Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos
Publicado: e-consulta, 05 de Junio de
2012
¿Por qué los
profesores se niegan a la evaluación universal? Para responder a esta pregunta,
nos tendríamos que regresar a muchos a años de historia de la formación inicial
y continua de docentes, a la historia de cambios curriculares en los últimos
años en nuestro país y los resultados de las pruebas Enlace y PISA, a las
políticas públicas en educación, así como las recomendaciones que la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha hecho a
nuestro país a partir de los resultados de PISA, que como todos ya sabemos, han
arrojado que nos encontramos en los últimos lugares a nivel mundial en materia
educativa.
Los profesores están preocupados porque en
los resultados de las pruebas Enlace y PISA sus alumnos han alcanzado puntajes
de regulares a muy bajos y ellos han sido señalados como los responsables del
problema por la opinión pública; y no se puede negar que son parte, pero no lo
han ocasionado. El problema real de la educación básica y pública en nuestro
país es estructural y en este momento, cómo están dadas las condiciones, no hay
forma de cambiarlo. El sistema ya dio de sí y tiene que modificarse
estructuralmente.
Las normales no ofrecen suficiente sustento
para la formación de la docencia y como en otros países, la formación de profesores
tendría que darse en las universidades, pues desde esta modalidad se considera
socialmente que la docencia es una profesión de segunda, pero eso es lo menos
importante, lo grave es que los profesores no están siendo formados en un
pensamiento complejo como lo hace cualquier otro profesional que asiste a una
universidad por la intencionalidad formativa que éstas tienen, en donde por su
naturaleza misma, se encuentran diversas visiones, pensamientos, disciplinas
que favorecen la formación integral de cualquier sujeto.
Por otro lado la formación continua de la
docencia está mal planeada, porque ésta se da en cascada, generando un teléfono
descompuesto de la formación, sobre todo cuando se trata de formar en una nueva
propuesta curricular. Este tipo de formación no da suficientes elementos a los
profesores para implementar estas propuestas, las dejan de lado en su práctica
real y ésa es la principal razón de que dichas propuestas no tengan un
aterrizaje en el aula. La SEP sabe esto y llama la atención que no busque
nuevas estrategias para la formación continua de los profesores.
Además, si hablamos de la forma en que se
ha dado la contratación de profesores por la SEP y el SNTE, encontraremos un
montón de vicios y malos manejos que han sido hasta el cansancio tratados y que
contribuyen a que en las aulas haya profesores, poco preparados en aspectos
pedagógicos y disciplinares, con poca vocación o con las dos cosas, que es
peor.
Por si fuera poco la OCDE ha hecho dos
grupos de recomendaciones a México sobre educación, el primer grupo de
recomendaciones, se refirió a la restructuración del currículum y se sugirió se
hiciera un diseño con un enfoque en competencias. Así se hizo y se dio el
primer paso. Cuando vino el segundo grupo de recomendaciones se tenían que
atender aspectos relacionados con la gestión de las instituciones escolares y
con la formación de los docentes de la que ya he hablado.
Que se hagan recomendaciones sobre la
gestión, llama la atención porque se deja ver que no hay condiciones en las instituciones
educativas para que las propuestas curriculares lleguen al aula. Cuando se
habla de gestión, se hace referencia a todo lo que una institución debe hacer
para establecer condiciones de operación, sobre todo, cuando se trata de una
nueva propuesta curricular.
Esta recomendación está dirigida
principalmente a la forma en cómo se están desempeñando los directivos de las
instituciones educativas que pega también a los supervisores. Lo que está
observando la OCDE es que no hay condiciones institucionales para implementar
el currículo y saben que mientras esas condiciones no estén dadas no será
posible mejorar la calidad de la educación en México.
Todo esto es para decirles a los estimados
lectores, que los profesores sólo son la punta del iceberg de la problemática
de la educación básica en nuestro país. Y por supuesto se oponen a ser
evaluados porque saben que no saldrán bien librados de la evaluación universal
y porque saben que a partir de los resultados de ésta, serán puestos en la mira
de la opinión pública, sin que nada se modifique de fondo en la educación en
México.
Si queremos que la educación mejore en
cuanto a calidad, necesitamos exigir todos a nuestras autoridades que haya un
cambio estructural en la SEP, en el SNTE, en las normales o bien que éstas
desaparezcan y que dejen de responder a intereses de unos cuantos y que los
profesionales de la docencia se formen en el mismo nivel de cualquier otro
profesional, hacer una selección exigente y cuidada de aquellos que se quieren
ser profesores, pues no todas las personas tienen habilidades para la docencia
y cuidar la selección para la contratación.
Cuando empiecen a darse estas condiciones,
estaremos en posibilidades como sociedad de exigir a los profesores… por ahora,
no hay condiciones para eso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario