viernes, diciembre 14, 2012

¿Por qué el dinero tiene valor? Valor del Dinero

Autor: Jaime Carlo Franco
Publicado: La Primera de Puebla, 12 de diciembre de 2012

     Dinero, papeles impresos y trozos de metal tallado, ahora el “plástico”. El
mundo funciona en torno a ellos, o mejor dicho, el dinero hace funcionar
al mundo. Hay quienes poseen mucho y otros muy poco. Para muchos el
dinero es sinónimo de comodidad que en parte conduce a la felicidad y
para otros un mal necesario. Muchos han cometido delitos, robos, muerte
en nombre de él, otros se han desprendido y lo consideran una maldición
de la humanidad, en fin, el dinero es agente de una dualidad incansable.
La realidad es que lo usamos a diario para poder sobrevivir, así de
simple, como dirían por ahí, “así nos toco vivir”. Pero, ¿por qué tiene
valor el dinero si no es más que un pedazo de papel o un placa rectangular
de plástico? en la vida botamos a la basura miles de kilos de papel y
plástico, pero ¿por qué este papel o plástico es diferente?
     Para entender la existencia del dinero, debemos, como en la mayor parte
de los casos, remontarnos a la historia y saber de dónde viene el concepto
de dinero. Como muchos habrán leído o escuchado, antiguamente cuando
no existía el papel moneda, se utilizaba el trueque, que es el intercambio
de mercancías que tenían más o menos el mismo valor. Así quien poseía
mayor cantidad de bienes, más posibilidades tenía de intercambiar y
adquirir otros bienes que necesitaba. Esos bienes podían consistir en
productos agrícolas, animales, muebles, etc. Hoy en día, no nos resulta
difícil imaginar por qué ya no existe más ese sistema, por lo que no voy a
entrar en detalles con respecto a la evolución hacia el dinero.
      Pero, volvamos a la pregunta inicial. ¿Qué le da el valor al dinero?

Para que un simple papel impreso, que en sí no vale nada o muy poco,
tenga un valor determinado que nos permita intercambiarlo por bienes
que sí poseen valor, debe tener un respaldo en metales preciosos (oro,
plata, etc.) o en divisas extranjeras. En otras palabras, el dinero es una
especie de “vale por” que se sustenta en los tesoros del país. Es como un
ticket para entrar al cine, es sólo un papel, pero me proporciona el
beneficio de ver una película. Así yo lo puedo juntar con otro ticket y
luego lo intercambio a un amigo por un refresco, quien a la vez lo va a
intercambiar por otra cosa.
     Si pudiéramos juntar a todos los billetes del país, el valor total debería ser
equivalente a una cantidad de oro o metales preciosos (físicos tangibles)
guardada en las arcas nacionales. En otras palabras, el dinero se puede
convertir en oro, en el sentido que una cierta cantidad de billetes
corresponden a una cierta cantidad de oro. Si nosotros somos dueños de
una cantidad de dinero, en el fondo somos dueños de una cantidad de oro.
Por otro lado, como el dinero es un pacto social, todos entregamos
nuestros bienes y servicios a cambio de billetes y monedas, por lo tanto el
respaldo del dinero también lo constituyen todos los bienes y servicios de
la población.
     Cuando un país entra en crisis financiera o es víctima de la inflación,
significa que el gobierno ha puesto más dinero en circulación que el que
puede sustentar el respaldo. Por ese motivo el país se empobrece y la
moneda se devalúa. En síntesis, un país que no posee bienes de pleno
valor atesorados como metales valiosos o divisas extranjeras, no puede
fabricar ni circular dinero.
      Esta es la razón por la que uno, como cualquier ciudadano sin importar su
condición social o partidista debe tener muy en cuenta la política
económica de cualquier gobierno, sobre todo de un gobierno de reciente
transición como el nuestro, pues si bien nuestra economía se considera
dentro de las 50 economías más estables del mundo, una política
     errónea o mal dirigida por nuestro nuevo presidente (o su grupo
económico) dará como resultado que nuestro dinero pierda su valor, así
de simple y concluyente.
     Las políticas económicas, son en sí, las reglas de actuación de nuestro
país, es decir, los límites de trabajo; en pocas palabras lo que sí podemos
hacer y lo no debemos hacer. Estos límites están encuadrados en 2
grandes grupos que pelan entre ellos: los límites internos del país, es
decir las famosas reformas fiscales, sociales y laborales, son el como
debemos recaudar y “gastar” el dinero que se tiene dentro de nuestro
territorio. Y los límites externos del país, que son las reglas de protección
y colaboración que tenemos en relación a otras economías, es decir, como
comerciar con países, como intercambiar bienes con ellos, como atraer
inversiones a nuestro territorio, etc.
     Si nos damos cuenta, la “chamba” de nuestros gobernantes realmente no
es fácil, sin sesgo partidista o preferencia política, el trabajo para
mantener el valor de nuestro dinero es una carga titánica que involucra
una capacidad inmesurada de negociación, cabildeo y concertación para
que las decisiones que nuestros representantes sociales tomen sean las
más proactivas y correctas para mantener en orden el valor de nuestro
dinero.
      Para terminar, hay muchos temas político-económico que se derivan del
dinero, los cuales iré detallando en próximas charlas, y que son
importantes de saber, como por ejemplo, el funcionamiento de los
bancos, dinero sucio, lavado de dinero, dinero de plástico, etc.



Los maestros que sí trabajan

Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos
Publicado: en lado B, 12 de diciembre de 2012

     En los últimos días, con mucha frecuencia en la radio escucho una serie de anuncios sobre el SNTE en los que insistentemente hacen referencia a este sindicato como “los profesores que sí trabajan”, argumentando que son los docentes que se están partiendo el lomo en las aulas, que están preocupados por la calidad de la educación, que asisten regularmente a cumplir con su deber, entre otras cosas; echándole a los maestros que están agremiados por la CNTE. Sin embargo creo que tener filiación a un sindicato o a otro no determina si los profesores realmente cumplen o no con su función.
     Así que me pregunto, de manera más o menos constante al escuchar estos comerciales, por qué el SNTE tiene la imperiosa necesidad de difundir estos mensajes, qué hay de tras, qué es lo que quieren comunicar a la sociedad. ¿Será la estrategia de la señora Gordillo para que la sociedad vea que su sindicato está cumpliendo con su labor? Lamento decirle a la líder vitalicia del SNTE que haga lo que haga el 90% de los ciudadanos de este país ya tenemos una idea sólida de ella y de su nefasto sindicato.
     Sin embargo, me urge hacer una diferencia. Empecemos por decir que muchos profesores tienen filiación con el SNTE porque ni la CNTE, ni ningún sindicato independiente les parecen razonables, pero eso no significa que quieran estar afiliados al primero, sino que no tienen de otra. A pesar de esta filiación no andan haciendo política, ni están buscando los favores de su sindicato para mejorar sus condiciones laborales. Estos profesores, no están comisionados, no reciben doble sueldo, no le lambisconean a sus líderes sindicales locales y sólo se paran por las oficinas del SNTE cuando hay la imperiosa necesidad de hacerlo, pero lo detestan.
      Por supuesto, estos profesores, no reciben los beneficios de una mejor plaza, de más horas, de mejores condiciones laborales. Pero sí se levantan muy temprano, recorren los caminos con obreros y campesinos que empiezan su jornada con el alba; viajan algunos kilómetros en un camión de tercera, llegan a sus escuelas en donde hay los mínimos recursos para desempeñar su labor pedagógica, a veces con situaciones climáticas desfavorables (calor, frío o lluvia), se encuentran con niños que apenas han desayunado y que apenas cuentan con los conocimientos previos suficientes para enfrentar la jornada académica.
      Van a las zonas semiurbanas, en donde la delincuencia y el mercadeo de drogas están a la orden del día; en donde las calles no están pavimentadas y no hay grandes edificios, sino el paisaje está determinado por casas descuidadas. A veces enfrentan alumnos indiferentes, inestables emocionalmente producto de familias disgregadas. Se preocupan por ellos y quieren ayudarlos. Piensan que cada vez vivimos en una sociedad que va perdiendo sus valores.
     Estos profesores, se toman tiempo para planear sus sesiones, revisan cuál es el material más adecuado para trabajar con sus alumnos, lo preparan. También saben cómo van a evaluarlos y mantienen una evaluación continua con el proceso de aprendizaje, y a partir de esta evaluación les hacen recomendaciones a sus estudiantes para que mejoren. Tratan afanosamente de apegarse a lo que la SEP les solicita, pero hacen pequeñas modificaciones siendo críticos cuando lo juzgan conveniente, siempre en beneficio de sus discípulos.
     Los docentes que sí trabajan se preocupan por sus alumnos, se dan cuenta que carecen de algunas herramientas para facilitar que sus alumnos aprendan, y buscan formación más allá de carrera magisterial, leen, se preparan. Compran algunos materiales o buscan otros que no resulten tan caros, pero que ayuden a sus alumnos a comprender lo que deben aprender. No se quedan sólo en el aula, recorren con sus alumnos, aunque sea, el patio de la escuela, si pueden recolectan flores, hierbas, insectos, para que a los niños les queden más claros los temas de biología. Motivan a otros compañeros y hacen labores en sus escuelas más allá de la impartición de clases.
     Tratan de entender el lenguaje de sus alumnos y por esto hablan un español un tanto deformado por los modismos juveniles y hasta infantiles, se hacen aficionados al Facebook y hasta hablan náhuatl u otra lengua indígena. Se detienen a dialogar con sus estudiantes que tienen problemas en aprender o hasta cuando los notan ausentes o tristes, los animan a continuar, los motivan a aprender, los alientan a seguirse preparando, tratan de orientarlos. Hablan con sus padres cuando identifican algún problema en el desarrollo de sus alumnos o con ellos mismos cuando ya son mayores. Están al pendiente de sus alumnos.
     Los profesores que sí trabajan, se preocupan de los resultados de la prueba ENLACE, PISA o EXCALE, tratan de indagar qué significan los resultados, más allá de lo que dicen en la radio o en la televisión. Se preguntan cómo le estarán haciendo los que salen bien evaluados, se vuelven a preocupar y buscan estrategias para ser mejores docentes, se acercan a las universidades y no al sindicato.
     Entonces, estimado lector, por favor no se confunda, es posible que un profesor que sí trabaja esté afiliado al SNTE o a cualquier otro sindicato, pero estar afiliado a un organismo sindical no significa que el profesor trabaje o no, sino estos indicadores que he estado describiendo, así que cuando se cruce por la calle con una persona que viene cargado de material didáctico, un poco despeinado, con los zapatos polvosos y muy probablemente cargando ropa de frío, es porque tal vez, viene de atender a pequeños en comunidades rurales o en zonas suburbanas, en donde con muy poco, está haciendo mucho y en donde los sindicatos no llegan a ver qué pasa.

El Pacto por México y los retos de la educación

Autora: Marisol Aguilar Mier
Publicado: e-consulta,  11 Diciembre 2012

Estamos viviendo días cargados de intensidad y trascendencia en materia política. Para empezar, el primero de diciembre inició con nuevo presidente en medio de disturbios, protestas, vandalismo y violencia. Y tan sólo al día siguiente, fuimos testigos de la ceremonia realizada en el Castillo de Chapultepec, para la firma del Pacto por México, con el recientemente nombrado Presidente, Enrique Peña Nieto, acompañado de María Cristina Díaz, Gustavo Madero y Jesús Zambrano, presidentes de los partidos PRI, PAN y PRD, y demás integrantes de un grupo negociador. Pero ¿en qué consiste este Pacto?
      Según lo establecen sus signatarios, el Pacto pretende lograr acuerdos entre las principales fuerzas políticas del país, donde se dejen de lado los intereses partidarios y se dé paso a las negociaciones para lanzar las diversas reformas que México necesita desde hace ya muchos años. De este modo, el documento está conformado por 5 acuerdos y 95 compromisos.
     Ahora bien, siendo el tema educativo uno de los más preocupantes y más cuestionados, especialmente a últimas fechas ¿qué se contempla en dicho pacto?, ¿en qué consisten los compromisos para dar un nuevo giro a la educación del país?
     Reconociendo que, si bien se ha avanzado en el tema de la cobertura, ahora el reto principal consiste en culminar dicha expansión, pero especialmente, en elevar la calidad. Para lograrlo, se impulsará una reforma legal y administrativa en materia educativa. Mencionaremos sus propósitos y algunos retos a enfrentar en cada uno:
     Alcanzar mejores resultados en las evaluaciones internacionales de PISA: Al respecto, es preciso apuntar que los informes sobre esta prueba de evaluación a gran escala señalan que lamentablemente México está por debajo del promedio educativo de los países miembros de la OCDE. Con dicho resultado, los estudiantes mexicanos de 15 años de edad tienen un atraso equivalente a dos años de escolaridad, en comparación con sus pares de las regiones con mejores resultados. Por lo tanto, al finalizar la secundaria o cursar el primer año del bachillerato, los estudiantes apenas reconocen en un texto ideas sencillas, su conocimiento científico es limitado y en matemáticas sólo tienen las habilidades de resolver operaciones “rutinarias” con instrucciones directas y en situaciones explícitas. De igual manera, las pruebas nacionales de ENLACE y EXCALE evidencian resultados sumamente pobres, en todos los niveles educativos.
     Aumentar la matrícula y mejorar la calidad en los sistemas de educación media superior y superior: Según datos del INEGI tenemos que 41.8% de la población de 15 años y más no concluyeron o nunca cursaron algún grado de la educación básica y un 6.9% de la población en dicho rango de edad, no sabe leer ni escribir. De igual manera, el grado de promedio de escolaridad de la población de 15 años o más es de 8.6 grados (un poco más del segundo año de secundaria) y sólo alrededor de 27% de los jóvenes mexicanos accede a la educación superior. Además, algunas fuentes revelan que menos de uno de cada 5 jóvenes de 24 años y más, cuenta con algún grado aprobado en estudios superiores. Por ello, no es de extrañar que la OCDE determine que las tasas de graduación en la educación media y superior son las segundas más bajas entre los países miembros.
     Igualmente preocupante resulta el hecho de que un 18.4% de adolescentes entre 15 y 19 años y una cuarta parte de los jóvenes entre 25 y 29 años, no están recibiendo educación y están desempleados, o no forman parte de la fuerza laboral.
     Que el Estado mexicano recupere la rectoría del sistema educativo nacional: La normativa vigente (que data desde los 40´s) cuenta con un decreto que otorga el SNTE la facultad para contratar, formar, promover y despedir a los docentes de las escuelas públicas, lo cual, ha generado que la educación y su calidad queden muy por debajo de los intereses particulares y partidistas del sindicato. Ello favorece un clima propicio para la corrupción, el desvío de recursos públicos, el abuso de poder, las prácticas clientelares, la opacidad, la nula transparencia y un largo etcétera. La figura de una líder vitalicia que sexenio a sexenio gana cada vez más poder, mientras la educación permanece estancada, es sin duda el principal obstáculo que enfrentará este Pacto, pues se requerirá de una ardua tarea de limpieza y reconfiguración de las funciones del sindicato y sus líderes.
     Adicionalmente, el Pacto por México propone una serie de acciones para alcanzar la meta de calidad y equidad. Estas son: generar un sistema de información y gestión educativa, consolidar el sistema nacional de evaluación, robustecer la autonomía de gestión de las escuelas, crear escuelas de tiempo completo, dotar de computadoras portátiles a los alumnos de 5to y 6to de primaria de escuelas públicas, crear el Servicio Profesional Docente, fortalecer la educación inicial de los maestros, incrementar la cobertura en educación media superior y superior y crear un Programa Nacional de Becas.
     Sin duda, todas estas metas y acciones pueden ser reflexionadas con más profundidad, pero por lo pronto, resulta alentador este esfuerzo de unión y negociación entre partidos que tenga en la mira una serie de acciones indispensables para el tema educativo. Igualmente, aún es muy pronto para saber si estas metas se quedarán como simples propósitos o efectivamente se convertirán en políticas públicas que generen realidades y que contribuyan a transformar el sistema educativo mexicano, condición sine qua non, para un país próspero.

