Autor:
Juan Carlos Colín Ortega
Publicado:
en lado B, 08 de abril de 2013
El
desarrollo de la ciencia y la tecnología está subordinado con frecuencia a
intereses financieros, bélicos, partidistas y de control del poder.
Reconozcamos los esfuerzos de los estudiantes investigadores que por el
contrario, buscan mejorar las condiciones de vida de las personas menos
favorecidas. Siempre que se estudia el fenómeno de un grupo vulnerable de la
humanidad, se cae en el riesgo de solamente hacer una abstracción del problema
y olvidarse de cada persona que en ese momento sufre de la carencia que se
estudia, se piensa en la pobreza olvidándose de la persona pobre, o en la discapacidad
olvidándose de la persona discapacitada.
En
México existen más de 10 millones de discapacitados, de los cuales uno de cada
15 tiene problemas visuales (datos del INEGI, década del 2000), y según la
Organización Mundial de la Salud cada 5 minutos una persona pierde la vista en
el mundo. Describir la problemática puede servir como punto de arranque y
motivación para un proyecto de desarrollo tecnológico. A manera de ejemplo
puede observarse desde este ángulo el traslado urbano de una persona invidente.
Cuando
una persona normal camina, va verificando de forma continua e inconsciente
mediante su sentido de la vista, la posición en la que se encuentra. Cualquier
desviación en la ruta deseada, es registrada y corregida de inmediato. Lo mismo
sucede al conducir un automóvil o viajar en transporte público, la persona
verifica datos como que sea la ruta correcta de transporte público, que no sea
demasiado tarde para solicitar la parada, e incluso que el conductor no se
desvíe impropiamente de la ruta. Esta realimentación continua genera
tranquilidad en la persona que se desplaza, y también la posibilidad de
corregir las desviaciones en el itinerario ideal.
Ahora
imaginemos que no existe tal realimentación. En el mejor de los casos todo
saldrá bien y la persona llegará a su destino, pero tarde o temprano ocurrirá
algún evento que cause una desviación. Al no registrarse oportunamente tal
desviación, la persona cree que se encuentra en donde no está en realidad y
tratará de continuar con su ruta. El resultado será llegar a un lugar muy
diferente al deseado. Por otra parte debe considerarse la angustia permanente
que la persona sufre al tener la duda de la certeza de su posición. Las
personas invidentes aprenden los pasos a seguir para llegar de un lugar a otro
pero no tienen esa corrección frecuente de la ruta que permite el sentido de la
vista. Aún cuando el invidente trata de compensar esto preguntando a las
personas cercanas y reconociendo de forma táctil el lugar donde se encuentra,
no tiene una certeza de obtener el dato en el momento en que es necesario y con
precisión.
El
contacto con este tipo de problemáticas motivó hace unos años (2006) la
formación de un grupo de investigación relacionada con la Cibernética en la
Ibero Puebla, cuyo fin es desarrollar tecnología orientada a beneficiar de
forma tangible a las personas que sufren de alguna discapacidad o que no tienen
acceso a tecnología para la salud, apoyándolas para mejorar su nivel de vida.
Desde entonces se han desarrollado prototipos como: localizador para ciegos,
reconocimiento de patrones para interacción humano-máquina, transductor
cardiaco, visualizador de bioseñales y fonocardiógrafo portátil. Los reportes
correspondientes a estos proyectos han sido presentados y publicados en foros
internacionales.
Según
lo que reporta la ONU, los países con más actividad científica han elevado
sustancialmente su calidad de vida en pocas décadas. Más allá de eso, la
Universidad Iberoamericana tiene como misión la formación de hombres y mujeres
capaces para los demás. A partir de esta misión dignificante de la persona
humana y de altos valores, surgen en los departamentos académicos las líneas
orientadoras conocidas como desafíos departamentales. El desafío del
departamento de Ciencias e Ingenierías es lograr la Sustentabilidad y la
Calidad de Vida. Esta es la forma en la que se expresa el reto de aplicar la
ciencia para mejorar las condiciones de vida de la comunidad, especialmente de
los sectores vulnerables, pero sin deteriorar el medio ambiente. Al trabajar
con este desafío es que surgen proyectos de investigación que más que estar
patrocinados por una empresa con fines comerciales, están realmente
patrocinados por el empeño de los estudiantes que trabajan en su proyecto de
síntesis y evaluación del final de su carrera o que realizan su servicio
social, para realizar un cambio verdaderamente significativo y trascendente en
las vidas de personas que padecen sufrimientos que ensombrecen sus vidas y
amenazan su futuro.
La
realidad virtual tiene actualmente mucha aplicación en la tecnología destinada
al entretenimiento pero podría tener más trascendencia la aplicación que tiene
en otros campos como la medicina; entonces, para avanzar en esa dirección el
grupo de investigación tiene a la vista continuar promoviendo proyectos donde
se aplique la realidad virtual en sistemas para mejorar la interacción del
hombre con las máquinas en beneficio de la calidad de vida de las personas.
Actualmente se trabaja en añadir funciones prácticas de conectividad a un
fonocardiógrafo portátil, en diseñar una línea de ensamble de bajo volumen para
transductores fonocardiográficos y en un simulador de fonocardiogramas basado
en un modelo matemático computacional propio. El lineamiento que se ha ido
convirtiendo en el principal de todos es: Alta tecnología sí… pero socialmente
pertinente.
El
grupo Cibernética Aplicada de la Universidad Iberoamericana Puebla realiza
investigación aplicada que tenga una justificación social beneficiando a algún
sector vulnerable de la comunidad, manteniendo el rigor metodológico y el
recurso a los últimos avances de las ciencias biomédicas y de la Ingeniería.
Por todo esto se reconoce con agradecimiento a aquellos estudiantes que en este
momento están en los laboratorios de Ibero Puebla investigando y desarrollando
tecnología en beneficio de los demás.
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