Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos
Publicado en E-Consulta
el 9 de diciembre de 2015
Todas las semanas estamos teniendo algún hecho
significativo del que vale la pena hablar en relación a la Reforma Educativa,
particularmente la evaluación de la docencia que se está llevando a cabo en
estos días. Lo sucedido en Acapulco el jueves 3 de diciembre no había tenido
referente. Cuando ya estaba casi todo listo para iniciar la evaluación, un
grupo de profesores empezaron a desconectar un número indeterminado de
computadoras y a gritar consignas para evitar que la evaluación se llevara a
cabo. Así que la autoridad educativa se vio obligada a suspender la prueba por
dos horas. A las 11 Hrs. del mismo día se reinició la prueba y aunque no todos
los que se habían registrado, la mayoría de los docentes retomaron la
evaluación.
Y
aunque veo que la Secretaría de Educación Pública (SEP) está haciendo sus
mejores esfuerzos para lograr que la evaluación se lleve a cabo en el mayor
orden posible, no lo ha logrado y es posible que esto se deba a que está
utilizando a la policía federal para resguardar el orden, particularmente en
las regiones en donde la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación
(CNTE), tiene mayor presencia, generando mucha desconfianza entre los docentes.
El
sábado fue imposible no tocar el tema con mis alumnos de maestría, pues la
mayoría de ellos son profesores y directivos de escuelas básicas y públicas.
Todos ellos se muestran preocupados de cómo están sucediendo las cosas. Tiene
temor, pues están convencidos de que la prueba se ha diseñado para sacarlos a
todos del servicio profesional docente y que las tres evaluaciones que
enfrentarán solo alargarán la agonía y que muchos de ellos -si no todos-,
pronto estarán fuera. Hablamos de quiénes diseñaron la prueba, de qué debe
pasar al enfrentarla, de cómo pueden prepararse, de qué deben esperar.
Lo
que pude observar en este diálogo es el alto nivel de desinformación, y cuando
les hice ver esto a mis alumnos y les pregunté cuáles eran sus fuentes de
información, me refirieron que se las proporcionan sus representantes
sindicales. Entonces les dije que se estaban arrimando a un mal árbol, porque
los sindicatos son los más afectados con esta Reforma, pues perderán buena
parte del poder que tienen en la educación en México. Los invité a que se
enteraran por ellos mismos, que leyeran la reforma que sigan la página de
Facebook del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE),
entre otras cosas.
Por
otro lado, pude percibir un alto nivel de desconfianza, “no van a correr a
todos” decían algunos. Otros decían, “no nos pueden correr a todos” y otros más
decían “no van a correr a nadie”. Yo creo que se van a ir del Servicio
Profesional Docente, aquellos que tengan que irse. La evaluación tal como se ha
planteado, está orientada a la mejora. Los profesores pueden presentar por
primera vez la evaluación y con esto saber cuáles serán sus áreas de
oportunidad, es decir, saber en qué no salió tan bien evaluado y trabajar en
ello para poder mejorar en la siguiente evaluación.
Por
eso recomiendo a los profesores, primero que revisen por ellos mismos el texto
de la Reforma Educativa y que revisen la Ley al respecto, para que hagan su
propio juicio y no se dejen llevar por todo lo que se dice sobre esta Reforma,
uno de mis alumnos, decía “es que uno ya no sabe qué creer, pero en radio
pasillo se escuchan muchas
cosas que son ciertas y muchas otras que no los son”. Por esto es importante
que los profesores tengan la información de primera mano y la pueden encontrar
en la página de la SEP.
También
es necesario que entren a la página del INEE, para que puedan tener acceso a
toda la información que ha generado el Instituto en relación a la evaluación y
para que practiquen con los simuladores de la prueba. Así sabrán qué tipos de
preguntas van a enfrentar y sobre qué deben leer.
En
segundo lugar, es importante que los docentes reflexionen con otros compañeros
sobre sus experiencias profesionales y que piensen qué hacen cuando enfrentan
diferentes situaciones como profesores o como directivos, pues buena parte de
la prueba se basa en casos prácticos. No se trata de aprenderse nada de
memoria, sino de ser lógicos y tener conocimiento pedagógico y de política
pública para responder a esta evaluación.
En
tercer lugar, es necesario reestablecer la confianza. Se requiere que el Estado
y eso también incluye al INEE confíe en miles de profesores que están haciendo
bien su trabajo y que con muy poco hace mucho. Pero también es necesario que esos
miles de profesores confíen en que no se trata de quitarles su trabajo, sino de
mejorar la educación en nuestro país, no solo para mantener el empleo, sino
para dar mejores condiciones de vida a muchos niños y adolescentes que lo
requieren. Todos los que estamos relacionados con el ámbito educativo sabemos
que la escuela (como institución y de manera personal) es la única que hace
algo en favor de muchos niños y adolescentes.
Recuperemos
la confianza, no encuentro otra forma de avanzar en este agujero en el estamos
metidos.
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