miércoles, noviembre 21, 2012

ACERCAMIENTO AL CAMPO MEXICANO

Autor: José Vicente Hurtado Herrera
Publicado: La Primera de Puebla, 15 de noviembre de 2012.
 
     La realidad es mucho más amplia que el círculo en el que nos
movemos, mucho más rica que el ámbito en el que desarrollamos
nuestra vida cotidiana.
     Mi acercamiento al campo mexicano se concretó en la visita que
realicé con un grupo de alumnos de preparatoria a una
comunidad cercana al municipio de Huejotzingo, una visita de
cinco días que me permitió formarme una visión más amplia de la
realidad que vive esta población campesina.
     Generalmente tenemos una idea del campo que oscila entre la
admiración por su comida, por sus tradiciones; y por otro lado,
en el desencanto por su situación económica o la falta de
oportunidades de desarrollo que las comunidades presentan. Y
aunque ninguna de estas visiones sean falsas del todo, la realidad
es mucho más compleja.
     La experiencia me mostró un campo que en términos
económicos-productivos está lejano de lo que se esperaría, a
pesar de los apoyos gubernamentales como Oportunidades, los
cuales no son suficientes para hacer de México un país con
autosuficiencia alimentaria. En general las familias se limitan a
producir para el autoconsumo, para garantizar comer por lo
menos frijoles y tortillas durante el año. Cultivo de temporal,
falta de maquinaria y tecnología, cuando existen excedentes
comercializan sus productos a precios muy bajos; ello nos habla
de una situación de atraso, de tener lejano un campo que pueda
ser el abastecedor de alimentos suficientes para el país.
     Una actividad económica relevante en esta zona es el comercio
que muchas personas hacen de sus productos en la Cd. de
México: tortillas, rajas, nopales, fruta de temporada, etc. Una
actividad particularmente detonada por las mujeres, las cuales
no sólo preparan los alimentos sino también viajan muy temprano
a comercializarlos, mientras los hombres se dedican al campo o a
la albañilería.
     En términos educativos son evidentes las carencias que se
presentan, particularmente en habilidades básicas como lectura
y escritura, muestra de las carencias del resto del país. Diversos
motivos lo explican, entre ellos que muchas familias no
consideran la escuela como algo esencial para la formación de
sus hijos, además de las debilidades propias del sistema educativo
nacional que se acentúan en el ámbito rural.
     Pero también encontré grandes fortalezas, formas de vivir que se
orientan por otros referentes, por otros criterios de felicidad.
     Tienen una forma de vida sencilla, sin grandes anhelos por
acumular cosas, a pesar del cada vez mayor impacto de los
medios de comunicación, sin embargo pareciera que sus
referentes de realización y felicidad en la vida no se agotan en
tener más cosas, más bien en el encuentro con los otros, en el
diario convivir con los cercanos, y en la necesaria satisfacción de
sus necesidades primarias de alimentación.
     La gran dedicación que muestran por el trabajo en el campo, un
trabajo que a todas luces es sumamente pesado, sometido a las
inclemencias del tiempo y muy mal retribuido por el bajo precio
de la mayoría de su productos, no se diga de los salarios que se
pagan por una jornada de pixca - $80.00, para las mujeres,
$100.00 en el caso de los hombres-; a pesar de ello es una tarifa
atractiva para campesinos que se trasladan a esta región a
trabajar porque en su pueblos pagan menos.
     El conocimiento y respeto por los ciclos de la naturaleza es
ancestral y fundamental para tener una buena cosecha, los
campesinos mencionan que la pixca no puede hacerse en tiempo
de “luna tierna” pues la semilla corre el riesgo de picarse con
facilidad, el tiempo adecuado es en “luna buena”, luna llena,
madura, con eso se garantiza que su cosecha se conservará
durante más tiempo.
     Fue un encuentro cercano con una comunidad, con personas
muy concretas, que al igual que el resto de los habitantes de
este país están en búsqueda de sobrevivir, de realizar sus sueños,
de aspirar a mejores condiciones de vida. Lamentablemente, a
pesar de que CONEVAL en sus mediciones sobre la pobreza en el
país menciona que los mayores índices de ésta se presentan en
la ciudad que en el campo, sigue habiendo una deuda histórica
con este sector de la población que hoy por hoy no cuenta con
las condiciones necesarias para su adecuado desarrollo.


 

La evaluación vante


Autor: Gonzalo Inguanzo Arteaga
Publicado: Puebla on Line, 14 de noviembre de 2012

     Acaba de realizarse el 5º Foro que organiza el Campo Estratégico y Acción de Modelos y Políticas Educativas en la Universidad Iberoamericana Puebla. Por más de 3 años un equipo de académicos realiza el esfuerzo de conjuntar a especialistas y demás interesados en temas relacionados con la educación y es importante decir que de cada uno de estos foros han emergido estrategias de acción encaminadas a entender e intervenir en el ámbito educativo
     En este 5to foro el eje central radicó en invitarnos a reflexionar sobre cuáles son los retos y desafíos para la evaluación de la educación en México. Se pudo escuchar una excelente conferencia impartida por la Dra. Zorrilla; un panel de expertos y la presentación de un libro que pone de relieve los esfuerzos en la última década en el tema de evaluación educativa.
     Discusión y análisis profundo de una realidad que presenta la necesidad de evaluar, de aceptar que aún cuando los retos y desafíos siempre serán muchos no por ello deben convertirse en pretexto para solicitar dejar de lado la evaluación. La evaluación es pertinente y no debe ser puesta en duda. Se necesita evaluar los procesos, los actores, las estructuras; se debe entender que un proceso de evaluación nos acerca y nos permite conocer fortalezas y debilidades de cualquier sistema, nos permite definir el nivel de eficiencia de los sujetos, responsables de la prestación y calidad del servicio.
     A través de la evaluación podemos apreciar la importancia de consolidar un sistema integrado de evaluación de aprendizajes en todos los niveles y se pude hacer evidente la necesidad de establecer parámetros de evaluación flexibles de acuerdo con contextos específicos.
     Podemos y debemos, a través de una evaluación integral que considere el mayor número de variables posibles, definir los parámetros e indicadores que conformarán el sistema de seguimiento permanente y evaluación de los resultados relativos a diversos temas; de igual manera concebir espacios de participación para llegar a acuerdos que posibiliten la construcción de parámetros indicativos para la elaboración del sistema de seguimiento y evaluación.
     Hoy en día encontramos referencias de que la misma OCDE nos está señalando que algunos de los caminos tomados para evaluar no son las más idóneos y en especifico se habla de la prueba Enlace, herramienta que según este organismo dista de ser para la mejora del aprendizaje y que se convirtió en un instrumento de medición y rendición de cuentas. En este sentido un reto presente es concebir la evaluación como una herramienta de auténtica mejora y no como un medio de acceder a premios.
      Evaluar exige compromiso, responsabilidad, capacidad de sistematizar, valorar lo diferente como alternativa de desarrollo. Cuando evaluamos debemos estar atentos a que existe equilibrio entre lo objetivo y lo subjetivo, debemos entender que la existencias de retos o desafíos no significa que debamos detenernos y dejarle a otros la responsabilidad de solución, de la acción de cada quien surge una alternativa de superación del reto planteado.
      Otro elemento que no debe ser olvidado es que existen actores implicados en toda acción educativa; en referencia a lo que en su momento planteó la Dra. Zorrilla no es de menor importancia lo que sucede al interior de un salón tanto con los alumnos como con los profesores, y en este sentido cuestiones como la autoestima, el autoconocimiento y los rasgos de personalidad entre otros juegan un papel importante en lo que se puede lograr en el clima escolar. En palabras textuales de la especialista se señaló: "No hay mediciones más precisas del clima escolar, y si queremos una educación diferente tenemos que cambiar lo que pasa en la escuela y no va a cambiar porque los llenemos de cosas, sino porque sepamos acompañarlos", comentó.
     Es necesario desarrollar la cultura de evaluación, reconocer el valor de explorar nuevas formas de evaluar la calidad de la educación por la que trabajamos. Aceptar que existen retos y desafíos para la evaluación de la educación en México es el primer paso a dar para entender y aceptar lo que en su momento dijo Octavi Fullat: La educación es un proceso inacabado.

