jueves, mayo 31, 2007

Reforma educativa y dinamismo histórico

Autor: Dr. Martín López Calva
Publicación: Síntesis, 31 Mayo 2007

1.- Un escenario.

Una de las más populares novelas entre las adolescentes es sin duda “Mujercitas” de Louisa May Alcott, de la que existen varias versiones cinematográficas de distintas épocas que también han sido muy difundidas.
A escasa media hora al norte de Boston, se encuentra la pequeña población de Concord. Este pequeño pueblo es considerado por los estadounidenses como un símbolo de dinamismo y libertad intelectual. En él vivió la mayor parte de su vida esta escritora y en la casa que habitó allí, nació, a partir de la experiencia vital de ella y sus hermanas, la novela que la haría famosa en el mundo.
Esta casa hoy se ha convertido en museo. Durante la visita guiada, se destaca el espacio donde la autora y sus hermanas realizaban pequeñas representaciones teatrales y conciertos musicales motivadas por sus padres. En prácticamente todas las habitaciones existen pinturas o dibujos –enmarcados o realizados sobre las paredes directamente- hechos por las hijas del matrimonio de Abigail May –una activista por los derechos de las mujeres, el voto femenino y la abolición de la esclavitud- y Amos Bronson Alcott –profesor y reformador educativo, miembro del movimiento filosófico transcendentalista-, que fueron dos personas ubicadas en la vanguardia de la sociedad puritana del siglo XIX norteamericano. Estos datos hablan de la importancia de la motivación y la libertad expresiva que prevaleció en su educación.

2.-Una anécdota.

En la recámara de los padres de la escritora, está colgado un cuadro con la “Orden de las actividades domésticas de las niñas”. En él se detallan con toda precisión las actividades de las hijas desde la mañana hasta la noche y una lista de los elementos a cuidar en el desarrollo de estas actividades: “Vigilancia, puntualidad, perseverancia, entusiasmo, no cuestionamiento, obediencia, control del temperamento, las manos y la lengua; buenos modales, trabajo, estudios y juego, no intercambio de labores”.
Una visitante estadounidense cuestiona sobre esto a la guía. Ella responde que es una lista que “causa risa a los visitantes, menos a los japoneses”. La visitante dice que a ella le parece que se trata de una educación con disciplina, que es algo necesario aún en la actualidad.
En la plática posterior a la visita, la guía dice que el padre de Louisa tenía ideas muy opuestas a las de su tiempo, en que se consideraba que había que golpear continuamente de los niños, que eran considerados como una especie de seres salvajes. En la infaltable tienda del museo, un imán con una frase del Sr. Alcott: “Enseña a través de la motivación”, llama también la atención.

3.- Un personaje.

Rescatemos de esta historia al personaje desconocido, olvidando por un momento que se trata del “padre de Louisa May Alcott”.
Amos Bronson Alcott (1799-1888), formó parte de la intensa vida intelectual, crítica de su tiempo y del movimiento filosófico llamado “transcendentalismo americano” –junto con Emerson, Thoreau y Hawthorne, amigos cercanos- que se caracteriza por ser un movimiento que cuestionaba los valores e ideas tradicionales de la sociedad conservadora de su tiempo.
Alcott tiene una gran influencia de las ideas de Pestalozzi acerca del aprendizaje centrado en el niño y desarrolla a partir de ellas propuestas reformadoras para la educación de su tiempo.
Bronson Alcott cree en la centralidad del diálogo entre profesor y estudiante y afirma que la conversación educativa tiene que “fluir libremente” y en ella no cabe “el control de la lógica”. Por ello es criticado a veces como demasiado permisivo en sus métodos.
Sin embargo, los estudiosos de su pensamiento y acción educativa afirman que este personaje no era de ninguna manera un educador sin orden o disciplina. Por el contrario, tenía todos los momentos de clase planeados y si bien creía en esta libertad de la conversación pedagógica y en la motivación como un eje de la enseñanza, creía también, como lo vemos en la organización de actividades para sus propias hijas, en la disciplina como otro eje fundamental.
Inteligencia, naturaleza y sociedad articuladas armónicamente eran el signo de un verdadero genio y esta articulación debería fomentarse en la educación.

3.- La reforma educativa como movimiento histórico.

Se vuelve a hablar hoy en México de la necesidad urgente de una reforma educativa profunda. ¿Significa esto una ruptura total con el pasado?
El ser humano, la naturaleza, la sociedad, la inteligencia, son elementos cambiantes y por ello cualquier reforma educativa es siempre simultáneamente un momento de ruptura y un punto de continuidad. La reforma educativa que tiene que venir en México deberá ser entonces un proceso que retome los elementos más ricos de la herencia educativa de la humanidad y que al mismo tiempo sea capaz de crear elementos novedosos que pongan a nuestra educación “a la altura de los tiempos” de crisis-cambio-globalización que hoy vivimos.
Retomar el eje dialógico motivación-disciplina planteado por Alcott en el siglo XIX encontrando las formas de operativizar estos dos elementos en las aulas del siglo XXI, será sin duda una buena manera de entender la reforma educativa como un dinamismo histórico en permanente realización.

P.R.O.J.I.M.O: UN MUNDO AL DERECHO

Autora: Ma. Eugenia Sánchez D. de R.
Publicación: La jornada de Oriente 31 de Mayo 2007

Hay pedacitos de mundo al derecho que hay que detectar para que el horror y la impotencia no nos paralicen, para que no nos dejen acostumbrarnos a lo torcido, a ese mundo al revés en el que Blanca Laura Villeda acusa de mentirosa a Lydia Cacho y Dalia Alejandra Díaz, psicóloga de la PGR dice que Lydia sufre de “delirios y fantasías”; ese mundo en que la Cruz Roja Poblana le da una condecoración al mérito a Mario Marín; en el que la entidad simbólicamente más poderosa, el Ejército viola y mata (presumiblemente) a un ser humano, símbolo de la máxima vulnerabilidad: pobre, indígena, mujer y anciana, y las autoridades federales y estatales, responsables de mantener el estado de derecho, parecen haberse confabulado incluso con la Comisión Nacional de Derechos Humanos, para decretar la impunidad al ejército. Un mundo al revés en el que gobernantes y políticos enriquecidos a expensas de muchos y acusados de prácticas delictivas no solo viven en libertad sino se les encubre, se les avala y se les concede más poder, llámense Elba Esther Gordillo o Ulises Ruiz, mientras que aquellos que luchan, protestan se enfrentan a esas situaciones acaban en la cárcel y como a los activistas de Atenco se les sentencia a 67 años de prisión mientras que a los responsables de los abusos sexuales contra las mujeres de esa entidad se les castiga con 50 días de suspensión. Ante tanto cinismo, ante tanta violencia institucional, uno se siente, además de indignado, entristecido y alarmado, impotente y “discapacitado” para contrarrestar esos agravios. ¿No será que tenemos que descubrir nuestras capacidades diferenciadas?

En un viaje académico reciente, invitada por La Universidad Autónoma de Sinaloa, tuve la oportunidad de visitar la experiencia comunitaria PRÓJIMO (Proyecto organizado por jóvenes incapacitados México Occidente)constituida por y para personas con capacidades diferenciadas. PROJIMO se inició hace más de 20 años en otra localidad de la Sierra de Sinaloa pero que debido a la penetración del narcotráfico decidieron abandonar. La comunidad está conformada por un núcleo de 15 personas “discapacitadas” y por muchas otras de la región y fuera de ella que participan de diferentes maneras. La organización es gestionada totalmente por hombres y mujeres con muletas, en sillas de ruedas, y en camillas con ruedas. Es asombroso cómo no sólo son capaces de autogestionar su comunidad, de producir prótesis, sillas de ruedas y otros instrumentos; de realizar terapias físicas y psicológicas, sino además, de realizar actividades educativas en las escuelas de la región para sensibilizar a la población sobre las diferentes formas de pensar en lo “normal” y de actuar en consecuencia. Visitamos a una familia en su casa, una pareja (ella en silla de ruedas, él con muletas) que ha criado a dos hijas, ya jóvenes ahora y además se encargan de un pequeño niño que fue abandonado por sus padres. Observamos cómo personas que tienen que pasar toda su vida acostados en una camilla realizan actividades como regar las plantas (moviendo la camilla con ruedas) o dar clases de español a extranjeros que van allá de voluntarios. Constatamos, en un ámbito tan difícil, eso tan raro de encontrar hoy día: la esperanza. PRÓJIMO es un trocito de mundo al derecho en donde lo aparentemente imposible se ha vuelto posible gracias a la inteligencia, la creatividad, la resilencia, la fuerza interior que ha permitido a sus iniciadores y a los miembros actuales, encontrar caminos inéditos de acción y de transformación, de integrar solidariamente el sufrimiento y de quebrar obstáculos a la vida digna.

Gracias a los compañeros de PRÓJIMO que me hicieron pensar que aunque a veces nos sentimos “discapacitados” ante las arbitrariedades y el cinismo del poder, en realidad tenemos que descubrir esas capacidades diferenciadas que nos pueden permitir encontrar los espacios para resistir con proyecto tantas formas opresión.

lunes, mayo 28, 2007

La persona moral y la persona humana, ¿Confrontación o sinergia?

Autor: Mtro. Bernardo Reyes Guerra
Publicación: E-consulta, 28 Mayo 2007

Durante el aguerrido siglo XX, el concepto de organización vio hechas realidad sus mayores ilusiones, como la adquisición de la libertad legal de acción semejante a la de las personas humanas. Hoy en día, una persona moral puede realizar las mismas acciones que una persona humana, salvo participar en actividades electorales, y como es considerada esencial e importante para la prosperidad social, tiene algunas concesiones, desde el punto de vista fiscal.

Desde esta perspectiva la organización se ve como poseedora de una infraestructura que permite la ejecución, tanto de productos como de servicios, y por ende esto la convierte en la fuente primordial de desarrollo y de empleo de la comunidad, debido a que es el elemento de sostenibilidad de las personas humanas. Este paradigma coloca a la organización como un meta-humano, solo que sin alma que condenar o cuerpo que encarcelar.

Capital es lo que se requiere para provocar un desenlace diseñado, por lo que bajo el paradigma de la modernidad, los capitales más importantes son las finanzas, que permiten la adquisición de bienes para implantar procesos, y la estructura, que permite interconectar y transformar insumos para producir “bienes” para el mercado; luego entonces, desde este punto de vista, el capital financiero y el capital estructural son los únicos activos (capitales en funcionamiento) que generan prosperidad (bienestar). Los humanos, en este contexto, son recursos que cuando ya no apalancan a la estructura para dar margen a las finanzas, se tornan en pasivo laboral, las leyes de muchos países se han adecuado para permitir que las organizaciones tengan la preponderancia de las decisiones y para proteger esos recursos humanos y su derecho a pertenecer a las empresas.

Esta es la gran historia del siglo XX, donde el foco de las decisiones está en la eficiencia, donde el humano está al servicio de la organización y ésta al servicio de la generación de utilidades para los dueños de ellas. Esta imagen es claramente una caricatura para resaltar algunos puntos determinantes de nuestra sociedad y en honor a la equidad habría que dejar claro que hay muchas empresas y accionistas que han sido y son grandes promotores de la justicia y la equidad y han dado dignidad a la persona y a la naturaleza.

¿Es posible ver a la organización de manera distinta en los dinteles del siglo XXI?

Cada día es más claro que la capacidad de darse cuenta de la interrelación de las cosas, para hacerse cargo de la realidad, es un atributo de la persona humana, así como el de la capacidad de actuar en equipo y establecer relaciones sólidas con otros humanos; este capital humano, formado de la intelección y la interrelación es el verdadero motor de una organización y es propiedad de la persona humana quien por su propia voluntad los puede poner al servicio de una organización, pero al separarse de ella , ese capital humano también se separa de la organización; el valor de una base de datos no radica en los nombres y los teléfonos, sino en la capacidad de establecer diálogo por medio de esos recursos. Lo importante de un recurso, no es el recurso en sí, sino el servicio que puede prestar dicho recurso y el elemento que activa dicho servicio, que es el capital humano.

En la era del conocimiento, en la que estamos entrando, cada vez es más importante esa capacidad de darse cuenta de la interrelación de las cosas y de la capacidad cooperativa, por lo que el capital financiero y el andamiaje de los procesos han dejado de ser esenciales, se han quitado de la cadena de valor, para dar paso a una nueva conformación del capital estructural.

Las organizaciones ahora requieren convertirse en un nodo de red, donde las personas humanas pueden “enchufarse” para lograr mayor capacidad de Innovación, ejecución y competitividad, para lo cual es indispensable la comunicación. El nuevo activo, capital en funcionamiento, de la organización del siglo XXI es un capital estructural basado en:

· fomentar la innovación y la aceptación de que toda decisión, producto o servicio caduca en su pertinencia y por lo tanto el cambio debe planearse.
· La capacidad de ejecución, alineando los procesos, las prácticas y la planeación de tal suerte que el énfasis está en la administración de significados y no en la administración de costos.
· La inteligencia competitiva que permita reconocer las tendencias y los cambios, tanto los abruptos como los sutiles y que dan ventajas para diseñar acciones que permitan construir un futuro común más pertinente.
· Un proceso de diálogo que permita la multiperspectiva y la revalorización por medio de un continuo aprendizaje de los personajes involucrados, internos y externos, que conduzca a una ética consensuada y a que las decisiones se tomen en los puntos más cercanos al acto organizacional.

Las tecnologías de información brindan hoy día un entorno de comunicación muy importante, quizá son el gran cambio del milenio, pues la oportunidad de la convergencia de los medios masivos de influencia como el texto, el radio y la televisión y el internet, primer medio masivo de comunicación bidireccional del hombre, nos devuelve un ágora aristotélica postmodernista.

La organización al servicio del hombre y no al revés, es la gran temática del siglo actual, donde la competitividad y ejecución de la organización son apalancadas por el intelecto y visión humanas. ¿Un reto alcanzable o una utopía más?, dependerá de cómo transitamos de la era industrial a la era del conocimiento; de hecho depende de ti y tu disposición al diálogo.

jueves, mayo 24, 2007

NUEVOS ESCENARIOS DE APRENDIZAJE Y LOS PROFESIONALES DE LA EDUCACIÓN

Autora: María Isabel Royo Sorrosal
Publicación: e-consulta 24 de Mayo de 2007


La tecnología informática se introdujo en todos los ámbitos de la vida y se usa en los diferentes campos del conocimiento, campos laborales y campo de relaciones sociales. Por ello, si no queremos quedar excluidos del mundo actual, deben ser conocidas sus fortalezas y también sus debilidades; se ha de enseñar y aprender su utilización para el desempeño de las profesiones, la creación de conocimiento y el mantenimiento de relaciones; además de usar sus potencialidades para la enseñanza y el aprendizaje. La nueva realidad y posibilidades mundiales a partir del desarrollo de la ciencia y la tecnología impacta en todas las áreas de la vida humana y por tanto en la educación. Se requiere personas con habilidades analíticas, creativas, flexibles y de cooperación en el trabajo.

