viernes, marzo 02, 2012

Tecnología ¿Fin o medio?


Autora: Alejandra Alpuche Vélez
Publicado: Síntesis Tlaxcala, 16 de febrero de 2012

     En nuestra época es normal escuchar la palabra tecnología en prácticamente cualquier contexto. En el ámbito escolar, incluso es un concepto de “moda” asociado a la innovación y calidad educativa; sin embargo, el hecho de que sea un término cotidiano, no implica que sea bien entendido, por lo que se hace necesario preguntarse sobre el sentido de la tecnología en la educación.
     Si se parte de la definición, tecnología hace referencia a un sistema de acciones encaminadas a mejorar la eficiencia y eficacia de los procesos humanos, por lo tanto la respuesta a la pregunta del título es obvia: la tecnología es un medio para mejorar los procesos humanos, en este caso, el proceso educativo. Sin embargo, es fácil darse cuenta que no siempre se entiende así.
     Por ejemplo, las políticas educativas (tanto públicas como privadas) relacionadas con el uso de la tecnología, están en función de la adquisición (o imposición) de la misma: Computación obligatoria para todos, Enciclomedia obligatoria para educación básica en sexto grado, ahora todos los cursos deben estar en línea, el pizarrón ha sido sustituido por las presentaciones en Power Point, en una escuela no pueden faltar proyectores, computadoras, etc. Entonces, pareciera que adquirir tecnología o cargar cursos en línea, es el fin, ya que no se reflexiona sobre: ¿cómo coadyuva el uso de tecnología al logro de los propósitos educativos?, ¿cuál es el medio tecnológico idóneo para determinada actividad?, ¿qué necesidades educativas se atienden con la tecnología?, ¿cuáles son los pasos previos que una institución debería tomar en cuenta para invertir en tecnología?, ¿cuál es el uso adecuado de X herramienta?, ¿cómo se inserta esta tecnología en un determinado contexto?...
       Lo anterior provoca que en lugar de mejorar los procesos, los obstaculice y finalmente, se  desaproveche la tecnología, como es el caso del programa Enciclomedia o de diversas herramientas que como no corresponden al contexto, simplemente se empolvan hasta que dejan de funcionar…
Por lo tanto, si se toma en cuenta que desde el plumón para pizarrón hasta la plataforma educativa en línea Moodle, son tecnología, los esfuerzos en educación no sólo deben ir encaminados a que ahora “todos los cursos estén en Moodle”, sino más bien, al discernimiento sobre la mejor tecnología que permita hacer el proceso educativo más eficiente y eficaz, a conocer las herramientas, a capacitar a los involucrados, a facilitar el aprendizaje a través del uso adecuado de la tecnología y a comprender que la tecnología no es el fin, sino un medio.
     En nuestra época es normal escuchar la palabra tecnología en prácticamente cualquier contexto. En el ámbito escolar, incluso es un concepto de “moda” asociado a la innovación y calidad educativa; sin embargo, el hecho de que sea un término cotidiano, no implica que sea bien entendido, por lo que se hace necesario preguntarse sobre el sentido de la tecnología en la educación.

   Si se parte de la definición, tecnología hace referencia a un sistema de acciones encaminadas a mejorar la eficiencia y eficacia de los procesos humanos, por lo tanto la respuesta a la pregunta del título es obvia: la tecnología es un medio para mejorar los procesos humanos, en este caso, el proceso educativo. Sin embargo, es fácil darse cuenta que no siempre se entiende así.
     Por ejemplo, las políticas educativas (tanto públicas como privadas) relacionadas con el uso de la tecnología, están en función de la adquisición (o imposición) de la misma: Computación obligatoria para todos, Enciclomedia obligatoria para educación básica en sexto grado, ahora todos los cursos deben estar en línea, el pizarrón ha sido sustituido por las presentaciones en Power Point, en una escuela no pueden faltar proyectores, computadoras, etc. Entonces, pareciera que adquirir tecnología o cargar cursos en línea, es el fin, ya que no se reflexiona sobre: ¿cómo coadyuva el uso de tecnología al logro de los propósitos educativos?, ¿cuál es el medio tecnológico idóneo para determinada actividad?, ¿qué necesidades educativas se atienden con la tecnología?, ¿cuáles son los pasos previos que una institución debería tomar en cuenta para invertir en tecnología?, ¿cuál es el uso adecuado de X herramienta?, ¿cómo se inserta esta tecnología en un determinado contexto?...
     Lo anterior provoca que en lugar de mejorar los procesos, los obstaculice y finalmente, se  desaproveche la tecnología, como es el caso del programa Enciclomedia o de diversas herramientas que como no corresponden al contexto, simplemente se empolvan hasta que dejan de funcionar…
     Por lo tanto, si se toma en cuenta que desde el plumón para pizarrón hasta la plataforma educativa en línea Moodle, son tecnología, los esfuerzos en educación no sólo deben ir encaminados a que ahora “todos los cursos estén en Moodle”, sino más bien, al discernimiento sobre la mejor tecnología que permita hacer el proceso educativo más eficiente y eficaz, a conocer las herramientas, a capacitar a los involucrados, a facilitar el aprendizaje a través del uso adecuado de la tecnología y a comprender que la tecnología no es el fin, sino un medio.

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