Autor: Jorge Luis Flores Romero
Publicado: La Primera de Puebla, 21
de marzo de 2014
El Trueque, que no obstante ser un acto de intercambio de
bienes que data dese el paleolítico, época en la que no existía el
concepto de servicios, y cuya característica fundamental es que
se realizaba sin mediar el dinero, por definición, el Trueque es
una acción que gramaticalmente proviene del verbo trocar, es
decir, cambiar. En este artículo el Trueque se indicará con
mayúscula, sólo para los efectos de distinguirlo como producto
de la reflexión como fenómeno económico y así exponer dos
ideas centrales: El Trueque como un Proceso de Significaciones;
y un enfoque actual y vigente del Trueque como actividad de
intercambio en contexto de la realidad social.
La argumentación fundamentada del presente trabajo cumple el
propósito de demostrar que el Trueque es una actividad humana
que aún hoy día se realiza, tanto desde las tradiciones, usos y
costumbres de los pueblos, como aprovechando las tecnologías
de la información y la Internet. Cierto. Existen efectivamente
sitios Web que promueven el libre intercambio sin mediar el
dinero, pero estos procesos no pueden estar exentos del factor
social y antropológico que representa.
En el contexto de la competitividad, se suceden los actos de
comercio. No obstante, esto no ha sido así, o al menos, el
procedimiento, el intermedio de dinero, no ha sido siempre la
constante. El Trueque surge sin que existiera de por medio la
percepción o noción monetaria. La racionalidad instrumental del
dinero. Pero la racionalidad del valor, la ponderación y
objetivación del bien y sus beneficios, eran inherentes a la
condición humana de razonar. Razonamiento no lineal, no igual,
no determinado de manera idéntica para todos los individuos,
sino diferenciado y establecido en función de su propia
subjetividad. La del sujeto. Individuo sujetado a su propia
estructura de pensamiento y construido socialmente.
Realizada la semblanza sobre la problemática y perspectivas que
plantea la explicación a lo que es un “ser humano” y cómo y
porqué actúa, a Clifford Geertz se le ha considerado como el
creador de la llamada "antropología simbólica", que en contraste
con la antropología cultural convencional, identifica una forma
de concebir el trabajo antropológico utilizado en la definición e
interpretación de aquellos agentes a los que estudia. La antropología simbólica se centra en las diferentes maneras en las que la gente entiende su entorno, así como las acciones de los demás miembros de su sociedad.
Estas interpretaciones se establecen por medio de símbolos y
procesos, como por ejemplo los rituales a través de los cuales,
los seres humanos establecemos significados a nuestras acciones.
En definitiva, se trata de una forma de lenguaje. Según Geertz,
en cada sociedad el hombre cae permanentemente en la
necesidad de obtener lo que él llama "fuentes de iluminación
simbólica", que le ayudan a realizar un completo sistema de
significados, que habrán de constituirse en la base de la
construcción de la identidad del sujeto.
El Trueque como actividad, interacción e intercambio social-
económico.
Explicado lo anterior, el ejercicio y desarrollo de este apartado
es conclusivo y los desagrego puntualmente en las siguientes
premisas de que el Trueque es una actividad humana. Por lo
tanto, no exenta de una significatividad; y de que se trata del
acto humano del intercambio más antiguo que surge y se realiza
a partir de los excedentes, es decir, el Trueque es posible si
alguien posee un bien que puede intercambiar por otro, cuando
ese bien que posee le resulta como algo adicional, suplementario
y relativamente innecesario para su supervivencia. En cambio,
percibe y se da cuenta, en ese cualidad humana que es el
discernimiento, de que tiene una necesidad, una carencia, un
deseo insatisfecho, y que quizás sea posible cubrir ese faltante,
a partir de intercambiar los excedentes propios, con los
excedentes de un ”otro” sujeto, una “otra” persona. Que el
Trueque es un intercambio de bienes (y actualmente de
servicios) que implícitamente posee un valor (en la amplia
acepción del valor desde la perspectiva de Michel Porter.
El Trueque es una práctica individual y colectiva cuya fecha de
inicio es imposible precisar, si data de miles de años, previo la
constitución del patrón dinero como medio de intercambio. Hoy
día resulta conveniente preguntar ¿Es una práctica actual,
vigente, viable, necesaria socialmente? La respuesta es sí, pues
de acuerdo a una investigación preliminar en medios de
información y la internet, al menos en México, aún pervive el
tianguis de Trueque, y se tiene el caso del Zacualpan y
Yecapixtla en el Estado de Morelos.
Gracias a las tecnologías de información y comunicación
informáticas, fue posible realizar y conocer el proyecto del
Banco de Tiempo, un espacio donde se pueden intercambiar
“horas hombre a” por “horas hombre b” Esto consiste en lo
siguiente y de acuerdo a la información consultada, que puede
ser el caso de que dadas las condiciones económicas que
imperan de escasez de liquidez o solvencia, alguien requiere de
los servicios de un plomero y no lo puede pagar, ¿Qué se puede
ofrecer en contraprestación de un servicio
prestado? El médico pude ofrecer sus servicios, el profesor su
asesoría, un herrero su mano de obra, etc. (perdón que hable en
masculino, pero tampoco el hablar de plomeros y plomeras,
profesores y profesoras, resuelve el asunto de la desigualdad y la
dominancia androcéntrica paternalista de nuestra cultura
mexicana)
Luego entonces sí es viable, incluso, analizando su
trascendencia, el trueque puede trastocar y perturbar el orden
económico predominante. Bienvenido el Trueque de regreso al
siglo XXI.