 

 

 

La prueba ENLACE y la educación en México: algunos números para reflexionar.

Autora: Marisol Aguilar Mier
Publicado: e-consulta, 14 de noviembre de 2012

      ENLACE sigue dando de qué hablar. Si bien, es cierto que no es ninguna novedad para nadie que nuestro sistema educativo tiene múltiples deficiencias, estas quedan mucho más claras cuando revisamos datos duros. Así pues, ¿cómo está la educación en México de acuerdo a los resultados de esta prueba, publicados recientemente?
     Empecemos por la educación básica. Para este 2012, tenemos que el 57% de los estudiantes de primaria obtuvo resultados “elementales o insuficientes” en las asignaturas de español y matemáticas (58.2% y 56.9% respectivamente). Y aunque para el lector estos números no sean ni mucho menos, una buena noticia, hay que precisar que desde el 2006, primer año de aplicación de ENLACE, hasta la fecha, este porcentaje ha ido disminuyendo paulatinamente, siendo en un principio de 82.4% en el área de matemáticas y 78.7% en español, lo cual implicaba que únicamente alrededor del 20% de nuestros niños alcanzaban puntajes “buenos” y “excelentes”. Ahora bien, estos datos cambian radicalmente de acuerdo al tipo de institución, donde las escuelas particulares obtienen los porcentajes más altos de desempeño, ubicados en el nivel de logro de “bueno” y “excelente”, en contraste con la modalidad educativa “indígena” o la del “CONAFE”.
     Igualmente, los resultados por entidad también muestran notorias diferencias. El promedio nacional de alumnos con puntajes “buenos” y “excelentes” es de 41.8% para español y 44.3% para matemáticas. Así pues, mientras Sonora se encuentra más de 10 puntos por arriba de ese promedio y encabeza la lista en ambas asignaturas (seguido por Campeche y Distrito Federal), encontramos por el contrario, a San Luis Potosí con cerca de 10 puntos por abajo del mismo. Además, cabe mencionar que en algunos de los estados con mayor rezago y desigualdad como Chiapas, Oaxaca, Michoacán y Guerrero los resultados no fueron representativos por una cobertura menor al 80% y fue, especialmente en los tres últimos, donde se presentó un gran conflicto para la aplicación de la prueba.
     Ahora bien, si los datos para educación básica no nos parecen satisfactorios a pesar de los avances, el panorama se torna aún más complejo para la educación media. De entrada, porque según datos del INEGI, del total de población a nivel nacional de entre 15 y 19 años, 43% no asiste a la escuela. Son el Distrito Federal y Sonora quienes tienen los porcentajes más altos de asistencia, mientras que en el otro extremo están Chiapas y Michoacán con los más bajos. Ahora bien, considerando a aquellos que sí están inscritos, la SEP reporta que el 80% de los estudiantes de secundaria tienen resultados elementales o insuficientes en las asignaturas de español y matemáticas. Y, de nueva cuenta son las instituciones particulares las que tienen mejores puntajes, no obstante, aún en este caso, no llegan siquiera al 50% (44.5% y 36.9% para español y matemáticas, respectivamente).
     Estos números coinciden con los datos arrojados por PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos), donde, para el 2009 se advirtió que 46% de los jóvenes contaban con resultados insuficientes de aprendizaje al llegar a los 15 años, ocupando los niveles de competencia más bajos.
     Volviendo a ENLACE pero para el nivel Media Superior, encontramos que las habilidades lectoras retrocedieron en tres puntos porcentuales, de manera que los estudiantes que obtuvieron resultados “elementales o insuficientes” pasaron de 45.7% en 2011 a 48.7% en 2012. Por otro lado, 69.2% de los estudiantes del último grado obtuvieron resultados insuficientes en matemáticas, en contraste con el 75.3% del año pasado. Cabe mencionar que en este nivel educativo, se reduce notablemente la brecha entre los resultados de las instituciones públicas y privadas, siendo para el caso de matemáticas de 30.4% (públicas) y de 32.8% (privadas), el porcentaje de alumnos que alcanzaron resultados “buenos” y “excelentes” y de 50.6% (públicas) y 54.5% (privadas) en el caso de la habilidad lectora. 
     En conclusión, los números anteriormente señalados constituyen un foco rojo especialmente para el caso de la educación media. Igualmente importantes, son las grandes variaciones que se pueden observar entre los diversos estados y el tipo de institución educativa,  hablándonos de los enormes retos en materia de equidad e igualdad de nuestro, que nos impiden alcanzar un estándar de calidad mínimo para todos.
     Y si bien, ENLACE, como toda prueba de evaluación estandarizada tiene numerosas limitaciones como las inconsistencias que aún se presentan para asegurar la calidad de los datos, las condiciones problemáticas para su aplicación y el nocivo clima para la evaluación que se vive entre un gran número de docentes, no podemos negar que estos porcentajes son de gran utilidad para encausar nuestros esfuerzos y trabajar en la definición de políticas públicas que efectivamente traigan cambios estructurales y profundos que nos ayuden a superar nuestra condición de país reprobado.

sábado, noviembre 10, 2012

Apología de la escuela en tiempos complejos


Autor: José Rafael de Regil Vélez, si quieres conocer más datos del autor, haz click aquí
Publicado en Síntesis, Tlaxcala, el jueves 08 de noviembre de 2012. 

Los tiempos que vivimos –al menos para nosotros- son complejos. Nos enfrentamos cotidianamente a situaciones que no son fácilmente entendibles y mucho menos sencillamente abordables para que tengan solución.
                Ninguna persona nace sabiendo cómo hacer frente al mundo en el que nace, en el que debe realizarse y crear una sociedad viable para vivir con dignidad y transformar la cultura recibida para que los significados y los valores permitan más humanidad y no sólo la perpetuación del status quo.
Es necesaria la educación para que la generación anterior acerque a una nueva a los desafíos de la personalización, la socialización y la inculturación de tal forma que la experiencia de ser humanos sea algo que se comparta y no se deba inventar la humanidad vez por vez; educar es posibilitar desde lo heredado la apertura y a innovación para afrontar los desafíos de la complejidad.
                Tradicionalmente ha correspondido a la familia ser el agente educativo por excelencia. Al menos como planteamiento de inicio, en ella se aprenden las cosas fundamentales para ser humanos.
Pero resulta que hoy esta institución ha quedado sobrepasada: bien sea porque la realidad es demasiado ininteligible, porque todos los miembros del núcleo deben trabajar para afrontar los gastos que supone vivir, porque falta alguno de los padres o porque la escolarización recibida no ha dado instrumentos para sumarse constructivamente al mundo (y a veces no porque hayan faltado años de escuela, sino porque ésta ha sido de ínfima calidad educativa).
                Las instituciones religiosas también han jugado un papel importante en el tema que nos ocupa, pero el desgaste que han sufrido las ha marginado, para muchas personas las iglesias son cada vez menos punto de referencia para formarse personas responsables del mundo.
                En este panorama la escuela es al parecer el último reducto socialmente aceptado para acompañar la educación necesaria para vivir en estos tiempos. Los estudiantes pasan muchas horas allí, interactúan con sus coetáneos y con adultos, de alguna forma reciben el patrimonio cultural de siglos.
                Sí, ¡la escuela tiene un importante rol qué jugar! ¡En sus paredes y más allá de ellas en actos pedagógicos puede haber cosas importantes para un futuro viable! El asunto es cuestión de estar a la altura de semejante demanda.
                Los miembros de una comunidad escolar pueden sembrar semilla de humanidad si tienen claro que su función no es transmitir conocimientos (un enfoque extremadamente reductivo) ni aleccionar a los educandos para que “se porten bien”, como se espera en el orden social establecido, sino educar; es decir: para acompañar los procesos por los cuales una persona responde a su vocación de ser más, con, por y para los demás en el mundo en apertura a la trascendencia.
                Educar es formar personas en el mundo, capaces de valerse por sí mismos confrontándose y colaborando con los demás. En la medida que las instituciones escolares se preparen para ello y diseñen metodologías, currículos, formas de relación que relacionen la vida con las aulas, los pasillos y los patios, podremos todos salir venturosos allí donde las familias y las instituciones religiosas han perdido espacios para compartir que ser humano y crear un mundo humano sí es posible.

