Publicado: La Primera de Puebla, 12 de diciembre de 2012
Dinero, papeles impresos y trozos de metal tallado, ahora el “plástico”. El
mundo funciona en torno a ellos, o mejor dicho, el dinero hace funcionar
al mundo. Hay quienes poseen mucho y otros muy poco. Para muchos el
dinero es sinónimo de comodidad que en parte conduce a la felicidad y
para otros un mal necesario. Muchos han cometido delitos, robos, muerte
en nombre de él, otros se han desprendido y lo consideran una maldición
de la humanidad, en fin, el dinero es agente de una dualidad incansable.
La realidad es que lo usamos a diario para poder sobrevivir, así de
simple, como dirían por ahí, “así nos toco vivir”. Pero, ¿por qué tiene
valor el dinero si no es más que un pedazo de papel o un placa rectangular
de plástico? en la vida botamos a la basura miles de kilos de papel y
plástico, pero ¿por qué este papel o plástico es diferente?
Para entender la existencia del dinero, debemos, como en la mayor parte
de los casos, remontarnos a la historia y saber de dónde viene el concepto
de dinero. Como muchos habrán leído o escuchado, antiguamente cuando
no existía el papel moneda, se utilizaba el trueque, que es el intercambio
de mercancías que tenían más o menos el mismo valor. Así quien poseía
mayor cantidad de bienes, más posibilidades tenía de intercambiar y
adquirir otros bienes que necesitaba. Esos bienes podían consistir en
productos agrícolas, animales, muebles, etc. Hoy en día, no nos resulta
difícil imaginar por qué ya no existe más ese sistema, por lo que no voy a
entrar en detalles con respecto a la evolución hacia el dinero.
Pero, volvamos a la pregunta inicial. ¿Qué le da el valor al dinero?
Para que un simple papel impreso, que en sí no vale nada o muy poco,
tenga un valor determinado que nos permita intercambiarlo por bienes
que sí poseen valor, debe tener un respaldo en metales preciosos (oro,
plata, etc.) o en divisas extranjeras. En otras palabras, el dinero es una
especie de “vale por” que se sustenta en los tesoros del país. Es como un
ticket para entrar al cine, es sólo un papel, pero me proporciona el
beneficio de ver una película. Así yo lo puedo juntar con otro ticket y
luego lo intercambio a un amigo por un refresco, quien a la vez lo va a
intercambiar por otra cosa.
Si pudiéramos juntar a todos los billetes del país, el valor total debería ser
equivalente a una cantidad de oro o metales preciosos (físicos tangibles)
guardada en las arcas nacionales. En otras palabras, el dinero se puede
convertir en oro, en el sentido que una cierta cantidad de billetes
corresponden a una cierta cantidad de oro. Si nosotros somos dueños de
una cantidad de dinero, en el fondo somos dueños de una cantidad de oro.
Por otro lado, como el dinero es un pacto social, todos entregamos
nuestros bienes y servicios a cambio de billetes y monedas, por lo tanto el
respaldo del dinero también lo constituyen todos los bienes y servicios de
la población.
Cuando un país entra en crisis financiera o es víctima de la inflación,
significa que el gobierno ha puesto más dinero en circulación que el que
puede sustentar el respaldo. Por ese motivo el país se empobrece y la
moneda se devalúa. En síntesis, un país que no posee bienes de pleno
valor atesorados como metales valiosos o divisas extranjeras, no puede
fabricar ni circular dinero.
Esta es la razón por la que uno, como cualquier ciudadano sin importar su
condición social o partidista debe tener muy en cuenta la política
económica de cualquier gobierno, sobre todo de un gobierno de reciente
transición como el nuestro, pues si bien nuestra economía se considera
dentro de las 50 economías más estables del mundo, una política
errónea o mal dirigida por nuestro nuevo presidente (o su grupo
económico) dará como resultado que nuestro dinero pierda su valor, así
de simple y concluyente.
Las políticas económicas, son en sí, las reglas de actuación de nuestro
país, es decir, los límites de trabajo; en pocas palabras lo que sí podemos
hacer y lo no debemos hacer. Estos límites están encuadrados en 2
grandes grupos que pelan entre ellos: los límites internos del país, es
decir las famosas reformas fiscales, sociales y laborales, son el como
debemos recaudar y “gastar” el dinero que se tiene dentro de nuestro
territorio. Y los límites externos del país, que son las reglas de protección
y colaboración que tenemos en relación a otras economías, es decir, como
comerciar con países, como intercambiar bienes con ellos, como atraer
inversiones a nuestro territorio, etc.
Si nos damos cuenta, la “chamba” de nuestros gobernantes realmente no
es fácil, sin sesgo partidista o preferencia política, el trabajo para
mantener el valor de nuestro dinero es una carga titánica que involucra
una capacidad inmesurada de negociación, cabildeo y concertación para
que las decisiones que nuestros representantes sociales tomen sean las
más proactivas y correctas para mantener en orden el valor de nuestro
dinero.
Para terminar, hay muchos temas político-económico que se derivan del
dinero, los cuales iré detallando en próximas charlas, y que son
importantes de saber, como por ejemplo, el funcionamiento de los
bancos, dinero sucio, lavado de dinero, dinero de plástico, etc.