Autor: José Vicente
Hurtado Herrera
Publicado: la Primera de Puebla, 03 de mayo de 2013
La educación es un tema que ha estado, y seguirá
estando
presente en la opinión pública, y ello responde a su relevancia
social, a su importancia como potencial mecanismo de cambio y
de progreso para una sociedad, pues ella centra sus esfuerzos en
una población de suma relevancia: los niños y los jóvenes.
Particularmente en este momento de la historia, en esta
coyuntura sociopolítica que guarda México, la educación está en
boca de muchos, principalmente por las manifestaciones que los
profesores de varios Estados del país están haciendo: Michoacán,
Oaxaca, Guerrero, entre otros.
En este escenario los medios de comunicación social han
impuesto una opinión de las movilizaciones, pues aunque no
podemos negar que pueden existir intereses políticos de por
medio, lo cierto es que los medios de comunicación dominantes,
particularmente las televisoras, han tachado las protestas como
expresión de meros rijosos, que buscan sólo intereses de
carácter personal. Pero en realidad ¿cuáles son las peticiones de
los maestros en estos movimientos? ¿son peticiones que pueden
tener sustento en la realidad presente o histórica?
En días recientes, he tenido la oportunidad de escuchar diversas
voces que me permiten entender otras aristas del conflicto
magisterial, he podido escuchar la opinión de otros actores de la
educación cuyo testimonio es valioso tomar en cuenta.
Primeramente Don Emilio, un profesor jubilado quien hace más
de 40 años participó en la fundación del Sistema de
Telesecundarias en el país. Ese hombre también tiene una
palabra sobre la Reforma Educativa promovida por el actual
gobierno federal. Don Emilio considera que es lógico que los
profesores de Guerrero se manifiesten, porque han vivido
engañados por las promesas gubernamentales; el gobierno abrió
normales rurales, prometiendo trabajos para todos los egresados
de las mismas, y esto nunca ocurrió, de aquí una de las demandas
que reclaman los profesores.
Por otro lado, Valente un joven maestro oaxaqueño, quien labora
en un municipio del Estado y que forma parte de la CNTE.
Expresa su convicción de oponerse a una Reforma Educativa
impuesta, decidida desde la élite del poder. Menciona estar a
favor de la evaluación tanto para docentes y alumnos, pero está
en contra de que sea una evaluación estandarizada, homogénea,
pues las condiciones educativas de maestros y alumnos no son las
mismas en el ámbito rural y urbano de este país. Se pide una evaluación que parta de un
planteamiento de equidad y desde el contexto específico.
Cierto es que también existen otras voces, otros profesores o
ciudadanos en general, que consideran estas manifestaciones
como una forma de desestabilizar un sistema, de intereses
mezquinos que sólo afectan los derechos del resto de la
población. Pero ¿es la expresión auténtica de lo que se piensa
sobre un movimiento, o es la mera repetición del mensaje con
que los medios de comunicación nos bombardean
cotidianamente?
La problemática educativa que estamos viviendo es un fenómeno
sin duda complejo, que implica informarnos y escuchar también a
los rijosos, a los desestabilizadores del sistema, pues todos
aquellos que laboramos en el ámbito educativo, buscamos
condiciones dignas de trabajo que nos permitan crecer junto
con los alumnos, y parece que ellos también, o por lo menos
muchos de ellos.
Docentes o no, lo cierto es que como mexicanos estamos
retados por construir un Sistema Educativo de mayor calidad,
más pertinente para los tiempos que vivimos, que promueva
condiciones dignas de vida, que le permita a las futuras
generaciones ser agentes de cambio.
Vale la pena la lucha de muchos, la voz cuestionadora y disidente
de diversos profesores, pues la educación a pesar de
encontrarse en crisis y profundamente retada por el contexto
de cambio que vivimos, sigue representando una alternativas para
hacer de este mundo una realidad mejor.
Las trincheras para transformar y dignificar la educación son
diversas, la principal y al alcance de todos los que nos dedicamos
a esta apasionante labora es el aula, ese espacio de relación en
donde pueden ocurrir grandes experiencias, en donde podemos
colaborar para que los alumnos se conviertan en sujetos, en
personas, en actores del destino personal y social.
Como docentes estamos retados a ver más allá de lo aparente, de
lo que se nos quiere mostrar desde los mecanismos del Estado.
Estamos invitados a indagar a tener una postura crítica ante lo
que está ocurriendo en el marco de la Reforma Educativa, pues
lo que está en juego es crucial: la formación de las nuevas
generaciones, el sentido de nuestra vocación y labor como
educadores.
El autor es profesor de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Este texto se encuentra en:
http://circulodeescritores.blogspot.com.
Sus comentarios son bienvenidos
presente en la opinión pública, y ello responde a su relevancia
social, a su importancia como potencial mecanismo de cambio y
de progreso para una sociedad, pues ella centra sus esfuerzos en
una población de suma relevancia: los niños y los jóvenes.
Particularmente en este momento de la historia, en esta
coyuntura sociopolítica que guarda México, la educación está en
boca de muchos, principalmente por las manifestaciones que los
profesores de varios Estados del país están haciendo: Michoacán,
Oaxaca, Guerrero, entre otros.
En este escenario los medios de comunicación social han
impuesto una opinión de las movilizaciones, pues aunque no
podemos negar que pueden existir intereses políticos de por
medio, lo cierto es que los medios de comunicación dominantes,
particularmente las televisoras, han tachado las protestas como
expresión de meros rijosos, que buscan sólo intereses de
carácter personal. Pero en realidad ¿cuáles son las peticiones de
los maestros en estos movimientos? ¿son peticiones que pueden
tener sustento en la realidad presente o histórica?
En días recientes, he tenido la oportunidad de escuchar diversas
voces que me permiten entender otras aristas del conflicto
magisterial, he podido escuchar la opinión de otros actores de la
educación cuyo testimonio es valioso tomar en cuenta.
Primeramente Don Emilio, un profesor jubilado quien hace más
de 40 años participó en la fundación del Sistema de
Telesecundarias en el país. Ese hombre también tiene una
palabra sobre la Reforma Educativa promovida por el actual
gobierno federal. Don Emilio considera que es lógico que los
profesores de Guerrero se manifiesten, porque han vivido
engañados por las promesas gubernamentales; el gobierno abrió
normales rurales, prometiendo trabajos para todos los egresados
de las mismas, y esto nunca ocurrió, de aquí una de las demandas
que reclaman los profesores.
Por otro lado, Valente un joven maestro oaxaqueño, quien labora
en un municipio del Estado y que forma parte de la CNTE.
Expresa su convicción de oponerse a una Reforma Educativa
impuesta, decidida desde la élite del poder. Menciona estar a
favor de la evaluación tanto para docentes y alumnos, pero está
en contra de que sea una evaluación estandarizada, homogénea,
pues las condiciones educativas de maestros y alumnos no son las
mismas en el ámbito rural y urbano de este país. Se pide una evaluación que parta de un
planteamiento de equidad y desde el contexto específico.
Cierto es que también existen otras voces, otros profesores o
ciudadanos en general, que consideran estas manifestaciones
como una forma de desestabilizar un sistema, de intereses
mezquinos que sólo afectan los derechos del resto de la
población. Pero ¿es la expresión auténtica de lo que se piensa
sobre un movimiento, o es la mera repetición del mensaje con
que los medios de comunicación nos bombardean
cotidianamente?
La problemática educativa que estamos viviendo es un fenómeno
sin duda complejo, que implica informarnos y escuchar también a
los rijosos, a los desestabilizadores del sistema, pues todos
aquellos que laboramos en el ámbito educativo, buscamos
condiciones dignas de trabajo que nos permitan crecer junto
con los alumnos, y parece que ellos también, o por lo menos
muchos de ellos.
Docentes o no, lo cierto es que como mexicanos estamos
retados por construir un Sistema Educativo de mayor calidad,
más pertinente para los tiempos que vivimos, que promueva
condiciones dignas de vida, que le permita a las futuras
generaciones ser agentes de cambio.
Vale la pena la lucha de muchos, la voz cuestionadora y disidente
de diversos profesores, pues la educación a pesar de
encontrarse en crisis y profundamente retada por el contexto
de cambio que vivimos, sigue representando una alternativas para
hacer de este mundo una realidad mejor.
Las trincheras para transformar y dignificar la educación son
diversas, la principal y al alcance de todos los que nos dedicamos
a esta apasionante labora es el aula, ese espacio de relación en
donde pueden ocurrir grandes experiencias, en donde podemos
colaborar para que los alumnos se conviertan en sujetos, en
personas, en actores del destino personal y social.
Como docentes estamos retados a ver más allá de lo aparente, de
lo que se nos quiere mostrar desde los mecanismos del Estado.
Estamos invitados a indagar a tener una postura crítica ante lo
que está ocurriendo en el marco de la Reforma Educativa, pues
lo que está en juego es crucial: la formación de las nuevas
generaciones, el sentido de nuestra vocación y labor como
educadores.
El autor es profesor de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Este texto se encuentra en:
http://circulodeescritores.blogspot.com.
Sus comentarios son bienvenidos
1 comentario:
Seria bueno que revisaramos con detenimiento los puntos que se establecieron en la Reforma educativa,estoy segura que tiene aspectos buenos; sin embargo y como usted lo mencionó la formación académica normalista se da en contextos muy diferentes, eso si se da; ya que existen comunidades muy lejanas donde los maestros solo tienen la primaria entonces seria bueno atender a esas situaciones, probablemente ya entregaron muchos años de su vida y temen que de la noche a la mañana les quiten la unica fuente de ingresos y a sus alumnos la oportunidad de aprender. Por otro lado,será que esta reforma afecta a los líderes sindicales, porque se acabaran sus privilegios, en fin hablar del magisterio en Mexico
es tema de nunca acabar por donde quiera que le busquemos hay cosas que no son claras, pero en fin mientras sean peras o manzanas nuestro reto es mejorar la
practica educativa y acompañarlos en su formacion humana durante el tiempo que estén con nosotros.GRACIAS
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