viernes, noviembre 09, 2012

Los desafíos para la evaluación de la Educación en México

Autora: Luz del Carmen Montes P.
Publicado: e-consulta, 05 de  Noviembre 2012

     El próximo 8 de noviembre se llevará a cabo en la Ibero Puebla, el 5° Foro de Modelos y Políticas Educativas: Los retos y desafíos para la evaluación de la educación en México, en el auditorio Manuel Acévez, de 9:00 a las 14:00 hrs.
     La conferencia magistral será dictada por la Dra. Margarita Zorrilla Fierro, de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, quien fue hasta hace poco tiempo, directora general del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE).
     Después se presentará el libro “Una década de evaluación 2002-2012” del INEE. Comentarán el Dr. Martín López Calva, de la UAPEP, y la Dra. Annette Santos del Real, del INNE, y una de las coordinadoras de dicho texto.
     Por último tendremos el panel “La evaluación de la Educación en México”. Participarán, en calidad de expertos en evaluación de la educación: el Dr. León Garduño, de la UDLAP; la Dra. Ma. Esther Méndez, del Colegio de Posgraduados; y la Dra. Ma. Eugenia de la Chaussée, de la Ibero Puebla.
     Pero si usted no puede acompañarnos, le invito que revise el libro que se presentará. Está en línea y lo puede descargar sin costo. Con él, se conmemoran diez años de trabajo del INEE, que recientemente fue declarado como un organismo público, descentralizado y no sectorizado a la SEP, con autonomía técnica de operación y de decisión; hecho que, según Francisco Ciscomani, subsecretario de Educación Básica, es un paso importante en la conformación de un Sistema Nacional de Evaluación de la Educación, “independiente de cualquier interés político, gremial, partidista o económico.”
     La introducción está escrita por la Dra. Margarita Zorrilla, quien presenta el libro colectivo, estructurado en tres apartados: el proyecto (inicios del INEE), los logros y los desafíos. Está organizado en seis capítulos y conformado por cincuenta y tres textos escritos por personas que han estado relacionadas de alguna manera con el INEE. Cada capítulo inicia con un texto extenso que indica la temática y después hay textos más cortos; todos escritos por especialistas relacionados con la temática correspondiente.
     Por la extensión del libro solo abordaré tres textos del capítulo 3, que abre con “La evaluación de resultados nacionales de aprendizaje”, de Andrés Sánchez Moguel, responsable de la Dirección de Pruebas y Medición del INEE, quien nos habla primero de un camino difícil pero rico para formular los “Exámenes para la calidad y el logro educativos” (Excale) a partir del apoyo de diversos actores educativos-muchos de ellos con visiones encontradas pero dispuestos al diálogo académico-, y después de la dificultad de comunicar resultados pues, dichas pruebas no se desarrollaron para evaluar individuos, estudiantes y profesores, sino al sistema educativo nacional en conjunto.
     En el texto de José Francisco Soares se afirma que al estar el Excale alineado al currículo nacional, puede ser visto como un instrumento para verificar que es atendido el derecho a la educación, pero que además cumple funciones pedagógicas como apoyo en “reflexiones sobre el currículo, sobre la idoneidad y calidad de los libros de texto, la administración del sistema y la formación inicial y continua de los docentes”.
     En el texto de Arturo de la Orden Hoz se explica cuáles son las condiciones técnicas que deben establecerse para poder comparar, en el tiempo, los resultados del logro académico de los estudiantes, lo que permite determinar la calidad del desempeño del Sistema Educativo Nacional. Afirma que es indispensable mantener constancia general y un significado universal en la prueba y para ello, entre otros aspectos, se tienen que eliminar o controlar los cambios que pueden influir en el logro académico, incluyendo el contexto.
     Si quiere saber los contenidos de Excale puede consultar en la página del INEE, el explorador que lleva el nombre de la prueba; la información está disponible para docentes, estudiantes, directores, supervisores y público en general.
     El libro, como la misma Margarita Zorrilla afirma, es un informe a la sociedad, por lo que al menos los que tenemos interés en la calidad de la educación de nuestro país tendremos que revisarlo. Yo diría que más que un informe de resultados es un informe de experiencias, de lo que han aprendido las personas que han participado en la construcción del INEE, que finalmente es lo que hemos construido como país en términos de evaluación sistemática de la educación, cuyos resultados podrían servir para tomar decisiones para mejorar la calidad de nuestra educación.








Aldonza

Autor: Rocío Barragán de la Parra
Publicado: La Primera de Puebla, 6 de noviembre de 2012

     Disfruta las pequeñas cosas de la vida, un día te darás cuenta de que eran las más grandes”… Frase que desde hace días me tiene cavilando sobre la situación que enfrenta Aldonza Urcid Robredo,
una hermosa jovencita de 14 años que ha cumplido ya 53 días hospitalizada debido a una sorpresiva e inesperada complicación de salud que la mantiene en una situación delicada y con un
diagnóstico médico reservado.
    Como toda chica de su edad, Aldonza es entusiasta, alegre, inquieta y curiosa destacada por su dedicación al estudio y su prodigioso talento como bailarina de ballet -disciplina que ama y comparte con varias de sus compañeras, incluidas mis dos hijas, a la par de las cuales he tenido la fortuna de verla crecer, conocerla, quererla y valorarla -.
     En la comunidad a la que Aldonza pertenece es reconocida pero sobre todo muy querida, de manera que la situación por la que hoy pasa esta pequeña y su familia no es fácil de comprender y
asimilar; ¿cómo enfrentar un cambio doloroso y repentino en nuestra cotidianidad?, ¿cómo estar preparados ante una situación que implica gravedad y emergencia en todos los sentidos?, ¿desde dónde explicar o comprender lo que parece inexplicable e incomprensible?
     Todo lo acontecido nos ofrece una gran oportunidad para
reflexionar ¿en qué invertimos nuestro tiempo, nuestro esfuerzo,
nuestros afectos?, ¿qué impulsa nuestras intenciones?; ¿para qué
hacemos lo qué hacemos?, ¿qué nos mueve a realizar cada una de
nuestras acciones y decisiones?.
     Hoy la tecnología acorta distancias e integra movimientos con
diversas causas, así se creó en la red social un grupo de apoyo
llamado POR ALDONZA, éste cuenta con más de 1,800 miembros
que en mayor o menor medida interaccionan y se unen con
oraciones, intenciones, donativos, relaciones, y/o participando
en diferentes actividades como rifas entre amigos, funciones de
ballet, eventos musicales, tómbolas y una serie de acciones en
favor de esta pequeña; iniciativas emprendidas por amigos y
familiares deseosos de contribuir y ayudar de algún modo con el
impacto que esta situación implica; lo que además de necesario
es loable y encomiable, sin embargo hoy quiero reflexionar sobre
otro escenario que esta situación también nos brinda.
     Me parece que uno de los mayores aprendizajes ha sido, y es,
ver la organización espontánea y voluntaria de sus compañeros;
su buena voluntad, su genuina solidaridad, su enorme fortaleza,
la grandeza de su cariño, su inagotable esperanza por tener
pronto de regreso a Aldonza.
     Otra de las grandes experiencias ha sido en torno al valor de la
familia; cómo concebimos y vivimos nuestro seno familiar;
¿fincamos a partir en él valores y actitudes que nos fortalecen
como sociedad?, ¿enseñamos a nuestros hijos el valor de la
familia?, ¿hacemos comunidad en torno a ello?, ¿privilegiamos la
cotidianidad, el compartir los alimentos, el beso de las buenas
noches, el abrazo del nuevo día?, ¿cómo posibilitamos la
comunicación al interior de nuestro hogar?, ¿cómo contribuimos
a que nuestros hijos tengan el ambiente propicio para ello?, ¿con
qué acciones fortalecemos aquello que les pedimos a nuestros
hijos que hagan o expresen?, ¿cómo cuidamos su salud
emocional, física?, ¿qué valores fundamentan las intenciones de
nuestro día a día?.
     Otra gran lección se encuentra en la oportunidad de promover
sobre lo material e inmediato, la espiritualidad y la trascendencia
en nuestras vidas. En sentido amplio, la Provincia Mexicana de la
Compañía de Jesús (
www.sjmex.org) la define como “aquello que
lleva a la familia a canalizar sus más profundas energías… aquello
que mueve a orientar nuestros esfuerzos para dar más de
nosotros mismos y trascender… ver como el propósito más
importante de la vida es aprender a dejarse llevar por el
Espíritu… ser cada vez más y mejores seres humanos”; lección
que durante 53 días Aldonza nos ha enseñado al posibilitar en
cada una de las acciones realizadas en su nombre, no el interés
propio de quienes la ejercen, sino el anhelo de algo más
profundo y valioso: su bienestar.
     La esperanza y el anhelo de ver a Aldonza recuperada nos ha
hecho salir de lo cotidiano, vincularnos y encaminar nuestros
pasos, acciones y aspiraciones en favor de esta pequeña; no
dejemos que esta renovación de la conciencia se adormezca,
sigamos acompañando a su familia y honremos la causa de este
movimiento aceptando con valor lo complejo de la vida,
decidiendo con la cabeza nuestras acciones y con el corazón
nuestra vinculación con los demás.