El principal desafío de política educativa ha llegado a ser la garantía del acceso equitativo a los conocimientos y competencias fundamentales para el desempeño social, como escribían Ravela y otros en 2000 para América Latina. Los profesionales de la educación, maestros, tomadores de decisiones en política educativa y en la aplicación e innovación, hemos de tener en cuenta estos desarrollos científicos y tecnológicos y ello de manera adecuada, equitativa y eficaz. Las tecnologías de saturación social (las generadoras de productos basura) originan resistencias y temores, patologías personales y sociales. Esos son malos usos pero, a los profesionales de la educación nos toca poner las condiciones y realizar las acciones pertinentes para que, también con la ayuda de las nuevas tecnologías, propongamos cambios sustanciales en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Un reto de la innovación es acompañar al docente para que pueda provocar un aprendizaje para toda la vida en sus alumnos y en él mismo.

Necesitamos materiales pedagógicamente adecuados, significativos y útiles. Los diferentes tipos de recursos didácticos o curriculares (tradicionales, ilustrativos, informativos, experimentales, lúdicos, tecnológicos) serán apoyos adecuados según las etapas, el tipo de actividades y de procesos de aprendizaje en el que nos encontremos. Los recursos tecno-pedagógicos complementan el material didáctico: Apuntes y transparencias (power point), herramientas de comunicación (Outlook), herramientas bibliográficas (revistas digitales), herramientas de autoría (weblog), plataformas de aprendizaje (moodle), foros de debate (colaborativo).

Lo importante es que los docentes, directivos y los generadores de política educativa, así como los padres y la sociedad en general, estemos comprometidos con el auténtico desarrollo personal, laboral y cívico de las siguientes generaciones y con el nuestro. Los especialistas del aprendizaje son los que se responsabilizan de ese proceso en sus alumnos y realizan planeación, motivación, seguimiento, y evaluación del proceso de aprendizaje de ellos.

La tecnología para el aprendizaje ha de poner su énfasis en el desarrollo de ambientes escolares innovadores con las herramientas como recursos, que profesores y alumnos usan con inteligencia, creatividad y criticidad. La aparición y uso de la tecnología informática en el campo educativo cambia los espacios de aprendizaje pero es competencia de los profesionales de la educación diseñar y administrar (no depender de ellas) esas modificaciones de los ambientes, en función de los objetivos de aprendizaje.

Para lograr la calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje el principal cambio es centrarlo en el aprendizaje del alumno y, en segundo lugar, en el aprendizaje del docente. Los cambios generados a partir del énfasis puesto en el aprendizaje y en el uso de las TIC, modifican el propio proceso, el papel del alumno, el papel del docente y, por supuesto, el ambiente en el que se relacionan. Estos ambientes o tipos de escenarios podrán ser virtuales, presenciales o escenarios mixtos; cada uno vinculado a diversos medios y modos de organización. Lo que no ponemos en duda, en los diversos ambientes, es el peso específico del profesional de la educación ya que podemos seguir manteniendo que “el joven es más ilusión que pensamiento. Por eso necesita, más que amigos, un maestro” .

El alquimista de lo humano

Autora: Ma. Alejandra Díaz Rosales
Publicación: Síntesis, 24 de mayo de 2007

Quisiera regalar a mis colegas profesores una reflexión que ha ido danzando en mi interior hace tiempo, a propósito del pasado 15 de mayo, fecha que celebré emocionada por los 22 años de itinerancia pedagógica en escuelas y universidades donde cada presencia humana me ha ido alquimizando. Como un acto de post-celebración, comparto con ustedes lo que ha significado ser y hacerme en las aulas.

La semilla de la vocación al magisterio se fermenta en el hogar; mi escenario de familia fue la tierra donde se abonó un espíritu de trabajo con las personas, originalmente con los niños y más tarde con los jóvenes y adultos. Es la casa el lugar primigenio para animar el servicio; porque si existe un primer valor que impulsa el encuentro educativo es éste, el de la disposición personal para acompañar a los demás.

En la trayectoria festiva de enseñar y aprender he tenido también la suerte de coincidir con muchos formadores, ellos han sido las miradas y corazones sabios que nunca me han faltado para ahondar en común sobre el horizonte de la educación y zanjar juntos mi sentido profesional. Recuerdo a uno de ellos, a Benjamín; un estudiante de preparatoria en una escuela rural ubicada al suroeste de Jalisco, en el valle de Ameca. En la reunión de fin de curso evaluando a todos los maestros, Benjamín expresó: “el problema es que no todos los profesores practican la fuerza que llevan dentro”; más que señalar la agotada problemática a la que nos referimos trivialmente sobre lo que impide o favorece la práctica docente, Benjamín aludió al tema intrapersonal; su conclusión podría generar varias disertaciones, a mí me impactó porque estoy convencida de que los alumnos creen en nosotros si desinhibimos el potencial de nuestra vocación y si hacemos palpable la motivación que nos inspira a ejercer la docencia. La interpelación humana que ocurre en el aula hace insoslayable lo que genuinamente somos.

Es innegable que aquello que nos moviliza a servir a otros, desde la educación, es la sustancia interior. En analogía con la alquimia, la sustancia interior serían los “metales” de que estamos hechos, o sea las experiencias, saberes, intenciones y sueños que nos configuran y que están expuestos a transmutarse en “oro” o en luz para los demás. Un profesor ilumina no sólo cuando comparte su conocimiento, sino cuando recupera y aprecia la sabiduría de cada alumno, y cuando nombra cada rostro y hace memoria de cada voz.

El profesor se construye en ese espacio micro-social que se llama aula, donde la cotidianidad hace de anfitriona a la fiesta de la transformación; el único requisito para participar es la conciencia –sensible y racional- de que aquellos con los que departiremos nos modificarán. La simple intuición de que seremos distintos al concluir un curso escolar plantea una perspectiva lúdica y creativa que hace cromático nuestro quehacer profesional.

Las múltiples historias que se conjugan en el aula, las ideas y vivencias esculpidas en cada gesto, y el proceso de reconocernos todos aprendices bailando a distintos ritmos los temas para la razón, hacen del educador un artista, quien enfrenta el reto mayúsculo de dar alas a cada corazón.

Hoy puedo reconocer que ser maestra es un acto de conquista personal y comunitaria que gana terreno cuando aprender-nos se convierte en la aventura diaria de descubrir cómo y de qué manera podemos mejorar el mundo, porque cierto es que también nuestro mundo necesita ser alquimizado. Estoy convencida que construirnos desde el camino pedagógico, es la posibilidad más cercana de dignificación y soberanía de lo humano.

¿Qué somos los profesores sino alquimistas de lo humano? Somos los místicos de un proceso que se antoja siempre novedoso, provocador de alternativas y de permanente resignificación, porque el “recurso” más preciado es un sujeto, y en este universo caben maravillosas posibilidades de desarrollo.

Celebro con todos aquellos que libre y gozosamente hemos elegido esta profesión, para con entusiasmo comprometido hacer de ella la opción profesional que humanice la vida.

DEL OTRO LADO DEL AULA: PROFESORES EN FORMACIÓN

Autora: Laura Rodríguez M.
Publicación: e-consulta, 24 de Mayo, 2007

Cuando pensamos en un profesor, generalmente lo imaginamos realizando actividades de enseñanza o, en términos actuales, promoviendo el aprendizaje de sus alumnos. Ya sea exponiendo una clase, implementado una actividad grupal, desarrollando una práctica, visualizamos al maestro como aquel que guía al conocimiento, como “el que sabe”.

Pero el profesor no lo sabe todo y requiere de actualizar, profundizar o ampliar su formación docente y disciplinar. Ya sea por exigencia de la secretaría de educación, por requerimiento de la institución donde trabaja o por deseo personal, los profesores se ven impulsados a participar en actividades de desarrollo profesional.

Este debería ser el común denominador de quienes se dedican a la práctica educativa: mantenerse permanentemente actualizados, a través de cursos, talleres o estudios de posgrado. Si la tarea de los profesores es formar a los niños y jóvenes del país para que éstos puedan ir constituyéndose en buenos ciudadanos, sean capaces de desenvolverse en el mundo natural y social, logren una estabilidad personal y se incorporen a la fuerza laboral, es imprescindible que estos profesores se actualicen en conocimientos, en el manejo de técnicas didácticas, y en ética y formación cívica.

