Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos
Publicado: en lado B, 06 de
marzo de 2012
En días pasado
hubo un escándalo cuando Denisse Dresser dijo, a propósito del documental de
Panzazo, que cuando uno ve éste cae en la tentación de desear que la Señora
Elba Esther Gordillo muera en su próxima cirugía plástica, dado el daño que
causa a la educación en nuestro país. La intelectual se disculpó después
diciendo que era una broma de mal gusto y que lo que había querido decir es que
el problema de la educación en México no está centrado en la Señora, sino que
es un problema sistémico, en el que todos estamos involucrados.
Esto es algo
que ya se ha dicho desde hace unos pocos años, es necesario rehacer la SEP y
reestructurar el SNTE, también rehacer la estructura educativa y renovar la
formación inicial y continua de los docentes. Pues curricularmente ya se han
hecho las renovaciones pertinentes, de acuerdo a lo señalado por la OCDE, pero
ésta se han vuelto a montar en el viejo sistema haciendo que el currículum
truene por lo más delgado, los profesores.
Según Michel
Fullan, las innovaciones educativas no funcionan, porque el sistema educativo
no cambia, es decir la gestión y la administración siguen siendo las mismas,
incluso la formación de los docentes no se actualiza. En nuestro país, fuimos
testigos de que se hizo la renovación al currículo y después la renovación de
los planes de estudios de las normales, ¿no tendría que haber sido al revés? Y
luego ya que se había echado a andar la propuesta curricular se empezó a
preparar a los profesores haciendo una formación en cascada, pero con esto más
bien se informa, no se forma.
Los cursos son
breves y no hay seguimiento de la implementación, se confía que con esa
“información” será suficiente para que el profesor pueda implementar una
propuesta curricular tan compleja como es el enfoque por competencias. Como
ejemplo comento que el sábado pasado uno de mis alumnos de maestría que es
profesor en una escuela secundaria pública, me mostró un power point, muy bien
hecho y muy interesante de cómo hacer la evaluación por competencias.
El problema no
es el material, sino que hasta ahora y unos años después de implementarse la
reforma de la educación básica, se esté informando a los profesores sobre cómo
evaluar las competencias, entonces ¿cómo lo han hecho hasta ahora? Pues como lo
venían haciendo hasta antes de la reforma, y en realidad las prácticas
educativas siguen tan tradicionales como siempre.
Como docente
de docentes, observo que muchos de mis alumnos tienen más compromiso y vocación
que formación y con eso hacen mucho, pero no es suficiente, efectivamente hay
un mal sistémico en la educación, pero por dónde empezar a cambiarlo para
realmente mejorarlo, para terminar con todos los intereses creados por la SEP y
el SNTE y favorecer que los profesores reciban la formación necesaria y de la
manera correcta para que las propuestas curriculares no tuenen por lo más
delgado.
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