 

 

 

Sigue siendo tiempo de esperanza

Autor:  José Rafael de Regil Vélezdatos del autor haz click aquí
Publicado: Puebla on Line, 11 de diciembre de 2012

     Una mirada alrededor basta para encontrarnos con lo de siempre: indignación por arrestos indiscriminados en la toma de posesión del actual gobierno de la República, o por la muerte que no para en Siria; la frustración por vivir en una megaeconomía que tiene un lugar importante en el mundo mientras el salario está cada vez más depreciado y la brecha entre pobres y ricos continúa abierta.
     A las mujeres y los hombres nos duelen las muertes tontas, especialmente las originadas por la violencia insensata o la estupidez; nos lastima la pérdida de los bienes que cuesta tanto trabajo conseguir y que son sustraídos en minutos por los ladrones, incluso los que saquean municipios, estados y países con el mayor descaro. Nos molesta que la estructuras políticas parecieran tener consistencia propia y que los ciudadanos nada pudiéramos hacer sino reducirnos a espectadores de un mundo que se mueve sin nosotros. Nos hieren la injusticia, la mentira, el egoísmo.
     El corazón se siente aplastado por toda realidad inhumana, deshumanizante. Y así ha sido por siglos. La historia nos cuenta distintos testimonios de esta indignación.
     El judeocristianismo, por ejemplo, muestra de diversas formas el diálogo entre un género humano que clama por un mundo más humano y un Dios que responde invitándolo a la libertad, a la fraternidad, al amor. ¡El corazón tiene hambre y sed de algo justo!
     Desde diferente óptica en el siglo XX pensadores comprometidos con la causa de la justicia, de una realidad mejor para todos, en especial para los más desfavorecidos como Max Horkheimer , hablaban de que ante la injusticia que pareciera siempre tener la última palabra, el ser humano añora al totalmente otro, una realidad fundamento de todo, más grande que todo límite, en la cual puedan afianzarse los esfuerzos por crear condiciones de vida justas, incluyentes. Un totalmente otro que no puede equipararse con mis familiares, con mis amigos o el estado, pues estos fallan y no pueden ser prenda de un mejor por-venir.
     Ernst Bloch llamó la atención sobre una dimensión humana que en tiempos difíciles pareciera ocultarse de alguna manera: la esperanza.
     Cuando las situaciones son adversas tendemos a sentirnos sobrepasados por lo que nos acontece. Las cosas se nos manifiestan como dadas, estáticas, acabadas y el presente con todos sus límites apisonantes pareciera tener la palabra definitiva.
     Un sentimiento de sobrecogimiento se adueña de nosotros cuando lo que vivimos nos intimida en su enormidad inmutable, en su injusticia, en la falta de dignidad humana. Sentimos que nada podemos esperar sino más de lo mismo: cunde la desesperanza.
     Es entonces cuando conviene recordar –traer a la mente y al corazón- que la realidad no solo consiste en lo que son las cosas, sino también en lo que pueden ser.
     Cuando se mira cada situación, cada acción, cada realidad y se descubren sus posibilidades se da una apertura a lo que puede ser; emerge un futuro posible. Se siente y se sabe entonces que las condiciones de vida pueden ser recreadas para que lo humano siga un cauce acorde a su dignidad.
     La esperanza, así, es semilla de lo que puede venir porque la realidad misma de alguna manera lo permite como posibilidad y porque nosotros mismos somos capaces de comprometernos en su búsqueda, en la invención de estrategias, en la construcción de una certeza de que “algo bueno” ha de llegar.
     La esperanza es semilla pero también motor de humanidad porque dinamiza nuestros deseos, porque alerta nuestra inteligencia, porque desafía nuestra razón, porque echa a andar nuestra solidaridad, despierta nuestra creatividad, afirma nuestra libertad y destapa la trascendencia.
     Como algo humanizante, la esperanza anida en lo profundo y se esconde en la superficie. El día a día con sus empeños, sus aflicciones, sus cansancios nos lleva a ver las cosas en una primera y muy rápida mirada. Todo parece establecido y se percibe la vida humana como algo cercado.
     Cuando alguien logra detenerse, ponerse en cierta calma, y se enfoca en sentir la realidad, en reconocer qué deseos le despierta, en imaginar futuros posibles, en contemplar lo que sí ha habido de humanizante en sí mismo y en lo que han vivido los demás que lo circundan y quienes lo han precedido en la historia es posible reconocer la simiente de lo venidero.
     Si al sentimiento y la imaginación se une la inteligencia suceden cosas interesantes. Así ha surgido la presencia política de la sociedad civil en las diversas democracias, han nacido movimientos sociales en pro de la equidad de géneros, la promoción y la defensa de los derechos humanos, las cooperativas y las formas de organización comunitaria y organización social que han desembocado en las propuestas de comercio justo.
     Diciembre es un mes especial para muchas personas. Sus días suelen ser una invitación para ponderar la vida. Ante la contundente necesidad de hacer algo por vivir en justicia y dignidad puede venir más que bien abrir mente y corazón para imaginar y pensar el futuro posible, por imposible que ahora parezca. Diciembre es tiempo para pro-vocar la esperanza.

 

 

Unas palabras sobre la fe

Autor: José Rafael de Regil Vélez, datos del autor haz click aquí
Publicado: Síntesis Tlaxcala, 13 de diciembre de 2012
Para Itzel, teóloga y amiga
     
     Ha sido inevitable: en mi diario ir y venir entre Puebla y Tlaxcala he visto todo tipo de peregrinos que andan rumbo al Cerro del Tepeyac, para visitar a su Virgen Morena. Manifestación de gran fe, sin duda, puesto que quienes esto hacen están dispuestos a acometer la fatiga, el dolor, incluso la inseguridad que suponen este tipo de peregrinaciones. En este contexto viene bien una palabra sobre la fe y cómo y por qué puede o no ser humanizante.
     En la vida cotidiana toda persona debe decir algo de las cosas que se le presentan en la realidad, esto nos prepara para decidir lo que debemos hacer en cada minuto. Por ejemplo: si alguien espera el colectivo que lo lleva a la central de autobuses y ve venir una unidad de transporte público, en algún momento debe poder señalar: “esta unidad sí va a la central” o lo contrario y dependiendo de lo que juzgue será la decisión que tome.
     Pero no basta juzgar (decir algo de algo), sino que se debe estar seguro de lo que se juzga. En el ejemplo dado, si la persona no está segura de que la combi va a donde quiere seguramente no se subirá a ella.
     Hay ocasiones en las que cuando tenemos que pronunciarnos ante las cosas, estas son tan claras que estamos seguros de manera inmediata, como quien tiene sed, recibe un vaso con agua y casi sin darse cuenta dice: “es un vaso con agua”. Es tan evidente, tan diáfano que provoca la seguridad necesaria para que se puede decidir sin temor a equivocarse.
     Pero en otras ocasiones más bien las cosas son menos transparentes. Como cuando comenzamos una amistad y confiamos en que al abrir nuestro corazón a otra persona no seremos traicionados. Tenemos alguna seguridad de que esto no será así, de otra forma no nos amistaríamos.
     Pero si el estar seguros no viene de la claridad de las cosas, porque nunca conocemos del todo a las demás personas, ¿dónde se origina? Y la respuesta es: en la voluntad: como no vemos nítidamente entonces en un mecanismo las más de las veces inconsciente nos decimos: “yo quiero estar seguro de esto o lo otro, aunque no tenga todos los elementos racionales para estarlo”. Y a ese mecanismo se le ha llamado fe.
     Tenemos fe en nuestros familiares, en nuestros amigos, en nuestros profesores. Tenemos fe en que las personas ordinariamente no salen a la calle y se matan entre sí. A diario hacemos muchos actos de fe.
     Hay  en esto de la fe una dimensión que merece ser tomada en cuenta: la que tiene que ver con el sentido de nuestra vida, con aquello a partir de lo cual orientamos nuestros afectos, nuestra búsqueda de verdad, lo que valoramos para ir viviendo. Nuestra manera de relacionarnos con todo lo que se encuentra en esta esfera de nuestra existencia se da en el marco de la fe.
     Con frecuencia escuchamos decir que cada quien puede creer lo que quiera y esto es una gran verdad, porque las creencias, según hemos dicho, nacen en la voluntad, en el querer. Pero conviene decir que no todo lo que creemos nos humaniza igualmente. Es muy común conocer personas que se casan con un adicto o violento o ambas cosas y quieren creer que con ellas o ellos las cosas serán diferentes. Se hizo un acto de fe, pero éste carecía de cualquier base razonable para pensar que la aventura asumida podría llegar a buen puerto.
     Cuando se trata de la fe en las cosas profundas, en las que se juega lo más importantes de la vida, resulta de gran importancia no creer por el mero hecho de querer creer. Hay que abrir mente y corazón para captar si aquello a lo cual se le va a entregar la que uno es y puede ser es algo que nos permite ser más humanos, más críticos, más afectivos, más solidarios, más creativos, más libres, más trascendentes. Hay que tener algún vestigio que nos lo indique así, puesto que lo que va en juego es, nada más y nada menos, la propia vida.
     Cuando se entrega lo que se es a algo que nos vacía de nosotros mismos sucede lo que tanto fue criticado de diversas maneras en los siglos XIX y XX: los seres humanos nos alienamos, nos vaciamos, nos quedamos fuera de nuestra propia existencia y esta, aunque es una apuesta de fe, es una apuesta que parece no llevar a mucho.
     El doce de diciembre, así como los próximos días navideños, son excelente ocasión para pensar en qué queremos creer, en la fe que tenemos y por qué y cómo nos hace más humanos.  

 

martes, diciembre 11, 2012

Socialización y vulnerabilidad

Autora: Ma. Isabel Royo Sorrosal
Publicado: La Primera de Puebla, 07 de diciembre de 2012

     No podemos negar la sociedad globalizada y la cultura de alta velocidad en la que nos ha introducido la tecnología, por lo que es imprescindible fortalecer la personalidad que decide y asume consecuencias, para no ir a la deriva. Este pensamiento argumentó, en su visita a Puebla, el doctor Sigmar Malvezzi, brasileño experto en psicología del trabajo y de las organizaciones. Profundizó en los desafíos mundiales de la empleabilidad así como en el liderazgo de los académicos. Presentó como verdadero desafío de los sujetos y las empresas "la creación de trayectorias personales y la adaptación a la sociedad actual".
     La comunicación electrónica, la tecnología de la información presente en todo momento y lugar de la vida actual cotidiana y laboral, nos envuelve. Desconocer sus reglas y procedimientos nos hace vulnerables, débiles y con gran posibilidad de ser excluidos sociales a corto o mediano plazo.
     Fortalecer las estructuras personales y adaptarse a la realidad, está relacionado directamente con la socialización. Ésta inicia desde el nacimiento cuando se da en la familia y luego en la escuela, la adquisición y desarrollo del lenguaje, el pensamiento, los deseos, las emociones es decir, elementos articulados para relacionarnos con el entorno, con los demás y con nosotros mismos. Según el cuidado con el que los adultos tutelan la socialización de los pequeños, éstos crecen fuertes o mutilados en sus capacidades humanas y sociales. Pero hay una segunda socialización que tampoco se da espontáneamente. Los adultos hemos de intencionar y ofrecer desde la infancia una dirección, acompañamiento, motivación, valores humanos, que apuntalen la personalidad del sujeto y favorezcan su adaptación crítica a la realidad.
     La socialización requiere elementos poderosos de aprendizaje como la rutina de acciones e interacciones, la imitación de experiencias y procesos exitosos, junto a modelos ideales que iluminan y facilitan la orientación de los adolescentes y jóvenes en sus trayectos vitales. Estos modelos iluminadores son elementos de una trascendencia que ayudan a identificar dónde estamos y dónde queremos llegar.
Sin la socialización, en la que los adultos tienen responsabilidad ineludible, no se forman las estructuras personales imprescindibles para afrontar la vida, lo que incrementa la vulnerabilidad y producción de enfermedades personales y sociales. Su prevención y tratamiento necesita dedicación de tiempo y acciones afirmativas que conforman las trayectorias personales abiertas para la adaptación crítica a la sociedad actual.
     Necesitamos recuperar el uso del tiempo como inversión necesaria para crear estructuras, capacidades, recursos para fortalecer la posibilidad de acción y reacción ante una cultura que nos atrapa y arrastra. Rumbo personal y adaptación social es el reto que tenemos en nuestras manos.


 

 

 

 

 

 

 

 

Mente y corazón ante los desafíos que nos confrontan

Autor: José Rafael de Regil Vélez,datos del autor haz click aquí
Publicado: Síntesis Tlaxcala, 06 de diciembre de 2012

     En los años ochenta una pareja de universitarios -formada por Gisela y Raúl- llegó a la Mixteca Poblana cargada con su juventud, los rudimentos de su formación académica y un corazón con ganas de afrontar sin más el combate a la pobreza.
     Con la frescura de su ingenua pero cordial inexperiencia la pedagoga y el filósofo tomaron su primera decisión: escuchar a las personas, preguntarles sobre sus más urgentes problemas. Las mujeres y los hombres fueron de múltiples formas muy enfáticos: la carencia de agua. Las personas disponían de tan sólo 7 litros de agua al día para todas sus necesidades y conseguirla podía suponer traslados de hasta dos horas a pie…
     El día a día fue llevando de una cosa a otra: entender todo lo que implica la falta del líquido vital, la necesidad de encontrar cultivos resistentes que permitieran una mejor nutrición en condiciones semidesérticas –o casi desérticas-, las mejores formas de organización para ir haciendo posible una menor pobreza, una vida más digna.
     Al paso del tiempo a distintas personas de las comunidades de la zona y a la pareja se unieron otros jóvenes profesionistas y habitantes de más comunidades. Paso a paso se pusieron a escarbar en la historia de la agricultura y la forma de vida mesoamericana para encontrar que allí era la cuna del maíz, que el amaranto había sido alimento muy consistente para nuestros antepasados y que podría ser excelente para nuestros contemporáneos, que hay muchas formas de cuidar el agua. Y así cobraron vida Alternativas y Procesos de Participación Social, A. C y Grupo Quali.
     Profesionistas, técnicos, campesinos comparten el desafío y el compromiso de responder a los problemas de su región. Como dio a conocer Iniciativa México, en la cual obtuvieron el primer lugar en el 2010, a lo largo de los ya varios lustros de su existencia han logrado construir más de 7,500 obras de regeneración ecológica, beneficiando a más de 206 mil habitantes de 200 pueblos de la región mixteca de Puebla y Oaxaca, entre ellas 35 cuencas que cubren más de 8 mil km2.
     Abrieron el Museo del Agua, que ha auspiciado la capacitación de 77,000 personas y ha recibido más de 37,000 visitantes, promoviendo entre ellos la conciencia y la necesidad de enriquecer los recursos naturales del suelo a través de la recuperación de agua y la vegetación.
     Quali genera empleo para 1,100 familias  en el cultivo del Amaranto entre las comunidades involucradas, haciendo frente a los problemas de desnutrición, falta de empleo y migración derivados de la falta de agua.
     Seguramente todo esto ha sido posible porque con el corazón distintas personas han logrado establecer alianzas para sí hacer algo en pro de las personas que viven en condiciones desfavorables y han conseguido mantenerlas en un ya largo caminar. Pero eso no ha sido todo, pues la mente ha entrado para investigar, reflexionar, entender la realidad, hacerle preguntas, formular posibles respuestas, tomar decisiones, ensayar acciones, volver a repensar una y otra vez las estrategias que pueden llevar al logro de un propósito claro: promover la dignidad de un grupo de personas de la Mixteca Poblana.
     Lo que sucede injustamente en nuestro mundo no es una fatalidad, algo que sucede y no puede ser de otra manera. Hay posibilidades para generar diferentes condiciones de vida pero requieren personas que con corazón grande se conduelan de lo que pasa y compartan esperanza al tiempo que con inteligencia y formación seria y exigente aborden la comprensión de la realidad y la toma de decisiones que supone responder a sus desafíos. 
     Esa formación que se obtiene en las aulas, pero que no se reduce a ellas y se vuelve un modo permanente de relacionarse con la realidad. La educación es la gran puerta para acompañar a los seres humanos a que se vayan asumiendo capaces de establecer procesos solidarios que respondan a lo que impide vivir conforme a la dignidad de ser persona.  ¿estamos padres de familia, educadores y educandos a la altura de esta misión?



El desarrollo de proyectos empresariales y sociales como modelo de aprendizaje

Autor: Rocío Barragán de la Parra, datos de la autora haz click aquí
Publicado: La Primera de Puebla, 06 de diciembre de 2012

     Uno de los desafíos de la educación universitaria en general y de
la enseñanza de la Mercadotecnia en particular, es incorporar
en el aula espacios de vinculación empresarial y social que
relacionen los contenidos de las asignaturas con las necesidades
concretas de una organización.

     Este tipo de aprendizaje requiere un salto cualitativo que
propicie la formación profesional en las situaciones, tiempos y
escenarios reales de una organización; es así que la Licenciatura
en Mercadotecnia de la Ibero Puebla implementó hace poco más
de dos años este modelo basado en el desarrollo de proyectos
que se aplica en varias de sus asignaturas y, especialmente, en
Proyecto Integral de Mercadotecnia, materia donde se validan
las competencias personales y profesionales de los próximos
egresados.
     Este modelo se fundamenta en tres momentos clave: Inicio y
aprobación de los proyectos, desarrollo e implementación de la
investigación y presentación de los resultados.
     En el momento inicial y de aprobación se analiza el proyecto
solicitado por la organización para definir su pertinencia e
impacto a partir del aprendizaje esperado en la materia; el
profesor evalúa su viabilidad considerando el número de alumnos
inscritos, su avance académico y las competencias adquiridas.
     A la empresa se le explica que el plan de trabajo se adapta al
calendario escolar y a la naturaleza y tiempos de la asignatura;
notificándole que la Institución no cobra por estos servicios
tipificados como semiprofesionales.
     El profesor funge como intermediario y facilitador entre los
aprendizajes académicos y organizacionales; mientras que en las
evaluaciones se presentan avances, hallazgos y propuestas a la
organización. Adicionalmente, los alumnos cuentan con el apoyo
del claustro de profesores y se allegan de un asesor externo que
guía y avala las propuestas.
     Todo los integrantes del grupo contribuyen al desarrollo del
mismo proyecto, para ello se integran en equipos o subproyectos
con encomiendas específicas; la integración de los equipos se
realiza a partir de sus competencias personales y profesionales y
cada subproyecto tiene un líder que promueve la comunicación
con sus similares.
     Cuando las investigaciones alcanzan un 80% de avance se integran
en una sola propuesta, de manera que el desafío es presentar un
solo trabajo donde sea imperceptible que éste estuvo dividido en
subproyectos. Es también en este momento que los equipos se
(re)definen, nombrando nuevos líderes y asignando nuevas
tareas:
* Articulación y redacción del trabajo impreso y su digitalización.