En la Sociedad del Conocimiento se asume que en la educación actual no se enseñan conocimientos sino que se promueven aprendizajes, no se dictan cátedras sino que se impulsa el desarrollo de las inteligencias, se versatilizan los estilos de aprendizaje, se favorece el desarrollo de competencias.

No basta con que los profesores lean libros de pedagogía para construir ambientes de aprendizaje, no basta con que asistan a conferencias para promover un aprendizaje situado, no es suficiente que actualicen sus programas para favorecer un aprendizaje colaborativo.

Las actuales demandas educativas exigen que el profesor deje de realizar su labor en solitario y forme parte de redes para que, junto con otros profesores, descubra la manera en que sus alumnos aprendan a aprender, a hacer, a ser y a convivir.

El profesor debe ser capaz de buscar los últimos adelantos en ciencia, tecnología y educación desde un enfoque interdisciplinario y complejo. Necesita ser un especialista en estrategias innovadoras para lograr una enseñanza de calidad. Debe desarrollar cualidades que le permitan ser flexible y adaptable, tener liderazgo y ser sensible a los requerimientos formativos de sus alumnos atendiendo sus diferencias individuales.

Lamentablemente, los profesores no siempre se encuentran en condiciones para dedicar un tiempo sustancial de su vida a la propia formación. Ya sea por sobrecarga de trabajo, por las necesidades de atención de alumnos y padres de familia, por las actividades administrativas propias de su cargo, entre otros, los docentes se ven absorbidos por responsabilidades que les impiden aprovechar las oportunidades de actualización. Si a esto le sumamos los requerimientos de tiempo y de atención de su vida personal o familiar, se hacen más evidentes las limitaciones que los profesores tienen para actualizarse.

Muchos profesores tienen voluntad para aprender pero no cuentan con los elementos para hacerlo. El cansancio del día les impide rendir en estudios formales; las problemáticas del aula les impiden concentrarse; la falta de recursos los limita para elaborar los documentos requeridos como parte de su formación.

Las instancias oficiales y las instituciones educativas ofrecen varios espacios de formación y tratan de motivar a los profesores a participar en ellos. La experiencia demuestra que esto no basta. Los profesores no cuentan con los recursos para aprovechar estos espacios. Las carencias en su formación o el desgaste producido por su actividad dificultan a los docentes aprender y aplicar lo que aprender.

De ahí la necesidad de procurar al docente las condiciones que le permitan formarse sólidamente. Las becas para superación académica son un buen recurso pero también se requieren espacios que les permitan sobreponerse a las carencias de conocimiento y de habilidad que algunos docentes tienen y apoyarlos para el buen desarrollo de su formación.

Para lograr una educación de calidad necesitamos profesores de calidad. De ahí la importancia de que el profesor en ambos lados del aula, como docente y como alumno pueda rendir al máximo, pueda ser un profesor de diez.

Desarrollo sustentable en México: más allá de la racionalidad ecológica

Autores: Benjamín Ortiz Espejel y Bodil Andrade Frich

Publicación: La jornada de oriente, 24 de Mayo 2007


A la memoria de Roberto Cabrales
Las posibilidades de erradicar la pobreza y mejorar las condiciones de vida de las poblaciones indígenas y campesinas de México dependen de las condiciones de acceso y control sustentable de sus recursos naturales. En este sentido, el principio de gestión participativa de los ecosistemas incorpora las formas de manejo de estos y da reconocimiento a una democracia desde las propias comunidades rurales.
Esta democracia en la sustentabilidad, transita por un camino más allá de la democracia formal y representativa y señala hacia una reapropiación del concepto mismo de recurso natural y hacia formas diversas de gestiones colectivas de los bienes y servicios ambientales de las comunidades campesinas. Desde hace años, un grupo de colegas hemos realizado trabajos sobre algunos de éstos movimientos sociales en las áreas rurales del sureste mexicano, enfatizando sus estructuras organizativas y sus procesos de gestión.
Se trata, en nuestra opinión de movimientos sociales que representan alternativas de desarrollo social desde la esfera económica, pero que incorporan también propuestas creativas desde la esfera política, cultural y ambiental. Estos movimientos rurales emergentes se unifican en su rechazo a las políticas neoliberales que generan explotación económica, marginación política, segregación cultural y degradación de los ecosistemas y se trata de organizaciones que apuntan hacia un nuevo orden social y hacia una renovación de las condiciones de distribución de la riqueza, de igualdad en derechos étnicos, ambientales y laborales. Frente al dominio de la racionalidad económica, en los últimos 20 años se han desarrollando procesos sociales locales afianzados sobre principios de una “cultura de la sustentabilidad”.
Estos movimientos locales se basan en formas de organización simbólica y productiva propias de los pueblos campesinos e indígenas. De esta forma las investigaciones que hemos realizado, confirman que, estas formas de organización social alternativas, implican complejos sistemas de valores, significados, prácticas productivas y estilos de vida, que a lo largo de sus historias, han logrado sobrevivir y hoy día constituyen experiencias alternativas frente a la racionalidad imperante del mercado globalizado. Las prácticas productivas fundadas en la simbolización y en significados sociales asignados a la naturaleza han generado diferentes formas de percepción y apropiación, reglas de acceso a los recursos, prácticas de gestión de ecosistemas y patrones específicos de producción y consumo; sin embargo, todo ello no ha estado exento de fuertes tensiones de valores y de presiones económicas y políticas, lo que da como resultado formas “hibridas” de “negociación” con el entorno social y económico en las cuales están inscritas las comunidades rurales y los proyectos alternativos de desarrollo.
El desarrollo sustentable ha sido un concepto que, lanzado a la arena de la discusión internacional hace ya casi 20 años, ha logrado encontrar en diferentes medidas eco en los sectores de la sociedad. Sin embargo, en el sector rural mexicano, no existen a la fecha esfuerzos serios que desde los gobiernos federal y estatales reconozcan y apoyen decididamente estas múltiples experiencias, que surgidas en su mayor parte por grupos campesinos e indígenas marginados y pobres de México trabajan en favor de un estilo de desarrollo alternativo.
Finalmente, desde la perspectiva del desarrollo sustentable, varios autores han estudiando el funcionamiento de la racionalidad ecológica campesina poniendo énfasis en el aprovechamiento de las específicas condiciones geográficas y ecológicas para impulsar un diseño de producción sustentable. Si bien lo anterior responde a una “racionalidad ecológica” o a una “racionalidad ambiental”, expresada en técnicas y conocimientos ecotecnológicos, nos parece que aún hace falta establecer con mayor precisión las específicas formas de resignificación y de organización social que hacen posible la expresión de esas estrategias, técnicas y conocimientos.

jueves, mayo 17, 2007

Cuidar a quien más lo necesita

Autora: Celine Armenta
Publicación: La jornada de oriente, 17 de Mayo de 2007

Para muchos, actuar con ética equivale a ser imparciales con propios y extraños; esta es la ética de la justicia ciega. Otros consideramos que es mejor tomar en cuenta las relaciones y los sentimientos de los demás, y actuar con responsabilidad social, sin pretender ser imparcial con todos. Ésta es la ética del cuidado, que según descubrió hace ya 30 años Carol Gilligan, caracteriza el desarrollo moral de las mujeres. La ética del cuidado supone mayor madurez, y asegura mayor calidad de vida, aunque el pensamiento y las estructuras patriarcales insistan en colocar a la imparcialidad como la medida de lo ético.

