Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos
Publicado:
Puebla on Line, 05 de marzo de 2013
Hay día
en que uno tiene una alegría triste y eso es lo que me sucedió la semana pasada
cuando me enteré que la señora Elba Esther Gordillo había sido detenida por
delincuencia organizada y por malversación de fondos. Como puse en mi estado de
Facebook, no podía dejar de estar contenta, por el gremio docente al cual
pertenezco y por la educación en México, pues como todos sabemos, la lidereza
del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE) se había metido en los
temas educativos hasta el fondo, como en el caso de la edición de los libros de
texto, la formación de docente, la contratación de profesores y otros temas que
no son de la incumbencia de un líder sindical, afectando la calidad de la
educación, que tanto ha ido y venido en los últimos años en nuestro país.
Mi estado
de alegría al otro día de la detención de la señora Gordillo era, más bien,
porque le estaban quitando el poder acumulado a esta mujer, pero también le
estaban restringiendo toda posibilidad de seguir teniendo acceso a las cuotas
sindicales de los trabajadores de la educación, que está bien aclarar a los
lectores, que no sólo se trata de los profesores sino de empleados
administrativos, de mantenimiento e intendencia que trabajan en las
instituciones educativas públicas a lo largo y ancho del país, y como ya
sabemos, de los que no existe un padrón confiable.
Los datos
millonarios que la prensa dio a conocer en estos días y que la señora Gordillo
manejaba para su uso personal, como gastos en ropa, cirugías estéticas (que por
cierto no le lucían, más bien le deslucían), transportes de lujo excesivo y
otros que ya está por demás mencionar, han sido de un escándalo inusitado. Mi
mayor alegría, como ya lo dije pero lo reitero, era porque esta mujer va a
dejar de tener injerencia en los asuntos educativos de nuestro país, ¡al fin y
gracias a Dios!
Pero mi
tristeza vino enseguida cuando me di cuenta que esto no es más que una cuestión
política, tal vez una venganza, un mensaje de “estate quieto” a otros líderes
sindicales, una cortina de humo para que el gobierno federal tome otras
decisiones que van a impactar terriblemente a nuestro país, como el incremento
del IVA en medicinas y alimentos o el incremento a los energéticos como el que
se dio el fin de semana cuando aumentó el costo del gas licuado.
También
el fin de semana nos enteramos que un nuevo líder sindical ya se estaba
haciendo cargo del SNTE, que por cierto es pupilo de la señora Gordillo y que
seguramente tiene las mismas manías, las mismas visiones cortas sobre la
educación en México y las mismas uñas largas para quedarse en sus cuentas
personales con las cuotas de los trabajadores de la educación. Nos
quitaron a una para traernos a otro, igual o peor.
Así que
estoy más triste que contenta, porque nada va a cambiar, seguiremos con la
misma estructura sindical, los profesores y los empleados de las instituciones
públicas seguirán aportando cuotas para enriquecer escandalosamente a un nuevo
líder, que seguirá metiendo sus ideas en las políticas educativas del país,
seguirán las ventas de plazas, las negociaciones negras para la contratación de
los profesores, las escuelas sin infraestructura, la deficiente formación de
los docentes a nivel inicial y continua. La nueva reforma se operará muy poco,
pues es otro atole con el dedo a una sociedad, que ha visto pasar una tras otra
las reformas educativas sin que nada cambie.
La
evaluación seguirá utilizándose para señalar y no para la mejora, seguiremos
saliendo mal evaluados a nivel internacional porque nada va a cambiar en la
educación en nuestro país. La estructura sindical se mantendrá, la estructura
de la secretaría de educación pública seguirá como siempre y nuestros
profesores y empleados educativos se mantendrán ideologizados por una serie de
líderes que tienen intenciones oscuras detrás.
Me
pregunto cuánto tiempo pasará antes de que el nuevo líder sindical caiga
detenido por enriquecimiento ilícito, otro veinticuatro años quizá… quizá ya no
viva tanto tiempo para ver caer a otro líder sindical del SNTE.
Por eso
estoy triste queridos lectores, porque por más que nos esforcemos docentes que
tenemos un poco más de capacidad crítica, quienes sustentan el poder tomar
decisiones que benefician a unos cuantos, pero no a nuestros niños y jóvenes,
por más que estos estén presentes en sus discursos políticos. Por eso
creo que cambiamos para estar igual.
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