El autor es profesor de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Este texto se encuentra en:
http://circulodeescritores.blogspot.com
Sus comentarios son bienvenidos
bienes que data dese el paleolítico, época en la que no existía el
concepto de servicios, y cuya característica fundamental es que
se realizaba sin mediar el dinero, por definición, el Trueque es
una acción que gramaticalmente proviene del verbo trocar, es
decir, cambiar. En este artículo el Trueque se indicará con
mayúscula, sólo para los efectos de distinguirlo como producto
de la reflexión como fenómeno económico y así exponer dos
ideas centrales: El Trueque como un Proceso de Significaciones;
y un enfoque actual y vigente del Trueque como actividad de
intercambio en contexto de la realidad social.
La argumentación fundamentada del presente trabajo cumple el
propósito de demostrar que el Trueque es una actividad humana
que aún hoy día se realiza, tanto desde las tradiciones, usos y
costumbres de los pueblos, como aprovechando las tecnologías
de la información y la Internet. Cierto. Existen efectivamente
sitios Web que promueven el libre intercambio sin mediar el
dinero, pero estos procesos no pueden estar exentos del factor
social y antropológico que representa.
En el contexto de la competitividad, se suceden los actos de
comercio. No obstante, esto no ha sido así, o al menos, el
procedimiento, el intermedio de dinero, no ha sido siempre la
constante. El Trueque surge sin que existiera de por medio la
percepción o noción monetaria. La racionalidad instrumental del
dinero. Pero la racionalidad del valor, la ponderación y
objetivación del bien y sus beneficios, eran inherentes a la
condición humana de razonar. Razonamiento no lineal, no igual,
no determinado de manera idéntica para todos los individuos,
sino diferenciado y establecido en función de su propia
subjetividad. La del sujeto. Individuo sujetado a su propia
estructura de pensamiento y construido socialmente.
Realizada la semblanza sobre la problemática y perspectivas que
plantea la explicación a lo que es un “ser humano” y cómo y
porqué actúa, a Clifford Geertz se le ha considerado como el
creador de la llamada "antropología simbólica", que en contraste
con la antropología cultural convencional, identifica una forma
de concebir el trabajo antropológico utilizado en la definición e
interpretación de aquellos agentes a los que estudia. La antropología simbólica se centra en las diferentes maneras en las que la gente entiende su entorno, así como las acciones de los demás miembros de su sociedad.
Estas interpretaciones se establecen por medio de símbolos y
procesos, como por ejemplo los rituales a través de los cuales,
los seres humanos establecemos significados a nuestras acciones.
En definitiva, se trata de una forma de lenguaje. Según Geertz,
en cada sociedad el hombre cae permanentemente en la
necesidad de obtener lo que él llama "fuentes de iluminación
simbólica", que le ayudan a realizar un completo sistema de
significados, que habrán de constituirse en la base de la
construcción de la identidad del sujeto.
El Trueque como actividad, interacción e intercambio social-
económico.
Explicado lo anterior, el ejercicio y desarrollo de este apartado
es conclusivo y los desagrego puntualmente en las siguientes
premisas de que el Trueque es una actividad humana. Por lo
tanto, no exenta de una significatividad; y de que se trata del
acto humano del intercambio más antiguo que surge y se realiza
a partir de los excedentes, es decir, el Trueque es posible si
alguien posee un bien que puede intercambiar por otro, cuando
ese bien que posee le resulta como algo adicional, suplementario
y relativamente innecesario para su supervivencia. En cambio,
percibe y se da cuenta, en ese cualidad humana que es el
discernimiento, de que tiene una necesidad, una carencia, un
deseo insatisfecho, y que quizás sea posible cubrir ese faltante,
a partir de intercambiar los excedentes propios, con los
excedentes de un ”otro” sujeto, una “otra” persona. Que el
Trueque es un intercambio de bienes (y actualmente de
servicios) que implícitamente posee un valor (en la amplia
acepción del valor desde la perspectiva de Michel Porter.
El Trueque es una práctica individual y colectiva cuya fecha de
inicio es imposible precisar, si data de miles de años, previo la
constitución del patrón dinero como medio de intercambio. Hoy
día resulta conveniente preguntar ¿Es una práctica actual,
vigente, viable, necesaria socialmente? La respuesta es sí, pues
de acuerdo a una investigación preliminar en medios de
información y la internet, al menos en México, aún pervive el
tianguis de Trueque, y se tiene el caso del Zacualpan y
Yecapixtla en el Estado de Morelos.
Gracias a las tecnologías de información y comunicación
informáticas, fue posible realizar y conocer el proyecto del
Banco de Tiempo, un espacio donde se pueden intercambiar
“horas hombre a” por “horas hombre b” Esto consiste en lo
siguiente y de acuerdo a la información consultada, que puede
ser el caso de que dadas las condiciones económicas que
imperan de escasez de liquidez o solvencia, alguien requiere de
los servicios de un plomero y no lo puede pagar, ¿Qué se puede
ofrecer en contraprestación de un servicio
prestado? El médico pude ofrecer sus servicios, el profesor su
asesoría, un herrero su mano de obra, etc. (perdón que hable en
masculino, pero tampoco el hablar de plomeros y plomeras,
profesores y profesoras, resuelve el asunto de la desigualdad y la
dominancia androcéntrica paternalista de nuestra cultura
mexicana)
Luego entonces sí es viable, incluso, analizando su
trascendencia, el trueque puede trastocar y perturbar el orden
económico predominante. Bienvenido el Trueque de regreso al
siglo XXI.
El autor es profesor de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Este texto se encuentra en:
http://circulodeescritores.blogspot.com
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