lunes, enero 29, 2007

Educación a la medida para los estudiantes adultos

Autor: Guillermo Hinojosa Rivero
Publicación: e-consulta, 29 enero 2007

Nuestro sistema educativo parece ignorar dos hechos que el resto del mundo considera evidentes: que los adultos son muy diferentes a los niños, y que la transición de niño a adulto se produce gradualmente. De qué otra manera explicar que los sistemas educativos sean exactamente iguales desde la primaria hasta las maestrías. Sólamente en los extremos del espectro educativo, en los jardines de niños y en los programas de doctorado, los sistemas docentes están adaptados a la edad de los educandos.
Como sujetos de la educación los adultos y los niños difieren en casi todo: los niños van a la escuela por obligación, los adultos por voluntad propia. A los niños los mueven las calificaciones y el temor al castigo, a los adultos los mueve la necesidad de saber. Los niños no pueden decidir lo que deben saber, los adultos tienen claro lo que quieren aprender. Los niños tienen buena memoria y poca comprensión, los adultos a la inversa. Los niños no tienen experiencia laboral y social que les permita integrar y relacionar lo que aprenden, los adultos sí. Los adultos pueden responsabilizarse por lo que aprenden, los niños no. Los adultos pueden juzgar la importancia de lo que se les propone aprender, los niños no.
A pesar de lo anterior, los sistemas educativos para niños y para adultos son muy semejantes. No sólo en los aspectos más visibles, sino también en la reglamentación y en la filosofía subyacente. Un salón de clase con su maestro al frente, que dicta, explica, muestra, exhorta, amenaza, elogia, y un grupo de alumnos que atienden, apuntan, preguntan, platican, se angustian y miran el reloj es una descripción precisa de la educación desde la primaria hasta la maestría. Los reglamentos también son iguales y producen lo que se ha llamado un sistema de tubos educativos: se empieza por un extremo del tubo y se termina por el otro. No hay salidas laterales; o se llega al final del tubo o se abandona la empresa y se pierde todo lo avanzado. No es posible adelantarse, atrasarse sí (porque la realidad se impone) pero dentro de ciertos límites. Lo que se ha de aprender en cada etapa del tubo está determinado, registrado, aprobado y vigilado.
Nuestros sistemas educativos tratan a los adultos como si fueran niños. No sólo es una injusticia; también es un grave error que puede dejar vacías nuestras universidades frente a la competencia mundial. La responsabilidad de este error recae por un lado en nuestras escuelas y universidades que no tienen ni quieren imaginación, y por el otro lado en la omnipresente SEP cuya compulsión controladora requiere homogeneidad.
A mayor edad de los estudiantes, mayor libertad deberían tener para escoger qué estudian, cuándo y cómo. Los programas educativos deberían ser cada vez más abiertos y flexibles conforme avanza la edad de los estudiantes. El control sobre el currículo educativo, necesario en el caso de los niños, debería ir quedando en manos de los propios estudiantes conforme se van haciendo adultos. Los tubos deberían convertirse en redes que los adultos pudiesen explorar libremente en cualquier dirección de acuerdo con sus gustos y necesidades.

jueves, enero 25, 2007

El México que elegimos

Autor: Dr. Frank Loveland
Publicación: La jornada de oriente, 25 enero 2007

Todos los mexicanos fuimos testigos de la histeria que se apoderó de nuestro sistema político durante las campañas electorales y aún antes. Primero el ridículo espectáculo del intento de desafuero a López Obrador, cuya “legalidad” se discutió sólo en México. Así como sólo los norteamericanos discuten entre ellos si la invasión de Irak estuvo bien o no, mientras para el resto del mundo se trató de un acto arbitrario, así el New York Times comentaba por aquellos tiempos que si se destituyera a los alcaldes de las grandes ciudades por las razones dadas en el caso Obrador, todos los alcaldes de todas las grandes ciudades del mundo serían destituidos cien veces al día.

Y luego vino lo que ya sabemos. Dicen que los mexicanos nos creímos, o nos convencieron, de que efectivamente estaba por llegar a la presidencia el hombre más peligroso jamás visto, y que recuperamos la razón las últimas semanas de campaña y decidimos ponerle un alto. Bueno, todo parece indicar que casi recuperamos la razón y que hubo que realizar pequeños ajustes. Pero como dijo el ilustre Tribunal Electoral, qué tanto es tantito.

