por un mundo más justo, de los feminicidios, de la actuación de los “amos de México”. ¿No son conscientes de que tanta incongruencia está agraviando y provocando el dolor y la rabia de creyentes y no creyentes?
Por mi parte, ya lo he argumentado en otras ocasiones, estoy a favor de la despenalización del aborto, porque me parece la salida más humana a una situación compleja. Contrariamente a algunas declaraciones que señalan que la ley no está para dar soluciones morales, creo que la ley solo tiene sentido y valor en la medida en que favorece una convivencia social lo más humana posible, lo cual es un acto ético por excelencia. Y la despenalización del aborto, en el contexto actual, es lo más humano que se puede hacer, precisamente por respeto a la vida y a la dignidad de muchas mujeres y de sus familias, por respeto a la salud y a la convivencia social.
Por otro lado, como parte del debate, quisiera señalar que no estoy muy convencida de que el derecho sobre el propio cuerpo legitime per se el aborto. Me parece que no tenemos derechos absolutos ni sobre nuestro cuerpo, ni sobre nuestra vida, ni sobre el entorno. Precisamente porque los seres humanos creímos que teníamos derechos absolutos sobre la naturaleza hemos deteriorado nuestro nicho vital. Creo, como dice Raimon Panikkar que somos seres “relativos”, es decir, estrechamente relacionados con los demás y con la naturaleza, seres inter-in-dependientes.
Edgar Morin, en su libro L’Éthique, que tiene como hilo conductor la complejidad de la ética, plantea constantemente las relaciones complementarias, antagónicas y recurrentes entre individuo, sociedad y especie, y considera que la cuestión ética está en el corazón mismo de esta dinámica. Dice, en el caso que nos ocupa, que inevitablemente nos enfrentamos a los antagonismos que supone el derecho de la mujer a preservar su libertad abortando ante un embarazo no deseado, el derecho de nacer del embrión, y el derecho de la sociedad a preservar su demografía. Morin plantea de manera seria la complejidad de lo que está en juego y que lleva a considerar que la calidad de las decisiones morales no puede prescindir del contexto en el que están inmersas.
Lo que quiero enfatizar es que la interrupción del embarazo es un asunto de enorme delicadeza que en cada caso tiene que ser reflexionado, informado, y tomando en cuenta todo y todos los que están en juego, pero que es la mujer la que tiene el derecho a la decisión última, porque es ella la que vive esa situación crítica, y sabe lo que en su contexto está en juego. El Estado no puede ni prohibir ni obligar (como en el caso de China) la decisión sobre el aborto. El Estado debe desarrollar programas que permitan prevenir esas situaciones dolorosas.
Pero quiero añadir algo más relacionado con la aprobación a la Ley de la Familia, que hace del hecho, un hecho denigrante. Y es el sabor a cinismo que deja. Fue aprobada sin debate alguno con la sociedad; aprobada a toda velocidad como si se tratara de un tema irrelevante, con la fuerza pública “protegiendo” a los congresistas, en tiempos electorales y en vísperas de la toma de posesión del nuevo Arzobispo.
El Gobierno del Estado, con una inusitada preocupación por la vida, se congratula de la aprobación de la ley como lo hace el Arzobispo de Puebla, añadiendo que la iglesia no tuvo nada que ver con esa decisión del Congreso.
Y la verdad es que uno se queda sin habla.

La calidad educativa y “el gen finlandés”

Autor: Martín López Calva
Publicación: La Jornada de Oriente, Pendiente

La periodista Toni Martínez publicó el pasado domingo en “El país semanal” una ingeniosa entrevista ficticia a una investigadora española también de ficción que nos da mucho qué pensar sobre la tan necesaria y tantas veces intentada y frustrada “reforma educativa”.
Citar este ejercicio de ironía sobre la reforma educativa española viene a cuento ahora que está en el centro de la discusión la tan traída y llevada “Alianza por la calidad de la educación”.
En esta entrevista se informa que una investigadora en Biología molecular ha sido comisionada por el Ministerio de Educación para “encontrar el gen finlandés, que permitirá, una vez injertado en los recién nacidos españoles…” poner a la educación de España en los primeros lugares del ranking mundial.
El encargo parte del supuesto de que es más fácil descubrir e injertar el “gen finlandés” en los niños españoles que destrabar todas las redes de obstáculos que impiden lograr una reforma educativa exitosa.
Cuando leía el texto, a la vez que reía de este ejercicio humorístico sobre el fracaso de los intentos de reforma del sistema educativo español, pensaba con preocupación y frustración que su contenido podría ser aplicable a la realidad de nuestro país.
¿Será más sencillo descubrir e injertar el “gen finlandés” en nuestras futuras generaciones que construir propuestas inteligentes y viables para elevar la calidad educativa en México? ¿Será más viable buscar el gen que hace que los niños y jóvenes finlandeses obtengan excelentes resultados de aprendizaje que lograr poner de acuerdo a los diferentes actores sociales responsables de reformar un sistema educativo que demuestra evaluación tras evaluación sus profundas debilidades?
Es necesario caer en la cuenta de la enorme complejidad del desafío de reformar la educación y elevar la calidad del aprendizaje porque esto requiere de una profunda transformación de las prácticas educativas, pero trasciende este nivel porque necesita como condiciones de posibilidad la transformación igualmente radical de las estructuras organizativas (la SEP, el SNTE, las asociaciones de padres de familia, etc.) y de la cultura que permea tanto las prácticas como las estructuras.
Lo anterior requiere de una participación social informada, inteligente y responsable que se sustente en datos sólidos, interpretaciones significativas, reflexión crítica, propuestas innovadoras y políticas públicas renovadas que construyan probabilidades reales de cambio.
Es por ello que la consolidación de programas de posgrado –como el doctorado interinstitucional en Educación de la UIA Puebla que inicia el proceso para su tercera generación- que formen nuevos y buenos investigadores, capaces de incidir en la construcción de una cada vez más amplia y mejor participación social, en la propuesta de políticas públicas que regeneren las estructuras educativas en descomposición y en la reflexión filosófica que transforme la cultura educativa, es imprescindible para evitar que la única posibilidad de mejora sea “el gen finlandés”.

miércoles, marzo 18, 2009

Liberadora verdad de la Evolución

Autora: Celine Armenta
Publicación: E-Consulta, 18 de marzo de 2009

La sola urgencia que exhibieron los legisladores poblanos, priistas y panistas, que aprobaron la reforma constitucional sobre la familia, me lleva a sospechar que se guiaban por agendas externas a la cámara. Los priistas al servicio de una causa claramente conservadora y contraria al discurso laico y liberal a que nos tienen acostumbrados, le hicieron un favor al sector más retrógrado del país. Los derechos de las mujeres quedaron comprometidos; violentados. Y se cancelaron la voluntad de quienes quieren morir con dignidad, y los planes de quienes buscan algo tan simple como extender los beneficios del seguro social a su pareja no heterosexual. El futuro de apertura que muchos confiábamos alcanzar, se alejó de manera dolorosa. Y Puebla se afirmó como una entidad en que las ideas de algunos, pocos o muchos, limitan los derechos de los demás. Un estado donde la discriminación y la exclusión se elevan a rango constitucional.
La desesperanza amenaza con apoderarse de muchos poblanos; y seguramente de aún más poblanas. ¡Ya quisiéramos haber presenciado un interés similar para crear una Ley General para Prevenir y Eliminar la Discriminación! Pero eso no sucedió, aunque la ausencia de tal Ley solape innumerables actos de discriminación por parte incluso de personas e instituciones identificadas con la misma derecha que el pasado 12 de marzo convirtió la cámara poblana de diputados en un vergonzoso espectáculo de abusadores con una agenda confesional.
Las reformas constitucionales poblanas han impuesto el pensamiento de un sector como ley para todos; incluso para quienes sosteniendo creencias opuestas y en calidad de minoría luchamos día a día por nuestro derecho a existir, a amar, a vivir, a disentir.
Los legisladores perdieron de vista —o quizás nunca se enteraron— que su trabajo es asegurar el bienestar, la libertad y la existencia de todos; ciertamente, empezando por aquellos que votaron por ellos y que coinciden con sus puntos de vista, pero no a costa de los demás. En algún momento aciago decidieron que su escaño les daba canonjías dictatoriales; y que tenían el privilegio de mandar en las conciencias de todos.
Un legislador convencido de la bondad de ciertas maneras de vivir, y comprometido con los sujetos que coinciden con él, debe constituirse en vocero de dichos sujetos. Desde la cámara debe asegurar para sus representados el derecho de vivir como quieren. Así, si los diputados panistas y sus nuevos amigos priistas creen que para los poblanos que los eligieron —y posiblemente para muchos otros que ni siquiera votaron—el aborto jamás debe practicarse, desde sus curules deben luchar por preservar este derecho de no abortar. A los ministros de culto les toca lograr que sus feligreses ejerzan este derecho; incluso con el cuestionable método de amenazarlos con fuegos eternos y culpas terrenales.
Sólo una mente retorcida, absolutamente ignorante o incapaz de guiarse por la lógica, puede tergiversar las obligaciones del diputado, hasta lo que ahora presenciamos. Se necesita ser malo o absolutamente incapaz para creer que el deber y derecho de un legislador es obligar a todos a que actúen según el particular punto de vista del propio legislador; y eliminar de tajo las libertades y los espacios que otros ciudadanos hemos construido.
El proselitismo debiera prohibirse, particularmente cuando se practica con cargo al erario.. Los seguidores de credos diversos debieran quedar satisfechos cuando ajustan su conducta a sus creencias. En cambio, debe sancionarse a quienes al ocupar un cargo, buscan aniquilar, sujetar o "convertir" a quienes no piensan como ellos. Esto se aplica a los diputados, tanto como a los educadores, los maestros, las madres y los padres de familia. No podemos instaurar regímenes donde sólo se admitan las ideas unilaterales de quien tiene la responsabilidad de legislar y ordenar.
Y de aquí nace precisamente mi esperanza. Los que educamos tenemos mucho que decir, con la palabra y sobre todo con el ejemplo. La diversidad de ideas nos enriquece a todos; la pluralidad no sólo hace la vida interesante, amena y hasta divertida: la pluralidad es el único camino hacia verdades significativas, conocimientos relevantes, ciencia, saberes y sabiduría. El pensamiento homogéneo, por el contrario, empobrece a todos. Es preferible la pluralidad y el diálogo, en vez de sumisión y obediencia; un arcoíris luminoso en vez de un solo color uniforme.
Si los educadores nos convencemos de tal perspectiva, y logramos educar para gozar lo diverso, quizás el futuro no sea tan negro como hoy se avizora. Así quizá queden sólo como parte de la historia las expresiones de torpeza y confusión de quienes conciben la tarea de legislar como acallar todas las voces menos la propia; ya que seguramente concebirán la vida como aniquilar y exterminar toda existencia menos la propia.

lunes, marzo 16, 2009

¿Quién está contento con su tarjeta de crédito?

Autor: Alexis Vera
Publicación: Síntesis, Pendiente

Los diputados federales quieren ponerle un tope a los intereses que cobran las tarjetas de crédito en México por considerarlos excesivamente elevados. Los bancos, inquietos, advierten que esto sería negativo para el país. Tras ver cómo inició la actual crisis financiera mundial, es difícil ya creerle algo a los bancos.
Viendo las tasas de interés que las tarjetas de crédito cobran en países más desarrollados nos damos cuenta de lo rapaz que están siendo esos mismos bancos en México. Es comprensible que un cliente con mayor riesgo de moratoria pague una tasa de interés más alta, pero ¿qué tan alta? ¿diez, quince o hasta veinte veces más alta? ¿En verdad ayudan al país (como ellos argumentan) cobrando tanto? Los bancos dicen que las altas tasas existen porque los mexicanos tenemos más riesgo de no pagarles. Sin embargo, a las personas que demuestran ser buenos pagadores no les cobran menos intereses; pero sí fijan una tasa más alta a quienes tienen historial poco favorable de pago. Es decir, usan la variabilidad de las tasas sólo a su favor. Por ello no extraña saber que las filiales mexicanas de los bancos multinacionales reportan a México como una de las joyas de su corona, es decir, como uno de los países (en varios casos el país) donde más ganancias obtienen cada año. ¿Es esto justo? ¿Un país con tantas carencias y necesidades de desarrollo como el nuestro que sirva de motor de utilidades para bancos de países ricos como Inglaterra, EU o Canadá? El sentido común sugiere que estamos frente a una situación económica y social que no puede presumir de ser justa.
Algunos diputados federales lo han considerado así y hoy están buscando poner límites a las ganancias que los bancos obtienen con las tarjetas de crédito. Ganancias que, con crisis o sin crisis, totalizan –al menos en México- miles de millones de dólares, sí, miles. Por ello los bancos han presionado tanto a los legisladores estos días. Por supuesto que no está mal que los bancos tengan ganancias en función al papel que juegan en la economía; las dudas vienen cuando los bancos ganan más dinero en los países pobres que en los ricos.
En la banca se detonó la actual crisis financiera internacional. Hoy los bancos amenazan que nos irá peor si le ponemos límite a sus ganancias. Sin embargo, una de las lecciones que la actual crisis global nos ha dejado es que los entes financieros pueden causar mucho daño si no son regulados, es decir, limitados.

jueves, marzo 12, 2009

¿Si a la reelección?

Autor: Gonzalo Inguanzo Arteaga
Pubicación: La Jornada de Oriente, Pendiente

El lunes 9 de marzo leía una nota que se titulaba: Daniel Ortega confirma interés por la reelección y lo primero que me vino a la mente fue la idea de que en Latinoamérica se ha puesto de moda seguirle el juego a la invitación implícita que desde Cuba se hace: se puede estar en el poder por casi siempre (debemos descontar los años que pasaron para llegar al poder), a fin de cuenta sólo tienes que decir que no lo haces por ti, sino por los otros: el eterno pueblo agradecido.
Ahora lo dice Ortega, antes lo llevó a plebiscito (en segunda vuelta) y lo ganó Hugo Chávez y pronto pasará del discurso a una invitación urgente Evo Morales. Parece que el poder sabe a miel y los que hoy están en la cúspide, en el olimpo, no pueden y ni quieren pensar en la idea de tener que volver a pasar por todo un proceso de descanso de tal dulzura (lo cual es raro) porque si en algo está de acuerdo el ciudadano medio es en que no debe ser fácil tener tal responsabilidad por tanto tiempo.
Cito palabras de Daniel Ortega: "Ahora que estamos de regreso en el gobierno, si las condiciones lo permiten [de reformar la Constitución], sí, volvería a correr para presidente''. Es claro que necesita reformar la constitución para poder correr rápido y fuerte, pero este mismo gobernante basó su última corrida hacia el poder defendiendo la constitución y alegando que el presidente anterior no le daba su lugar a la vilipendiada constitución.
Sin importar el país del que se hable (porque en Europa más de una decena de sus miembros aceptan en su constitución la reelección de presidentes y primeros ministros) un presidente reelecto es una invitación a perpetuar ideas, aspiraciones, modelos, procesos y se dan condiciones que promueven la corrupción, lo que a futuro termina por traducirse en una alta probabilidad de que los procesos electorales (donde se expresa mucho de la democracia del presente) se vean empañado por la sombra del fraude.
En este punto me quiero detener. Las voces que han estado defendiendo lo sucedido hace algunas semanas en Venezuela en relación a este tema, dicen que no se está planteando de ninguna manera la reelección indefinida, solo se le da al pueblo la opción de elegir las veces que quiera a un alcalde, un gobernador o un presidente. Esta idea parte de la premisa de que el pueblo es quien decidirá. A mi entender es falsa la premisa pues le están atribuyendo un poder al pueblo que difícilmente se opone a un gobernante decidido a reelegirse.
Creer en la alternancia me resulta más atractivo. Y aclaro, no debe importar el tipo de alternancia, pues es posible que el discurso de aquellos que están en el poder refiera que los que quieren llegar a donde ellos están son de poco confiar, sin experiencia para gobernar, avariciosos, de pocos escrúpulos y hasta comunistas o imperialistas (según sea el caso). No importa el tipo de alternancia; a mi entender, a esto de aceptar el que una misma persona esté por siempre en el gobierno se le puede aplicar el famoso refrán (pero al revés) es peor malo conocido que nuevo por conocer.
El titulo de este escrito invita a contestar si estamos o no de acuerdo con la reelección, nos pide reflexionar sobre el derecho que algunos quieren tener de estar por siempre corriendo quien sabe hacia dónde o huyendo de qué. Mi posición personal es NO. Que no se contemple ni como posibilidad, porque esa posibilidad nos deja a los defensores de la democracia en una desventaja tan abismal que de solo pensarlo da pánico. NO A LA REELECCIÓN.

