jueves, septiembre 27, 2012

La percepción de riesgo y las adicciones en los jóvenes


Autor: Mtra. Cecilia Salgado
Publicado: La Primera de Puebla, 19 de septiembre de 2012

    El consumo de alcohol, marihuana y cocaína en el ambiente
universitario ha aumentado, al mismo tiempo que ha disminuido la
percepción de riesgo de consumirlas.
   Estamos viviendo un tiempo en el que, parece ser que ha
disminuido la percepción que tienen las personas del riesgo
asociado a las drogas. El hecho de que las personas perciban las
drogas como menos peligrosas de lo que son, hace que sea más
probable que terminen consumiendo alguna de ellas. En
concreto, algunas encuestas realizadas en España por el Plan
Nacional sobre Drogas, indican que ha aumentado el número de
personas consumidoras de cannabis y cocaína a la vez que ha
disminuido la percepción de riesgo que tiene el consumirlas.
   Además, “no se ha logrado transmitir a la población más joven
una información adecuada sobre los riesgos y daños que causa el
consumo de drogas, con la consecuencia de que la percepción
de riesgo de ese consumo ha descendido en los últimos años,
con las graves consecuencias que ello entraña”. En relación con
la marihuana, ya en el 2004 se mencionaban una serie de
determinantes que explicarían el incremento en el consumo de
esta sustancia: “ Ha descendido la percepción social del riesgo
relacionado con el cannabis y ha aumentado la indiferencia
social hacia su consumo”; “ha crecido la percepción de
accesibilidad y disponibilidad de esta sustancia, que parece estar
cada vez más presente en el entorno de muchos jóvenes” y “la
información que trasciende a la opinión pública, especialmente a
la población juvenil, aparece sesgada y no hace hincapié en los
riesgos asociados al consumo. Se ha generado una imagen de
banalidad asociada a mensajes positivos e incentivadores del
consumo”.
   Una conclusión que se deriva de lo anterior es que, para evitar
el consumo de drogas, es necesario pensar que las drogas son
peligrosas, o, al menos, tanto como lo piensan los expertos en la
materia. Esto, en principio, podría parecer tan lógico que no de
lugar a réplica.
   El término riesgo es uno de los conceptos de los que todo el
mundo parece saber algo, pero cada uno lo interpreta a su
manera. Desde algunas miradas, el riesgo tiene un marcado
carácter negativo (las conductas de riesgo), mientras que, desde
otras, el riesgo es considerado como algo positivo y atractivo: los
amantes del riesgo son generalmente
   vistos como personas admirables por su capacidad para
exponerse a situaciones límite que los demás evitaríamos sin
pensarlo. Mientras que ciertas actividades que se relacionan con
el riesgo son consideradas con frecuencia como fruto de
desadaptaciones o de inadecuaciones en la conducta de quien
las realiza (el consumo de drogas, ciertas formas de practicar
sexo, ciertas maneras de conducir vehículos, ciertas formas de
alimentarse, etc.), en otras el riesgo es valorado positivamente y
hasta goza del reconocimiento social.
   Esta ambigüedad en la consideración social de los riesgos
también lleva a que, en ocasiones, la palabra riesgo pierda su
verdadero sentido y quede referida más a valoraciones subjetivas
sobre lo que está bien o mal, lo que se puede hacer o lo que no,
que a criterios objetivos (lo que es arriesgado y lo que no lo es,
lo que es más arriesgado y lo que es menos, etc.).
   El riesgo siempre ha de estar referido a una posible pérdida (o
daño). Esta pérdida o daño debe delimitarse claramente,
estableciendo incluso distintas categorías o clases de pérdidas.
     En este sentido, el consumo de drogas puede colocar en riesgo a
la persona en el sentido de que puede conllevar la aparición de
una serie de problemas para quién las consume. Por lo tanto, el
primer paso para definir claramente el riesgo consiste en
determinar de manera exacta y precisa cuáles son las
consecuencias que se pueden sufrir o experimentar. En este
punto es importante señalar que el consumo de drogas per se no
constituye un daño, sino que tal consumo ha de producirse de
determinada forma para que el daño llegue a ocurrir. En
consecuencia, debemos insistir, no sólo es esencial determinar
los daños, también los factores que son claros generadores de
ese daño (frecuencia, vía de administración, patrones de uso
múltiple, etc.).
   Entre “expertos” y “no expertos” en drogas, la discrepancia
existente puede atribuirse a diferentes formas de conceptuar y
valorar el riesgo: una la del “experto”, pretendidamente
objetiva, y otra la del “no experto”, subjetiva, que además de
valorar la probabilidad de sufrir un daño, también valora otros
aspectos importantes para él como que tipo de daño puede
sufrir y la significación o importancia que para él tienen tales
daños.
   Es por esto que resulta imprescindible para el desarrollo de
estrategias preventivas, el disponer de los dos tipos de
valoraciones. Conociendo como valoran los “no expertos”, el
riesgo, en nuestro caso los estudiantes, ayudará a un mejor
diseño de las actuaciones preventivas.






Juventino sobre las olas, o una obra más famosa que su autor


Autor: Alfonso Álvarez Grayeb
Publicado: e-consulta, 19 Septiembre 2012

     Un buen amigo músico me dijo hace unos días (hablo de mediados de septiembre), que ese día de marras se cumplía un aniversario más de la composición del hermoso vals Sobre las Olas, o bien, no estaba seguro, del nacimiento de su autor, el músico mexicano Juventino Rosas. A mí se me ocurrió unos días después averiguar algo más sobre este compositor cuya vida parecía ser, al recordar trozos de información y de películas, novelesca; más bien tristemente novelesca. El dato de la fecha era inexacto, tanto de la obra como de su autor, y no por culpa de mi amigo, que es un tipo informado y culto, sino porque simplemente la información sobre la vida de Rosas fue por mucho tiempo sólo un amasijo de historias apócrifas y anécdotas fantasiosas, perpetuadas a lo largo del tiempo por algunas personas a partir de las ingenuas narraciones de dos de sus amigos que, al convertirse Rosas en celebridad, quisieron tomar para sí un poco de ella y “salir en la foto”. Los dos amigos eran, por un lado, un coterráneo de Juventino (del pueblo de Santa Cruz, Guanajuato), y por otro un compañero de atril (Rosas era violinista en la ciudad de México). Lo cierto es que después de 15 años de muerto Rosas, no podía encontrarse en México ni una nota biográfica sobre él. El mito comenzó en 1909, cuando desde Cuba llegaron los restos del músico, ya famoso justamente por ser el compositor del mencionado vals, a reposar en tierra mexicana. Hubo que esperar 60 años más para tener la primera biografía del Juventino Rosas real, y ver la llegada del año 2000 para la primera biografía en un idioma distinto al español, la del investigador austriaco Helmut Brenner, quien nos ofrece además un contexto histórico y cultural de la vida y tiempos de su biografiado, como Dios manda.
     La propia vida del músico ofrece momentos y cosas dignos de ir tejiendo una historia de película, pero entre las fantasías figuran algunas muy pintorescas, como aquella de que Juventino Rosas llegó a poseer un violín Stradivarius que había pertenecido al mítico violinista español Pablo de Sarasate; o aquella historia un tanto deformada de que su padre, el valiente militar Jesús Rosas que se distinguió en el campo de batalla contra los invasores franceses, y era también buen tañedor de arpa, aprovechó la entrada triunfal de Benito Juárez en la ciudad de México para pedir permiso de ir a su pueblo, Santa Cruz en Guanajuato, visita que sirvió para engendrar a Juventino en 1868, y de paso un poco más tarde a un par de hermanos más, por supuesto músicos, como músicos eran también algunos parientes paternos, de donde le llegaba a Juventino sangre de artista. Estos datos son falsos unos y exagerados otros.
     Pero del lado de los verdaderos hay sabrosas historias que no desmerecen frente a las apócrifas, pero están cargadas de tremendas y penosas confusiones y vacíos de información ya sea sobre el día de nacimiento, el apellido materno, el lugar de nacimiento y la fecha y condiciones en que llegó a la ciudad de México, donde era parte del trío familiar que formaba con su padre y un hermano.
     Ya en México se inscribió a Juventino en algunas materias del Conservatorio de Música, pero no presentó los exámenes en dos ocasiones, no se sabe si por problemas de salud o de dinero. Jamás regresó. Por esto mismo es improbable o de plano imposible que Juventino haya sido violinista en la orquesta de la Ópera, como dicen algunos, pero sí lo fue de la  
     Compañía de la eminente soprano mexicana Ángela Peralta, a quien acompañó en sus giras. En una de estas, precisamente en Mazatlán, la cantante enfermó súbitamente y murió en ese lugar, obligando a Juventino a buscarse la vida de otro modo. Se enroló en una banda militar pero no soportó mucho tiempo la disciplina castrense, y se dedicó a la composición y ganarse el pan tocando en fiestas y de vez en cuando a tocar para la clase alta ofreciendo valses y polkas. En esos tiempos cayó en las garras del alcohol y la vida bohemia. Un buen día compuso y dedicó un vals llamado Junto al Manantial a una mecenas, pieza que se popularizó por su elevada belleza y de la que vendió los derechos, junto con otro pieza, por $45.00 bajo el nombre Sobre las Olas. Juventino se hizo famoso por esta pieza, pero no recibió nunca la retribución de su genio. También compuso otro hermoso vals titulado Carmen que dedicó a la esposa de Don Porfirio, quien en agradecimiento le regaló un piano que vendió muy pronto Rosas para salir de deudas.  
    Justamente para intentar salir de ellas se enroló en una compañía de zarzuela que haría una gira por Cuba, pero la compañía quebró en la isla y Juventino con ella, en particular de la salud, y fue a morir en un pequeño lugar llamado Batabanó, al que sin embargo había llegado la fama del vals Sobre las Olas. 15 años estuvo en tierra cubana hasta que lo repatriaron en 1909. Su capilla ardiente fue un acondicionado furgón de ferrocarril, y en cada lugar en que paraba el tren se le homenajeó tocando el famoso vals. Esto último bien puede ser una de esas historias fantasiosas que rodean a Juventino Rosas, pero también puede ser simplemente la expresión sublimada de un deseo causado por el remordimiento ante la historia desgraciada de un músico humilde que nunca se tituló del Conservatorio ni recibió los laureles que merecía, pero que fue tocado por las Musas para que nos regalara, por $45.00, unos momentos de belleza y elevación que lo hacen inmortal. Gracias Juventino, siempre te recordaremos.