Uno pensaría que la sola histeria de los grupos más despreciados por la población en general –políticos y agrupaciones empresariales-, bastaría para decidirse por “el peligroso” retador, miembro de la misma clase política, sobre todo cuando, increíblemente, no lo pudieron acusar de nada que valiera la pena. Imagínese usted que, en vez del “peje”, nuestro gobernador su hubiera decidido por pasarse a la oposición y ser nuestro rayito de esperanza. En menos de una semana, la ley y la legalidad hubieran retornado a Puebla: acusaciones bien documentadas, testimonios, videos, grabaciones, complicidades... y en cambio, al señor López, como gustaban llamarlo políticos y periodistas respetuosos de la prosapia en apellidos (para los “López”, el metro, para los “Carstens”, helicópteros su señoría), lo acusaron de construir una calle donde no. Escéptico que soy, no quisiera pensar que López Obrador era el último político honesto que nos quedaba, pero en todo caso, tuvo una magnífica estrategia de “outsourcing” la corrupción a otros.

Sin embargo, hay que admitir que buena parte de la población, fraude o no, votó por Calderón. Y como recordaba el diario Página 12 de Argentina cuando la muerte del general, Pinochet gobernó con el apoyo de casi un tercio de la población a lo largo de sus nefastos años de dictadura. No sé si eso es inexplicable, o más bien descorazonador. ¿Por qué el ser humano desea su propia represión y la de los demás?

Y ahora el peligro para México se concretó. Y como decía un personaje del escritor brasileño Machado de Assis, allá por el siglo XIX, “Para el vencedor, las papas”. Y para los vencidos, la PFP vigilando no vayan a robarse las encarecidas tortillas.

Y ya no seremos gobernados, sino sometidos. Y algunos, muchos quizá, lo verán como una bendición. Y el país se dividirá aún más. ¿Hasta qué punto? ¿Hasta cuándo?

La Babel de la Educación

Autora: Ma. Alejandra Díaz Rosales
Publicación: Síntesis, 25 enero 2007

Ese caos que refleja la imagen de la babel bíblica que nuestro afamado director de cine mexicano, Alejandro González Iñárritu ha llevado al cine, es la misma imagen de conflicto entre fronteras e incomunicación que ocurre en el sistema educativo, ¿o tendría que definirse de otra manera lo que acontece actualmente con la asignación de presupuesto para las universidades públicas?.

Los distintos actores de esta babel contemporánea opinan sobre un monto destinado para el desarrollo científico en nuestro país que ni siquiera ha pisado la meta del 1% del PIB que ha sido la normatividad; parece que éste seguirá siendo un sueño guajiro mientras continúa el debate entre los legisladores, la ANUIES, la SEP y los representantes de universidades públicas sobre un hecho consumado, pues el presupuesto anual ha decrecido.

El 2007 será testigo de la atención a demandas como la formación de recursos humanos de calidad, el fortalecimiento de proyectos de investigación y la atención al desarrollo de la ciencia en general, con un financiamiento del solo 0.58 % del PIB, cifra que superó la propuesta de Felipe Calderón que era del 0.51 por ciento.

Es difícil esperar avances significativos en el conocimiento científico cuando la inversión que requiere sustentarlo y difundirlo es elevada. Japón por ejemplo, destina el 3% de su PIB para desarrollo científico y en América Latina sólo Brasil, a pesar de sus serias crisis económicas, ha conseguido la meta de destinar el 1% que nosotros anhelamos, para el sector de la ciencia y la tecnología. Tal vez nos evitaría una depresión esta obligada acción comparativa de lo que resuelven otros países en este terreno; seguimos lamentándonos de las acciones inconsistentes entre una petición explícita al gobierno federal para mejorar las condiciones de las instituciones cuya finalidad es formar para el progreso de la ciencia, la cultura y la tecnología, y las decisiones presupuestales que éste toma sin una consulta previa.

Así funciona la babel educativa, cada quien habla en su propia lengua sin comprender e intentar entender al otro. El discurso del actual gobierno señala su intención de favorecer las demandas urgentes en el ámbito de la investigación científica, pero los hechos sobre la asignación de recursos son contradictorios. Prevalece la confusión y frente a la incomunicación además del malestar se inhabilitan nuevas alternativas.

Los indicadores de la inversión federal en educación superior han mostrado una caída en los últimos años. El Consejo de Universidades Públicas e Instituciones Afines delineó un escenario deseable en el 2005 para alcanzar un gasto federal que consistía en un incremento sostenido de recursos en los siguientes años para alcanzar el 1% del PIB; la aspiración era lograrlo en el 2006; hoy sabemos que en este año la inversión tampoco tendrá este alcance; ni siquiera el nombrado 1.5% que prometió nuestro actual presidente. Se engrosan con ello las propuestas que no logran ver luz en sus objetivos. El incremento entre el año pasado y el actual sólo ha sido de mil 150 millones de pesos, ¿serán suficientes para mejorar los salarios de los investigadores, contar con más espacios educativos, laboratorios equipados, servicios de cómputo y aumento de los recursos para las bibliotecas?; la educación superior cuesta mucho más de lo que el gobierno federal se imagina.

Preocupa también que Josefina Vázquez Mota está más preocupada por establecer una política apegada a esquemas rigurosos de evaluación para fortalecer la inversión de cada peso, como ella misma ha declarado, que establecer acuerdos más determinantes en una inversión que mejore el nivel de desarrollo de la ciencia y tecnología de nuestro país y nos coloque en mejor posición dentro del panorama educativo internacional.

Insistiendo en la comparación, aunque luego nos lamentemos por los resultados, un dato que refleja la urgente necesidad de una mejor inversión para la educación superior y el postgrado es que en México hay un científico por cada 8 mil 660 habitantes aproximadamente, mientras que en Estados Unidos hay un científico por cada 237 habitantes, en Francia uno por cada 184 habitantes y en Brasil un por cada 2 mil 237 habitantes. Por ello Brasil sigue siendo el caso representativo de avance en este ámbito, pues además de su acertada inversión financiera gradúa con doctorado a cerca de 10 mil estudiantes cada año, mientras que en nuestro país sólo se gradúan mil 500 en promedio.

¿Cómo vencer el desinterés del Estado para trazar una política que priorice el desarrollo de la ciencia y la investigación en nuestro país? y ¿cómo hacer palpables los deseos de mejorar en este rubro, con una inversión adecuada?; ¿está listo el actual gobierno de México para apostar por el desarrollo del conocimiento científico, considerando que es una veta que determina el progreso integral del país?. Es necesario que se resuelva estructuralmente el problema del financiamiento para la educación superior; este es un asunto también prioritario en la agenda nacional.

martes, enero 23, 2007

¿Educadores o Policías?

