martes, octubre 30, 2007

¿Por qué hay conductas violentas y agresividad en las escuelas?

Autora: Mtra. Teresa Eugenia Brito Miranda
Publicación: e-consulta, 30 de octubre de 2007

La convivencia escolar es un tema que preocupa a la educación en muchos países del mundo.
Según datos arrojados por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa en México este problema existe sin alcanzar los grados en que se encuentra en otros países. Sin embargo, su existencia nos obliga a considerar la urgencia del trabajo preventivo. Aunque se han implementado programas se requiere sensibilización y preparación de los maestros para la prevención.

Una investigación realizada en España sobre los motivos por los que adolescentes de la escuela secundaria dañan el mobiliario y las instalaciones escolares muestra datos interesantes.
Los alumnos dijeron que actúan violentamente para desfogarse de un enojo, como venganza, para ser aceptados por el grupo, por aburrimiento, por diversión grupal, por generar imagen externa y para obtener algún objeto material.
Nos enfocaremos en el primer motivo tanto por la frecuencia con la que aparece, como por las implicaciones que tiene no sólo en cuanto al daño a objetos físicos sino por las conductas que pueden generarse por la misma causa.

El artículo analiza la información tomando como punto de partida que “el ser humano es agresivo por naturaleza, pero violento por cultura. (Sanmartín 2002)”.[1] Plantea que la agresividad puede ser una emoción o sentimiento que se presenta en diversos niveles de intensidad y que puede o no canalizarse a través de actos violentos. Mediante el proceso de socialización se busca inhibir o canalizar estas emociones a través de medios que no lastimen tanto a la persona como a los demás. Aquí entra la labor de padres y maestros. Es necesario abrir espacios y brindar oportunidades no sólo para la reflexión sino para desfogar estas emociones de manera que no se lastimen a si mismos ni a los demás, es decir, que la agresividad no se canalice a través de actos violentos.
Se explica también que la agresividad es causada por la frustración de una necesidad. Por lo tanto, mientras mayor es la necesidad no resuelta, la frustración será más grande. La conducta violenta es el medio para desfogar la agresividad enfocada a un objeto concreto. Funciona como un mecanismo de regulación emocional.

Entender esto es fundamental para trabajar en la prevención de conductas violentas. La represión en estos casos no puede funcionar, genera efectos contrarios. Hay que cuidar el tipo de medidas disciplinarias y sancionadoras.
En el mismo artículo se plantea que las conductas violentas se dan generalmente en alumnos que tienen baja resistencia a la frustración, con conductas impulsivas y que consideran la violencia como una forma lícita para resolver sus problemas. Esto muchas veces se aprende de los adultos y del ambiente que rodean al adolescente. También se ha encontrado que quienes han experimentado violencia presentan mayor riesgo a cometer actos violentos.

La tarea del maestro es trabajar en la orientación psicopedagógica abriendo oportunidades para fortalecer en los alumnos la tolerancia a la frustración así como en la búsqueda de espacios y conductas alternativas para canalizar su agresividad. Otro punto pendiente es el fortalecimiento de la autoestima del alumno en donde se necesita la autorreflexión acerca del ejercicio disciplinador y sancionador del propio maestro a la luz de la teoría de la agresión y la violencia mencionadas.
[1] Moreno, Xavier ¿Por qué algunos alumnos destrozan las instalaciones escolares? En: Aula de Innovación educativa. GILEDITORES. Noviembre-diciembre 2006

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