Autora:
Luz del Carmen Montes Pacheco
Publicado: e-consulta,
19 de septiembre de 2013
Edgar
Morín, quien está considerado como uno de los grandes pensadores de la época,
en su libro “La vía. Para el futuro de la humanidad” afirma que en el mundo
occidental u occidentalizado, se nos
dificulta pensar el presente porque sufrimos –sin que nos demos cuenta de ello
– dos tipos de ceguera cognitiva: una relacionada con abordar los problemas
desde una sola disciplina y la otra que implica pensar que tenemos la única
respuesta; de aquí concluye que no es solo la ignorancia, también es nuestro
conocimiento lo que nos ciega.
Este
último problema no es propio de los investigadores, es decir, de las personas
que con su trabajo “generan conocimiento”, también se presenta en la vida cotidiana de las personas y sobre
todo en la vida cotidiana de muchos profesores.
Me
atrevo a afirmar que todos los profesores hemos escuchado al menos una vez “es
que así me lo enseñaron”, exclamación frecuente cuando se corrige o señala
algún error en el trabajo de un estudiante.
Lamentablemente
cuando los estudiantes leen o escuchan conceptos o términos que le son
familiares por alguna razón, sobre todo
cuando lo revisó en un salón de clases o partir de una experiencia escolar,
dejan de prestar atención al discurso porque “ya lo saben”; su “conocimiento”
les ciega.
Esta
conducta obstaculiza un proceso de mejora en lo que se hace o un proceso de
adaptación a cambios propios de nuestra sociedad, estemos o no de acuerdo con
ellos.
Algunos
ejemplos de procesos de mejora en el proceso de enseñanza aprendizaje en
los que se da la ceguera por
conocimiento son: la elaboración de mapas conceptuales (que no consiste en la
unión de bolitas y palitos que se interconectan para verse bien y con pocas
palabras), la redacción de reportes de investigación (que no requieren de un
lenguaje florido sino de un estilo claro, preciso y lógico) o el desarrollo
completo de un razonamiento matemático pues no basta llegar a la solución.
En
cuanto a la adaptación a los cambios,
tenemos el caso del uso de medios electrónicos de comunicación en que
nos cuesta trabajo distinguir entre el lenguaje adecuado para un tweet
o mensaje corto en una red social y el mensaje de un correo
electrónico enviado a un jefe o a un profesor (en el caso de los estudiantes),
amén de ciertas personas que quieren iniciar el texto de un correo electrónico
con el estilo que se usaba hace cincuenta años para escribir una carta. ¿Sabía
usted que ya hay normas de etiqueta para la comunicación en línea?
Y
no podemos dejar de lado una moneda de dos las caras de la ceguera
conocimiento/ignorancia que deteriora nuestro lenguaje escrito: la resistencia
ante los cambios ortográficos que sufrió la lengua española en 2010 –ceguera
por conocimiento- y la falta de observación a tales reglas por
ignorancia.
Estos
ejemplos reflejan conductas contrarias a lo que se espera de un estudiante o de
cualquier persona que quiere aprender y mejorar. ¿Quién los sabe todo? ¿Quién
hace todo perfecto? La buena disposición ante oportunidades de mejora y ante
nuevos aprendizajes, nos confirma como seres humanos capaces de desaprender
para aprender.
Llevemos
el análisis al momento histórico que vivimos en el país, ¿por qué no cambiar
las manifestaciones que entorpecen el tránsito causando problemas en autopistas
y ciudades? ¿Por qué tratar de convencernos de una reforma con una invasión
masiva de mensajes comerciales en radio y televisión? ¿Por qué no buscar
canales de diálogo y expresión que afecten menos a la población? ¿Por qué no
convencer con razones y dejar la repetición y la imposición? Tanto los pactos
como las negaciones categóricas pueden cegarnos, por ignorancia, por
conocimiento o por ambos. En cualquier caso, para muchos ciudadanos queda claro
que no estamos construyendo escenarios nuevos, con posibilidades de diálogo y sobre todo de
mejora, que requieren del pensamiento complejo que ha propuesto Morin.
Y
finalizo con una idea del mismo Morin, <<los analfabetos del siglo XXI no
serán los que no sepan leer ni escribir, sino los que no puedan aprender,
desaprender y reaprender>>
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