Las dimensiones de la existencia humana

Autor: Ramón Felipe Tecólt González
Publicado: en lado B, 08 de noviembre de 2012

      Por ser libre, el obrar humano posee un destino constitutivo: es cambiante, circunstancial y concreto. Lo que se hace se puede hacer o tal vez, hacerlo de otro modo. Las circunstancias no determinan el actuar, se pueden asumir de forma distinta. Por esta y muchas otras razones, la vida del ser humano es insegura y un tanto dramática. La forma de obrar puede lograr para bien o para mal a un individuo, se revierten transformándolo en un hombre o mujer de bien o de mal.
     La singularidad es otra característica del obrar de la existencia humana. Se construye a sí mismo en base a sus decisiones, poco a poco, de tal modo que en cada decisión (por ende un acto) se compromete íntegramente orientándola por un camino.
     Una acción humana no es la elección de una realidad que ya existe. Las acciones hay que inventarlas. No son tangibles. Tampoco las leyes naturales pueden funcionar como un instructivo, porque la ley natural, no es un código abstracto y general, ni el individuo una máquina con comportamientos cíclicos y medibles.
     En el acto humano se pueden distinguir tres universos: objeto, fin y circunstancias. El objeto es la conducta concreta elegida por el individuo. El fin o intención es el propósito perseguido con dicha conducta; y, finalmente, las circunstancias son elementos ajenos al individuo que pueden o no modificar los dos anteriores.
     La existencia humana es un misterio y dada su complejidad no puede agotarse con la luz de la razón. Para el chino, el hombre es el centro del gobierno, de la religión y del ente, el hombre es amor. Para el hindú, es un andariego de tres caminos: conocimiento, devoción y acción. Para el griego, el hombre es parte del cosmos, donde el alma es la esencia y el cuerpo la cárcel. Para el renacimiento, es el centro del universo. Para la modernidad es la primacía del sujeto pensante, objetivo. En el pensamiento contemporáneo surgen varias tendencias: el materialismo, el evolucionismo, el existencialismo, el personalismo y la fenomenología.
     El materialismo considera al hombre como materia pero organizada de acuerdo a las leyes naturales. El evolucionismo explica al hombre por adaptación o selección natural. El existencialismo lo considera como un ser contradictorio mientras que el personalismo como libre, responsable, irrepetible e histórico. Finalmente, en la fenomenología el hombre se abre al mundo en cuanto a su espiritualidad.
     Pascal decía que “el hombre es una mezcla de ángel y de bestia, racional e irracional, materia y espíritu, libertad y esclavitud, ser y no ser”. La complejidad del ser humano refiere a que éste está conformado en múltiples dimensiones pero vividas en la unidad de su ser. A través del tiempo, la filosofía ha tratado de definir al hombre y ha descubierto que no es tan sencillo.
     El ser humano para hacerse tiene que atender de manera integral a dichas dimensiones permitiéndole un desarrollo armónico de su ser.
     El objetivo de buscar una respuesta globalizante sobre el hombre, su existencia y su obrar trae consigo una serie de interrogantes que muchas disciplinas han intentado responder. No basta que la pregunta sea por el origen físico del hombre, sino que va más allá, en el origen metafísico, su fundamento, la razón de su existencia.
     La relación del hombre con el mundo es primordial en su existencia. Por ella toma conciencia del otro yo y lo lleva a tomar conciencia de yo para distinguir lo que no es yo; con ello comprueba que viene de este mundo material y que le da sentido.
     Ser en el mundo es un ser que expresa su actitud traduciéndola en actitud frente al mundo y las cosas frente a su cuerpo. Capta el yo en relación con el mundo, lo que aparece frente a sus ojos porque no son él y esa relación significa que el hombre se refiere al otro y que está sometido a leyes que rigen a los seres. Todas llegan al hombre a través de los sentidos por medio de la percepción.
     El hombre está abierto al mundo, actúa libremente en el llamado espacio vital, no en el sentido de lugar sino de trascendencia más allá de su entorno.
     Ser situado equivale a tener una relación de presencia ante el mundo como sujeto que expresa convirtiendo a los objetos en lo llamado naturaleza humanizada o cultura objetiva, y esta es la tarea del hombre en el mundo: humanizar.

 

Calidad en el servicio no es poner una linda sonrisa

Autor:  Alexis Vera, datos del autor haz click aquí
Publicado: Puebla on Line, 5 de noviembre de 2012

