sábado, febrero 13, 2016

Lunch saludable: no solo es para los niños

Autora: Daniela Ramos Jiménez
Publicado en Lado B, el 28 de enero de 2016

Con todos los problemas de nutrición que tiene la población mexicana, principalmente sobrepeso y obesidad, hoy la población comienza a fijarse más en lo que come o lo que se les brindan a los niños mediante el lunch o lo que venden en las escuelas.
Con respecto en este punto en 2011 se comenzó el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, en el cual a través de la Secretaría de Educación Pública y la Secretaría de Salud, se buscaba reducir en las escuelas el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares refinados y sodio, por lo que en algunas instituciones prohibieron la venta de alimentos con estas características y las empresas de alimentos optaron por empacar sus productos en contenedores más pequeños para reducir las porciones y por lo tanto cumplir con la nueva normatividad, sin embargo esta no es la solución.
La iniciativa se basó en una encuesta que realizó PROFECO en 2009 sobre el consumo de alimentos en las escuelas y encontraron que el 74% de los padres de familia les daban dinero a sus hijos y no les enviaban un lunch desde casa. Por lo que si nos seguimos basando en esta problemática entonces si anteriormente un niño compraba un jugo embotellado de 330 ml ahora comprará de dos a tres jugos de 180 ml cada uno (la porción adaptada para su venta) por lo que el pequeño estará recibiendo las mismas o más kilocalorías que si solo se tomara un solo jugo de tamaño regular. Entonces el problema no son los productos el problema es la educación en cuanto a nutrición y alimentación que tienen los padres.
Con los estilos de vida que tenemos en la actualidad cada vez es menos frecuente que los padres elaboren un lunch adecuado. Sin embargo, los niños aprenden de los padres, por lo que si un menor observa que el papá se lleva un lunch práctico y adecuado al trabajo el niño por sí solo pedirá un lunch similar para llevarse a la escuela, pero si observa una conducta donde los padres desayunan solo café o refresco y pan, el pequeño optará por adquirir el mismo hábito y entonces que no nos sorprenda observarlos con sus vasos entrenadores con café, refrescos o jugos.
Por lo anterior es recomendable elaborar un lunch tanto para los niños como para los padres que contenga frutas y verduras, cereales integrales y alimentos con proteínas, sin olvidar los lácteos bajos en grasa y grasas vegetales saludables como el aguacate. De esta manera se va formando un hábito no solo momentáneo sino para toda la vida, evitando las enfermedades que hoy aquejan a la población mexicana.

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