Autora: Celine Armenta
Publicación: e-consulta.com 23 enero 2007

Como en lunes anteriores, el primer día de esta semana nuestra todavía flamante titular de la Secretaría de Educación Pública abanderó una escuela. Los reporteros, como cada lunes, casi sin esperar el último acorde del Himno Nacional, rodearon a Vázquez Mota con grabadoras en mano y agudas preguntas en la lengua. Y al menos este lunes, lograron su nota. Una nota preocupante, porque la señora secretaria anunció un programa para combatir el narcomenudeo en las escuelas. En sintonía con su jefe, mencionó un operativo con despliegue de fuerzas, control policíaco, y nada más
Es preocupante que la señora secretaria de educación se sume tan dócilmente al discurso presidencial de control y represión; y que su única propuesta ante la amenaza de las drogas en nuestras escuelas sea igual a la de su jefe, la mano dura de policías y militares.
¿Olvida, o no sabe, Vázquez Mota, que al menos ella y quienes trabajamos en tareas educativas —empezando por las madres y padres de familia— debemos creer en la fuerza transformadora de la educación, y obrar en consecuencia? Controlar el narcomenudeo en las escuelas es importante, pero insuficiente y casi irrelevante, si no se educa para prevenir las adicciones a las drogas. Sin embargo, al menos ante los micrófonos ávidos de declaraciones, la señora secretaria no dijo una sola palabra que reflejara su respeto y confianza en la educación. Parecía que toda su fe para abatir el consumo de drogas en la infancia, estaba puesto en la fuerza y la cantidad de los policías.
¿Y los maestros, los planes de estudio, la investigación educativa, el currículo, los directivos? De ellos no mencionó ni una palabra. Aunque sabemos todos y desde hace siglos, que si damos un pez quitamos el hambre de un día, pero si enseñamos a pescar, quitamos el hambre de por vida. Y que en este caso, si quitamos las drogas de las puertas de la escuela, sólo alejamos la tentación por un tiempo; pero si enseñamos a nuestros niños a cuidarse, a quererse, a construir futuros esperanzadores, a ser fuertes, a sopesar las consecuencias de sus actos, los estaremos alejando de las adicciones de por vida.
Al margen de que obviamente Vazquez Mota aprovecha cámaras y micrófonos para apoyar las políticas de su jefe, en vez de ponerse a aprender el puesto que se le ha encargado, lo cierto es que la sociedad apenas está aprendiendo cómo educar para prevenir las adicciones. Aunque estamos procurando aprender rápido y bien. En varias universidades hemos abierto programas de investigación y posgrado, para que grupos de educadores, promotores sociales, psicólogos, legisladores, médicos y otros profesionales, estudiemos la realidad y construyamos respuestas. Desde las aulas universitarias, revisamos lo que han hecho otros países, analizamos nuestros contextos y generamos modelos de prevención, apropiados y pertinentes para cada entorno, cada grupo social, cada edad, y cada situación.
En este esfuerzo la solidaridad entre personas e instituciones está siendo ejemplar; y la filantropía mexicana está apoyando decididamente. En particular, la Fundación Gonzalo Río Arronte, I.A.P., que hasta hace poco prefería respaldar la rehabilitación de personas con adicciones, ha ampliado sus apoyos y hoy subsidia con generosidad la educación e investigación para la prevención; y a ella se han sumado otras fundaciones, como la Alfredo Harp Helú, A.C.
Las instituciones educativas, por otra parte, estamos sumando esfuerzos: compartimos nuestros hallazgos, nuestras iniciativas, nuestros investigadores. El problema de las drogas no es simple ni único; es complejo, múltiple y cambiante, y las soluciones simplistas no lograrán reducirlo. Se requiere el concurso de muchas disciplinas y saberes. Por ello estamos dialogando los expertos en conducta y desarrollo humanos; expertos en farmacología, bioquímica, fisiología, neurología; expertos en educación no formal y formal; en preescolar, primaria, secundaria, preparatoria y universidad; expertos en grupos vulnerables; en niños en situación de calle, en grupos marginales; en pobreza y pobreza extrema; expertos en género, en adultos mayores, en prevención de violencia; expertos en legislación, en sociología, en psicología y psiquiatría; expertos en cultura, en religiones, en historia, y más y más. E invitamos a quienes lo deseen a que se acerquen a enriquecer el diálogo.
Por favor, si alguien tiene posibilidad de acercarse a Josefina Vázquez Mota, informen a la secretaria, de que ella tiene en sus manos la más poderosa de las estrategias sociales: educar. Que rehabilitar o controlar son soluciones necesarias pero muy limitadas. Educar, en cambio, es una solución a largo plazo, que puede incluso reproducirse de generación en generación. Y que ella, precisa y principalmente ella, debe creer en la educación y actuar y hablar en consecuencia.

jueves, enero 18, 2007

Opciones, decisiones y otras cosas

Autor: Bernardo Reyes Guerra
Publicación: La jornada de oriente, 18 de enero 2007

Hace apenas algunos años decidir sobre casi cualquier tema era un conflicto debido a la falta de información, por lo que la infraestructura de apoyo a la intelección se basaba en tres determinantes: a) tener una buena biblioteca, b) tener una buena descripción de los procesos involucrados y c) una educación en la escuela y en la empresa, que enseñaran a encontrar la información y a ponerlos en el contexto definido, el ámbito involucrado.
Era un mundo donde se creía que los cambios eran solo mejoras de los paradigmas, modelos y patrones que se venían usando, es decir, el mundo sólo consideraba la eficiencia, mejorar para hacer más, más rápido con menos y en menor tiempo; este paradigma justificaba una educación que preparaba sólo para la empleabilidad y los procesos.
La Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), en el último cuarto del siglo XX introdujeron cambios muy importantes, como internet, por lo que éste se ha convertido en un ágora, donde se producen opiniones, transacciones y socializaciones, inmersas en un mar de información de diverso formato, texto, audio y video, dando lugar a reforzar fenómenos como la transnacionalización, la transocialización, la transdisciplinaridad y la transformación personalizada del entorno de información.
Estos nuevos determinantes han generado un cambio de época, pues ahora los cambios son tan rápidos, con orígenes tan interrelacionados, que resulta difícil poder determinar con certidumbre el desenlace asociado a una decisión; esto exige nuevas habilidades, actitudes y valores, es decir, nuevas competencias para la persona y para la empresa, sobre todo en un mundo poco solidario, donde la competitividad es feroz, veloz y a veces inesperada.
Esta situación ha promovido el regreso a dar importancia a las comunidades de práctica, se ha resaltado la importancia de hacer legítimo (cierto, genuino, y verdadero) el trabajo en equipo, la cooperación y la comunicación por medio de promover significado, identidad y aprendizaje compartidos en un ámbito de renovación dinámica; la unión ahora la hace el hombre, su visión y su voluntad, y no sólo la productividad y el desenlace del proceso, por lo que desde los años 80 se ha desarrollado la idea de inteligencia competitiva, que pueda dar idea de la tendencia de una organización en relación a la tendencia de una comunidad y basar las decisiones y sus riesgos en el grado de congruencia entre la oferta y lo pertinente para una comunidad.
Esta reflexión nos exige creatividad para diseñar organizaciones distintas en la empresa y en el gobierno, también nos exige creatividad para pertenecer e interactuar con las sociedades, no como mercado sino como humanos dinámicos, interactuantes entre ellos, con las herramientas y con las culturas, por lo que una educación formal o empresarial debe contemplar nuevas competencias y nuevos enfoques, nuevos apoyos de información, por lo que las TIC no son una nueva forma de hacer mejor algo, sino son nuevas formas de construir nuevos paradigmas. Éste es el gran reto de la educación, del gobierno y de la empresa del siglo XXI.

IMAGINACIÓN Y CULTURA DEL VOLUNTARIADO

Autora: Isabel Royo Sorrosal
Publicación: Síntesis, 18 enero 2007

El 6 de enero me encontré en una fiesta de niños y sus Reyes magos con camello y caballos de carne y hueso. Los más de 140 pequeños acogidos en la institución pública por diversas causas, recibieron la regia y generosa visita que les trajo lo que habían pedido en su carta, y algo más.
Sorpresa y gusto en un feliz día para estos niños. También llegaron jóvenes voluntarios: amigos para jugar con sus juguetes y fantasía. Habían confluido junto a la iniciativa pública, las voluntades individuales y grupales. Y es que el voluntariado social consiste precisamente en la participación gratuita, voluntaria, en beneficio de otros y de manera organizada, de los ciudadanos. Para ello es necesaria la “imaginación utópica” que lleva a acciones comprometidas con problemas que padecen otros grupos sociales. Se trata de ofrecer apoyos concretos, atención personal, creatividad y gusto en la amistad sincera que es el medio privilegiado para fortalecer el desarrollo y la personalidad de los seres humanos, especialmente de los más pequeños.
Si atendemos al proverbio rieliano Los niños son voces de la vida, a las que el hombre hiere con su silencio, podemos añadir que la acción voluntaria movilizó, en ese día, energías individuales y colectivas que se oyeron, y lejos de generar dependencias en los asistidos, buscó proporcionar “autonomía personal y crecimiento colectivo” como expresa Joaquín García Roca en su libro Solidaridad y voluntariado.
El horizonte y la imaginación tienen la cualidad de romper la impotencia que impide los cambios y lleva a la pasividad conformista; por el contrario, ambos promueven la participación de la gente al ver los acontecimientos desde la responsabilidad que aporta la sabiduría y sensibilidad humanas.
En tiempos de noticias que desesperan y hechos que llevan a la desconfianza y catastrofismo, vale la pena saborear y tomar fuerzas en estas acciones altruistas, modestas y concretas, que nos vigorizan ante nuestra utopía y ante la libertad de elegirla para bien de uno mismo y de la sociedad que somos. Estamos de acuerdo, entonces, con nuevo proverbio: Amor es que seas tú mismo, después de haber pasado por otro.