* Elaboración del material audiovisual y/o testimoniales.
* Presentación de resultados (diseño e impresión de evidencias,
invitaciones, tiempo y sincronía de los integrantes en la
exposición, preparativos, logística de recepción y atención de
invitados).
     Las encomiendas solicitadas por las organizaciones son diversas,
desde análisis diagnósticos, desarrollo de productos y marcas,
identificación de nuevos mercados, análisis de posicionamiento,
creación y comunicaciones de imagen, investigaciones de
mercado, análisis de comportamiento de compra, planes
estratégicos de negocio y estrategias de mercadotecnia entre
otras.
     Los proyectos se agrupan en cuatro campos de la profesión e
institucionales:
* Mercadotecnia Social: Fundación Pescando Realidades, AC y
Asociación Topo Fucho para ciegos y sitio WEB para Tierra Baldía.
* Empresas de Economía Social: Organización CAPELTIC, Kanut,
Centro Educativo Topo, Red Binacional Niu Matat Napa Wika.
* Comercio Justo: Cucthá, Marca integradora de comercio
sostenible, Servicio Jesuita Migrante en Playa Vicente, Veracruz.
* Empresariales y de negocios:Noticieros Televisa Puebla, Bimbo y
Altiplano Film/Animex.
* Institucionales: Noti-Ibero, campañas contra la Violencia de
Género, Programa deportivo Fitness, Residencia de Villa Ibero,
Centro de Acopio Permanente y Campaña de Evaluación de
Profesores.
     La Universidad solicita a cada organización la entrega de una
constancia para cada participante, para el asesor y la
coordinación; con ella se fortalece el currículo vitae y se
evidencian las participaciones.
     Con este modelo de aprendizaje, el estudiante puede
comprender mejor la diversidad en su campo laboral, los desafíos
del mercado, las necesidades sociales y la importancia de su
profesión; se impulsa su espíritu emprendedor, genera
sensibilidad social para entender las dinámicas del mercado e
implementar acciones comerciales y sociales con impacto
económico, ecológico y social. 
     Este modelo de aprendizaje ha permitido vincular
estratégicamente al programa académico de Mercadotecnia con
el sector empresarial y social elevando su calidad académica,
cumpliendo con los requerimientos de asociaciones como
ANFECA y certificadoras como CACECA.; propiciando también una
mayor vinculación con organizaciones que demandan la
vinculación académica/empresarial/social para la realización de
proyectos, la búsqueda de practicantes o la contratación de
egresados.





 

¿Dormirá Elba Esther?

Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos
Publicado: en lado B, 06 de diciembre de 2012

      Hoy forzosamente debo hablar de la toma de posesión a la presidencia de la república del Sr. Enrique Peña Nieto y de su discurso en esta ceremonia en la que habló de cinco ejes y trece puntos para transformar al país. Tendría que decir que yo no voté por este candidato y que tengo mis serias dudas sobre él como político; sin embargo, su discurso, no lo puedo negar, me pareció esperanzador, a pesar de los eventos violentos que se estaban presentando en el centro de la Ciudad de México.
     De este discurso sólo quiero centrarme en lo que se refiere al tema educativo, en el que nuestro nuevo presidente señaló dos aspectos fundamentales en el punto siete: el primero se refiere a reformar la Ley General de Educación, en el que establece que le quitará la función al SNTE para otorgar plazas o para ascender a los profesores en servicio. Esto sencillamente significa quitarle el poder a la Sra. Elba Esther Gordillo, pues sus líderes sindicales de cada sección en el país no podrán seguir promoviendo el otorgamiento de estas plazas, a través de favores o dinero, como ya es de todos sabido.
     En su discurso, el Señor Presidente dijo que estas plazas y escalonamientos serán ganados a través de concursos de oposición, como se hace en cualquier puesto de trabajo. Incluso, en muchas empresas de la iniciativa privada, los empleados son evaluados periódicamente y eso da elementos para que estos permanezcan en sus empleos o sean removidos a mejores puestos. Eso es lo que esperaría que pasara con esta propuesta, es decir que ningún puesto en el organigrama de la SEP y del SNTE, sea vitalicio, incluyendo el de la Sra. Gordillo.
     Por otro lado, Peña Nieto habló de llevar a cabo un censo, a través del INEGI, que es una instancia ajena a la SEP y al SNTE por lo que se espera que este censo sea transparente, para identificar número de escuelas en nuestro país, número de empleados administrativos, de apoyo y número de profesores. Esto permitirá saber a cuánto asciende el ingreso de recursos del SNTE, así que a mí me gustaría que quedara claro también cuántos y cuáles profesores y empleados de la SEP están adscritos al SNTE, cuántos a otros sindicatos como la CNTE y otros de carácter independiente, y a cuánto ascienden sus cuotas para cada uno de estos organismos.
      Esperaría que después de este censo, se les de oportunidad a los profesores y a todos los empleados de la SEP para elegir al sindicato al que quieren pertenecer, y que poco a poco los sindicatos que representan a los trabajadores de la educación se dediquen a representar los intereses de sus agremiados y no se inmiscuyan en los asuntos de la educación nacional, como la elaboración de los libros de texto, por ejemplo y que estas decisiones no sean absolutamente de corte político. Esto, por supuesto, dejará al descubierto los ingresos de la Sra. Gordillo y sus compinches, así como el número de personas que trabajan para el SNTE o que están en comisión y cobran sin dejar claro qué hacen dentro del sindicato. También puede hacer evidente que empleados de la SEP, están cobrando en esta dependencia y están trabajando para el PANAL.
     Además el eje tres, hace referencia a la educación de calidad, hace hincapié que esta calidad es para “todos”, lo que significa que se deberá trabajar en las escuelas focalizadas por obtener bajos puntajes en la evaluación, viendo si se trata de infraestructura, de los profesores, de sus empleados, etc., así que espero que esto se haga, lo que dejaría la sensación de que esta evaluación está sirviendo para la mejora y no sólo para la certificación.
     Este mismo eje menciona que la educación debe formar “individuos libres, responsables y activos, comprometidos con sus comunidades”; en esta leyenda el Señor Presidente deja claro qué debemos entender por educación de calidad y nos da parámetros para ir valorando si estamos logrando ésta a través de la educación o no. Así que la SEP deberá pensar sus planes y programas en función de esta intencionalidad y los organismos evaluadores deberán considerarla para valorar cuánto vamos avanzando al respecto. La Sra. Gordillo y su sindicato se podrán quedar al margen, porque su función es otra.
     Por si fuera poco, el Presidente Peña Nieto, nombró como Secretario de Educación al Sr. Emilio Chuayffet, un priista a la vieja usanza, ligado al grupo Atlacomulco, pero que es el único personaje en la política que ha enfrentado a la Sra. Gordillo, el único que tal vez tenga el valor y el coraje para desafiarla, para ponerla a raya, que le indique con toda claridad qué le toca hacer a su sindicato y los líderes de cada sección. Eso es lo que espero que suceda y no que esto sea para suplir a la Sra. Gordillo como líder del SNTE, por otro líder vitalicio para que suceda más de lo mismo.
     Así que desde el viernes por la noche, me estoy preguntando cómo se sentirá la Sra. Gordillo con el nombramiento del Sr. Chuayffet y con los compromisos que el Sr. Peña Nieto ha hecho con la Nación, porque irremediablemente espero que los cumpla. Me pregunto si ya estará preparando su contraofensiva, porque estoy segura que no se habrá quedado sentada esperando lo que viene, algo deberá estar maquinando, y me carcome la duda de qué estará haciendo esta mujer que tanto ha perjudicado a la educación en nuestro país. Aunque de algo sí estoy segura y es que la pobre mujer, no ha dormido desde el viernes… yo por el contrario sí.