      No me resolvió pero qué amable me trató, y por eso se la paso…
       Creo que todos hemos tenido esa sensación alguna vez con los servicios de cualquier índole: mala calidad pero con calidez en el trato. Lo contrario también aplica: buena calidad pero con maltrato; y, por supuesto, también los hay servicios con calidad y calidez a la vez, aunque en nuestro país sean una especie en peligro de extinción. Cuando viajamos a países más ricos nos quedamos maravillados con la eficacia y buen trato con los que somos atendidos en la mayoría de los establecimientos comerciales y oficinas de gobierno. En aquellos países pareciera que todo funciona a la perfección: puntualidad, mínima burocracia, rapidez, ausencia de errores y hasta amabilidad al momento en que somos atendidos. ¿Por qué en México nos cuesta tanto trabajo dar servicios de alta calidad como en los llamados países del primer mundo?
     Todos los que trabajamos estamos en el negocio de la calidad en el servicio porque somos origen y objeto de servicios de diversa índole todos los días. La gran mayoría de nosotros tenemos clientes internos (colegas, jefes, subordinados, etc.), y clientes externos (los que pagan por nuestro servicio) y, por lo tanto, tenemos un público al cual satisfacer con nuestros servicios. Pero también somos clientes de muchas otras personas y organizaciones a la vez. Mejorar la calidad de los servicios que ofrecemos como individuos impacta positivamente la calidad de vida de la sociedad a la cual pertenecemos.
     ¿Qué hace que un servicio tenga calidad?
     Calidad en el servicio no significa ser amables. En nuestro país hay muchas personas y organizaciones que andan por la vida poniendo sonrisas a todo mundo pero no resuelven efectivamente los desafíos o solicitudes de la gente. En efecto, en nuestras instituciones es común encontrar al típico “Gutierritos” que es cero conflictivo, bien amable y dispuesto a ayudar pero incompetente para resolver. Y lo opuesto también lo hay: yo los llamo los “hulks”, héroes eficaces pero con un genio que espanta a cualquiera. Podemos afirmar que la calidad en el servicio requiere básicamente que dos elementos coexistan al momento de actuar para servir: a) efectividad para resolver (que es igual a eficiencia más eficacia; es decir, hacer las cosas sin desperdiciar, cumpliendo cabalmente con el propósito u objetivo de la tarea); y b) amabilidad y cortesía en el trato. Es decir, resolver y alimentar la relación, no debilitarla con malos tratos. Se requiere pues de aptitud (capacidad para resolver) y actitud (capacidad para desarrollar buenas relaciones con las personas).
    A algunos se les facilita el ingrediente “a” y a otros el ingrediente “b”. La buena noticia es que ambos ingredientes son desarrollables a través del aprendizaje. El ingrediente “b” es más genérico y, por lo tanto, aplicable a prácticamente cualquier tipo de servicio, ya sea de oficina de gobierno o de un tour en lancha para ver a las ballenas en el mar. Se trata, en efecto, de habilidades sociales que necesita tener cualquier servidor porque todos los servicios que brindamos tienen como destinatarios a personas, no a objetos. Culturas de herencia violenta como la nuestra, siempre tendrán más dificultad para mejorar la calidad del ingrediente “b” que aquellas culturas más pacíficas, como la Noruega por ejemplo.
      Pero una linda sonrisa no basta. En realidad el ingrediente central de la calidad en el servicio tiene que ver con la efectividad para resolver (eficiencia más eficacia, ya lo anotábamos arriba). Para esto, la formación escolar es fundamental. No sólo la formación universitaria sino, sobre todo, la educación básica. Pero más que años de escolaridad lo que se requiere es calidad en la educación recibida. Los sistemas educativos más rigurosos tienden a generar servidores más efectivos, así de simple. De tal suerte que los profes barco en realidad nos hacen daño a todos porque todos somos destinatarios de los servicios de alguien. Una persona que fue exigida en sus años escolares (básicos o superiores) generalmente tiene estándares de calidad más elevados. Calidad, grosso modo, podríamos definirla –según el gurú Philip Crosby- como “la ausencia de errores”. Luego entonces, una persona formada con altos estándares de exigencia tiene más probabilidades de ejecutar su trabajo con menos errores que otra que ha estado de “vacaciones” o jugando a la escuelita durante su formación.datos de autor haz clikc aquí

El quinto pilar de las Competencias Educativas

Autor: Óscar Hernández López
Publicado: en lado B, 02 de noviembre de 2012

     En 1998, en la Conferencia Mundial sobre la Educación de la UNESCO, se concluyó que es necesario propiciar el aprendizaje permanente y la construcción de las competencias adecuadas para contribuir al desarrollo cultural, social y económico de la sociedad de la información. Para ello se requiere de una generación con nuevos conocimientos, por lo que es primordial el fomento a la investigación, la capacitación de personas altamente calificadas para preparar a los ciudadanos que sean capaces de promover ese desarrollo, es decir, educadores con una visión diferente a la que hasta ahora prevalece en el campo educativo; se requiere también proporcionar servicios a la sociedad con la función ética que ésta reclama. La formación por competencias, por lo tanto, debe ir más allá de transmitir saberes y destrezas manuales, debe buscar incrementar la capacidad de las personas y considerar aspectos culturales, sociales y actitudinales (Argudín, 2005).
     Los cuatro pilares de la educación que señala Delors (1996) sostienen el conjunto de competencias que se desean para una educación del siglo XXI; sin embargo, sabemos que nuestros alumnos se enfocan en diferentes edades y situaciones socio-económicas a cuestiones sumamente materiales: quieren tener ropa de marca, quieren tener los últimos aparatos que salen al mercado, teléfonos celulares, reproductores de música, laptops, etc.; aspiran a trabajar para tener dinero, a tener el mejor automóvil, a tener una novia guapa, quieren ser políticos para tener poder, o quieren ser artistas o deportistas para tener fama y fortuna, tener, tener, tener,….. por eso, también hay que aprender a tener, es el quinto pilar de la educación, es sumamente importante considerarlo de manera particular, tener tanto cuanto…, tener tanto cuanto permita a los demás ser y también tener para servir mejor a los demás, tener tanto cuanto permita y ayude a ser feliz, esta perspectiva es fundamental en una educación basada en competencias.
     En el mundo del trabajo el término competencia tiene un sentido utilitario, es concebido como una estrategia fundamentalmente basada en el análisis de tareas, a partir de ellas se busca establecer etapas puntuales de la formación de un técnico o especialista como puede ser un mecánico automotriz, quien adquiere habilidades y destrezas para un eficiente desempeño del oficio. Lo novedoso que aporta el enfoque de competencias consiste en puntualizar minuciosamente los aspectos en los que se debe concentrar el entrenamiento para que se aprenda a profundidad. Se utilizan mucho los términos aptitudes y habilidades que, aunque se encuentran íntimamente relacionados con las competencias, no son sinónimos de esta y debe esclarecerse su diferencia, el primero exhibe diversas disposiciones del individuo y el segundo se refiere a la pericia que se ha desarrollado a partir de tales disposiciones, pero no llegan a abarcar el extenso sentido que implica el término competencia. El término competencia articula algo que es consecuencia de un desarrollo natural desde el punto de vista chomskiano, pero con un sentido definitivamente utilitario, contradiciendo la noción de adquirir o mostrar conocimientos para enfocarse en la capacidad de resolver problemas.
     La competencia implica tanto un saber, un conocer y un saber hacer, expresada en los diferentes ámbitos del ser humano a través de sus capacidades, algunas son:
    • La multivalencia, ampliación de capacidades de intervención sobre varias tareas y operaciones en el seno de una misma profesión básica.
    • La polivalencia, en la ampliación profesional hacia una segunda profesión y oficio a partir de una profesión básica.
    • La experticia, calidad del experto, con un alto nivel de competencia profesional en la propia tarea.
    Hay miles de definiciones de competencia. Según la Real Academia Española en su diccionario de la lengua española, una competencia es la “pericia, aptitud e idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado”, y define también pericia como la “sabiduría, práctica, experiencia y habilidad en una ciencia o arte”; así mismo, considera que una habilidad es la “capacidad o disposición para algo”. Conjuntando estas definiciones, una competencia se expresa como “la sabiduría, práctica, experiencia, capacidad, disposición, aptitud e idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado dentro de una ciencia o arte”.
     Para la UNESCO, una competencia en la educación es un conjunto de comportamientos sociales, afectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un papel, un desempeño, una actividad o una tarea. Se describe como un resultado de lo que el alumno está capacitado a desempeñar o producir al finalizar una etapa.
     Los sentimientos y las emociones juegan un papel muy importante para alcanzar buenos desempeños, podemos considerar entonces que una competencia es un esquema complejo de operaciones físicas y mentales influidas por estados afectivos y emocionales conjugadas en actividades que producen resultados observables con un nivel de desempeño aceptable en contextos y situaciones determinadas. Los resultados se observan de manera consistente en múltiples escenarios y bajo diversas condiciones en las que se puede mostrar la capacidad de respuesta o dominio de la competencia, pero también hay que leer las intenciones con las que se califican tales resultados.
Referencias
     Argudin, Y. (2006). Educación Basada en Competencias. Trillas. México, D.F
     Delors, J. (1996). La educación encierra un tesoro. Informe a la UNESCO de la comisión internacional sobre la Educación para el siglo XXI, pre­sidida por Jaques Delors. Ediciones UNESCO. México, D.F.
     Hernández, O. (2005). Desarrollo de habilidades cognitivas en educación a distancia usando internet. Tesis doctoral en educación. Universidad Autónoma del Estado de Morelos, Cuernavaca, Morelos. México.
     Real Academia Española. Diccionario de la lengua española Vigésima segunda edición. Consultado en http://www.rae.es/rae.html el 12 de octubre de 2010
     UNESCO (1999). Perspectivas: revista trimestral de educación comparada. Oficina Internacional de Educación, vol. XXIII, págs. 289-305. Paris.

Los autos que favorecen el éxito escolar

Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos
Publicado: e – consulta, 30 de Octubre 2012

     Empecemos por la autoestima, es la capacidad de sentir aprecio por uno mismo, de quererse, de saber que uno vale la pena.
     Es Licenciada en Educación Media Básica, con especialidad en Matemáticas, por la Escuela Normal Superior del Estado; Maestra en Educación Superior por la Universidad Autónoma de Tlaxcala; y Doctora en Educación. egresada del Doctorado Interinstitucional en Educación del Sistema universitario Jesuita. Sus áreas de especialización son: problemas de la Educación Superior, desarrollo e implementación del currículum, evaluación de procesos académicos y orientación Educativa. Actualmente es profesora de tiempo del Departamento de Humanidades de la IBERO Puebla
     Nunca había cobrado tanta consciencia de cuánto pueden ser benéficos los autos en la vida de un estudiante para que éste logre el éxito escolar. Es decir, si tiene una buena autoestima, buena autogestión, buena autoeficacia, buena autorregulación y buena autopercepción, entonces tendrá mayores probabilidades de terminar victoriosamente su vida escolar. Así que trataré de describir cada uno de estos y diferenciarlos entre sí, para que padres y profesores tratemos de promoverlos en la vida de nuestros niños y jóvenes para favorecer que con dichos recursos mejoren en la escuela e incluso en su vida.
     Empecemos por la autoestima, es la capacidad de sentir aprecio por uno mismo, de quererse, de saber que uno vale la pena. También se dice que es el motor o fuerza innata que da impulso a nuestra existencia. Todos tenemos cierto nivel de autoestima, pero cuando éste es bajo, las personas tienden a atentar contra su vida, mientras que cuando es alto, se genera confianza en uno mismo y se puede creer que uno es capaz de hacer cualquier cosa. El nivel de autoestima tiende a bajar cuando los “otros cercanos” no muestran aprecio por uno, y tiende a ser alto cuando “esos cercanos”, dan muestra de querernos, aunque esto no es una regla.
     La autogestión se refiere a utilizar los propios recursos de manera adecuada, cuando hablo de los propios recursos, estoy haciendo referencia a los recursos intelectuales, es decir a hacer análisis, o síntesis, o una reflexión, o formularse buenas preguntas, etc., cuando es necesario hacerlo. Esto incluye al tiempo que también es un recurso. Es decir, saber organizarnos y planear las actividades que tenemos que hacer para responder a ellas en tiempo y forma. Esto es algo muy simple que muchas personas no han aprendido ni desarrollado porque nunca hubo alguien que les dijera cómo hacerlo. Por eso padres y profesores debemos enseñar a los niños y adolescentes a utilizar sus habilidades intelectuales, pero también a llevar una agenda en la que empiece a organizar sus tareas escolares, en cuanto a tiempos de entrega, pero también tiempos en que deben realizar dicha tarea.
     Por otro lado, la autoeficacia se refiere a la creencia que tienen las personas sobre sí mismos acerca de que son o no capaces de cumplir con una tarea de manera satisfactoria y esto no tiene nada que ver con que sí lo son o no, pero esta creencia puede ser determinante en el desarrollo y logro de la tarea. La autoeficacia se genera a partir de dos aspectos emocionales, uno es qué tanta motivación intrínseca (que se genera en la persona misma) tiene la persona para desarrollar la tarea y la otra es la capacidad que se tenga para manejar del estrés que la propia tarea genera en la persona.
     Así que es importante que los adultos provoquemos retos en los niños y adolescentes, es decir, que no resolvamos todas sus situaciones, que vayan teniendo responsabilidades en casa y que hagan tareas para ellos y no que tengan que resolver sus padres, aunque no las hagan bien, pronto irán haciéndolas mejor.
     La autorregulación se refiere a la capacidad que tenemos las personas de saber cuándo, cómo y dónde comportarnos. En el ámbito escolar se dice que un alumno es autorregulado cuando manifiesta una actividad pertinente para lograr su propio aprendizaje. Es decir, la motivación intrínseca que ha mostrado en el proceso de aprendizaje es alta. Claro que si los niños y los jóvenes no encuentran significado en la escuela o les estamos enviando mensajes de que no continuarán en ella hasta terminarla, o bien ellos observan que no hay condiciones sociales para mantenerse en la escuela aprendiendo lo que ésta les ofrece, no encontrarán razones suficientes para querer aprender. Ahora que si el estudiante está autorregulado, él mismo autodirige, automonitorea y autoevalúa su aprendizaje. Los autores dicen que es una combinación de querer y poder hacer que está en los estudiantes.
     Todos estos autos juntos generan lo que es la autopercepción que se refiere a la creencia amplia de una persona de lo que es capaz de hacer por ella misma, se vuelve a decir que a pesar de que efectivamente sea o no capaz de hacerlo. Los autores como Zimmerman y Bandura, afirman que alumnos con una alta autopercepción tendrá mayores posibilidades de éxito escolar que aquellos que tienen una baja. El reconocimiento de los logros académicos y observar que pares pueden realizar una tarea escolar, ayuda a que los niños y adolescentes eleven su autopercepción. Por eso se recomienda que en los momentos de retroalimentar a nuestros alumnos, los profesores les indiquemos qué han hecho bien y que tienen capacidades para mejorar en aquello que no han tenido suficiente éxito y los padres deben aplaudir sus logros y motivarlos a continuar esforzándose.
     Me parece que es importante el papel que los adultos jugamos en el desarrollo de estos autos que seguramente ayudarán a nuestros alumnos a generar ideas para que mejoren como estudiantes.