viernes, marzo 06, 2009

La investigación educativa: indispensable

Autor: Guillermo Hinojosa Rivero
Publicación: Síntesis, Pendiente

Una de las recetas más seguras para mejorar nuestra educación, consiste en probar nuevos métodos, evaluarlos, difundir los resultados, teorizar con ayuda de los datos, ver lo que se hace en el mundo, y vuelta a empezar. En pocas palabras, hacer investigación educativa. Desafortunadamente, esa receta no produce resultados inmediatos sino a mediano y largo plazo.
Nuestras autoridades educativas, públicas y privadas, parecen pensar que podemos importar soluciones para la educación mexicana, del mismo modo que importamos teléfonos, y computadoras; que no necesitamos investigar porque ya otros lo hacen. Parecen decir, con Unamuno, “que inventen ellos”, ya les copiaremos lo que nos parezca bien.
Para los problemas y retos que presenta la educación en México no hay recetas extranjeras prefabricadas. O, mejor dicho, si hay pero no tienen garantía. Cada teoría, cada idea, cada método educativo debe ser evaluado cuidadosamente antes de pretender aplicarlo.
Sin duda, los malos resultados de nuestra educación se deben en parte a la adopción acrítica de ideas y métodos que suenan bien pero cuya eficacia nadie comprueba. Como ejemplo basta recordar la adopción nacional del método de lectura ‘global’ que parecía funcionar bien en Estados Unidos pero que en nuestro país produjo varias generaciones casi analfabetas hace más de treinta años.
Un ejemplo actual es el Bachillerato Internacional cuyos programas son pagados por las prepas privadas y luego vendidos a los padres de familia. La cuestión es ¿quién ha investigado cuánto sirve el programa?
La teoría educativa nacional actual, el constructivismo, tiene más de 70 años de antigüedad y ha sido muy cuestionada en todo el mundo. La mejor manera de mejorarla o desecharla es la crítica fundada en los datos que aporte la investigación. No podemos formar alumnos críticos y creativos si los maestros y las autoridades educativas se muestran crédulos de las modas.
Formarse como doctor en investigación educativa con beca del PNPC es algo que puede hacerse en Puebla: ciudad universitaria. Por estos días se están abriendo las convocatorias. El beneficio será, esperamos, para muchos niños que todavía no nacen.

martes, marzo 03, 2009

¿Qué educación superior es pertinente socialmente?

Autor: Eduardo Almeida Acosta
Publicación: E-Consulta, 3 de marzo 2009


Recientemente ha vuelto la inquietud en los medios académicos por la pertinencia social de la educación. Voy a presentar varias aproximaciones en relación a la Educación Superior.
Ortega y Gasset, después de irse a terminar su formación filosófica en Alemania señalaba a principios del Siglo XX cuatro tareas para la universidad: Formar buenos profesionistas; preparar buenos investigadores que por las exigencias que implica la investigación no serían muchas; transmitir la cultura, entendiendo por la misma el conocimiento de información general que un profesionista no puede ignorar; y ubicarse en la realidad histórica, universidad siempre abierta a la plena actualidad y sumergida en ella; y además realizar su utopía que es de ser “ un poder espiritual, representando la serenidad frente al frenesí, la seria agudeza frente a la frivolidad y la franca estupidez”.
Retomo esta interesante postura refiriéndose ahora a cuatro aproximaciones recientes que como la anterior considero nos enfrentan a la deshumanización que permea en algunas modas universitarias actuales.
Adolfo Nicolás, actual dirigente de la Compañía de Jesús, basándose en una propuesta de Diego de Ledesma primer rector de la ahora Universidad Gregoriana de Roma que en el Siglo XVI se refería a los espíritus de una universidad pertinente señala cuatro: Utilitas, formar personas útiles para su sociedad a través de la docencia y la investigación; Justitia , la formación debe servir para enfrentar todo tipo de abusos y responder a las necesidades sociales; Humanitas, “el atributo que da decoro, esplendor y perfección a nuestra naturaleza racional”, una visión esperanzada del ser humano; Fides, la fe como vivencia difícil de formular, que no se encierra en el miedo, ni excluye a los diferentes, pero que afirma experiencias que hacen crecer en humanidad. Estas cuatro características las resumen los jesuitas actuales proponiendo una formación de personas competentes, comprometidas, conscientes y compasivas capaces de empatizar alegrías y tristezas de los demás. Con esto afirma Adolfo Nicolás se pueden inspirar futuros.
David Fernández, rector actual de la Universidad Iberoamericana Puebla, afirma que la mejor universidad es la “que entienda mejor la realidad en la que inserta y contribuya a transformarla con mayor eficacia”. Habla de la necesidad de historizar la universidad, es decir, de volverla un elemento activo de la estructura social, que sea instrumento del saber y no instrumento de dominación. Por eso tiene que repolitizarse, asumir la dimensión política inevitable, “desde la voluntad de transformar la sociedad para hacerla más justa y equitativa”. Pero hay que ubicar bien esta repolitización dentro de su carácter universitario. Como señalaba Ignacio Ellacuria, el jesuita asesinado en 1989 en el Salvador, que inspira la propuesta de David Fernández: La universidad debe generar conocimiento; debe generar conocimiento pertinente a la realidad de su entorno y hacérsela llegar; y debe dar prioridad al conocimiento útil para las capas más desamparadas de la sociedad. Desde esta perspectiva es una obligación teórica y ética de incidir en lo político.
María Eugenia Sánchez, sintetiza una reflexión que ha preocupado y ocupado a un grupo de académicos de la Ibero Puebla, se refiere a la necesidad de una universidad en contexto de encrucijada, con tensiones, en la incertidumbre. Una universidad que enfrenta desafíos sociales, consciente de sus estructuras y procesos académicos reales, más allá del discurso. Una universidad dispuesta a romper modos de conocer, incluyente y plural. Una universidad andando, orientada a lo sustancial humano, con lucidez, consciencia de límites y audacia. Una universidad que sabe relacionar proyecto académico y proyecto social.