En marzo de 2005, Lydia Cacho nos enseñó lo que es comportarse correctamente, siguiendo la ética del cuidado. Al publicar Los demonios del Edén, Lydia comprometió su vida para proteger y defender a decenas y quizás cientos de niños, y sobre todo niñas, víctimas de abusos sexuales, quienes de otra manera hubieran sufrido también el silencio y el olvido. Lydia les dio voz a estas criaturas, algunas de sólo 5 años de edad, para denunciar a su victimario: pederasta, violador y pornógrafo, que actuó al resguardo de redes de protección, corrupción e ineficacia policial y política. Como quien cuida a sus propias niñas, o a sus hermanitas, Lydia ha empeñado en esta defensa su salud, su libertad, su tranquilidad, y su integridad física.

¿Pero, quién cuida a Lydia? La semana pasada alguien atentó contra su vida; no hay otra explicación posible para los birlos cercenados de su automóvil. ¿Quién fue? ¿El criminal sin conciencia hospedado en el penal de La Palma? ¿O su amigo empresario, protector y cómplice? ¿O las autoridades que se escudan en el cumplimiento de la ley y los principios de imparcialidad? ¿O alguien que pretende congraciarse servilmente con las autoridades? ¿O acaso algún enemigo político o personal de las autoridades, buscando enlodarlos aún más? Hay que averiguarlo y pronto; porque la impunidad invitaría a la reincidencia.

Si las autoridades no son culpables, no deben tolerar que pase un día más sin esclarecer el atentado. Es mucho lo que está en riesgo. Por su parte, los legisladores deben concluir la investigación sobre la posible responsabilidad del Ejecutivo Estatal en la violación a las garantías individuales de Lydia, en vez de erigirse en defensores a ultranza de aquél a quien investigan.

Y la sociedad civil, usted y todos, debemos proteger a Lydia y a su causa; porque contrario a lo que afirmó alguna diputada, este no es un juego: las niñas y niños violados y sexualmente explotados siguen esperando justicia. Ciertamente un hombre está siendo juzgado, pero tiene un enorme poder económico y una red que podría asegurarle la impunidad, como suele suceder en nuestro México. Este es un drama humano, que puede convertirse en otra vergüenza para todos, o en un capítulo singularmente ético en la historia. Nuestra mirada vigilante y nuestra denuncia deben cuidar a Lydia, porque ella está cuidando de quienes más lo necesitan.

miércoles, mayo 16, 2007

Eficaz rutina para ejercitarnos en la democracia

Autora: Celine Armenta
Publicación: e-consulta , 16 de Mayo de 2007

Como casi cualquier otra aventura humana, la democracia se aprende: las personas y las sociedades mejoramos nuestro desempeño democrático a medida que nos ejercitamos en él. Y como en cualquier otro campo, para llegar a desempeños satisfactorios, debemos estudiar, practicar, colaborar, evaluar, y autocriticarnos.
En el juego de la democracia sólo podemos fracasar si dejamos de ejercitarnos. Por eso hoy quiero proponer una rutina sencilla pro-democrática, con un movimiento de autocrítica, otro de colaboración y uno final de audacia. Y propongo al lector que practique esta rutina hoy, mañana y en días subsecuentes; que si fuera posible, lo haga en equipo, en familia, en el centro laboral, o con las comadres, o los cuates.
Primero, la autocrítica. Gastamos demasiada energía, entusiasmo y capacidades, en criticar al gobierno. Asumamos que el país que hoy tenemos, las autoridades que nos gobiernan, los organismos y las instituciones mexicanas, son producto de lo que hicimos y dejamos de hacer;, de nuestra participación y nuestra desidia. Hayamos votado o no por la fórmula que nos rige, somos co-responsables de lo que está sucediendo.
Si este primer movimiento de autocrítica logra su cometido, y nos abre a la posibilidad de apreciar las bondades de las instancias gubernamentales, entonces podemos pasar al segundo movimiento, que se llama colaborar con las iniciativas gubernamentales.
Voy a centrarme en dos iniciativas de dos organismos particularmente positivos, independientes y prolijos en oportunidades y propuestas para mejorar nuestro país: el Instituto Nacional de las Mujeres, y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
El Inmujeres promueve en su página de internet (http://www.inmujeres.gob.mx/) el Programa de Equidad de Género, que “Es una estrategia . . . para que empresas privadas, las instituciones públicas y los organismos sociales asuman el compromiso de revisar sus políticas y prácticas internas, para re-organizar y definir mecanismos que incorporen una perspectiva de género e instrumenten acciones afirmativas . . . que conduzcan . . . al establecimiento de condiciones equitativas para mujeres y hombres en sus espacios de trabajo”. Ciertamente es gubernamental; también es cierto que Inmujeres no es perfecto y que podemos criticarle muchos asuntos; pero la iniciativa es buena, y la respuesta de la sociedad civil ha sido tibia, o mejor dicho muy fría. Poco más de 90 organizaciones lo han adoptado en casi 4 años; entre estas organizaciones aparecen varias dependencias del gobierno estatal poblano, el ayuntamiento de la ciudad de Puebla, Africam y el Colegio de Posgraduados. De hecho, la nuestra es la entidad mejor representada, pero aún así, la respuesta es mínima.
La otra iniciativa viene de CONAPRED, y también la promueve en su página de Internet (http://www.conapred.org.mx/Noticias/noticiasTextos/noticiaUsr.php?id=01034 ): se trata de la invitación a adherirnos al Acuerdo Nacional por la Igualdad y contra la Discriminación. Es una campaña de firmas para sumarnos a varios compromisos; entre ellos: “Impulsar una perspectiva antidiscriminatoria para favorecer la inclusión social plena de las personas y grupos vulnerados o en desventaja. . . ; Alentar la investigación y el debate de temas relacionados con la no discriminación y la inclusión social; a fin de contar con propuestas para la definición de políticas y programas en la materia. . . ; e Impulsar acciones de información, sensibilización, capacitación y divulgación encaminadas a favorecer la convivencia en la diversidad, el respeto a la diferencia y la igualdad como valores fundamentales de la vida democrática”. Este Acuerdo concluye diciendo que “Comprometerse hoy con la igualdad y la no discriminación es construir la sociedad democrática y equitativa que garantice el respeto a los derechos fundamentales y la calidad de vida que todas las personas merecemos”.
Como la iniciativa de Inmujeres, el acuerdo de CONAPRED también ha sido recibido con tibieza y poca colaboración por la sociedad civil. El segundo movimiento de la rutina a favor de la democracia, consiste en que nos sumemos al Acuerdo, y pongamos por obra el programa de equidad de género.
Si llegamos a cubrir exitosamente este segundo movimiento de la rutina, ¿por qué no intentar algo más intenso, más osado, y que seguramente nos ayudará a mejorar nuestra democracia? Me refiero a participar en la Jornada Mundial contra la Homofobia. No olvidemos que la homofobia es una de las actitudes discriminatorias más insidiosas, más graves y más extendidas en nuestro país, según nos dijo hace casi dos años la Encuesta Nacional de Discriminación: en México. Discriminamos a lesbianas y gays, transexuales y transgénero, y ni siquiera nos sentimos mal de hacerlo; pese a que esta discriminación llega a extremos de crueldad y delincuencia.
Participemos solidaria y audazmente: el jueves 17, a las 9, en el zócalo, hay un acto político. A las 11:30 hrs., en en Auditorio Elena Garro de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP, la Mesa Redonda: Religión y homofobia. A las 4 de la tarde se presenta el cortometraje de animación Adiós hombre, adiós, de Silvia Susana Jiménez, en el auditorio Elena Garro. El 18 de mayo, al mediodía, en el Congreso del Estado, la Mesa redonda Estado y homofobia, y a las 4 de la tarde, la presentación de performance y de cortometrajes en el auditorio Elena Garro.
Finalmente, el sábado 19 de mayo, a partir de la una de la tarde, se realiza la Sexta Marcha del Orgullo y la Dignidad LGBT, que partirá del Parque Juárez rumbo al Zócalo.
La rutina completa por la democracia, que aquí propongo, requiere esfuerzo, dedicación, valentía y compromiso. A quien lo siga en su totalidad, le auguro mejoras radicales en sus convicciones y prácticas democráticas.

jueves, mayo 10, 2007

Una suegra para todas las estaciones

Autor: F.H. Eduardo Almeida Acosta
Publicación: La Jornada de Oriente, 10 de Mayo 2007

Estamos celebrando en estos días a las madres y aunque la mercantilización y la tonalidad patriarcal de la celebración ameriten su cuestionamiento, también hay otros enfoques que permiten retomarla. “Madre coraje”, “La Madre” de Gorki y tantas otras obras literarias de valor innegable nos hacen presente a la progenitora de nuestras vidas. Por otra parte hay madres, como Doña Rosario Ibarra de Piedra y las “Madres de Mayo”, que con su testimonio de valentía y de congruencia política, han engendrado espacios de dignidad en unos tiempos en que esto no es lo habitual.

En esta ocasión sin embargo, quiero referirme a mi suegra (socra, como decían los romanos) Doña María Eugenia Díaz de Rivera fallecida el 16 de febrero próximo pasado. Conocí a mi “bella madre” ( belle-mère, como dicen los franceses) o “madre legal” ( mother-in-law, como dicen los ingleses) en 1977 cuando ella tenía 58 años. A tres meses de su muerte quiero rendirle homenaje y expresar públicamente mi afecto, mi admiración y mi agradecimiento.

Mi afecto en primer lugar porque a lo largo de treinta años ella fue en efecto una bella madre tanto para mi esposa, como para mí, posteriormente para mi hijo y recientemente para mi nuera; atenta, afectuosa, respetuosa, hospitalaria, amiga.

Mi admiración porque manifestaba con su vida lo que alguna vez expresó Colette, la escritora francesa: “ Una mujer que se siente inteligente exige igualdad con los hombres; pero una mujer que es inteligente no lo hace. Asume la igualdad como punto de partida y vive la diferencia como reto, no como limitación”. Son recuerdos muy recientes los diálogos que sosteníamos los sábados cuando nos visitaba; al ir por ella a su casa durante el trayecto expresábamos opiniones divergentes sobre acontecimientos políticos: ella me dejaba afirmar mis puntos de vista, ella ofrecía los suyos. Se mantenía informada y sufría por tantas flagrantes injusticias y justos sufrientes. Diariamente veía a Carmen Aristegui en CNN y y no se perdía el programa “Primer plano” del canal 11, entre otros foros de discusión. Más tarde formulaba sus conclusiones.

Mi agradecimiento porque entre ella y mi suegro formaron hijos con inquietudes de servicio, que viven la vida con intensidad, y que se han involucrado en el arte, en la política, en la educación, en la lucha por la justicia. Admiré en mi suegra la clara noción que tuvo de la importancia del arte como forma de manifestación del espíritu. Por muchas partes, en la Sierra, en la ciudad de México y aquí en Puebla sus acuarelas han sido compañeras permanentes de mi vida cotidiana. Para mí su rastro, en esta caravana que somos, es mi esposa. Entre 1952 y 1962 angustias, trabajos y vigilias de la madre, e inquietudes, zozobras y enfermedades de la hija, tuvo lugar, un período de intensa maduración para ambas. Quince años después, en 1977, en la Sierra, mis suegros y mis padres nos acompañaban a mi esposa y a mí en el compromiso de compartir vidas, proyectos e incertidumbres. Desde entonces aprendí a querer y admirar a mi suegra. Vayan estos renglones de agradecimiento por su vida y por los frutos de su vitalidad.

Termino con las palabras que expresó mi esposa el día en que recibió las Palmas Académicas de Francia. Al dirigirse a su madre dijo: “¿Y mamá? Esa mujer de rara hondura humana, que lleva en sus entrañas el dolor del mundo, que no deja de ver los noticieros cada día, porque siente, que de lo contrario, abandona a todos esos seres humanos sufrientes con los que se quiere solidarizar. Mamá, quien nos ha impulsado desde la infancia a lanzarnos a la búsqueda de nuestros ideales, y que nos ha interpelado a la fidelidad a los principios que cada uno de nosotros nos hemos construido, ella que es capaz de alimentar los vínculos entre hermanos con posiciones políticas bastante diferentes, a ella, gracias”.

¿Más presupuesto para la educación?

Autor: Guillermo Hinojosa Rivero
Publicación: Síntesis , 10 de Mayo 2007

Un colega que trabaja en la UNAM platicaba la siguiente anécdota que pinta bien el espíritu de algunas organizaciones sindicales. El cubículo de este colega era uno de los cuatro cuya limpieza era toda la obligación diaria de la señora del aseo. Entre las nueve y las nueve media esta señora cumplía su trabajo diario. Después se iba a lavar sus trapos, a pedir más jabón, a preparar el almuerzo y compartirlo con sus compañeras. Luego a tejer chambritas en una larguísima sobremesa hasta la hora de salida. El cubículo de mi colega acumulaba polvo y mugre en todos lados menos por encimita. Un día se atrevió a llamar la atención de la señora sobre lo sucio que estaba el lugar. Esta lo miró comprensivamente y le dijo: Sí, tiene usted razón, esto está muy sucio ¡quéjese! A ver si así contratan más gente que nos venga a ayudar.

La señora del aseo debe ser ahora consejera del SNTE a juzgar por lo que se conoce del pliego general de demandas que presenta y que espera le sean resueltas antes del 15 de Mayo, día del maestro. Al parecer el SNTE se ha repuesto de los golpes que recibió con motivo de las evaluaciones hechas a los niños mexicanos que resultaron estar entre los peor educados del mundo. Ahora ya no intenta negar la realidad, ahora sólo pide más dinero cuando se le señala el mal trabajo que hace.

¿Qué pide ahora el SNTE? De acuerdo con la nota publicada por el diario Reforma el 7 de mayo quieren: Estímulo económico por puntualidad y asistencia, apoyo económico por Día del Maestro, incremento al sueldo base y a las prestaciones, cinco nuevas escuelas normales, 90 días de aguinaldo, mayor representación sindical en el INEE, entre otras demandas.

Podemos preguntarnos si la satisfacción de estas demandas va a mejorar la educación de nuestros niños. No, al contrario, lo más probable es que la empeore. Del enorme presupuesto que México gasta en educación, casi el 25% del gasto público, el 97.2% se va al gasto corriente: a salarios el 93.6% y a otros gastos el 3.6%. Quedan entonces 2.8% para programas de mejoramiento de las escuelas, de capacitación y de compra de nuevos materiales. Las nuevas demandas reducirán ese porcentaje.

¿Cómo puede entenderse que quieran abrir cinco nuevas escuelas normales si al mismo tiempo las SEP estatales están suprimiendo los permisos de funcionamiento a las normales particulares porque ya no hay plazas para los egresados?

Con diferencias entre los diversos estados, los maestros del SNTE reciben pago de 466 días al año; casi 16 meses de salario con 90 días de vacaciones. La petición de 90 días de aguinaldo aumentaría la cifra a más de 500 días de salario. Más, si añadimos los “estímulos” por puntualidad y asistencia.

Uno de los grandes logros del sexenio foxista en materia de educación es la creación del Instituto Nacional de Educación Educativa, INEE. Este instituto realiza rutinariamente estudios sobre la calidad de la educación en México. Antes de él sólo estaban los estudios del PISA 2000 que cayeron como bomba sobre el sistema educativo mexicano. El INEE podría ser la instancia autónoma, independiente de la SEP que evalúa el trabajo de esta última. En realidad depende de la SEP y ésta le pone sus límites. Pues el SNTE quiere más representación en el INEE. ¿Porqué podría importarle al SNTE pesar más en el INEE? Para ejercer control sobre los estudios que se realizan y sobre lo que se publica.