Nos pagan por decidir


Publicado: en lado B, 18 de septiembre de 2012

     Todos los días tomamos decisiones, pero no siempre obtenemos los resultados que quisiéramos con éstas. En el trabajo a los profesionales nos pagan por decidir, nos remuneran por hacer elecciones apropiadas, pero casi nadie ha recibido entrenamiento para hacer bien esta tarea. Saber tomar decisiones efectivas es probablemente la competencia más importante que podemos poseer como profesionales de cualquier campo. Sin embargo, poco se nos ha enseñado al respecto en las universidades y en las empresas. Quizás porque es un proceso natural, una competencia que posee cualquier ser humano (aunque -evidentemente- a diferentes capacidades todos) y que ejercemos diariamente, las instituciones no han dado tanta importancia al desarrollo de dicha competencia. Nos han preparado, en la mayoría de los casos, para analizar y resolver problemas pero no para decidir, que es un proceso cognitivo mucho más complejo y vital.
Nuestra vida es reflejo de las prioridades que tenemos cuando decidimos; somos lo que decidimos. Lo que tenemos o no tenemos en el trabajo también es producto, en gran medida, de las decisiones que hemos tomado. Luego entonces, son las elecciones que hacemos las que crean nuestro presente y dan forma a nuestro futuro, tanto a nivel personal como a nivel laboral. Ahora bien, hablando de la jerarquía organizacional, un directivo o líder tiene bajo su responsabilidad poder de influencia sobre muchas más personas y recursos que alguien que no posee dicho cargo. Lo que decide impactará a más de uno de manera importante. Ahí radica la relevancia de sus decisiones: la trascendencia de éstas en otros seres humanos y, por consiguiente, en el medio ambiente o entorno. La envergadura del impacto de las decisiones de un líder es ciertamente mayor que la de cualquier otra persona y por ello un jefe debe ser, fundamentalmente, experto y competente en la toma de decisiones.
     Las trampas de la mente
     En los procesos decisorios la mente tiende a sesgarse y, con ello, generar a veces elecciones poco afortunadas. Nos sesgamos porque tenemos afectos, filias y fobias; porque tenemos un pasado que influye nuestra actual forma de pensar y nuestras prioridades; y porque la mente cae fácilmente en ciertas trampas generalmente asociadas con el lenguaje y su uso. Hammond, Keeney y Raiffa[1] sostienen que la mejor manera de no sesgarnos en una decisión es estar conscientes. Para ello, recomiendan lo siguiente:
Siempre ver un problema desde diferentes perspectivas, usando diferentes puntos de partida o diferentes enfoques, en lugar de quedarse con la primera línea de pensamiento que se nos ocurra.
     Primero pensar el problema por uno mismo antes de consultar a otras personas para evitar quedar anclado por sus ideas.
     Tener la mente abierta, buscar la opinión de otros para ampliar nuestro marco de referencia y para llevar nuestra mente a direcciones frescas.
     Tener cuidado de no anclar a nuestros consejeros o asesores con nuestras propias ideas. Hay que contarles poco sobre las ideas, estimaciones y decisiones tentativas que tenemos; de lo contrario nuestras propias ideas simplemente regresarán a nosotros.
     Estar alertas de no anclarnos en las negociaciones con la propuesta inicial de la contraparte. Hay que pensar antes nuestra propuesta para no sesgarnos con la del otro porque generalmente la mente se “sujeta” de la primera idea escuchada.
No podemos controlar del todo los resultados de nuestras decisiones, pero sí podemos controlar en mayor medida el proceso a través del cual hacemos nuestras elecciones. De ahí la importancia de interiorizar un método sólido para decidir. Una metodología que asegure que la mayoría de los riesgos importantes están considerados y que minimice el impacto de la incertidumbre que siempre existirá en todo proceso decisorio.
Operativamente, una decisión puede ser considerada exitosa si logra lo que se proponía. Luego entonces, todo proceso de decisión debe iniciar sabiendo qué se espera como resultado de las elecciones que se tomarán. Sin embargo, también podemos evaluar la calidad de una decisión con base en elementos más amplios de consideración, por ejemplo, con base en su impacto -positivo o negativo- en las personas; o su impacto en la ecología, la justicia, etc. Es decir, más allá del resultado particular o específico que buscaba obtener, evaluar su impacto en la foto ampliada, es decir, su impacto ético.
     En una escuela de negocios centrada en la filosofía ignaciana, como la Ibero, es crítico defender procesos decisorios que observan la foto más amplia y no la foto pequeña. Como lo decía el actual superior general de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás, nuestras universidades no deben formar a los mejores del mundo, sino a los mejores para el mundo.
     Esto implica que debemos enseñar y aprender a decidir con referentes amplios, no cortos, y con una conciencia también ampliada.

[1] HAMMOND John, KEENEY Ralph y RAIFFA Howard, “The hidden traps in decision making”, Harvard Business Review, January 2006.



La amistad


Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos
Publicado: Puebla on Line, 19 de septiembre de 2012