 

 

 

El México que soñamos

Autor: Alexis Vera, datos del autor haz click aquí
Publicado: e-consulta, 06 de diciembre de 2012

     Un nuevo sexenio empieza y, como en todo lo nuevo, para los optimistas hay esperanzas de mejora, pero para los pesimistas sólo se ven tinieblas bajo el mandato del viejo o nuevo- (qué más da) PRI. Pero, como siempre, los mexicanos esperan a un presidente mesiánico y todopoderoso: como si nuestra prosperidad como nación dependiese de un solo mortal. Difícilmente podríamos estar más equivocados si creemos que un presidente nos puede sacar del atraso en el que estamos política, económica y socialmente. En realidad, el famoso cambio no depende de ningún gobierno sino de ti y de mí: simples mortales que habitamos el país. Pero a los mexicanos nos gustan los cuentos de hadas y héroes; nos mueven las fantasías; nos seduce el éxito fácil y rápido; pero, sin duda, toda esa fantasía nos alejan de lo que realmente hace prosperar a un pueblo: el trabajo constante, organizado y ético.
     Desde el punto de vista económico, podríamos resumir bajo el riesgo de parecer demasiado reduccionistas- que la receta secreta del progreso reside en producir más con menos recursos. Pero desde el punto de vista social la cosa es más compleja porque, desde mi punto de vista, se requiere un cambio de mentalidad; un cambio de cultura que nos permita vivir con menos agresividad, menos segregación (sexual, étnica, económica, etc.), más respeto a los derechos de los demás, más compromiso y más justicia, entre otras variables clave del progreso social. A la base de todo cambio cultural está un cambio en la psicología individual y grupal. Los mexicanos necesitamos mirar la vida de manera diferente para poder tener un país más próspero y justo. Necesitamos cambiar nuestra mentalidad para aspirar a una mejor calidad de vida. Porque a ninguno de nosotros nos gusta vivir en un México sucio (en todo sentido); o en un país injusto porque la riqueza se acumula en pocas manos y la miseria se distribuye entre muchas, muchas más. Una nación donde la moneda circulante es la agresividad (sólo observemos a consciencia el tráfico de las calles), la irresponsabilidad y el no respeto (basta mirar nuestra puntualidad), el autoritarismo exacerbado (basta ver cómo le habla un jefe a sus subordinados), el desorden (basta ver un mercado), y la victimización (baste escuchar los argumentos de porqué una persona no cumplió lo que prometió). En efecto, le echamos la culpa a todo y a todos pero difícilmente nos responsabilizamos de lo que nos pasa. Siempre hay alguien (que no soy yo) que tiene la culpa de lo que me pasa: el gobierno, mi jefe, mi papá, mi colega, etc. El mexicano común casi siempre encuentra un pretexto de porqué no cumplió, pero eso no sirve de mucho para construir una nación próspera (como dice Jim Rohn, si realmente quieres hacer algo, encontrarás un camino; si no, encontrarás un pretexto). No quiero decir con esto que no podamos fallar nunca. Eso sería irrealista porque somos humanos y todo lo humano es, por naturaleza, imperfecto. Pero creo que nuestra tolerancia a la frustración debería ser menor para poder construir un México más próspero. Deberíamos exigirnos y auto exigirnos más, no conformarnos con cualquier resultado No conformarnos con el ahí se va. Reducir nuestra tolerancia a la frustración significaría no aceptar con tanta facilidad que las cosas salgan mal o que no salgan como nos lo propusimos. Si queremos que nos vaya mejor, entonces hay que subir un poco más la exigencia que nos tenemos. Un cambio de paradigma como éste debería venir acompañado de una mejora en nuestra auto disciplina y orden en la vida. Vivimos en una sociedad que se siente demasiado cómoda con el caos; que se siente bien en el desorden y que vive casi siempre de una manera muy indulgente consigo misma.
     Estamos por cerrar el año y empezando un nuevo sexenio político. ¿Sentimos los vientos del cambio? ¿De dónde vienen? El cambio social verdadero siempre empezará con uno mismo. Puede ser que casi todos los mexicanos sean impuntuales, pero no tenemos que ser como la mayoría. Como dicen en Francia: esto es así, pero en mi casa no. Cada uno de nosotros puede hacer la diferencia si se lo propone. No tenemos porqué esperar a que la clase política haga su trabajo para hacer el nuestro. Soy de la idea de que de los políticos más vale no esperar mucho porque casi siempre trabajarán, al menos en nuestro país, por interés personal y no por el interés general. Luego entonces, somos nosotros simples mortales- quienes en verdad podemos cambiar las cosas si nos decidimos y si nos organizamos bien en lo individual y en lo colectivo.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

martes, diciembre 04, 2012

Un gran medio, pero la redes sociales son sólo eso…

Autor: José Rafael de Regil Vélez, datos del autor haz click aquí
Publicado: Síntesis Tlaxcala, 30 de noviembre de 2012

     En un encuentro sobre redes sociales con universitarios que estudian licenciaturas relacionadas con la comunicación una alumna comentó a los panelistas: “ustedes los adultos piensan que las redes sociales son sólo un medio más, pero quienes crecimos con ellas pensamos que son una forma de vida. No son como la televisión o la radio”.
     La afirmación de la estudiante es importante, porque pone en la mesa el papel que hoy juegan en la vida humana y cómo esta tecnología se inscribe en una forma de comunicación que no responde al tradicional esquema de un emisor muy definido que envía un mensaje a un receptor muy definido que es visto fundamentalmente como consumidor del mensaje y sólo colateralmente recibe retroalimentación. Por eso a lo largo del tiempo hay quienes han preferido llamar a cosas como la prensa, la tv, el cine medios de información, porque no se da en ellos la dinámica de la comunicación en toda la extensión de la palabra.
     Las redes sociales como Facebook, Hi5, Twitter, LinkedIn, han sido concebidas ya bajo el esquema de WEB 2.0, o sea, una red en la cual todos pueden ser productores y consumidores de contenido; donde cada quién decide lo que es pertinente compartir y recibe la retroalimentación que su publicación merezca para quienes lo siguen.
     Sí, este es un medio muy diferente, es interactivo, democratizado, poco controlado. Sus posibilidades son enormes. En una red social una persona puede encontrar un espacio para que su hogar se afiance; es decir, que permite trato con personas de la propia cotidianidad, pero más allá de ellas. Las familias que viven disgregadas comparten noticias, fotografías, se ponen de acuerdo, se mantienen al tanto con la genialidad de que lo pueden hacer de manera síncrona o asíncrona. Los amigos o los grupos incluso escolares pueden debatir, afinar juicios, compararlos y eso enriquece la búsqueda humana de la verdad. Quienes viven un problema político pueden fácilmente hacerlo visible para muchas personas que pueden sumarse de alguna forma a la presión política que supone lidiar con situaciones como las que originaron en el pasado cercano la primavera árabe o el yo soy 132 en la coyuntura electoral reciente de nuestro país.
     Sin embargo es verdad también que poner los datos personales en un lugar de acceso casi universal aumenta nuestra vulnerabilidad; que podemos alimentar nuestro narcisismo contemplándonos insanamente en nuestro número de seguidores, podemos movernos en el  imperio del desorden intelectual y la anarquía de la trivialidad. Instrumentos como Twitter pueden vaciar la comunicación de contenido sacrificando profundidad por cantidad de caracteres. Es posible sembrar rumores, generar pánico, tener mil amigos en el Facebook, pero ninguno en la vida real… en fin… También es posible generar incomunicación, superficialidad, falta de humanización.
     Las redes sociales han surgido como un gran medio de comunicación, pero son sólo eso, un medio. Su potencia humanizadora o deshumanizadora dependen de las personas de carne y hueso, de que entiendan sus propios proceso comunicativos, lo que los hace crecer como seres humanos, la forma en que socializar los construye y el conocimiento del funcionamiento de la realidad virtual para que con todo ello el medio llegue a un fin que nos es la hiperrealidad, sino cada quien, con sus soledades, sus aperturas, sus miedos y la necesidad siempre permanente de comprometerse en la realidad en la cual hay que dar respuesta para que la dignidad humana vaya siendo realmente posible.