En los últimos años México ha hecho un esfuerzo enorme por aumentar la cantidad de dinero que destina a la educación pública. Esfuerzos que no se han reflejado en una mejoría en la educación de nuestros niños. Ni siquiera se han movido los indicadores de calidad que podrían darnos la esperanza de que los frutos vendrán en el futuro. Todo el dinero se gasta en los salarios del 1.6 millones de afiliados al SNTE; cantidad de la cual la dirigencia sindical recibe el 1.5% y no le da cuentas a nadie.

Sí, tiene usted razón, la educación mexicana es un desastre -parece decir el SNTE- ¡quéjese! A ver si así nos dan más presupuesto, más plazas, más afiliados, más normales, más ingerencia en las decisiones que nos afectan, más estímulos que nos motiven a trabajar, y más tiempo libre para prepararnos mejor (o para tejer chambritas).

(La mayoría de las cifras mencionadas se tomaron del estudio de Otto Granados Roldan: Educación en México ¿Gastar más o invertir mejor? Publicado por el Observatorio Ciudadano de la Educación. Vol. 5, No. 148, 2005)

martes, mayo 08, 2007

Educación y sentido de la vida.

Autor: Martín López Calva
Publicación: e-consulta , 8 de mayo 2007

Probablemente la única áncora de salvación
sea la ciencia, el uranio 235, esas cosas. Pero
además hay que vivir.
Julio Cortázar. Rayuela.


La educación ha tenido históricamente y tiene hoy, la función primordial de capacitar a las nuevas generaciones en los conocimientos científicos y técnicos más actualizados y pertinentes para su inserción eficiente en el mundo del trabajo y para su adecuada adaptación a la dinámica social.
Renunciar a este esfuerzo por brindar una formación científica y tecnológica de la más alta calidad sería condenar a nuestros niños y jóvenes al fracaso social y significaría una grave falta de ética por parte de los educadores, las autoridades educativas y la sociedad en su conjunto.
En las circunstancias actuales en las que la “primera hélice” de la globalización -como la llama el pensador francés Edgar Morin[1]- impone condiciones cada vez más fuertes de competitividad para los egresados del sistema educativo, sería inaceptable una propuesta que invitara a evadir el compromiso de formación de los “hábitos cognitivos”[2] de los educandos.
La llamada “sociedad del conocimiento”exige a los educadores y a las instituciones educativas redoblar los esfuerzos para que los planes de estudio y las prácticas de enseñanza-aprendizaje que se generan de ellas aborden con toda seriedad los contenidos de las diversas disciplinas, haciendo que los estudiantes, dependiendo de su nivel, puedan familiarizarse, manejar y aplicar con destreza los lenguajes y métodos de las ciencias naturales, humanas y sociales.
“Pero además…hay que vivir”, y la educación ha tenido históricamente y tiene hoy con mucho mayor urgencia, el deber de formar en el educando la clara convicción de que “hay que vivir” y que la ciencia, la técnica, la información y el conocimiento, no son suficientes para enfrentar con pertinencia el desafío fundamental que tiene que resolver cada persona por sí misma: el de construir su propia existencia.
Porque el acelerado desarrollo de la “primera hélice” de la globalización –la de la economía, el mercado, la dominación, el control- no ha tenido como complemento y contrapeso un desarrollo suficiente de la “segunda hélice” –la del humanismo, los derechos humanos, el respeto a la naturaleza y a la vida-. En este desequilibrio vivimos y de este desequilibrio es producto y al mismo tiempo productora la educación.
Los acontecimientos trágicos que recientemente se han producido en el ámbito de instituciones educativas internacionales y locales están hablando de la urgencia de abordar seriamente este reto de una educación compleja que deje atrás el falso dilema que plantea la disyunción entre formación científica de alta calidad y formación humana pertinente.
Una educación a la altura de nuestros tiempos tiene que ser una educación que conjugue la formación de alta calidad científica y técnica con la educación humana también de alta calidad autorreflexiva, afectiva y moral.
Porque la educación actual, como señala Marina, debe formar los hábitos cognitivos simultáneamente con los hábitos afectivos y con los hábitos operativos. La educación de la razón y de la creatividad – que no es lo mismo que una educación de la memoria y la repetición- debe ir tejida en conjunto con la educación de los sentimientos –que no es lo mismo que una educación sentimentalista superficial- y con la educación de la autonomía –que no es lo mismo que una educación del capricho voluntarista-, para poder responder a las exigencias del mundo actual y a las necesidades de los niños, adolescentes y jóvenes actuales.
La relación entre educación y sentido de vida es un elemento fundamental que debe abordar esta educación compleja que capacite para vivir. Esta relación tiene que ser abordada de una manera acorde con los tiempos actuales que están marcados por la incertidumbre.
En los tiempos de las certezas y los absolutos, el sentido de vida era algo predeterminado. Existía UN sentido para la vida –socialmente legitimado y aceptado- y las nuevas generaciones tenían que asimilarlo y adoptarlo como propio para orientar sus propias vidas.
La educación actual, la de los tiempos de incertidumbre, debe formar a los educandos en la convicción de que “la vida no tiene sentido”, sino que hay que dárselo. Víktor Frankl[3], el famoso terapeuta judío que sobrevivió al holocausto, afirma que el sentido de la vida es lo que mantenía la humanidad de los prisioneros en el campo de concentración. No era un sentido de vida predeterminado sino un ejercicio íntimo y profundo de libertad que nacía de lo más profundo y que llevaba a los que lo ejercitaban a entrar a la cámara de gases recitando una oración, mientras otros lo hacían maldiciendo.
La educación debe promover los espacios para que cada educando caiga en la cuenta de que es necesario construir un sentido para su propia vida y aportar elementos de sentido a la existencia de la sociedad y de la especie humanas y, a partir de esta convicción, desarrollar las herramientas intelectuales, afectivas y operativas que les permitan construir día a día su propio proyecto de vida, dentro de las circunstancias generales que les presente la vida.

[1] Morin, E. (2003). El Método V. La humanidad de la humanidad. La identidad humana. Madrid. Ediciones Cátedra.
[2] Marina, J. A. (2004). Aprender a vivir. Barcelona. Ed. Arial. 3a. edición.

[3] Frankl, V. (1994). El hombre en busca de sentido. Barcelona. Ed. Herder.

jueves, mayo 03, 2007

El Quijote desde América

Autor: Frank Loveland
Publicación: La jornada de oriente, 3 de Mayo 2007

El Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAP, junto con El Colegio de México, han publicado recientemente la mayor parte de las ponencias, revisadas y corregidas, expuestas durante el simposio “El Quijote desde América” que tuvo lugar en febrero de 2005 en el salón Barroco de la UAP como parte de las celebraciones de los 400 años (16052005) de la publicación de la llamada primera parte del Quijote.

Aquel simposio fue singular por varias razones. En general, los simposios son entre expertos y para expertos; éste fue abierto al público y gratuito. En general, estos congresos son aburridos y se discuten minucias e investigan excéntricas problemáticas que, como el propio Quijote podría decir, “después de investigadas y averiguadas, muy bien podrían excusarse” (en castellano moderno, a quién fregaos le interesan). En cambio, para mí lo más sorprendente fue la abundante asistencia general: tres días estuvo lleno el salón Barroco, y la gente venía por la mañana y regresaba en la tarde si podía.

Para muchos, quiero suponer, fue el descubrimiento de la enorme variedad temática y riqueza literaria de la obra de Cervantes. Tirar por la borda la versión “El hombre de la Mancha”, con todo y su “soñar, lo imposible soñar”, para empezar a ver que El Quijote es una obra que sorprende al lector contemporáneo aún más de lo que sorprendió a los lectores del siglo XVII.