     Hace unos días en la escuela de mi hija nos pidieron que les escribiéramos una carta que hablara de la amistad y yo me sentí Fernando Savater escribiéndole a Amador sobre los aspectos éticos de entablar una amistad, sin más explicación les muestro esta carta que lleva una intencionalidad formativa para mi pequeña puberta.
     Querida Hija:
     Esta vez te escribo para hablarte de la AMISTAD, que es desde mi punto de vista la acción de establecer lazos afectivos con otras personas que comparten con uno la vida y la forma de verla.
     Uno acaba queriendo a los amigos porque con ellos se comparten muchas cosas, por ejemplo, intereses, es decir, a los amigos les gustan las mismas cosas, sino todas, sí muchas; por ejemplo les gustan las mismas películas, las mismas formas de diversión, los mismos libros, etc. También creen más o menos en las mismas cosas, por ejemplo, comparten la idea de un dios y la forma de ver a éste, también la forma en cómo deben establecerse las amistades o que estudiar en importante en la vida, en otras palabras, tienen más o menos los mismos valores. También pueden compartir objetos, prestarse y devolverse lo prestado. Claro que hay cosas que pueden prestarse, como los objetos materiales, pero no se pueden prestar a las personas… eh!!!!
     Entonces, en todo este compartir es necesario cuidar algunas cosas en la relación para hacer amigos para toda la vida, primero es necesario e incluso INDISPENSABLE, el RESPETO, en todos los sentidos; es decir, no debes ni puedes insultar a tus amigos bajo ninguna circunstancia, tampoco puedes apropiarte de sus cosas como si fueran tuyas, eso incluye su tiempo, es decir, tú no puedes disponer de su tiempo como si fuera el tuyo.
     Tampoco puedes hacerles PROHIBICIONES, es decir, no puedes decirles qué pueden o no comer, qué pueden o no hacer, con quién pueden o no hablar… él o ella son tan LIBRES como tú, y ellos son capaces de decidir qué quieren hacer y cómo, esa es otra forma de respeto. Lo que sí puedes hacer, es hacerle recomendaciones a tu amigo cuando crees que no está actuando bien, incluso tienes la obligación de hacerlo; sin embargo, él o ella tienen la última palabra en su decisión y a ti sólo te toca respetarla, aunque no estés de acuerdo con ella.
     Esto también implica que debes escuchar a los amigos cuando ellos te están haciendo recomendaciones, tal vez ellos estén viendo cosas que tú no alcanzas a ver y debes poner atención cuando te dicen, "esto que estás haciendo no está bien por esto y esto y esto…".
     La CONFIANZA es otro elemento de la amistad; cuando tienes un amigo confías en él o ella y ellos confían en ti, ambos hablan de sus secretos y de sus formas de ver la vida, así que cuando se trata de secretos o de cosas íntimas, no puedes andarlas contando a otros. Ningún amigo tuyo podrá contar aquello que le hayas confiado. Sólo debes hacer una excepción cuando la vida de tu amigo está en peligro, porque esté consumiendo drogas, o porque esté tan triste y deprimido que esté pensando en el suicidio, o porque tiene amigos que hacen cosas que los ponen en constante peligro.
     En este sentido, tú con tu inteligencia, puedes discernir entre lo que está bien y lo que está mal. Bien es lo que nos hace mejores personas, lo que nos humaniza, así que si tu amigo hace cosas o te invita a hacer cosas que los destruyen, no es un buen amigo y en ese caso aunque el corazón se te destroce, debes dejar de ser su amigo.
     A lo largo de tu vida vas a ir conociendo muchas personas y muchos de ellos estarán cerca de ser tus amigos, pero nunca llegarán a serlo, y no porque sean malas personas, sino porque su forma de ver la vida y la amistad no es tan cercana, ellos pasarán de largo, otros, querrán ser tus amigos pero al no ser buenas personas, tal vez traten de corromperte o lastimarte y tú misma decidirás que es mejor dejarlos pasar y no continuar con esas amistades; pero habrá otros que comparten contigo la forma de ver la vida, es decir, comparten sus valores, ellos podrán ser tus amigos por muchos años, más allá de las cosas que ahora los unen como puede ser la escuela… ellos con el paso del tiempo se volverán casi tus hermanos y podrás contarlos con los dedos de las manos, no serán más de diez, pero esos serán suficientes para que tú los acompañes y ellos te acompañen en la aventura de la vida.
     Así que Hija, lo importante no es tener muchos amigos, sino tener a los indicados y a los mejores… Espero que tú aprendas y sepas elegir cuando llegue el momento. Y ahora que tu adolescencia empieza, estás a las puertas de crear las más sólidas y genuinas amistades, como las que has visto que tenemos papá y yo, entonces adelante y confía en nosotros, que con más experiencia podremos orientarte.
     Te ama… mamá.


11 de septiembre


Autora: Guadalupe Chávez
Publicado: Síntesis Puebla, 19 de septiembre de 2012

     Las fechas son recordatorio de nuestra historia, por lo que es inevitable recordar el 11 de septiembre, fecha de gran impacto para nuestra América Latina; no podemos, ni debemos olvidar el golpe de Estado en Chile del año 1973, la existencia de intervención en Chile se enmarca en un contexto mundial en que Estados Unidos "consideraba" como prioritario impedir el avance del marxismo y el socialismo en América Latina.
     Eran las 10.30 de la mañana del 11 de septiembre cuando los tanques abren fuego contra el palacio de la Moneda, les siguen las tanquetas y los soldados, a las 11:52 los aviones Hawker Hunter británicos inician su ataque, el ataque prosigue y los soldados derriban la puerta del palacio, siendo las 14:30 Allende dispone rendirse pidiendo a su equipo dejar las armas, es un momento donde decide quitarse la vida con un fusil regalo de Fidel castro, Allende murió al instante.
     Después del golpe de Estado, los que apoyaban al presidente Salvador Allende sufrieron las injusticias del nuevo gobierno. Algunos desaparecieron, otros fueron asesinados, muchas personas fueron encarceladas, en muchas fábricas se realizaron detenciones de sindicalistas y representantes de gremios de la Unidad Popular, en las zonas rurales se detuvieron a muchos dirigentes de la Reforma Agraria, muchos fueron exiliados de manera forzada, se detuvieron a miles de personas que fueron llevadas al Estadio Chile y luego al Nacional, muchos fueron ejecutados en este estadio, como es el caso de Víctor Jara, Cantautor Chileno, militante del partido Comunista de Chile, quien fue acribillado con 44 disparos; En el año de 2003 el estadio Chile cambio el nombre a Estadio Víctor Jara en su honor.
    Cada año Chile recuerda a sus muertos, el dolor que vivió por los 17 años de dictadura y cada año el estadio Nacional de Santiago es iluminado por miles de velas en recuerdo de las víctimas de la dictadura, es inevitable no recordar a los torturados, exiliados, asesinados y presos políticos.
     Vale la pena recuperar las palabras de Allende "Superarán otros hombres este momento gris y amargo... Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán de nuevo las grandes alamed as por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor".
     Y esto es lo que muchos países de nuestra América Latina deseamos que pasen hombres libres para construir una sociedad mejor, no queremos víctimas, ni muertes, ni presos políticos, ni dictaduras, ni más asesinados.


miércoles, septiembre 26, 2012

Promover a la persona y promover a la sociedad. En el centenario luctuoso de Justo Sierra


José Rafael de Regil Vélez. Si quieres conocer más datos del autor, haz click aquí.


Publicado en Puebla on line, el 25 de septiembre de 2012.


…la maravillosa máquina preparada con tantos años de labor y de lágrimas y de sacrificios, si ha podido producir el progreso, no ha podido producir la felicidad” Justo Sierra, 1893



¿Rememorar a Justo Sierra Méndez, un hombre muerto el 13 de septiembre hace cien años, tiene algo que decirnos a las mujeres y los hombres de nuestro tiempo? Esa fue la pregunta que me hice cuando escuché la noticia del acto conmemorativo que José Narro, rector dn la Universidad Nacional Autónoma de México , encabezó en la máxima casa de estudios..      

     Dado a la tarea de documentarme al respecto, mi respuesta es: ¡sí!


Un vistazo al hombre y su obra



Justo Sierra, como habitualmente lo conocemos, nació en  Campeche, en 1848, pero realmente se formó en la Ciudad de México. 
     Se graduó joven de jurisprudencia (abogacía), pero antes que eso ya había comenzado a ser conocido como literato. De la mano de  Ignacio Manuel Altamirano frecuentó las reuniones en las que conoció a Manuel Payno, Guillermo Prieto, Vicente Riva Palacio, entre otros de los personajes notables de su época. Fue poeta y también autor de cuentos, novela y obras de teatro. Eso habla de la amplitud de sus campos de interés y de desarrollo personal.     

