Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos
Publicado:
La Primera de Puebla, 12 de julio de
2013
Recientemente he escuchado a muchos profesores,
quejándose
o preocupados porque se sienten en desventaja frente a sus
alumnos que están altamente tecnificados. La voz popular de que
ellos son nativos digitales y nosotros migrantes, ha llevado a que
los docentes se sientan en desventaja. A mí me parece que
efectivamente estamos en una desventaja, pero, si de nativos y
migrantes hablamos, siempre podemos tener la alternativa de la
adaptación.
Robert J. Sternberg, psicólogo norteamericano asegura que las
personas más inteligentes son las que tienen una mayor
capacidad de adaptación a un nuevo medio o a una nueva
circunstancia, incluso, dice que las personas más felices son
aquellas que se adaptan rápidamente a sus nuevas vidas y
aprenden a sacar el mejor jugo de sus experiencias.
Por otro lado, toda la tendencia de la educación por
competencias parte del principio de que en este mundo
cambiante, los seres humanos debemos estar constantemente
respondiendo a nuevos retos en nuevas circunstancias, es decir,
que las personas requerimos estarnos adaptando
permanentemente. Entonces, ¿por qué los profesores no pueden
adaptarse y aprovechar los medios tecnológicos para favorecer el
aprendizaje?
Muchos de mis compañeros docentes se niegan a utilizar las
herramientas tecnológicas para favorecer el aprendizaje de sus
alumnos, no utilizan las plataformas educativas y todas las
bondades pedagógicas que en estas se pueden encontrar para
generar la construcción del aprendizaje, tampoco hacen uso de
los recursos abiertos de aprendizaje, que se refiere a todos
aquellos medios virtuales que son gratuitos y que se encuentran
en la web, que además de llamativos, permiten tener un mayor
acceso al aprendizaje, tampoco se usa la propia web, el correo
electrónico, You Tube, Facebook y hasta Twitter.
Me acuerdo de mi profesor de didáctica en la normal, que nos
decía que los docentes podríamos usar, cualquier cosa como
material didáctico si sabía cómo iba a provocar con eso el
aprendizaje en sus alumnos. Y lo que sucede es que no le
ponemos imaginación al asunto para ver cómo todos estos recursos no solo harían
atractivo el aprendizaje, sino que favorecerían la construcción
del mismo, de manera individual pero también colaborativa.
Esta reflexión me lleva a pensar que lejos de quejarnos,
deberíamos tratar de adaptar nuestras prácticas docentes y
utilizar varios de estos recursos. Eso significa sacudirnos el miedo
de decirle a nuestros alumnos que como migrantes tecnológicos
no somos tan hábiles con estas herramientas pero que nos
interesa aprender, bajo esta premisa ellos nos pueden ayudar a
buscar materiales, información actual e interesante, nosotros en
cambio podemos decirle de cuál información fiarse y de cuál
dudar. Ellos pueden introducirnos en el mundo de la web,
ayudarnos a tener un canal de You Tube, a desarrollar un blog o
una wiki y nosotros podemos enseñarles a llenar estas
herramientas con un buen contenido académico.
Mostrarles que nosotros somos también aprendientes y que
tratamos de mostrarles el mundo a través de las herramientas
que para ellos son naturales, les hará tener respeto por
nosotros, también si les hacemos consciencia que cuando
éramos niños estos artefactos y medios de comunicación eran
inimaginables, pero que tenerlos ahora puede ser una posibilidad
extraordinaria de aprendizaje.
Es evidente que ellos no quieren más lecciones dictadas o
cátedras lentas, y también es evidente que nosotros como los
seres inteligentes que somos podemos adaptarnos a este nuevo
mundo digital del que no somos nativos y que como cualquier
migrante que llega a una nueva tierra, observa el medio, lo
aprende, se adapta y empieza a disfrutar de este. Solo entonces
el migrante empieza a ser parte del mismo, mientras será visto
como un extranjero, extraño, invasor que no tiene nada que
hacer en un mundo rodeado de virtualidad.
Claro que esto, significa que cambiemos nuestras viejas prácticas
centradas en el profesor, a nuevas prácticas centradas en el
alumno, en donde este es el que hace, piensa, elabora, practica,
desarrolla, etc. y nosotros establecemos los medios para que se
genere el aprendizaje, esto nos lleva a una reflexión final, la
tecnología por sí sola no genera el aprendizaje, esta es al fin y al
cabo una herramienta didáctica y como cualquier
otra, debe llevar impresa la intencionalidad que el docente solo
sabe para llevar a sus alumnos por el camino de la construcción
del aprendizaje.