Reconocida como la primera novela moderna, sólo hasta el siglo pasado, digamos a partir de los estudios de Américo Castro (1919), la crítica comenzó a comprender plenamente y a fondo la modernidad de la novela. Novela fácil de leer pero infinita para comprender, por primera vez un texto de ficción pedía a gritos la activa intervención del lector para las posibles interpretaciones.

Fue desafortunado que los críticos románticos alemanes, a principios del siglo XIX, realizaran una interpretación bonita, pero a fin de cuentas superficial y pueril, que quedó con el tiempo como la interpretación culturalmente “oficial” de El Quijote: el caballero idealista y su escudero materialista, imaginación contra realidad. Hoy día, casi nadie lee la novela pero todo mundo sabe “de qué se trata”, y por lo mismo, prefieren no leerla. Nos quedamos conque el Quijote es un loco idealista que arremete contra molinos de viento.

El Quijote es mucho más. Quien finalmente se decide a leer el texto, no puede menos que sorprenderse. Cervantes, para empezar, escribe lo que es la primera reflexión a fondo sobre los posibles efectos y usos de un fenómeno nuevo que aparece a lo largo del siglo XVI: la lectura privada, en silencio. Así como hoy día se levantan voces alarmadas sobre los “peligros” de la navegación irresponsable de nuestros jóvenes en internet, así en aquel siglo abundan las prevenciones contra el uso privado, sobre todo entre los y las jóvenes, del novedoso artefacto llamado libro y la aparición entre ellos de historias ficticias y mentirosas, hoy conocidas como novelas. Leer en silencio historias ficticias nos hace desear ser otros, y si El Quijote inicia a partir de la entonces noción común de que la lectura de ficciones mentirosas puede enloquecer al lector, la característica y deliberada ambigüedad del texto va deconstruyendo las afirmaciones del narrador al notar la realidad del deseo que emerge a través de dichas ficciones (¿Cómo no van a ser verdad la generosidad y la justicia? Cierto que no son verdad, pero, ¿cómo no desearlas y corporizarlas?). Simultáneamente, el buen caballero sufrirá un largo proceso de desengaño en tanto su escudero va “cayendo”, con plena conciencia, dicho sea de paso, en las verdades ficticias que su patrón le propone. La quijotización de Sancho y la sanchificación del Quijote les llama Américo Castro.

La oposición idealistarealista entre caballero y escudero no es más que punto de partida hacia una creciente y compleja problematización del tema. La novela parece sugerir que el ser humano es ciertamente un animal de carne y hueso, pero habitado por un ser imaginario, y cuando dicho ser coincide totalmente con lo que la historia y sus circunstancias le han hecho ser –personaje realista–, es como si no existiera, bueno para la estadística y las encuestas, diríamos hoy día, y nada más. Es la transgresión sobre la realidad que el deseo realiza lo que humaniza al animal humano, lo que nos lleva a ser una especie que construye su realidad a partir de su imaginación, es decir, su deseo y no su instinto. Pero claro, en esta novela signada por la ambigüedad y la naturaleza compleja de nuestros pensamientos y deseos, a la vez la célebre pareja recorre un mundo donde la creciente comercialización y racionalización del entorno anuncian un mundo exclusivamente realista, un mundo empeñado en asesinar sus capacidades imaginativas: empeñado en hacernos a todos sanos y normales, seres calculadores y oportunistas, modernos y civilizados, pues. Un mundo donde la imaginación será entretenimiento pueril, o síntoma patológico.

Curado el Quijote de su locura, la novela ya sólo puede narrar su muerte definitiva. Lo único que queda suelto, con hartos deseos de más capítulos y aventuras, como señalaba mi profesor Márquez Villanueva, es Sancho. Condenado a regresar a su realidad, Sancho Panza se nota desesperado ante la gris sanidad de su agonizante patrón ficticio. Nadie escribió la continuación de su vida. Quizá el primer personaje plenamente moderno, habría desarrollado el primer caso de neurosis literaria: el hombre al que, sin deberla ni temerla, se le ha prohibido usar la imaginación que cierto personaje/libro, ficticio, loco y engañado, le despertó.

miércoles, mayo 02, 2007

Un desenlace en expectativa: la prueba ENLACE

Autora: Alejandra Díaz Rosales
Publicación: E-Consulta 2 de mayo de 2007.

Con la intención original de evaluar la calidad de la educación y promover más decididamente el desarrollo educativo de cada alumno y de cada centro escolar, la prueba de ENLACE (Evaluación Nacional de Logros Académicos en Centros Escolares) se aplicó por segunda ocasión a casi once millones de estudiantes de educación básica en todo el país, por un costo de 200 millones de pesos.

Detrás de un mecanismo que tiene visos de examinación, existe una propuesta genuina de la SEP por transitar a una cultura de evaluación como recurso para apreciar el alcance de los aprendizajes y las fortalezas de las organizaciones. Será difícil superar las resistencias que en nuestro país existen respecto a las actividades evaluativas pues en repetidas situaciones sus fines han sido solamente los de la fiscalización y el control; pero hay que construir el camino para que ocurran los cambios, a menos que deseemos permanecer en la falacia de los resultados educativos y sorprendernos cuando la OCDE emite su informe anual y aparecemos en los últimos lugares de avance en desarrollo; o si preferimos regodearnos una y otra vez con mínimos logros que no alcanzan a sostener un sistema educativo de verdadera calidad.

Considero que esta propuesta puede constituirse como una interesante oportunidad para que la Secretaría de Educación Pública evidencie que un programa de valoración integral -como sugiere que sea la aplicación de dicha prueba-, aproveche los resultados para operar alternativas eficaces que desarraiguen los vicios, las deficiencias y malestares de la educación escolar. Irregularidades, rezagos y retrasos que tienen causas multifactoriales, no únicamente las propias de un sistema burocrático como lo es la SEP.

Como en muchas propuestas, es evidente que los principios pedagógicos que sustentan a ENLACE son coherentes y de avanzada (enfoque constructivo e innovador), pero algo falla en la estrategia de difusión y aplicación puesto que algunos profesores expresaron descontento, escepticismo y duda respecto a que sea una pantalla del actual gobierno para descalificar a las escuelas públicas e impulsar la privatización de la educación. ¿Habría un fin tan perverso en una acción tan costosa?. El sólo hecho de pensarlo nos desanima y nos revive la increencia del para qué realizar procesos complejos y aparatosos si las finalidades están empañadas. Frente a esta inquietud me parece que tenemos otra opción, la de volvernos críticos confiados de los proyectos educativos de nación, a la espera de los destellos que aporten los resultados y sobre los que cada escuela pueda generar dinámicas de revisión y reconstrucción de sus acciones.

No esperemos que el todo operativo de una propuesta sea determinado por una Secretaría (SEP) que disfruta con ser maternalista y en cuya sombra nos hemos acomodado algunas veces, hay que reconocerlo. Si este sistema ha dictado las líneas estratégicas para evaluar alcances, convendría aprovechar de manera autónoma los resultados; entonces cada comunidad escolar puede reconvertir los indicadores de medición contextualizando los resultados desde sus circunstancias y condiciones específicas; y quizás ENLACE sólo será un pretexto para autoevaluarse y autoreconstruirse en los ámbitos que sea necesario hacerlo.

Opino que si de manera obligatoria se ha tenido que participar en este proceso puede ganarse beneficio institucional aprovechando la circunstancia y criterios para detectar necesidades en el fortalecimiento de las habilidades lingüísticas y matemáticas de los alumnos, que sin duda son las competencias básicas para la vida.

La oportunidad de ENLACE estriba también en sumarse al proyecto de generar un sistema de evaluación transparente, de rendición leal de cuentas y de proceso crítico impulsor de mejoras educativas.

El desenlace de tal propuesta, que se encuentra en su segunda emisión, dependerá de cómo y para qué aprovecha cada centro educativo estos resultados, sin temores de exclusión o desacreditación. ¿Es un error dar cabida a la confianza?, no lo creo.