Autor:
Paola Oliver Cruz
Publicado: e-consulta, 28 de mayo de 2013
Perder peso, para verse y
sentirse mejor, se ha convertido en uno de los retos más complicados para los
profesionales de la salud. Ya que mientras ellos recomiendan un estilo de vida
saludable y lo que incluye una dieta correcta; los pacientes son bombardeados
por los medios de comunicación acerca de productos “milagrosos”. Estos
productos poco a poco han ido ganando terreno en la preferencia de los
pacientes, ya que promueven una pérdida de peso sin esfuerzos y sin dietas restringidas.
Un
producto para bajar de peso es aquel hecho a base de hierbas, extractos
vegetales, adicionados o no, de vitaminas o minerales, que promueve la pérdida
de peso, el cual no requiere contar con un registro sanitario, además de que no
pasa pruebas exhaustivas para demostrar su eficacia, calidad y seguridad antes
de ser comercializado y su vigilancia se realiza cuando ya están en el mercado.
Entonces se podría decir que no todos los productos que están en el mercado han
demostrado su eficacia ni su seguridad, un pequeño inconveniente ¿no? por lo
tanto, nadie asegura a los consumidores que funcionen y no les causen daños a
la salud.
Según
cálculos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios
(Cofepris) actualmente existen más de 95 productos para bajar de peso, como
malteadas, pastillas, cremas, entre otros. Estos productos promueven una
pérdida de peso rápida y sin esfuerzos, lo cuál se vuelve muy atractivo para
las personas, pero la información acerca de sus componentes y los efectos
secundarios es muy limitada o viene en letras ilegibles.
Incluso,
aunque la información pueda leerse perfectamente, muchos de los consumidores
desconocen los nombres de los compuestos que aparecen en la etiqueta, por lo
tanto no saben de qué está hecho el producto, aunado a esto, muchos productos
se promocionan como naturales por lo que la gente piensa que no causan ningún
daño a la salud.
De
igual manera, emplean términos engañosos como “curar”, “aliviar”, “cambiar” y
ofrecen testimonios “verídicos” de usuarios que han obtenido los beneficios,
pero acaso ¿podemos comprobar la autenticidad de estos testimonios? Exacto ¡no
podemos! y al parecer no nos interesa tampoco, no solo se aprovechan de nuestra
falta de información si no de nuestra indiferencia.
Se
ha comprobado que el consumo de estos productos pone en riesgo la salud, ya que
la pérdida de peso es provocada por medio de un desequilibrio metabólico, como
por ejemplo la deshidratación del cuerpo, así el peso perdido es igual al agua
eliminada y no a la grasa quemada o pérdida, tal es el caso de la alcachofa.
Es
muy común encontrar en estos productos la leyenda “El uso y consumo de este
producto es responsabilidad de quien lo recomienda y quien lo usa” frase que
sugiere que los productores se deslindan de toda responsabilidad sobre el uso
de estos productos, haciendo responsables a los mismos consumidores.
Los
medios de comunicación juegan un papel muy importante, ya que son los
encargados de promocionar estos productos en infomerciales donde personajes del
mundo artístico son los que aparecen hablando de los magníficos resultados que
el producto tiene, pero ¡ojo!, ninguno habla de cambiar el problema de fondo
que es un estilo de vida no saludable. Parece ser que resulta más fácil y
atractivo vender un estilo de vida lleno de excesos y que sus efectos puedan
ser “curados” por un producto “milagroso” en un abrir y cerrar de ojos, que un
estilo de vida saludable, que implique compromisos, paciencia, autocontrol y
autocuidado.
Expertos
aseguran que la opción más efectiva para bajar de peso es una dieta correcta
junto con la realización de actividad física. Una dieta correcta, es la que
está calculada con base en tus requerimientos, estilo de vida y gustos,
la que incluye los tres grupos de alimentos y lo más importante la que no pone
en riesgo tu salud. Si bien, con una dieta correcta es más lenta la
pérdida de peso, es la única opción que te asegura hacerlo de una forma
saludable así como crear buenos hábitos de alimentación y mantener un peso
adecuado.
La
verdad es simple, no existe ningún producto milagroso que nos ofrezca una
solución mágica para deshacernos de esos kilos de más. Ningún producto resuelve
los verdaderos problemas que son los malos hábitos alimenticios y la falta de
actividad física. El creer que algún producto va a “curarte” del sobrepeso u
obesidad es como creer que un boleto de lotería te va a ser rico.
Por
lo anterior, antes de comprar cualquiera de los productos “milagrosos” que se
venden para bajar de peso consulta un especialista en salud que te oriente y te
dé opciones saludables para resolver tu problema. Recuerda que una dieta
correcta no necesita usar engaños ni prometer milagros para resolver tu
problema.
*La autora es alumna de la
Universidad Iberoamericana Puebla.
Este texto se encuentra en:
http://circulodeescritores.blogspot.com.
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1 comentario:
Bien hecho en este articulo! He estado tratando econtrar productos naturales para bajar de peso rapido, y esto me ayudo muchisimo! Gracias!
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