La autora es profesora de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Este texto se encuentra en:
http://circulodeescritores.blogspot.com
Sus comentarios son bienvenidos
o preocupados porque se sienten en desventaja frente a sus
alumnos que están altamente tecnificados. La voz popular de que
ellos son nativos digitales y nosotros migrantes, ha llevado a que
los docentes se sientan en desventaja. A mí me parece que
efectivamente estamos en una desventaja, pero, si de nativos y
migrantes hablamos, siempre podemos tener la alternativa de la
adaptación.
Robert J. Sternberg, psicólogo norteamericano asegura que las
personas más inteligentes son las que tienen una mayor
capacidad de adaptación a un nuevo medio o a una nueva
circunstancia, incluso, dice que las personas más felices son
aquellas que se adaptan rápidamente a sus nuevas vidas y
aprenden a sacar el mejor jugo de sus experiencias.
Por otro lado, toda la tendencia de la educación por
competencias parte del principio de que en este mundo
cambiante, los seres humanos debemos estar constantemente
respondiendo a nuevos retos en nuevas circunstancias, es decir,
que las personas requerimos estarnos adaptando
permanentemente. Entonces, ¿por qué los profesores no pueden
adaptarse y aprovechar los medios tecnológicos para favorecer el
aprendizaje?
Muchos de mis compañeros docentes se niegan a utilizar las
herramientas tecnológicas para favorecer el aprendizaje de sus
alumnos, no utilizan las plataformas educativas y todas las
bondades pedagógicas que en estas se pueden encontrar para
generar la construcción del aprendizaje, tampoco hacen uso de
los recursos abiertos de aprendizaje, que se refiere a todos
aquellos medios virtuales que son gratuitos y que se encuentran
en la web, que además de llamativos, permiten tener un mayor
acceso al aprendizaje, tampoco se usa la propia web, el correo
electrónico, You Tube, Facebook y hasta Twitter.
Me acuerdo de mi profesor de didáctica en la normal, que nos
decía que los docentes podríamos usar, cualquier cosa como
material didáctico si sabía cómo iba a provocar con eso el
aprendizaje en sus alumnos. Y lo que sucede es que no le
ponemos imaginación al asunto para ver cómo todos estos recursos no solo harían
atractivo el aprendizaje, sino que favorecerían la construcción
del mismo, de manera individual pero también colaborativa.
Esta reflexión me lleva a pensar que lejos de quejarnos,
deberíamos tratar de adaptar nuestras prácticas docentes y
utilizar varios de estos recursos. Eso significa sacudirnos el miedo
de decirle a nuestros alumnos que como migrantes tecnológicos
no somos tan hábiles con estas herramientas pero que nos
interesa aprender, bajo esta premisa ellos nos pueden ayudar a
buscar materiales, información actual e interesante, nosotros en
cambio podemos decirle de cuál información fiarse y de cuál
dudar. Ellos pueden introducirnos en el mundo de la web,
ayudarnos a tener un canal de You Tube, a desarrollar un blog o
una wiki y nosotros podemos enseñarles a llenar estas
herramientas con un buen contenido académico.
Mostrarles que nosotros somos también aprendientes y que
tratamos de mostrarles el mundo a través de las herramientas
que para ellos son naturales, les hará tener respeto por
nosotros, también si les hacemos consciencia que cuando
éramos niños estos artefactos y medios de comunicación eran
inimaginables, pero que tenerlos ahora puede ser una posibilidad
extraordinaria de aprendizaje.
Es evidente que ellos no quieren más lecciones dictadas o
cátedras lentas, y también es evidente que nosotros como los
seres inteligentes que somos podemos adaptarnos a este nuevo
mundo digital del que no somos nativos y que como cualquier
migrante que llega a una nueva tierra, observa el medio, lo
aprende, se adapta y empieza a disfrutar de este. Solo entonces
el migrante empieza a ser parte del mismo, mientras será visto
como un extranjero, extraño, invasor que no tiene nada que
hacer en un mundo rodeado de virtualidad.
Claro que esto, significa que cambiemos nuestras viejas prácticas
centradas en el profesor, a nuevas prácticas centradas en el
alumno, en donde este es el que hace, piensa, elabora, practica,
desarrolla, etc. y nosotros establecemos los medios para que se
genere el aprendizaje, esto nos lleva a una reflexión final, la
tecnología por sí sola no genera el aprendizaje, esta es al fin y al
cabo una herramienta didáctica y como cualquier
otra, debe llevar impresa la intencionalidad que el docente solo
sabe para llevar a sus alumnos por el camino de la construcción
del aprendizaje.
La autora es profesora de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Este texto se encuentra en:
http://circulodeescritores.blogspot.com
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