Autora: Ma. Eugenia Sánchez Díaz de Rivera.
Publicación: La jornada de oriente, 7 de Julio de 2006.
¡Qué bueno que salimos a votar! ¡Qué bueno que no hubo percances el día de la votación! ¡Que extraordinaria la cantidad de ciudadanos voluntarios que como funcionarios de casilla o como observadores hicieron posible la jornada! Eso es, obviamente digno de celebrase, pero de ahí a hablar de elecciones “limpias” es otro asunto. Las calles contaminadas de propaganda, las mentes contaminadas de mentiras y resentimientos, los bolsillos de las grandes cadenas de Televisión hartadas con el dinero de nuestros impuestos ¿son elecciones limpias? No sería exagerado afirmar que ha sido la campaña mas larga, la más costosa y la más sucia de América Latina en las últimas décadas.
Al escribir este artículo “la moneda está aún en el aire”, Andrés Manuel López Obrador o Felipe Calderón, pero lo que también está en el “aire” es un olor enrarecido, ¿Qué pasó con Hildebrando S.A. y el padrón electoral?, ¿y el terror generado a la población con los spots? ¿ y la aprobación y promulgación electorera de la Ley Televisa?. ¿Elecciones limpias? Dicen que eso es la democracia, solamente que no hay que olvidar que en nuestro país la campaña nos costó casi 20 000 millones de pesos, que empezó hace 3 años cuando Fox dejó de gobernar, que se empezó a desvirtuar con el intento de desafuero de López Obrador, que los principales ganadores fueron las grandes compañías televisoras; y sobre todo que en un país tan desigual e injusto como México la elección es, para millones de mexicanos cuestión de comer o no comer, de ser libre o estar injustamente en la cárcel, y si no, veamos lo ocurrido en Atenco.
Los antagonismos sociales, resultado de una historia nacional de pillaje; agudizados por una dinámica mundial polarizadora a la que nuestro país en manos del PRI y del PAN se ha vinculado indiscriminadamente; provocados por los múltiples Fobaproas que ha encubierto el Gobierno- y que de ganar Calderón - seguirá encubriendo, hacen que la situación de nuestra nación sea muy inquietante.
Se necesita lucidez y análisis comprometido acerca de las encrucijadas en las que se encuentra México en un contexto internacional que hace casi inviable el llamado “desarrollo” porque la externalización de sus costos a la naturaleza y a otros grupos sociales es cada vez más difícil. Se necesita un gran estadista, ninguno de los dos candidatos punteros lo es, pero lo que Calderón nos ofrece es “mano dura”, y en los últimos meses hemos comprobado, aterrados, sí aterrados, lo que eso significa: Incapacidad elemental de analizar y enfrentar los antagonismos; capacidad de generar más violencia de la existente, extraordinaria habilidad para generar miedo y sobre todo ausencia de la menor sensibilidad social consistente. El PAN, el “honesto” PAN, nos ha mostrado en lo que se ha convertido y a lo que está dispuesto. Y a eso hay que añadir la manipulación de la religión que ha estado a la vista, para descrédito de la misma. ¿Nos damos cuenta de los escenarios a los que nos pueden conducir esas maneras de proceder?
Y por si fuera poco, los análisis de blogs independientes, muestran inconsistencias entre las sábanas de resultados exhibidas afuera de las casillas y los resultados del PREP que le quitan votos a Andrés Manuel López Obrador. ¿Campaña sucia y elecciones limpias?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario