Autora: Niza del
C. Gutiérrez Ruiz
Publicado en E-Consulta, el 17 de diciembre de 2015
Aquellos que
laboran en instituciones educativas están por iniciar su periodo vacacional,
otros en breve lo estarán haciendo. Seguramente ya dieron también inicio al ya
conocido maratón Guadalupe-Reyes (en algunos casos), entre otras cosas. En fin,
este es un buen momento para comenzar a recapitular nuestro andar por esta
tierra, así como nuestras acciones en el año que se va.
Diciembre es un mes que nos permite acercarnos a nuestros seres
queridos, a nuestros compañeros de trabajo a partir de las convivencias
generadas, familia, amigos y todo aquel que nos haya compartido un momento de
felicidad o aprendizaje, pero tratemos de profundizar más en algunos aspectos
muy comunes.
Alza la voz y confía. Si bien la violencia en nuestro país y en el mundo, cada día se
hace más presente y notorio gracias a las redes sociales. No debemos permitir
que el miedo nos invada. Es mejor preguntarnos ¿Qué puedo hacer hoy para
cambiar nuestro mañana? Aunque sea una simple acción (por así decirlo), debemos
buscar marcar la diferencia a través de nuestras acciones. La educación que
recibimos a través de la escuela, de nuestros padres, la forma en como actuamos
con nuestro vecino y nuestra comunidad en general, lo que aportamos para ser
mejores. No te calles ante un acto de corrupción o delito. Existen diferentes
medios que te permiten dar a conocer una situación en particular, de forma
anónima.
Más tacto y menos objetos. Es verdad, cada día nos esforzamos para dar lo mejor de nosotros
en nuestro trabajo o desempeño escolar para recibir un sueldo o apoyo económico
y hacernos de diversos materiales que satisfagan nuestras necesidades. No es
que esté mal, pero debemos equilibrar dichas adquisiciones con el uso real que
le daremos, no solamente por tendencia. La tecnología va y viene, la moda en
ropa, los viajes, también. Si vas a invertir, hazlo a través de fundaciones, en
apoyar a quien más lo necesite o simplemente en compartir una rica cena con las
personas que han estado ahí siempre, en las buenas y en las malas.
Si este año te equivocaste,
no culpes a los demás. Mejor reflexiona sobre lo
sucedido, trata de verlo con otros ojos y permítete aprender para no repetir
dicha acción en la próxima ocasión. Es muy válido reconocerse a través del
otro. Ese alto que te pasaste en el boulevard y que por suerte no pasó nada,
puedo ser lo contrario. Esa molestia que tuviste al hacer una larga fila para
realizar un trámite y de pilón sentir que la persona en ventanilla te trató
mal, es mejor si procuras organizar tus tiempos e ir con calma, no en el último
momento. Además, ¿Quién te asegura que la persona que te atendió no tuvo
también un mal día?
Más comunidad, menos
individualismo. Somos personas que integran una
sociedad, ya sea como parte de un grupo escolar o laboral, todos tenemos un fin
común. Cada uno de nosotros es diferente y no siempre existirán los acuerdos,
pero es mejor si practicamos la tolerancia y el respeto. Apoya y aporta cuando
sea necesario, no necesariamente debe estar incluido en tu función. Verás que
el trayecto puede ser más sencillo si te permites tener apertura ante opiniones
o diversas acciones presentadas. No siempre podremos cambiar al mundo, pero
podemos empezar a contagiar a nuestro mundo (contexto en el que te encuentras)
a través de pequeñas acciones, que seguramente harán poco a poco la diferencia.
Así que, en este año que termina, deseo que nuestros
aprendizajes de ayer y hoy nos permitan ser más fuertes y humildes para
acompañar al otro mañana.
¡Felices fiestas!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario