Autor: Ramón Felipe Tecólt González
Publicado: La Primera de Puebla,
Los que nacimos en la década de los
60's y 70's somos fehacientes testigos de las más importantes invenciones
tecnológicas que conocemos hoy en día. Aunque muchos nacimientos de esta índole
se gestaron en las décadas de los 50's, 60's y 70's, el “boom” de dichas
invenciones fue en los 80's y parte de los 90's.
Esta fue una época completamente
radical, la transición de la era industrial a la era informática, una era que
acuñaba acrónimos sorprendentes: CD, VCR, IBM, PC... un paraíso tecnológico
dedicado al entretenimiento y a la ergonomía cortesía de Silicon Valley.
Conocí y usé un Walkman, andábamos por
las calles con el aparatejo colgado en el cinturón, audífonos monstruosos y
horribles en la cabeza y unos tres o cuatro cassettes para que la música a
escuchar fuera lo más variada posible. Si no adquirías el medio de un artista
en específico, se solía “pasar” música de varios LP distintos consiguiendo un
cassette eclécticamente grabado con una duración no mayor a dos horas, además
había que “voltearlo”. Ahora tenemos un iPod o gadget de MP3 con cien o mil
veces la capacidad de un cassette y mucha mejor fidelidad auditiva que un
Walkman ochentero.
Conocí y usé una VCR Beta, formato
producido por Sony, competencia del VHS de JVC siendo éste último el ganador en
la primera guerra de formatos de video. Las VCR que usábamos eran gigantescas
pero nos trajeron la magia del cine a la comodidad del hogar. Ahora tenemos DVD
y BluRay, con una nitidez y definición que puedes hasta apreciar los poros del
actor en close up.
Conocí y usé una PC, una gigantesca
computadora “personal”, que de personales no tenían más que el nombre, con un
poderoso procesador Intel 8088, 64Kb en RAM, dos unidades floppy de 5 1/4” de
360Kb cada una, monitor monocromático, módem de 28.8 kbps para conectarnos vía
dial-up al naciente internet. Ahora tenemos microcomputadoras con 1000 veces
más capacidad de procesamiento y almacenamiento del tamaño de una libreta
pequeña.
Conocí y usé un Atari o un
Intellevision, con gráficos muy pobres de ocho bits pero que podían mantenernos
estáticos frente al televisor por horas jugando títulos como Asteroids, Missile
Command, Donkey Kong, QBert y Pac Man. Ahora tenemos XBox 360 y Playstation 3
con gráficos y texturas sorprendentes que nos dejan a los de la época de Tron
boquiabiertos; y tenemos Kinect, un engendro cámara+sensor+micrófono que evita
que tengamos control alguno en las manos. También tenemos PSP y Vita, super
consolas portátiles con una resolución inimaginable en los ochenta.
Conocí y usé televisores blanco y
negro de bulbos, que parecían tardar siglos en encender y otro tanto en
apagarse con el típico puntito central muy brillante. Después conocimos la
televisión a color, 100% transistorizada, que ya no tardaba siglos en encender,
sino décadas, nada de botones o control remoto, ¡perillas! para cambiar de
canal. No había mucha variedad en canales de televisión abierta, sólo 3. La
televisión por cable, ni pensarla. Ahora tenemos pantallas planas LCD, LED y
LED-3D, que van de 29 a 70-80 pulgadas que nos tienen atónitos ante ellas
durante horas haciendo “zapping” con sistemas de cable satelital de calidad HD
con más canales que granos en un elote.
Conocí y usé teléfonos celulares de un
kilo de peso. Algunos venían como especie de maletita y pesaban más, costaban alrededor
de 4500 dólares. Sólo eran para la élite y los empresarios por los que teníamos
conocimiento de ellos era por las películas que Hollywood nos mostraba. En los
90's fue el boom, era más fácil acceder a estos dispositivos y era
relativamente fácil obtener uno previo endoso del acta de nacimiento,
matrimonio y defunción. Ahora tenemos Smartphones con juegos, aplicaciones,
GPS, pantalla táctil, almacenamiento casi infinito y mil un monerías nunca
antes vistas.
Conocí y usé Internet pero lo
llamábamos Bitnet. Podíamos, de manera rudimentaria, enviar y recibir correo
electrónico, acceder a información académica a través de Gopher, hacíamos
búsquedas con Verónica y WAIS. El chat se limitaba a una pantalla dividida en
dos partes, una para lo que escribía el emisor y otra para lo que nos tenía que
decir nuestro receptor, una analogía virtual del modelo creado por Shannon y
Weaver. Teníamos grupos de noticias en Usenet y los BBS eran las primeras
formas de lo que ahora llamamos blogs. Ahora tenemos Messenger, Twitter,
Facebook, miles de millones de páginas a todo color, YouTube si deseamos ver
videos, LinkedIn, Instagram y Flickr para fotografía, Wikipedia, Google… miles
de aplicaciones on-line para todos los gustos y edades.
Creo que pertenezco a la generación
que ha conocido más que otras en lo que refiere a adelantos tecnológicos y que
ha moldeado el mundo lo que es hoy. ¿Cuánt@s se identifican con un servidor?
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