 

 
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189 años de la doctrina más perversa

Autor: Alejandro Ortiz
Publicado: en lado B, 27 de noviembre de 2012

     No todas las doctrinas tienen como fin educar y formar a las personas. Hay una en especial que ha sido la justificación de la intromisión norteamericana en la vida de los países latinoamericanos y caribeños por decenios de años. Fue un 2 de diciembre de 1823 cuando el quinto presidente de Estados Unidos de Norteamérica, James Monroe, pronunció la famosa frase “América para los americanos” y con ella empezó Estados Unidos a escribir en la historia latinoamericana y caribeña el horror y el terrorismo con letras de sangre. Doctrina escrita por John Quincy Adams, pronunciada por Monroe, cumplirá este próximo 2 de diciembre 189 años de nacimiento maldito. Creo que debemos recordar este “anti-aniversario” de manera que conozcamos uno de los principales factores que han hecho que nuestro continente no pueda solucionar sus problemas e inercias negativas y siga viviendo a las sombras de la democracia y de la equidad social.
     Empezó la frase siendo un grito de defensa ante la presión de Europa y en especial de Inglaterra de intervenir política y militarmente a América Latina. Fue entonces un llamado a que sólo los americanos podían y debían solucionar sus problemas sin “ayuda” de nadie más. Recordemos que eran tiempos de “independencias” en América. Empezando por Haití, el continente se vio envuelto de una dinámica libertaria, insurgente, emancipadora. Hoy diríamos que fue un momento de primavera política, era un tiempo “americano” para los americanos. Recordemos que no sólo las motivaciones criollas fueron las que originaron estos movimientos, sino también una sed de liberación de parte de los pueblos empobrecidos por las dominaciones europeas. Sed que sigue sin apagarse.
     Revisando las justificaciones de las independencias en varios países de América encontramos un elemento religioso. Casi en todos los procesos libertarios, se justificaba que dios quería la emancipación de sus pobladores y por eso “prometía luchar” con ellos en una guerra justa para liberarlos. Estados Unidos pensará igual pero al revés. En 1845 un columnista apellidado O’Sullivan escribió lo que pensaba dios, dijo “el destino manifiesto de Estados Unidos era extenderse por todo el continente, que se les ha asignado por la providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y autogobierno”. Como se verá el Dios de Estados Unidos no busca la libertad sino el sometimiento. Su cuerpo es verde y su foto esta en sus billetes.
     Estados Unidos entendió rápido esto y en 1824 invadió Puerto Rico anexándolo a su territorio, después en 1845 y 1848 luchó contra México para ganarle el 55 % de su territorio. Posteriormente ayudaría a Cuba a su independencia cobrándole la factura de la enmienda Platt, que decía que Estados Unidos podía intervenir bajo ciertos motivos, uno de ellos era mantener un gobierno adecuado para proteger las obligaciones impuestas por los norteamericanos y que debían de asumir y cumplir. Obligaciones impuestas por el City Bank.
     En estos aprendizajes, Estados Unidos aprendió a hacer la guerra, a ganar y a dominar. Y esto confirmaba su “Destino manifiesto”. Dios cree en Norteamérica. Y ante tanta seguridad divina Theodore Roosevelt podrá decir: “si un país americano situado bajo la influencia de los EE.UU. amenaza o pone en peligro los derechos o propiedades de ciudadanos o empresas estadounidenses, el gobierno de EE.UU. está obligado a intervenir en los asuntos internos del país desquiciado para reordenarlo, restableciendo los derechos y el patrimonio de su ciudadanía y sus empresas”. El viejo pueblo de Dios, los israelitas, tendrán una nueva competencia: el nuevo pueblo de Dios norteamericano. Pero no se pelean, ambos pueblos elegidos por el Dios de la guerra son aliados, ahora, en contra de Palestina. Guerra santa contra los infieles.
     Y bajo esta inspiración divina Estados Unidos invadirá Colombia, hará que una de sus provincias se independice de ella para lograr sus metas comerciales en expansión. De esta manera nacerá en 1903 Panamá. El país creado para ser atravesado. En 1907 y en 1915 invadirán Santo Domingo y Haití respectivamente para que el City Bank pudiera cobrar sus deudas. El entonces secretario de estado justificaba las invasiones diciendo que “el negro tiene una tendencia inherente a la vida salvaje y a una incapacidad física de civilización” y este pensamiento se apoyaba del destino manifiesto y en palabras del presidente William Taft, presidente de 1909 a 1913: “El hemisferio todo nos pertenecerá…por la superioridad de nuestra raza”.
     Con esta antropología solo igualada por el nazismo se irá construyendo la “hegemonía norteamericana” en el continente. Para mantenerla creara policías especiales, agencias de espionajes famosas y una escuela para formar buenos dictadores latinoamericanos. Si alguien se pregunta si esto es del pasado solo debemos recordar los actuales golpes de estados a Honduras y a Paraguay, con presidentes electos democráticamente por el pueblo. O por citar un ejemplo más global debemos ubicar el papel predominante actualmente de empresas petroleras como ExxonMobil, BP y Shell en la “reconstrucción” de Irak, guerra impulsada por Estados Unidos.
     Terminemos este recuento del mal con las palabras de un ex comandante mariner arrepentido, citado en el libro de Fabián Berenstein, Go Home! Que decía en 1935 ante su Congreso: “He servido durante treinta años y cuatro meses en una de las unidades más combativas de las fuerzas armadas norteamericanas: la infantería de marina. Tengo el sentimiento de haber actuado durante todo ese tiempo de bandido altamente calificado al servicio de los grandes negocios de Wall Street y sus banqueros…la bandera sigue al dólar y los soldados siguen a la bandera”. Ojalá que esta memoria roja de nuestro continente nos ayude a mantener la resistencia y la esperanza de un mundo sin intervenciones y sin dominios.




Retroalimentar y no sólo aprobar


Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos
Publicado: e-consulta, 28 de noviembre de 2012
 
     La calificación, la evaluación y la retroalimentación son tres actividades significativas y necesarias de llevar a cabo como parte del proceso de enseñar y aprender. Sin embargo, y si se revisan cada uno de los niveles educativos, se podrá observar que todos los profesores califican, algunos evalúan y muy pocos retroalimentan. Pero, ¿cuál es la diferencia de estas tres acciones?
      Calificar es la más simple, se refiere a la asignación de un valor, utilizando una escala socialmente acordada para indicar que un alumno ha alcanzado los objetivos, los ha alcanzado medianamente, o bien no los ha alcanzado. Esta acción está, o es mejor decir que debiera estar, íntimamente ligada a la evaluación. Se puede decir que debe ser el resultado del proceso de la evaluación y por lo tanto es la simple acción de colocar la nota en los documentos correspondientes. Claro que a través de la calificación se certifica socialmente el avance de los estudiantes.
     Evaluar es una cosa mucho más compleja, es más, es la más compleja de las tres acciones que en este escrito estamos revisando. Y se refiere a todo el proceso de seguir, observar, acompañar, aplicar instrumentos y herramientas que permitan recolectar datos sobre el desempeño de los alumnos, para obtener evidencias sobre si los alumnos han o están en proceso de alcanzar los objetivos. Es decir, en esta acción los profesores están comparando los desempeños de los alumnos con los objetivos planteados, a través de parámetros establecidos. En este caso el docente es el único que sabe cuáles son las diferencias entre desempeños y objetivos.
      Retroalimentar se refiere a que el profesor comunique a cada uno de sus alumnos, pero también a un grupo, si es el caso, la diferencia encontrada en la evaluación entre objetivos y desempeños. Se trata de hacer consciente a los estudiantes, sobre lo que han avanzado y lo que queda por avanzar con respecto a los objetivos, pero no sólo eso, sino que deben ayudarles a establecer metas para seguir avanzando. Entonces, como el lector ya habrá deducido, esta acción también está ligada a la evaluación y también es resultado de la misma.
     Entre más altos son los niveles educativos, el diálogo debe ser directamente con los alumnos y mientras más pequeños son estos, debe ser con los padres. Los expertos sobre este tema, aconsejan que ésta se de no sólo al término del proceso de aprendizaje, sino durante éste, pues de llevarse a cabo así, los alumnos más atrasados reorientarán sus metas, o al menos sabrán qué cosas deben mejorar para alcanzar los objetivos y es un buen medio para disminuir la reprobación, permitiendo que los estudiantes alcancen las metas de los cursos.
     También se recomienda que al hacer la retroalimentación los profesores hagan observaciones sobre los productos, así como de las debilidades de éstos, y no de los estudiantes, con la intención de no afectar su autoestima, pues si se hace referencia a la evidencia utilizada para la evaluación, el profesor le referirá al alumno qué debe trabajar para mejorar, y no sobre qué le falta desarrollar al alumno. Junto a las observaciones que se hagan sobre el producto, se le debe decir al alumno, qué puede hacer para mejorar el producto y de paso señalar cuáles de sus habilidades o destrezas debe trabajar para cumplir con la tarea.
     Los expertos en retroalimentación señalan que cuando un docente hace este quehacer, debe iniciarla señalando los aspectos en los que el alumno ya ha alcanzado la meta, para motivarlo a continuar superándose, por ejemplo, "al revisar tu ensayo pude percibir que tu estilo de redacción invita al lector a entusiasmarse por el tema y es muy coherente, sin embargo la argumentación que se muestra en el ensayo es un poco débil, yo creo que si lees a fulano y a zutano, podrás tener más elementos para hacer más sólida esa argumentación".
      Claro está que si el docente hace una sola revisión de este producto, será tarde para hacerle notar a los estudiantes sus deficiencias, sobre todo, si estos están aprendiendo a desarrollar ensayos, tendría que haber al menos una revisión previa, para asegurar que la mayoría alcanzará la meta. Hay algunos autores que señalan que esta retroalimentación debe hacerse cara a cara, de manera fraterna y amable, señalando que cuando se lleva a cabo de este modo, los resultados que se obtienen son muy significativos, sin embargo otros dicen que se puede completar con notas al margen para que el estudiante no olvide qué cosas le fueron señaladas.
     Así que si en este país pretendemos ir eliminando la reprobación, los docentes tendríamos que practicar la retroalimentación para favorecer que más alumnos se hicieran conscientes de cuáles son los factores que deben trabajar y cómo ir alcanzando las metas del proceso de aprendizaje y no sólo asentarles una nota aprobatoria permitiéndoles avanzar sin sentido por los diferentes niveles educativos. La retroalimentación, debería irse convirtiendo en una buena práctica docente.