Pablo Latapí, al recibir el Doctorado Honoris Causa de la UAM, planteó los riesgos que a su parecer enfrentan hoy las universidades mexicanas; a) La desorientación que provoca el objetivo de la excelencia, ya que educar no es proponerse lograr gentes que traten de pasar por encima de los demás a cualquier precio, sino que desarrollen sus capacidades, maduren y tengan la disposición permanente a seguirse superando, preocupándose porque esto sirva a los demás. b) La carencia de una definición clara de lo que entendemos por calidad en la educación. Pero no es educación de calidad la que favorece la autocomplacencia, el egoísmo, sino la que estimula a ser mejores y hacernos conscientes de que estamos necesitados de los demás. Latapí propone como calidad el lograr el hábito razonable de autoexigencia, moderado por la solidaridad con los demás, el espíritu de cooperación y el sentido común. c) La concepción parcial del conocimiento que implica la “sociedad del conocimiento”, que lo limita al necesario para conquistar mercados, práctico, vinculado a la economía, el que asegura el éxito en la competencia. Es un ideal incompleto y equívoco. Las universidades existen para crear y promover todas las formas de conocer que requiere una sociedad, no deben reducirse a los talleres del “ homo faber”. La universidad no es un apéndice de la empresa. La universidad debe promover el rescate de nuestra humanidad disminuida. d) La prisión del conocimiento racional, conocimiento que es válido pero no el único. La educación para Latapí ni empieza ni termina en los territorios de la razón. Existen el mundo simbólico y el artístico, lo dionisíaco, la ética, el respeto a los demás y a la vida. Termina Latapí su exposición que recomiendo leer en extenso, señalando que los educadores seguirán corriendo tras sus utopías, y experimentando los riesgos de la precaria libertad, seguirán teniendo esperanza.
Frente a estas cinco posturas en relación a una educación pertinente que enfrenta los desafíos del presente, luchando contra la deshumanización que sufren las universidades, a manos de seudo-educadores frívolos, banales, bribones, presento en forma un tanto caracterizada la propuesta de la universidad corporativizada. Jane Buck, expresidenta de la Asociación Americana de Profesores Universitaria, trina contra este tipo de universidad. Expresa que el rector se vuelve un CEO, el administrador un CFO, el alumno un “customer”, el académico un agente “profit-making”. Es la universidad que prepara sólo para profesiones prácticas, orientadas a los negocios. Como dice Rob Riemen, del Nexus Institute de Amsterdam, el mundo académico como broma absoluta.
Al presentar las cinco propuestas universitarias de humanización, y la caricatura de la universidad mercantilizada, no intento que se crea que desconozco la importancia de la pertinencia social de la educación superior que valora la ciencia, la tecnología y la innovación. Pero eso sólo no basta. Y las nuevas tecnologías que han llegado para quedarse, no deben reducir al profesor universitario sólo a un sub-académico on line, o a un experto guía caro al servicio de orientar a los estudiantes en la selva de la información. La educación, como dice Latapí, “es en esencia un proceso de interacción entre personas, y su calidad depende decisivamente de la del educador”.

Investigación educativa e invención del futuro

Autor: Martín López Calva
Publicación: La Jornada de Oriente, 3 de marzo 2009


"La mejor forma de predecir el futuro es inventarlo"
Alan Kay


Innumerables son los retos que enfrenta nuestro país en estos tiempos de crisis financiera internacional, violencia generalizada, injusticia galopante y desmoralización individual y social.
Para hacerles frente, es necesario hacer una pausa reflexiva en medio de la vorágine de los acontecimientos y convencernos como sociedad de que nadie va a regalarnos el futuro, de que es necesario que nosotros lo inventemos, que lo vayamos construyendo con un esfuerzo en el que la operación individual se convierta en genuina cooperación comunitaria.
Una parte fundamental para lograr este proceso de cambio en nuestra visión de futuro que pasa por la reconstrucción de la moral individual y colectiva es el sistema educativo.
Porque como afirmaba el economista jesuita Xabier Gorostiaga: “La educación es la profesión de la esperanza” o como dice el filósofo español Fernando Savater:”los educadores tenemos que ser optimistas” y creer en que el ser humano es capaz de inventar mundos mejores que el que tenemos.
Pero este optimismo y esta esperanza no equivalen, para ninguno de los dos pensadores, a ingenuidad simplificadora o a evasión de los problemas, sino al fortalecimiento de las convicciones y al redoblamiento de los esfuerzos para edificar la reforma educativa de fondo que requieren nuestros tiempos y reclama urgentemente nuestra realidad.
La reinvención del futuro requiere de un optimismo inteligente, crítico y responsable, necesita de una esperanza fundamentada en información suficiente y relevante, ideas pertinentes y renovadoras, juicios razonables y acciones comprometidas que aporten elementos sólidos de transformación a un sistema educativo que es generado por, y a la vez generador de, una sociedad desigual, injusta, violenta y en descomposición en la que se sobrevaloran el poder, el dinero, el éxito, la fama y la apariencia y se menosprecian el servicio, el ser, la colaboración solidaria y la profundidad intelectual y ética.
Esta gran reforma educativa solamente puede lograrse si se trabaja seriamente en la formación de investigadores educativos de alto nivel que aporten la información, las interpretaciones, los análisis, las nuevas teorías, la reflexión filosófica y la sistematización y diseño de proyectos de práctica y de gestión, de formación de educadores, de renovación curricular y de innovación en los métodos y ténicas pedagógicas y en el uso formativo de las tecnologías de información y comunicación, que se sustenten en bases científicas sólidas y no en simples visiones de sentido común o en intereses políticos carentes de conocimiento sobre la realidad cotidiana de nuestros centros educativos, de nuesta legislación y nuestras políticas educativas.
La formación de estos investigadores educativos es la meta del doctorado interinstitucional en Educación que la UIA Puebla ofrece en conjunto con la UIA León, la UIA Ciudad de México y el ITESO de Guadalajara y que seleccionará en los meses siguientes a los estudiantes que conformarán su generación 2010. Este programa es una aportación concreta del Sistema Universitario Jesuita a la invención de un mejor futuro para México.

lunes, marzo 02, 2009

¿Qué vamos a hacer cuando se nos acabe el petróleo?

Autor: Alexis Vera
Publicación: Síntesis, Pendiente

Cuando lo que vendes lo quiere la gente y además paga mucho por ello, estás en la gloria comercial. Cuando lo que vendes pocos lo quieren, estás en problemas. Hoy el petróleo es la fuente de energía más importante del mundo: todos los países necesitan petróleo y eso es bueno para México que actualmente tiene mucho para vender. Pero el reinado del petróleo, como todo en la vida, no es eterno. ¿Qué vamos a hacer cuando las nuevas fuentes de energía reemplacen al petróleo? Más de la tercera parte de los ingresos del gobierno federal provienen de la industria petrolera.
El qué va a hacer México cuando los hidrocarburos sean menos demandados en el mundo o cuando este recurso no renovable se nos termine, es un debate que no se está dando con seriedad en nuestro país y que urge agendar. Expertos afirman que en algo así como 10 años nuestras reservas petroleras estarán severamente disminuidas sin posibilidad de arreglo. Parece clave, entonces, hacer hoy una lectura del papel que tomará el petróleo en el futuro y determinar qué hará México ante tal situación.
Estados Unidos, el principal comprador de petróleo en el mundo, está preocupado de su dependencia de este hidrocarburo como fuente de energía. Especialmente porque la producción petrolera mundial depende de una región muy conflictiva y no muy afín a la cultura estadounidense: Medio Oriente. Así que el país más rico y poderoso del mundo ya está invirtiendo importantes recursos para la investigación y desarrollo de nuevas fuentes de energía. No contaremos muchos años antes de que el petróleo haya dejado de ser la fuente de energía más solicitada. Pero como faltan más de diez años para que eso suceda, a nuestros sexenales gobiernos no les interesa el tema a pesar de su gravedad e importancia.
El gobierno mexicano, en alianza con el sector privado y no gubernamental, debería estar no solo tratando de desarrollar fuentes alternativas de energía sino también construyendo el futuro de su economía bajo la premisa de que los ingresos de Pemex serán mucho menores en algunos años. Hoy día, una de las industrias con menor futuro es la petrolera y eso no lo podemos evitar. Pero sí podemos hacer que ese hecho sea irrelevante para la vida nacional si nos ponemos a trabajar desde ahora.
A México le beneficiaría mucho pasar de ser una economía basada en la exportación de materias primas (petróleo sobre todo) y manufactura, a una basada en la exportación de conocimiento.