Los aspectos psicológicos de la obesidad

Autor: Cecilia Salgado Gómez
Publicado: Síntesis Puebla, 04 de noviembre de 2012

     En nuestro país, en la 'última encuesta nacional sobre alimentación se encontró que más del 60 por ciento de la población adulta tiene algún grado de sobre peso u obesidad. En general se ha aceptado que la obesidad se acompaña de múltiples y graves consecuencias sobre la salud, el riesgo de morbilidad y mortalidad de una gran variedad de enfermedades aumenta en la población obesa.
     Tal vez igualmente devastadora es su imagen negativa en la sociedad actual, que fomenta la actitud prevaleciente de que la obesidad es una desgracia. Si bien se está exponiendo gradualmente a la sociedad al concepto de que la obesidad es un problema más complejo que una mera cuestión de autocontrol, los obesos siguen sufriendo discriminación en lugares como colocación en universidades, empleo y oportunidades sociales. "Las víctimas típicamente son atrapadas en un ciclo vicioso de baja autoestima, depresión, sobrealimentación como consuelo, más gordura, rechazo social, más acciones Contraproducentes". (Mallan, K.).
     Siendo tan serio el problema de la obesidad, y tan graves sus consecuencias es importante conocer sus causas. Se ha reconocido en su etiología un componente genético importante, un control hormonal que lucha contra la voluntad de perder peso del paciente obeso al abrirle el apetito y disminuir su gasto en metabolismo banal, y se ha reconocido también un componente psicológico muy fuerte. Las perturbaciones emocionales en ocasiones precipitan la sobrealimentación y acompañan a la obesidad. En individuos obesos se han observado casi todos los tipos de trastornos psicológicos, incluidos la ansiedad, la culpa, la frustración, la depresión y los sentimientos de rechazo y vulnerabilidad. (Casanueva, E.).
     En muchas ocasiones comer compulsivamente y la obesidad en sí- se ha ligado exclusivamente a defectos de carácter. No se han percibido como una dolorosa manifestación de experiencias conflictivas. De hecho, la mayoría de los profesionales concentran sus esfuerzos en trata de adelgazar a los pacientes y no en descifrar las emociones negativas que los unen al alimento.
     Comer compulsivamente en forma habitual puede convertirse en un problema doloroso y absorbente, casi en un estilo de vida, El alimento se utiliza como una herramienta que les ayuda, por un tiempo muy breve, a "fugarse" de sentimientos difíciles y estados de angustia emocional. Se convierte en un narcótico, adormeciendo la ansiedad que despiertan los sentimientos que no se logran ver con claridad.
     La actitud compulsiva y la preocupación por la comida sólo esconden los problemas reales. Lo que comemos, cómo comemos y nuestros sentimientos respecto a la comida son un reflejo de quienes somos. El alimento contiene, capa tras capa, una serie de significados y nadie más que la misma persona puede descubrirlos (Számos, K.).
     El individuo obeso no está en contacto con las señales fisiológicas de hambre y saciedad sin embargo, casi todos los tratamientos que se conocen están enfocados al control de los alimentos: dietas hipocalóricas. fármacos para quitar el hambre, cirugías para reducir la capacidad del estómago. La realidad es que en todos estos tratamientos el problema real pasa sin ser atendido.
     Considerando lo anterior, en el tratamiento del paciente con obesidad se debe trabajar en el desarrollo de la persona. Atender a los problemas vigentes del individuo sus sentimientos y sus reacciones ante los hechos de la vida y busca devolver a la persona la confianza en sí misma, así como adoptar actitudes que la hagan sentirse mejor y más valiosa.

 

 

 

jueves, noviembre 08, 2012

El papel de los cursos de laboratorios en la formación de ingenieros

Autor: Oscar García
Publicado: La Primera de Puebla, 31 de octubre de 2012

     Las carreras de ingeniería siempre se han caracterizado por contar, dentro de su plan de estudios, con varias asignaturas relacionados con el uso de instrumentos de medición, manejo de equipo y maquinaria, las cuales se imparten en aulas designadas
como laboratorios o talleres. De hecho estas licenciaturas se asumen como prácticas, de tal manera que es difícil considerar que alguna institución de educación superior oferte una carrera de ingeniería sin contar con los respectivos laboratorios.
    Al analizar el mapa curricular de cualquier carrera de ingeniería es fácil percatarse de la presencia de este tipo de materias en casi todos los periodos académicos, las cuales desde mi perspectiva se pueden clasificar en laboratorios ligados con la
ciencia básica y laboratorios relacionados con la práctica profesional de la carrera. En los primeros cursos de laboratorio se estudia algún área de la química o de la física, en los que se abordan conceptos fundamentales de la ciencia básica de
cualquier ingeniería, además de desarrollar habilidades de investigación, en otras palabras con estos cursos también se intenta sembrar la semilla del gusto por la ciencia y la investigación en los alumnos.
     El avance de las tecnologías de la información ha impactado al ámbito educativo de diferentes maneras, en el caso particular de los cursos de laboratorios estos se han visto intervenidos por el desarrollo de simuladores, los cuales son softwares que permiten simular el comportamiento de cuerpos o partículas bajo diferentes condiciones.
     El uso de este tipo de tecnologías cuenta con varias ventajas, algunas de ellas son: se puede
trabajar desde cualquier computadora, incluso el alumno puede interactuar con el software desde su casa; una vez conocido el funcionamiento del simulador se pueden plantear problemas de diversos tipos, con lo que se promueve la creatividad e innovación en el estudiante; permite analizar el comportamiento de cuerpos o partículas bajo condiciones que difícilmente se podrían establecer en cualquier laboratorio, esto es gravedad cero, temperaturas muy bajas, ausencia de fricción, entre otras; también se pueden establecer las condiciones particulares en las que el estudiante desea conocer el comportamiento de un cuerpo o partícula.

     El reto que plantea el simulador al alumno no sólo es la construcción del problema, sino su solución y posterior interpretación de lo que sucede, lo cual coadyuva a la construcción de hipótesis que permitan argumentar el por qué el cuerpo o partícula se comparta de tal o cual manera.
     A diferencia de los libros, que presentan ejercicios que ya están construidos, los cuales cuentan con datos como ángulos, masas, direcciones, pesos, fuerzas, cargas eléctricas, temperaturas,
transferencias de calor, volúmenes, etc., para hacer uso del simulador el alumno inicialmente debe construir el problema y posteriormente buscar maneras de hacerse de información que permita darle solución.

     En el ámbito docente es común que los profesores, que imparten los cursos de laboratorios, declaren que la función de este tipo de materias es comprobar lo que ya se encuentra enunciado en la teoría, de manera que deduzco que para estos docentes lo importante se encuentra en comprobar que la aceleración de la gravedad es de 9.81 m/s2; que las cargas positivas se repelen entre sí o que una partícula se mantiene en reposo si es tirado por fuerzas de la misma magnitud que se aplican en dirección opuesta.
      Concebir la aportación de aprendizajes desde la perspectiva planteada anteriormente me parece que es pobre, ya que el trabajo de laboratorio, a través del planteamiento de un problema, haciendo uso de algún simulador, y su posterior su solución, debe conducir a los alumnos a la integración de conocimientos de física, matemáticas, computo y redacción, además del desarrollo de habilidades.
     En mi opinión la construcción de un problema relacionado con algún área de la Física, haciendo uso de algún simulador, coadyuva inicialmente al desarrollo de la creatividad y la aplicación de conocimientos; la solución de este conduce al uso de herramientas matemáticas, como el cálculo diferencial integral y a la elaboración de modelos matemáticos que expliquen la pertinencia de la solución; el uso de software aporta en la toma de datos, la sistematización y representación de la información; finalmente el redactar un documento en el que se plasme la experiencia llevada a cabo, los resultados obtenidos, su análisis, representación y la construcción de las conclusiones permite el desarrollo de habilidades de comunicación escrita.


 

 

 

 

martes, noviembre 06, 2012

La adicción, entre la necesidad y el deseo

Autora: Ma. Teresa Abirrached Fernández
Publicado: Puebla on Line, 31 de octubre de 2012

 ¿Cuántas veces hemos escuchado a amigos o conocidos decir que unos zapatos o un nuevo teléfono les han creado la necesidad? Si esta afirmación fuera cierta, tendríamos millones de necesidades, cada una de ellas expresada en términos de un producto distinto. ¿Es real que los necesitamos o sólo los deseamos?
     Ante ello, cabe preguntarse el porqué hay términos en la mercadotecnia que nos confunden y provocan un mal entendimiento de lo que realmente sucede con nuestras decisiones de compra. ¿Será que realmente no las entendemos o son una excusa para nuestra forma de comprar?
     Analicemos el origen de esta confusión, las necesidades humanas. Una definición bastante aceptada dice que "es un estado de carencia percibida del individuo". Si esto es cierto, necesidad es algo que no tengo, que me hace falta, y es percibida porque no todos requerimos las mismas cosas, ni al mismo tiempo, ni reaccionamos de la misma manera ante la carencia de algo. Continuando con el tema, los psicólogos afirman que cuando no tenemos algo, nos provoca ansiedad, desagrado y un estado general de malestar que disminuye cuando obtenemos aquello que lo ha desencadenado. 
     Adentrándonos en el tema de las necesidades humanas, Abraham Maslow las explicó mediante su muy conocida pirámide o jerarquía quizá lo único que se recuerda de él- y las dividió en 5 grupos, del más elemental al más elevado: fisiológicas, de seguridad, sociales o de pertenencia, de estima y de autorrealización.
     La aportación más importante fueron los supuestos de su teoría y que pocos recuerdan-. Maslow afirma que una necesidad satisfecha no origina ningún comportamiento. Menciona, además, que para satisfacer una necesidad superior, la anterior debe estar cubierta y que si la persona se encuentra en un nivel superior (por ejemplo de autoestima) y una baja deja de ser satisfecha, la persona se regresa a satisfacerla. Sin embargo, la afirmación más importante para la mercadotecnia dice "todos los individuos nacen con el mismo paquete de necesidades y éstas se van desarrollando a lo largo de nuestra vida". Entonces, ¿un auto de lujo me crea la necesidad de tenerlo y usarlo
     La clave está en otro concepto fundamental de la mercadotecnia, que es el deseo, entendido como la forma que adopta la necesidad y que está determinado por la cultura, el entorno y la personalidad y que se traduce en satisfactores. Entonces, podemos afirmar que las necesidades son abstractas y los deseos concretos.
     Lo anterior nos lleva a entender que las personas pertenecemos a entornos diferentes y que esta situación nos hace requerir de satisfactores distintos para una misma necesidad, dependiendo de nuestro campo de experiencia, de los productos que conocemos y han acompañado nuestra vida.
     Por otra parte, una gran influencia en nuestros deseos proviene de la cultura, entendida como el conjunto de creencias, hábitos, valores, tradiciones y costumbres, y que nos lleva a consumir de determinada forma en ciertos momentos. ¿Cómo entender el gasto tan fuerte que hacen las familias en algunas comunidades por tener la mayordomía, sin analizar su significado, las tradiciones del lugar y el orgullo que representa?
     Por último, los deseos se definen por nuestra personalidad, que incluye el carácter y los gustos, que nos hace ser lo que somos, como somos y comportarnos como lo hacemos, pero también nos hace comprar lo que compramos.
     En otras palabras, para satisfacer nuestras necesidades compramos aquello que conocemos, va de acuerdo a nuestras costumbres y satisface nuestros gustos.
     Ahora bien, regresando al inicio, ¿por qué creemos que necesitamos las cosas? ¿En qué momento decidimos que el celular nos creó una necesidad, y tan fuerte para que dependamos de él?
     La respuesta está en que confundimos los síntomas de la necesidad con las adicciones, que también provocan ansiedad, desagrado y malestar cuando se carece de aquello que nos ha provocado la dependencia. Los productos que pueden provocar adicción son los que nos proporciona placer, comodidad o pertenencia como el alcohol, el tabaco y las drogas; los videojuegos, el internet y los dispositivos móviles.
     Un celular, por tanto, no vino a crear ninguna necesidad, sino a cubrir las ya existentes: comunicación, pertenencia, seguridad, estima e incluso autorrealización, pero es tal la dependencia que ha provocado, que puede paralizarnos si descubrimos que vamos camino al trabajo o la escuela y hemos olvidado el aparato.

 

 

 

 

jueves, noviembre 01, 2012

Rescatar la celebración que los difuntos han eclipsado

Autor: José Rafael de Regil Vélez. Si quieres conocer más sobre el autor, haz click aquí
Publicado en Síntesis, Tlaxcala, el 2 de noviembre de 2012 

Muy recientemente, mientras trabajaba en un espacio de formación permanente con adultos, comentamos que en Tlaxcala –al menos- uno de cada dos muchachos en edad de estudiar bachillerato ya no va a la escuela. Alguien señaló muy enfática y convencida “con razón hay tanto vago”, como diciendo que las cosas están mal con los jóvenes de ahora.
Esta forma de ver la realidad es muy común: nos enteramos de muchachos en pandillas, de las acciones del crimen organizado o la delincuencia común, de los pleitos que existen entre familiares y vecinos y muy fácilmente pensamos que todo está mal, que el género humano está al borde de la extinción porque TODOS hacemos atropellos y NADIE guarda ya los “viejos buenos valores”. Y lo que pasa es que las personas que son y actúan de otra forma no nos parecen noticia, no brillan con la luz de los mismos reflectores y por lo mismo pasan desapercibidos.
Quejarse no es algo nuevo. Pero no quiere decir que necesariamente todo sea queja en la vida cotidiana. Si se está atento y se observa, en nuestro alrededor hay personas que día a día se levantan, se esfuerzan, se las ingenian para salir adelante, para apoyarse unos a otros. Sí: los seres humanos somos limitados, no existen los químicamente puros, asépticamente buenos. Todos hacemos algunas barrabasadas, pero eso no suprime el hecho de que también buscamos un mundo más humano y que esa sea la tónica principal de nuestra existencia.
Una mirada atenta nos mostrará, por ejemplo, a quien se hace presente con sus familiares y amigos cuando una madre de familia enferma y es necesario apoyar en la cocina, el cuidado de los niños o las tareas domésticas; a los vecinos haciendo campaña para ayudar a pagar la cuenta de hospital de alguien sorprendido por un accidente o una enfermedad inesperada. Si bien hay muchos niños en la calle, hay también muchos que no están en ella porque alguien decidió mantenerlos y educarlos cuando por cualquier razón sus padres no han podido hacerlo. Existe trata de personas, pero también hay quienes luchan contra ella, los que crean redes de asistencia para quienes han podido salir de las garras que los atrapaban en cualquier tipo de explotación.
Y no sólo ahora. Si se voltea la vista al pasado se encontrará lo mismo: mujeres y hombres que en el más completo silencio y anonimato históricos cumplieron su cuota de humanidad posible.
En un lenguaje antiguo y tal vez un poco anacrónico se habla de santos. La historia humana está llena de ellos, que son justamente de quienes estamos hablando. La santidad no es en primer momento algo exacerbado, de altar, reservado para unos cuantos, sino algo concreto, de carne y hueso, de empeño por vivir humanamente: padres de familia, educadores, trabajadores quienes a pesar de sus incongruencias intentan una y otra vez ir adelante.
Entre ellos y nosotros –entre todos los santos- corre una energía, una vibra, un hilo que nos conecta. Y como en la vida campean acciones poco humanas conviene aguzar los sentidos, disponer el corazón para reconocer lo que sí sucede en pro de la vida digna y para ello existe un día especial en el año: la celebración de todos los santos, el 1 de noviembre.
Esta efeméride existe para hacer fiesta, porque el corazón apuesta porque no sea lo inhumano, lo que mata, lo que arranca y conculca nuestros derechos lo que tenga la última palabra, sino lo que da vida, lo que reconoce la dignidad de ser persona y lo promueve.
No sé si desafortunadamente o no la fiesta de los difuntos ha eclipsado la de los santos. Y es que es también humanizador y humanizante celebrar en la memoria y el recuerdo de los muertos la vida de quienes todavía aquí estamos.

Sin embargo, celebrar a todos los santos, a todo lo humano que engendra humanidad, es importante. Me parece conveniente que en cualquier día del año se acoja la santidad entendida de la forma consignada, porque abrir los ojos y los oídos, ensanchar los sentidos y los sentimientos para reconocer la vida humana se vuelve fuente de fe, de esperanza, de compromiso con los demás, lo cual viene bien sobre todo en tiempos de violencia, riesgo, incertidumbre y muerte. Démonos esa oportunidad, iluminemos allí donde la fiesta de los difuntos ha provocado un eclipse.