Educar para la vida

Autora: Mónica Palafox
Publicado: Síntesis Puebla, 21 de noviembre de 2012

       Los seres humanos al ser eminentemente sociales nos desempeñamos en diferentes ambientes como los son la familia, escuela y el trabajo, entre otros. De lo anterior se desprende que el aprendizaje se da en lo colectivo.
       Las personas compartimos nuestros conocimientos, la forma de hacer las cosas, experiencias, valores y actitudes, para generar un cambio que va más allá de la acumulación y almacenamiento de información.
       Por lo anterior el papel de los docentes en la actualidad requiere abandonar la postura de trasmisor de la información para ser un facilitador del aprendizaje, diseñando nuevos ambientes y planificando actividades que permitan el desarrollo de competencias. Asimismo es posible aprovechar los recursos de la tecnología informática en foros de discusión y chats, entre otros, para crear redes de comunicación.   
       Lo antes citado sólo es posible a través del aprendizaje basado en competencias, donde Perrenoud, P.(1999), lo conceptualiza como "la capacidad del alumno para integrar y movilizar conocimientos, habilidades, valores, actitudes y principios, para resolver tareas complejas en diversos contextos, de manera eficaz y responsable".
       Esta forma de aprendizaje vincula la teoría con la práctica propiciando no sólo la generación de los conocimientos, sino también de actitudes y valores en un ambiente colaborativo y cooperativo. De ésta forma, para ser "competentes" es necesario combinar y coordinar los conocimientos, procedimientos y actitudes en acciones que generen experiencias para solucionar problemas de manera autónoma y flexible en los diferentes ámbitos donde nos desempeñamos. Por lo anterior, el desarrollo de las competencias no se limita al aula, sino que se extienden a cualquier actividad, ya que el aprendizaje no se encuentra limitado a la estancia en una institución educativa, sino como un proceso estrechamente relacionado a los cambios personales y transformaciones sociales que se presenten a lo largo de nuestra vida.
       De ésta forma los estudiantes coordinarán los esfuerzos del grupo de trabajo para identificar la información más adecuada y generar los conocimientos que les permita explicarse por qué y para qué de dichos saberes para la resolución de problemas.
       Finalmente realizar procesos, no menos importantes, de reflexión y evaluación de los resultados obtenidos.

 

 

No basta con formar a los profesores


Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos
Publicado: en lado B, 13 de noviembre de 2012

     Desde el 2007 estoy trabajando con temas de evaluación en el ámbito educativo, pues he estado involucrada en procesos de evaluación de la docencia y después con la evaluación del currículum; además, en el último año, debido a que imparto la asignatura de evaluación del aprendizaje, he estado leyendo a diversos autores que trabajan el tema y he dialogado sobre esto con mis alumnos de maestría -que son profesores- y todo esto me ha llevado a diversas reflexiones sobre cómo estamos haciendo la evaluación del aprendizaje en las aulas y que aquí trataré de plasmar en pocas palabras.
     Una de mis mayores preocupaciones sobre el tema es que ahora y con la Reforma Educativa que se ha venido dando en los últimos años, se tiene un currículum con un enfoque en competencias y por otro lado se siguen realizando prácticas evaluativas que son más consistentes con el enfoque tradicional de la educación, así que el instrumento más utilizado para la evaluación del aprendizaje sigue siendo el examen. Utilizar exámenes para valorar si los alumnos han alcanzado los objetivos o las competencias planteadas al inicio de un proceso formativo no está mal, el error está en utilizar sólo exámenes habiendo tantos recursos.
     Además, de acuerdo al nuevo enfoque, tendríamos que revisar qué es una competencia y según lo que dice Perrenaud, el teórico más reconocido sobre el tema a nivel mundial, es una movilización de saberes para la resolución de tareas o problemáticas específicas. Estos saberes son conocimientos, habilidades y actitudes que sólo se pueden hacer evidentes a través de desempeños. Esto muestra que el examen puede ser utilizado para valorar un tipo de saberes que implica una competencia, pero no el resto.
     Entonces, los profesores tendríamos que estar diversificando los instrumentos con los que evaluamos para observar los desempeños de nuestros alumnos, utilizando proyectos, ensayos o monografías, es decir, productos que ellos mismos construyan. Además tendríamos que estar valorando no sólo los productos de aprendizaje a través de los cuales los alumnos estén mostrando qué tan competentes son, sino tendríamos que ir valorando el proceso, es decir estimar cómo se han ido haciendo competentes con herramientas tales como los portafolios o las listas de cotejo, entre otras cosas.
     También, hay una preocupación entre mis estudiantes de maestría, pues ellos están viviendo la esquizofrenia del sistema educativo: por un lado se tiene un programa con un enfoque en competencias y se les exige que su planeación y práctica docente esté dada bajo éste, pero cuando proponen estrategias evaluativas consistentes con la tendencia de las competencias, son reprendidos por sus directivos y supervisores, teniendo que mostrar algo que no hacen, o se sienten obligados a regresar a las viejas prácticas del examen.
     Por otro lado, la semana pasada tuvimos en la Ibero Puebla en el V Foro de Acción, Modelos y Políticas Educativas a la Dra. Margarita Zorrilla hablando de los desafíos de la evaluación educativa en México; ella señaló que uno de los pendientes es que los profesores se preparen para implementar en el aula las estrategias evaluativas que han sido señaladas anteriormente. Sin embargo, en el caso de los profesores-alumnos de estas maestrías de convenido SEP, se están formando y al modificar los procesos de evaluación en el aula están entrando en el conflicto que el sistema les presenta, porque varios directivos y supervisores no están siendo formados en estos aspectos.
     Así que creo que no sólo los profesores tienen que formarse para modificar las prácticas evaluativas del proceso de aprendizaje, sino también las autoridades de nivel medio, como son los directores y supervisores, que son los que frenan a los profesores que tienen la iniciativa de modificarlas. Fullan, investigador canadiense experto en procesos de cambio educativo, señala que si los directivos no se preparan en función del cambio, éste no llegará a buen puerto, pues serán los primeros en frenar a los docentes. Esto porque se sabe que los profesores son quienes ejecutan los cambios en el aula, así que los esfuerzos de formación se centran en ellos, pero este investigador nos hace ver que no es suficiente con formar a los profesores, sino la formación hay que extenderla a los actores educativos que participan en el cambio. Esto también incluye a los administradores.
     Me parece que éste es otro punto pendiente de la agenda sobre evaluación del aprendizaje en nuestro país, formar a los gestores en el currículum por competencias y por lo tanto en las tendencias evaluativas bajo este enfoque. Todos estamos preocupados por la formación de los docentes, pero nadie pone atención en la formación de directivos, supervisores e incluso en todos los que están comisionados por el SNTE. Lo que quiero decir es que todos los que trabajan en el sistema educativo, incluso los administradores, deberían estarse formando en el tema, por supuesto de distintas miradas, pero todos los actores deberían entender de qué se trata la nueva tendencia para que todos trabajarán en función de ésta.
     En nuestra entidad federativa, muchos profesores han acudido a las universidades buscando formarse, no se han conformado con la formación que la SEP les ha proporcionado y esto está favoreciendo el cambio de prácticas docentes, incluyendo las evaluativas, pero constantemente se están enfrentando a las visiones parceladas de sus autoridades cercanas. Así que hay ahí una tema para la agenda de la SEP en el 2013.