     Se formó en la línea filosófica con la que Gabino Barreda rehízo la educación mexicana y que se convertiría en la columna vertebral de la formación del gabinete económico del presidente Porfirio Díaz: el positivismo, que pretendía llevar al orden y al progreso al pueblo mexicano mediante el uso apegado a la ciencia experimental que promovería el progreso material y concreto del país, postergado por los conflictos armados casi permanentes del México postindependiente.     
     Con el tiempo -en el diálogo con sus contemporáneos y la realidad del país que conoció de primera mano- revisó sus ideas positivistas para dar paso a una visión humanista desde la cual concibió su aporte patriótico.     
     Muy pronto fue catedrático de historia de la Escuela Nacional Preparatoria y allí desarrolló su faceta de docente y autor.     
     Si se quiere ver con más detalle los hilos de su aporte para México hay que observar su actuación como periodista, como legislador –lo fue más de una vez desde que fuera Diputado Suplente en 1881- y como funcionario público –fue ministro y presidente de la Suprema Corte, subsecretario y secretario de Estado.     
     En la Cámara de Diputados promovió en 1881 la ley que dio carácter obligatorio a la Instrucción Primaria y propuso otra para la creación de una universidad nacional.     
     Cuando en 1902 por ley se instauró el Consejo Superior de Educación Pública el subsecretario del ramo, Justo Sierra, dio cuenta de su visión de una sistema educativo nacional que abarcara desde el jardín de niños hasta la Universidad.     
    En 1905 Porfirio Díaz creó el ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes a cuyo cargo quedó el personaje que conmemoramos. En esa posición estratégica logró concretar la reforma educativa que venía fraguando desde años atrás y que quedó plasmada en la Ley de Instrucción Pública para el Distrito Federal y los Territorios de 1908.     
    En ella manifiesta una de sus inquietudes fundamentales en ese momento: la instrucción pública no puede ser reducida a enseñanza de conocimientos. Debe ser educación integral: el educando debe crecer física, intelectual, moral y estéticamente. La educación debe ser regida por el estado y laica.     
    “El maestro Justo Sierra, consideraba que la educación moral ayudaría a la formación del carácter por medio de la obediencia y disciplina, así como por el constante y racional ejercicio de sentimientos, resoluciones y actos encaminados a producir el respeto a sí mismo y el amor a la familia, a la escuela, a la patria y a los demás. La educación física, obtenida por las medidas de profilaxis indispensable, los ejercicios corporales apropiados y  por la formación de hábitos de higiene. La cultura intelectual, el que se alcanzará por el ejercicio gradual y metódico de los sentimientos y la atención, el desarrollo del lenguaje, la disciplina de la imaginación y la progresiva aproximación a la exactitud del juicio. Y por último, la educación estética, que se efectuará promoviendo la iniciación del buen gusto y proporcionando  los educandos nociones de arte adecuadas a su edad. (Bazant, 1993:43)” (Ávila, Ana Verónica, 2003, “Reforma educativa de Justo Sierra”, http://www.azc.uam.mx/publicaciones/tye/reformaeducativadejustosierra.htm)
    El otro rasgo de su gestión al frente del ministerio fue propugnar por la fundación de la Universidad Nacional, lograda en 1910, una institución separada de los poderes del Estado, cuyo gobierno surgiera del método de conocimiento y de su propia búsqueda del saber. Una universidad gobernada por universitarios.     
    Al respecto José Narro, en su alocución sobre el centenario luctuoso del maestro Sierra, señala:     
     “El ilustre sabio mexicano trazó y definió la Universidad con precisión. Él pensó en una institución grande y con grandeza. Esa visión suya forma parte de la realidad, de nuestra realidad, desde hace muchos lustros. Él imaginó una institución con alcance nacional, dedicada a cultivar el saber, laica, apartada de dogmas y credos de cualquier signo, con plena libertad académica, formadora de valores y de ciudadanos libres.[…] Fundó una institución que efectivamente ha participado en las luchas libertarias y democráticas del pueblo mexicano, en el aprovechamiento de los conocimientos universales en beneficio de la sociedad, en la lucha contra la ignorancia y la injusticia. Justo Sierra creó una institución ligada y comprometida con la nación.  (http://www.dgi.unam.mx/rector/htmdiscursos/120912.html)

     El programa educativo del Justo Sierra cercano a la muerte da cuenta de la apertura que le permitió transitar del jacobinismo de juventud, el positivismo de la adultez al humanismo de la madurez. Su camino formado al calor de los momentos históricos que vivió lo llevó a pensar que la posibilidad de la existencia de la patria está íntimamente ligada no sólo al crecimiento económico, sino a la educación que permite el progreso social. Las personas integralmente formadas son capaces de poner en juego sentimientos, emociones, afectos, un juicio intelectual lo más exacto posible al servicio de las condiciones de vida en las que tienen que resolver su propia ciudadanía creando un mejor país.     
     Este rasgo sierrano había quedado de manifiesto en sus intervenciones ante el Congreso, como esta de 1893, pronunciada en pleno auge económico del porfiriato:      
     “el pueblo mexicano tiene hambre y sed de justicia... todo aquel que tenga el honor de disponer de una pluma, de una tribuna o de una cátedra, tiene la obligación de consultar la salud de la sociedad en que vive; y yo cumpliendo con este deber, en esta sociedad que tiene en su base una masa pasiva, que tiene en su cima un grupo de ambiciosos y de inquietos en el bueno y en el mal sentido de la palabra, he creído que podría resumirse su mal íntimo en estas palabras tomadas del predicador de la montaña hambre y sed de justicia... la maravillosa máquina preparada con tantos años de labor y de lágrimas y de sacrificios, si ha podido producir el progreso, no ha podido producir la felicidad...”


El legado del maestro

El centenario del natalicio de Justo Sierra fue ocasión para hacer una primera revisión de la figura y la obra del jurista, literato, legislador y funcionario público. La Universidad de Cuba, junto con la UNAM, promovieron una serie de acciones que llevaron a que al recordado se le diera el título de "Maestro de América".     
     Actualmente México es totalmente otro y sin embargo en el fondo subyacen las realidades que preocuparon a Justo Sierra: el desarrollo económico del país deja fuera a muchísimos mexicanos. La injusticia campea, las élites políticas parecen separadas del México real y la educación no ha logrado cumplir su meta de formación integral de mujeres y hombres cabales y capaces para los demás, pues se ha enfocado mayormente a la transmisión de contenidos.        
     Hoy, en tiempos de desarrollo macroeconómico que produce exclusión en la microeconomía, y de instrucción más que de educación que atienda a que toda la persona sea capaz de movilizarse para construirse ser humano en la acción misma de construir un mundo más justo, se agradece que haya quien con compromiso real ponga compromiso político y vida intelectual al servicio de la construcción de la sociedad por medio de una adecuada educación.

viernes, septiembre 21, 2012

No todo lo que brilla es oro: ante el deslumbramiento por las redes sociales


José Rafael de Regil Vélez
Publicado en Síntesis Tlaxcala, el 13 de junio de 2012

El proceso electoral federal comenzó aparentemente soso, pero al paso de las semanas ha ido adquiriendo calor y color. Todo parecía muy dado para los candidatos y sus partidos, pero emergieron dos protagonistas cuya presencia no había sido apreciada con justicia por la clase política y el cuarto poder que son, de hecho, los medios de comunicación: los jóvenes y las redes sociales establecidas en las tecnologías de información y comunicación (tics).

La comparecencia de Enrique Peña Nieto ante la comunidad educativa de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México destapó el protagonismo juvenil, agitado por los universitarios, bajo la bandera de un auténtico acceso a la información, en especial en lo que se refiere a política.

 A decir del movimiento "Somos 132" los jóvenes son capaces de participar en aquéllo que tiene que ver con los asuntos de interés público, en especial en lo tocante al proceso electoral. Reclaman para ello información real y no creen encontrarla en la prensa, radio y televisión comerciales. A su parecer las empresas dueñas de los medios de comunicación son rehenes de sus propios intereses y no procuran los de la ciudadanía.

En este contexto la apertura de Internet con la velocidad comunicativa de las redes sociales como Twitter y Facebook se presenta casi como la gran solución, por el papel que han jugado en procesos sociales como la recién acontecida primavera árabe. Pareciera que nos encontramos con LA opción, porque permite velocidad y amplitud en la comunión en el intercambio de los recursos comunicativos y sus contenidos

Sin desconocer la importancia de estas tecnologías hay que estar atentos, porque no todo lo que brilla es oro. Si bien en los muros de las redes los sucesos pueden ser reportados y las opiniones compartidas de manera instantánea, la rapidez y variedad  de tópicos informados no son suficientes.

Contar con información pertinente para actuar consistentemente ante los complejos problemas sociales contemporáneos requiere de contexto histórico, de capacidad crítica para apreciar justamente los datos recibidos y establecer relaciones con otros más que muestran realidades profundas e interconectadas existentes en lo humano. La información en Internet fluye indiscriminadamente y requiere de un usuario -o grupos de usuarios- que sepan qué hacer con ella. Eso supone un internauta que es capaz de mucho más que sólo navegar y "postear" lo inmediato, pues intenta formarse una opinión sensata de lo que exige que se comprometa, porque lo que va de por medio es un mundo más humano.

El analfabetismo funcional digital es un mal silencioso, porque carcome las posibilidades de interacción con la realidad, en la ilusión de que se tiene un vasto panorama para formar un buen punto de vista.

En el mundo de las nuevas tecnologías, con computadoras, tabletas, smartphones, en el que el fluir de información reluce y deslumbra, no saber qué hacer con ésta por falta de formación de la conciencia crítica y la alfabetización digital seria equivale a vivir en la dura realidad de que no todo lo que brilla es oro, aunque uno esté deslumbrado.

martes, septiembre 18, 2012

HAGAMOS PATRIA: FORMEMOS CIUDADANOS (I)


Autor: José Rafael de Regil Vélez, datos del autor haz click aquí
Publicado: Síntesis Tlaxcala, 15 de septiembre de 2012

    Efemérides como las de las fiestas nacionales invitan no sólo a celebrar, sino también a conmemorar, trayendo a la memoria más que los acontecimientos celebrados, el significado de lo que vemos en ellos y por lo cual nos parecen suficientemente importantes como para mirarnos a través de ellos una y otra vez al pasar del tiempo (http://textoscirculo.blogspot.mx/2012/05/la-desgracia-del-tiempo-plano.html, publicado en Síntesis Tlaxcala, el 3 de mayo de 2012).
     Septiembre: mes de la patria, del lugar al que nos une los fuertes lazos del nacimiento o la adopción, la historia, la vida cotidiana y que nos hacen de alguna forma quienes somos.
     En toda ciudad habrá comida típica, los ritos patrióticos como el “grito” y el desfile militar. Ondearán banderitas y los colores verde, blanco y rojo inundarán las calles, los centros comerciales, las escuelas, los edificios públicos; la música vernácula sonará y será acompañada de las voces que cantarán nuestras canciones, muy posiblemente envalentonadas al calor del tequila. Y todo esto está bien para sentirnos mexicanos, patriotas. Pero no basta.
      Hay que construirnos mexicanos, los cual solo es posible construyendo nuestro México, como lo hace cualquier ciudadano que se viva como tal. Hagamos patria: formemos ciudadanos, porque las familias, las estructuras religiosas y las instituciones educativas han abandonado de alguna forma esta tarea, quedándose en la superficie de los símbolos, los ritos, las prácticas conmemorativas.
       La educación contemporánea se ha preocupado de formar la mano de obra y los cuadros que las empresas necesitan; algunas licenciaturas los administradores públicos que acometan la tarea gubernamental, pero no necesariamente se ha formado ciudadanos. Las materias de formación cívica y ética no son suficientes, porque parten del falso supuesto de que dar información a los jóvenes es educarlos.
       Acompañar el surgimiento de personas responsables de su patria, de su nación, del lugar en el que viven, supone diferentes cosas, todas ellas orientadas a que las personas realmente puedan interactuar en los niveles local, regional, nacional, incluso global en las cuestiones que a todos nos atañen.
       En este primer artículo septembrino quiero detenerme en una que parecería obvia pero resulta no ser así: formar ciudadanos es potenciar la razón, que no es meramente acumulación de información, sino la posibilidad de penetrar con mente y corazón la realidad, entender las cosas, los acontecimientos, relacionarlos en su contexto histórico, político, social, cultural, económico y atisbar en ellos las posibilidades de transformar el mundo para que sea sosteniblemente humano.
Esta permite la autonomía, presupuesto fundamental de una vida política participativa.
       Pensar permite la autonomía. En la heteronomía – su antónimo- las personas actúan en función de la opinión de otros y actúan por criterios dados sin necesariamente saber su porqué, para qué ni si los cómos son los apropiados. Los heterónomos son fácilmente convertibles en botín político, porque fincados en el sentimiento y la fe prácticamente ciega entregan sus convicciones y sus acciones al gurú de turno, al mesías de ocasión. Sirven –muy posiblemente sin quererlo- a intereses muy focalizados en individuos o grupos y no al bien común en el cual se encuentran condiciones de posibilidad para soluciones de mayor impacto y beneficio para los problemas que tenemos y que nos atañen.
       La ciudadanía implica pronunciarse ante los problemas comunes, comprenderlos, atisbar las posibles soluciones, entender que hay distintas ópticas para enfocarlos que seguramente generan conflictos que sólo son abordables mediante el diálogo y el consenso, tareas ambas que no pueden ser acometidas sin la claridad que supone la autonomía.
       La escuela hoy no necesariamente forma a la autonomía, ni potencia la razón. Fuera de ella pareciera el imperio de los lugares comunes, de los conocimientos de trivia o concurso de televisión.
       Una buena apuesta es la de asumir el riesgo de innovar metodologías pedagógicas que acerquen desde temprana edad a las personas a la realidad concreta, a los problemas reales de su entorno y en esa acción pedirles que desentrañen las cosas valiéndose de las preguntas que ante situaciones similares se han hecho mujeres y hombres a lo largo de la historia, que comprendan las proporciones de las situaciones,  que ensayen ideas fundamentadas al respecto.
       Educar para la ciudadanía implica acercar a los actores sociales a los educandos, estimular el diálogo entre ambos, la narración de cómo se sitúan otros ante los mismos problemas, desde qué criterios los enfocan y establecen las posibles líneas de solución.
La racionalidad de la convivencia social se articula en torno al derecho. Las leyes, los reglamentos, los estatutos portan la visión de quienes legislan (tanto en la vida pública como en la empresarial) sobre la forma más razonable de articular las intervenciones, definir las funciones. Es necesario entender esto para salir del reino de las acciones realizadas por meros sentires, por compadrazgos.
     Y como lo jurídico es producto humano, la acción dialógica juiciosa permite exigir que haya cambios allí donde las leyes son insuficientes porque el dinamismo histórico las ha rebasado o porque su creación fue parcial, manipulada.
     Un ciudadano no puede dejar de ser protagonista al lado de otros protagonista. Requiere una sólida y crítica toma de postura que le permita re-crear las cosas cuando afronte los problemas comunes de la ciudad, el Estado, el país, lo internacional. Sin eso no podrá ser justamente solidario ni mucho menos libre.
     Las escuelas, las familias, las estructuras estatales y religiosas hoy están plantadas ante el reto: celebrar a la patria reductivamente en ritos, símbolos, tradiciones siempre en riesgo de convertirse en acciones sentimentalistas, o conmemorarla trayendo al presente el compromiso de quienes en su momento se hicieron cargo e su México para que reanimados con la memoria avancemos de hoy al mañana formando ciudadanos autónomos, senti-pensantes.
     En una próxima entrega, hablaré de otras dimensiones de la formación ciudadana que urge promover.









¿Qué significa ser profesor en una universidad jesuita?


Autor: Carlos Augusto Audirac Camarena
Publicado: La Primera de Puebla, 12 septiembre de 2012

     Durante el verano atendí esta temática en la IBERO Puebla como
parte de los programas de formación de la Institución para el
personal docente. En esta ocasión hubo un énfasis en la vida y
obra de San Ignacio y en la influencia que han tenido los
Ejercicios Espirituales en la pedagogía de las instituciones
educativas confiadas a la Compañía de Jesús.
     Lo anterior me resultó interesante porque estuvo
contextualizado alrededor de “La promoción de la justicia:
factor integrador de todos nuestros ministerios”. Esta manera de
presentar una propuesta educativa se enmarca en la forma como
se recomienda ser profesor en una universidad jesuita. Primer
elemento: referirse a un contexto y un segundo elemento: cuál
referente de la Filosofía Educativa o de las preocupaciones
cotidianas y estratégicas, debe tomarse en cuenta al desarrollar
el curso que se nos ha asignado. Desde el momento que
aprendemos a “leer” una propuesta de una asignatura, es posible
darnos cuenta si está diseñada desde un punto de vista de
nuestra pedagogía.
     He notado en los años que colaboro con el proyecto
universitario de la IBERO Puebla, y cada vez que estudio un
nuevo documento sobre la vida y obra de Ignacio de Loyola, que
encuentro elementos prácticos por ser considerados y derivar
de ellos nuevas estrategias para el diseño e impartición de mis
cursos. Esta ocasión me permitió reflexionar acerca de la
vocación de servicio del profesor. Una vocación por el progreso
del estudiante ante las múltiples posibilidades que se le
presentan, sobre todo en una época de su vida distinguida por la
inestabilidad creativa, el infinito deseo de alcanzar metas
individuales, o la indiferencia por el futuro “productivo”, del
paradigma económico para el que lo prepara la universidad en
general.
     En múltiples exposiciones, conferencias o textos, he identificado
un modelo para entender la vida y obra de San Ignacio. Los
componentes de este modelo de análisis son: datos biográficos;
contexto histórico, económico, geográfico, cultural; grupo
cercano durante su vida; a quién dirigió su propuesta; cuál era
su propuesta o mensaje; cuáles fueron los resultados o impactos
de su vida; porqué es actual. Considero que una manera de
presentar así a San Ignacio a los profesores y estudiantes hace
que se comprenda mejor su presencia en nuestra Universidad.
     Otro aspecto que llamó mi atención de las lecturas asignada para
este seminario, es la permanente preocupación por el cambio en
el mensaje de Pedro Arrupe, SJ. Un mensaje que se puede leer
desde los primeros días de los fundadores de la Compañía. Como
estudioso del cambio organizacional, considero digno de atender
la filosofía qué está detrás de esta dinámica de renovación y de
adaptación a los desafíos que se van presentando
cotidianamente, ya sea como institución en su conjunto o como
individuo en nuestro papel docente. ¿Qué cambia? El propio
estudiante y sus expectativas respecto a qué significa ser
universitario; los para qué de la formación profesional; las
estrategias y tecnologías educativas; los propios contenidos del
campo profesional. ¿Qué permanece? Los dinamismos del
estudiante como persona; el deseo de formar hombres y mujeres
para la comunidad; el dar lo mejor para el proceso de
acompañamiento.
     ¿Cuál es el reto entonces para nosotros como profesores de una
universidad jesuita? La respuesta será un balance entre los
referentes que den sentido a nuestro trabajo y la adaptación al
mundo contemporáneo que nos toca vivir. Ejercer la práctica
docente bajo el paradigma ignaciano va moldeando la manera
como nos acercamos a nuestros estudiantes, la forma como
desarrollamos desde una clase hasta el curso completo, la
intención que le damos a los procesos de evaluación e inclusive
lo que hacemos al despedirnos al final del semestre. Me hizo
reflexionar este seminario, que esto debe ser un proceso que se
va interiorizando y que al final genera una forma natural de
encarar el proceso educativo al estilo jesuita.
     Un profesor con este estilo de docencia pone atención en
convertirse en acompañante y tutor de sus estudiantes,
cuestionándolos cuando es preciso e impulsándolos cuando
observa inquietudes en su proceso educativo.
     Como una especie de conclusión, es relevante hacer este
ejercicio de sistematización de nuestra práctica docente a la luz
de la pedagogía ignaciana y de la filosofía que la Compañía
propone para sus obras educativas. Es preciso también identificar
la problemática que mueve las acciones en una época y en la
región en que nos ubicamos como plantel.
     Las situaciones de nuestros estudiantes cambian. Somos testigos
que los alumnos que tuvimos hace 30 años que nació la IBERO
Puebla, no son los que nos toca acompañar este 2012. Debemos
los profesores movernos en la misma dirección, pero con un
punto de vista que oriente y mantenga una formación en valores,
en esperanza y en confianza de un futuro siempre positivo.
     Habrá una demanda permanente para los integrantes de la
Compañía de Jesús que han decidido trabajar en las
universidades, por darse el tiempo de acompañar a los laicos en
este tipo de ejercicios y mantener fresco el mensaje de su
fundador, siguiendo las recomendaciones de adaptación,
contextualización, renovación y transmisión de los fundamentos
de su filosofía de vida y educativa.











Para que la bajes de peso


Autor: Claudia Rodríguez Hernández
Publicado: Síntesis Puebla, 12 de septiembre de 2012

     Más del 95% de niños entre 6 y 11 años de edad que acuden a la consulta de atención TI nutriológica, lo hacen por algún problema de sobrepeso, obesidad y lo enfermedades que se producen a consecuencia de éstas, como diabetes mellitus tipo II, hipertensión arterial, dislipidemias y síndrome metabólico. .
     Evidentemente, los niños no asisten solos a consulta, son sus padres quienes en su papel de 'responsables y preocupadas' por la salud de sus hijos los llevan. Una frase común copla que empiezan la conversación es: 'estamos aquí para que lo bajes de peso', esperan que se les dé una dieta que haga que en un santiamén, y sin esfuerzo, el problema se arregle.
     Durante los primeros minutos de la consulta la mayoría de los padres muestra interés y disposición para ayudar a sus hijos, y hacer lo que sea necesario para que su condición de salud mejore; esto cambia de manera general cuando se les menciona que el plan de alimentación que se diseñará no será enfocado a cambiar únicamente la alimentación del pequeño, sino que el objetivo del tratamiento es lograr que se cambien los hábitos alimentarios de la familia, lo que significa que a partir de ese momento todos los integrantes deberán ajustarse a dicho plan. Es ahí donde la cara de los padres cambia, empiezan a poner 'peros', y ven lejos la posibilidad de hacerlo, ya que no estaba en sus planes una dieta, ¿Por qué ellos deben hacerlo? Si el que está mal es el niño, él tiene el problema.
     El hecho de que los padres piensen que el sobrepeso o la obesidad de su hijo no es problema suyo, y no estén dispuestos modifica si manera de comer, implica que los niños tampoco puedan hacerlo, y por lo tanto fracasen en el intento de bajar de peso; y es que resulta difícil apegarse a un plan que incluye sólo comida saludable, mientras el resto de la familia come lo que no está permitido.
     Lo que los padres no piensan en esos momentos es que ellos son en gran medida responsables de la situación en la que se encuentra su hijo; ya que son ellos quienes hasta ese momento les han enseñado qué, cómo cuánto y a qué hora comer. Y quizá, más que enseñarles les han transmitido, heredado la manera de hacerlo.
     Por lo tanto, para que los niños con sobrepeso y obesidad mejoren su condición, es necesario que los padres y el resto de la familia asuman el rol que les toca en este proceso, y estén dispuestos a modificar sus hábitos de alimentación.






Orgulloso docente

Autor: Gonzalo Inguanzo Arteaga
Publicado: e-consulta, 12 de septiembre de 2012

     Domingo en la tarde y me toca escribir esta colaboración, un escrito que siempre redacto preguntándome si alguien la lee, si alguien se toma cerca de los tres minutos de lectura requerido y que para mí generalmente significan una media hora de elaboración. Justo es decir que más allá de la respuesta que pueda tener mi pregunta, la verdad es que disfruto la oportunidad que tengo de poder expresar en palabras las ideas que me abordan en mi día a día.
     Ser docente o maestro es todo un reto en la actualidad, y hablo de reto porque es un tema que está en boca de muchos y no sólo de aquellos que nos desempeñamos en un ámbito educativo. Ya sean políticos, padres de familia o los mismos alumnos, todos opinan y refieren la importancia de la labor del docente, del impacto que tiene ésta para el presente y futuro de nuestra nación.
      Quiero compartirles parte de una conversación que tenía el otro día con una colega y que surgió de la imposibilidad de tener una actividad como docente este semestre. Esta compañera me cuestionaba sobre si me sentía aliviado de no tener que dar clases, esto debido a que asumí nuevas y complejas ocupaciones. Empecé por decirle que valoraba sobremanera que otra maestra hubiera podido sustituirme, pero que buscaría sin lugar a duda la oportunidad de regresar en enero del 2013 a estar frente a grupo, pues siento desde hace ya 17 años la necesidad de enfrentar este tipo de reto.
     Más allá de ser un psicólogo convencido, siempre me he sentido realizado siendo ese maestro que se para frente a un grupo de alumnos a enfrentar el reto de ser guía y referente en su proceso formativo, sea esto como persona y/o profesional. Precisamente como psicólogo sé de la importancia de la constante retroalimentación, lo vital de estar actualizado y que mejor actualización podemos encontrar que aquella que te obliga a estar capacitado para formar a otros, la obligación que aceptas de ser pauta y modelo.
     Recuerdo que mi primer contacto con la docencia surgió de una invitación a acompañar a una maestra titular de la Universidad de la Habana que tenía tantos alumnos en su materia que precisó dividir a esos 76 alumnos en dos grupos, y de esa forma en 1996 impartí mi primera clase de Psicología Cognitiva, específicamente el funcionamiento de la memoria. Fueron 3 semanas de estudio intenso, espacio donde se hicieron presentes aprendizajes previos para llegar un día a ser docente de 40 alumnos que sólo tenían 6 años menos que yo. Aún cuando han pasado muchos años de esa primera clase impartida, sigo sonriendo por lo feliz que me sentí, tan pleno que por 4 años impartí clases en la Facultad de Psicología sin que mediara nunca un pago por este ejercicio tan enriquecedor.
     Desde esa primera experiencia acepté que ser docente es una bendición, y digo bendición porque más allá de las habilidades propias para saberse explicar, uno necesita reconocerse como tal, tiene que sentir la necesidad de estar inspirado para influir en otro, impulsar a tus alumnos a ser curiosos y no aceptar lo que se dice o se lee por el simple hecho de que alguien con anterioridad ya lo planteó; la bendición de poder despertar en el otro la aceptación de sus potencialidades, de reconocer sus afectos en relación a sí mismo y de los otros. Un docente invita a comprender y cambiar, promueve la confianza, el valor de la creatividad y sin importar el nivel en el que se desempeña como docente busca preparar al estudiante para reconstruirse ante cada nuevo reto que enfrenta.
     Termino con esta frase de una canción de Silvio Rodríguez quien dice: al final de este viaje en la vida quedará nuestro rastro invitando a vivir. Creo firmemente que un docente que ama y disfruta lo que hace sin lugar a duda deja un rico rastro para otro ser humano.



Formación del emprendedor mexicano


Autor: Jaime Carlo Franco García
Publicado: Puebla on Line, 11 de septiembre de 2012

     Sería bueno que discurriéramos brevemente porqué estamos hablando hoy día de espíritu emprendedor, esta nueva corriente de "Pepe y Toño" vista masivamente en nuestros medios de comunicación, y ya no estamos hablando de gestión eficiente de las empresas existentes o de planificación estratégica, o de otros temas sobre administración gerencial moderna.
     Simplemente porque observamos que el mundo está cambiando. Estamos en una etapa de verdaderos cambios acelerados, hoy nace y mañana cambia, así de rápidos. Podríamos ver algunos ejemplos: la globalización de los mercados, que implica extensión del número de mercados posibles y de competidores posibles; el cambio en la tecnología, que implica una capacidad enorme de alcance y respuesta que nos hace a su vez tener tiempos de ciclos de respuesta de nuestros productos sean mucho más cortos y eficientes; la exigencia simultánea de calidad, de precio y de diversificación. Tradicionalmente la diversificación se pagaba con precios más caros y la calidad era vista como algo aspiracional. Hoy día se pide calidad pero al mismo costo que la estandarización en nuestros procesos productivos y si le agregamos que también se pide diversificación, pero con velocidad de respuesta y adaptación, definitivamente las exigencias hoy en día son de alto impacto.
     Si miramos todo este conjunto, diríamos que la incertidumbre ha crecido. La complejidad ha crecido, que el ritmo de la vida se ha intensificado y la idea que podemos planificar el futuro se ha evaporado. Indexemos ahora los cambios políticos que se están llevando en México en un mundo cada día más global, pero a la vez más tenso y con más diferenciación, una mezcla verdaderamente única. Los nacionalismos están creciendo, los regionalismos y las agrupaciones horizontales ejem. #YoSoy132- que producen estilos de vida locales se hacen más fuertes, la mundialización en su máximo apogeo.
     Entonces, de alguna manera, nuestra noción de que es posible tener una racionalidad planificada, con sueños de lograr objetivos personales, empieza simplemente a disiparse, a ser pasada por alto por el vaivén del día a día en nuestros trabajos o familias, y la gente pone su esperanza de aspiración en este mítico legendario personaje llamado el empresario emprendedor, lo que en inglés y en francés llamamos el entrepreneur.
     Ahora, la pregunta que la gente normalmente se hace es si realmente existe este personaje, si sirve en las empresas contemporáneas o es una cosa que ha estado siempre latente únicamente en los pequeños negocios que nacen. Hoy como nunca antes se han escrito más libros sobre el futuro y estudios del emprendedor. La otra pregunta que la gente tiene es cómo se crea al emprendedor, porque aparentemente la educación formal no ha logrado responder esta pregunta. Uno va a la universidad y aprende algunas disciplinas, técnicas de negocios e ingeniería pero no aprende lo que realmente significa ser emprendedor.
     Por esta razón, el espíritu emprendedor aparece como algo misterioso. Aparece como un atributo innato que algunas personas tienen mientras otras no lo tienen. Si esto fuera realmente el caso, entonces el espíritu emprendedor aparecería como algo que no puede ser enseñado y formado. Es algo que está en la sangre. Personalmente no concuerdo con esta forma de entender a la generación del emprendedor. El espíritu emprendedor puede ser enseñado, aunque no como un método. Por esto es que hablamos de espíritu emprendedor y no de un método emprendedor.
     Necesitamos una nueva concepción en las universidades, en las escuelas, en las organizaciones donde lo emprendedor y la sensibilidad histórica sustituyan a la información y a las reglas como lo esencial en el aprendizaje. Necesitamos una democratización del espíritu emprendedor y no una sistematización del mismo, y una nueva educación conceptual que lo haga posible.
     El emprendedor siente satisfacción por lo que forma y crea; se realiza porque trae valor a la gente con la que se relaciona en su proceso de creación. De alguna manera esto no se da tan fácilmente en otras actividades humanas, en que el trabajo es rutinario, mecánico y se experimenta como realización técnica de alcance o cumplimiento de objetivos. Entonces la pregunta que se abre y que no podemos responder en este momento consiste en ¿cómo podemos extender la capacidad emprendedora al conjunto del trabajo humano?.
     La tecnología moderna podría facilitar una respuesta, del mismo modo que las alternativas gubernamentales podrían ayudar a los pequeños empresarios, como una forma de extender la capacidad emprendedora.
     Lo emprendedor, entonces, es parte de esta área de oportunidad más general, que redescubrimos, no como operadores en un mundo globalizado en el cual tenemos que poner orden, sino como coinventores de un mundo de alternativas que es simultáneamente de innovación, compromiso y solidaridad, esto es un emprendedor. Necesitamos ver un México donde lo solidario, lo democrático y lo emprendedor pueden vivir integrados y no como tres polos ideológicos que mal conviven.




La Prueba ENLACE: Pros y contras


Autor: Marisol Aguilar Mier
Publicado: en lado B, 11 de septiembre de 2012


    El pasado 29 de agosto se publicaron los resultados de ENLACE 2012 y el Secretario de Educación, José Ángel Córdova Villalobos, habló de los logros educativos del sexenio. No obstante, valdría la pena recordar de qué se trata esta polémica prueba de evaluación a gran escala y en qué contexto se ha desarrollado, pues sin duda, ello ayudará a un mejor análisis de la misma.
     ENLACE (Evaluación Nacional de Logro Académico en Centros Escolares) es una prueba estandarizada diseñada y aplicada por la Secretaría de Educación Pública (SEP) que se empleó por vez primera en el 2006 con la finalidad de diagnosticar y valorar el rendimiento académico de los alumnos, principalmente en relación a la habilidad lectora y matemática, en función de los programas educativos establecidos. Se busca generar a partir de ella, un sistema de información comparable para identificar aspectos que se deben mejorar y fortalecer, comunicando oportunamente sus resultados.
     Sin embargo, ENLACE tiene, como todo, pros y contras. Para empezar, existen fuertes cuestionamientos  hacia la evaluación a gran escala pues se considera que no es posible evaluar aprendizajes a través de un examen de reactivos de opción múltiple, por lo que un buen número de analistas de la educación afirman que, en el mejor de los casos, lo que estas pruebas evalúan son la memoria o el buen tino de los alumnos para acertar en sus respuestas. Por lo tanto, hablar de evaluación de aprendizajes es un objetivo demasiado ambicioso donde cualquier prueba resultará limitada.
Pero ENLACE enfrenta un problema aún más grave que se relaciona con la cultura de la evaluación que tenemos en el país y con la politización de nuestro sistema educativo, cuyos intereses muchas veces están puestos en temas ajenos a la calidad y al aprendizaje. Y es que la evaluación resulta siempre un tema delicado que genera una gran cantidad de reacciones, miedos, fobias, vicios y malas prácticas, cuando su verdadera finalidad debiera ser la retroalimentación para la mejora continua. Sin embargo, dada la expansión que en la última década han tenido las evaluaciones a gran escala, propias de la “era de la examinación”, ésta pesa y mucho. Especialmente cuando se destinan fondos para “recompensar” a las escuelas y a los docentes cuyos alumnos obtienen los mejores resultados y cuando se ha convertido en un componente esencial para la evaluación universal del profesorado. Y ya hemos podido ver sus consecuencias: maestros ocupando las plazas manifestando su rechazo, paros, entrenamientos especiales para responder la prueba, robo de exámenes para su posterior venta, secuestro del material evaluativo para bloquear su aplicación e inclusive, docentes irrumpiendo en las aulas violentamente para arrebatarles la prueba a los alumnos que intentaban responderla. ¿En qué nos benefician estas reprochables conductas?
     Con lo anterior queda más que clara la necesidad de reformas significativas en la estructura y organización del magisterio y además, la importancia de focalizar las condiciones de desigualdad y pobreza que no permiten la aplicación equitativa de la prueba. Por ello, no es de extrañar que en los resultados del 2012, sean de nueva cuenta las instituciones privadas las que obtienen los mejores resultados, y sean además, las poblaciones más rezagadas las que por contraste, se encuentran en los últimos sitios.
En respuesta a lo anterior, Mario Rueda (presidente del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación), considera que hay un “amplio déficit” educativo ya que la mayor parte de los estudiantes obtuvieron resultados elementales o insuficientes. Por ejemplo, a nivel nacional y en promedio, el 80% de los alumnos de tercero de secundaria tienen resultados elementales o insuficientes en las áreas de matemáticas y español; y el 74. 5%, el mismo nivel de insuficiencia en ciencias.
     Y aunque en el discurso del Secretario de la SEP se escucharon frases como “gran triunfo”, “superamos metas” ó “avance histórico”, no hay que olvidar que aún hay mucho por hacer porque los resultados siguen siendo insatisfactorios. Hay varias inconsistencias para asegurar la calidad de los datos y las condiciones de aplicación de ENLACE. Todavía falta mucho para generar un clima propicio para la evaluación y aún es preciso mejorar cuestiones de tipo técnico y metodológico para contar con información más útil y pertinente. Falta también aprender a leer y a ir más allá de los resultados para encontrar nuevo sentido a esta prueba mediante un análisis de su contenido y estructura pedagógica. Falta muchísimo todavía, para que dichos resultados efectivamente desemboquen en políticas públicas y en cambios de fondo y no sólo de forma.
     No obstante, también hay que reconocer que este tipo de ejercicios han puesto en la mesa la importancia de la evaluación educativa, contribuyendo al debate y discusión de temas fundamentales para nuestro país y permitiendo a la sociedad civil participar de manera más directa en las decisiones sobre la educación. Además, no resulta pequeño el enorme esfuerzo de innumerables personas para lograr que cada año se impriman cerca de 160 millones de hojas, se empaquen en más un millón de cajas para entregarlas a más de 785 mil grupos de más de 147 mil escuelas de básica y media superior. Adicionalmente, hay detrás un equipo de pedagogos, académicos y especialistas que han contribuido en el diseño, instrumentación, aplicación y recopilación de la prueba, así como en la construcción de un sistema de información que antes no teníamos.
     Para finalizar, podríamos decir que a pesar de sus luces y sombras, ENLACE, como toda prueba, es limitada y aún muy joven para descalificarla o alabarla. Los retos son grandes, pero cuando menos, ha iniciado el camino de la evaluación.

martes, septiembre 11, 2012

Nuestras creencias ¿limitantes o potencializadoras?


Autora: Rocío Barragán de la Parra
Publicado: Puebla on Line, 04 de septiembre de 2012

     "No vemos las cosas como, sino como somos nosotros" con esta frase Immanuel Kant, filósofo prusiano y uno de los pensadores más influyentes de la Europa Moderna, resumía el modo en que las creencias determinan nuestras acciones y decisiones.
Las creencias son principios que te conducen a actuar de manera predeterminada, influyen sobre tus experiencias y fundamentan tus acciones y decisiones; se generan a través de lo que piensas y decides formando un sentimiento respecto de algún objeto o persona.
     Están formadas por aprendizajes que instalas y habilitas desde la infancia en tu interior y se construyen a partir de lo que asimilas (in)consciente e (in)formalmente en tus relaciones familiares, escolares y amistosas, las cuales se complementan y fortalecen en el entorno social y cultural.
     Es importante comprender que el sistema de creencias no es bueno o malo, sino potenciador o limitante; de ello depende que puedas pensar en cambiarlo y remplazar así, la manera en que percibes las cosas.
     En procesos de acompañamiento y desarrollo personal, como el coaching, mentoring o Programación Neurolingüistica (PNL), un principio básico para desarticular creencias limitantes radica en pensar, de manera diferente, fuera de la caja, o incluso sin caja aquello qué quieres lograr
     Este ejercicio exige replantear tus metas, valores y creencias actuales, el primer paso consiste en responder: ¿qué quieres?, ¿qué es importante o qué significa para tí?, ¿crees poder hacerlo? ¿qué te detiene? ¿cuál es la finalidad de hacerlo? Las respuestas reflejan tu realidad pero no la realidad; y ello te permitirá reconocer aquello que impide alcanzar tu objetivo; si no identificas creencias limitantes quizás no hayas pensado suficientemente el objetivo.
     Además de (re)conocer tu sistema de creencias y cómo funciona, el segundo paso radica en habilitar las creencias potencializadoras, aprender a vislumbrar posibilidades nuevas, que hasta ahora no se has imaginado ¿existe otra manera de hacerlo?, ¿cómo hacerlo o conseguirlo?, ¿se relaciona con tus valores?, ¿con cuáles? ¿es lo que quiero alcanzar o lograr?, ¿vale la pena?
     El tercer paso exige desarrollar una habilidad mayor, implica elegir lo que piensas y cómo lo piensas, confiar en ti y comprender que las creencias se basan en los pensamientos y éstos en las creencias, lo que te genera nuevas experiencias; habituar el pensamiento para generar o transformar creencias potencializadoras. "No es lo que dices que haces, sino lo que haces que haces."
     Existen seis niveles básicos de confianza que permiten convertir las creencias limitantes en potenciadoras:
 1.Confianza en ti mismo
 2.Confianza en las relaciones con los demás
 3.Confianza en el proceso de esa relación
 4.Que el(los) otro(s) crean en sí mismos
 5.En sus relaciones con nos(otros)
 6.En sus procesos
     Visualizar lo que puedes lograr es favorable, pero el verdadero desafío está en convertir esos deseos o sueños en acciones sin perder el tiempo, para ello es importante que te preguntes ¿Qué aprendes de ti?, ¿qué pequeña acción se desprende que pueda acercarte a tu meta?, ¿cómo hacerlo diferente?, ¿qué aprendes?, ¿cuándo lo vas a hacer?, ¿quién se beneficiará con esa acción?, si alguna de las respuestas es negativa entonces debes hacer otra cosa porque no estás fortaleciendo las acciones y las decisiones.
     Hay diferentes maneras de cambiar la forma en la que piensas o actúas, entre las más comunes están:
    •Pensar en situaciones distintas a las comunes; preguntas absurdas que estimulan el pensamiento lateral o divergente: ¿qué te diría alguien que viene de Marte?, ¿qué no se te ha ocurrido pensar?, ¿cuál es la mejor versión de tí?, ¿qué me llevó a eso?
    •Desafiar la realidad pensando ¿qué quieres?, ¿porqué lo quieres? y ¿qué te detiene?
    •Enlistar los obstáculos y tomarlos como cierto para convertirla en lista de posibilidades; ¿qué quieres tener en lugar de?
     El desafío consiste en cambiar tu realidad, transformar las creencias limitantes en poderosas; modificar la manera en que interaccionas y te vinculas con los demás. Al final del día, tú puedes y debes decidir, - asumiendo responsablemente las consecuencias -, lo que quieres y en qué quieres creer; como dijera Albert Einstein; "El mundo que hemos creado es un proceso de nuestros pensamientos. No se puede cambiar sin cambiar nuestra forma de pensar".