martes, enero 16, 2007

ÉTICA, POLÍTICA Y CINISMO

Autora: Ma. Eugenia Sánchez Díaz de Rivera.
Publicación: http://www.e-consulta.com/ 16 enero 2007

El problema de la mayor o menor bondad del comportamiento humano es un tema que ha sido central en la filosofía y que como todo problema que cala en la hondura de la sustancia humana sigue y seguirá siendo tema de reflexión de debate, de confrontación y de búsqueda. La moral, esa manera de enfrentar la cotidianidad de acuerdo a jerarquías de valores, y la ética que es la reflexión sobre la moral, se explican de formas muy diversas. Desde el concepto de virtud de origen aristotélico consolidado por Tomás de Aquino, pasando por la idea de valor de raigambre económica y que se empezaría a utilizar posteriormente, hasta el concepto de criterio ético que asume el carácter dinámico de la moral, hay enfoques esencialistas, historicistas, binarios o complejos que fundamentan la validez de la ética de maneras diferentes.

Algunas corrientes enfatizan el procedimiento como en el caso de la Ética del Discurso, ética formal crítica, que prioriza, como sustento de la moral el diálogo simétrico entre todos los afectados por una norma; otros enfoques le dan prioridad al contenido como la Ética de la Liberación, ética material crítica, que considera que responder al clamor de las víctimas de los sistemas que en vez de generar vida generan muerte es la prioridad ética. El debate entre estas y otras corrientes es fundamental, necesario, productivo, humanizante, pero cuando el debate se termina - y entonces estamos en situación de alerta roja - es cuando se adoptan las posturas límite del amplio espectro de enfoques: el dogmatismo por un lado y el cinismo por el otro. En el primer caso se sacralizan procedimientos y contenidos asfixiando con frecuencia el sentido mismo de la moral. En el segundo el pragmatismo hace caso omiso del impacto humano de las acciones.

Tomar decisiones lo más éticas posible supone un procesamiento intelectual, emocional y espiritual profundo porque la realidad es compleja y habitualmente nos enfrentamos a conflictos de valores de difícil solución. Por lo tanto lo contrario a la seriedad en una decisión ética es precisamente el dogmatismo y el cinismo, porque eliminan el problema moral por cuestiones ideológicas o por cuestiones pragmáticas.

¿En donde estamos en México en lo que toca a la relación entre ética y política?

Edgar Morin, en uno de sus libros más recientes L’Éthique, fiel al pensamiento complejo que él ha elaborado en sus 6 libros sobre El Método, nos recuerda lo que ya decía Max Weber: que en la acción política entran en conflicto la ética de la responsabilidad que lleva a hacer compromisos y la ética de la convicción que lleva a rechazar los compromisos. Morin plantea su postura: Una responsabilidad sin convicción conduce al oportunismo y finalmente a la irresponsabilidad. Una convicción sin responsabilidad conduce a los fracasos y a la impotencia. Una ética de responsabilidad y eficiencia que elimina la convicción termina por ser inhumana e irresponsable Una ética de convicciones que no toma en cuenta la complejidad de lo que está en juego puede traer más problemas que soluciones a la sana convivencia humana. “Ética y política no pueden confundirse, pero tampoco desvincularse. No se puede disolver la ética en la política sin caer en el cinismo puro, no se puede soñar con una política únicamente sierva de la ética” dice el pensador francés. Si toda la realidad es un entramado de relaciones complejas, es decir complementarias, concurrentes y antagónicas a la vez, lo política lo es también.“ Las grandes finalidades éticas necesitan generalmente una estrategia o sea una política. La política necesita un mínimo de finalidades y medios éticos sin reducirse a la ética. La ética y la política con complementarias, concurrentes y antagónicas”.

Regreso entonces al planteamiento inicial: el dogmatismo y el cinismo son una perversión de las relaciones humanas porque cierran los ojos antes los dilemas morales, eliminan el análisis de la conflictividad, se desinteresan en escuchar las diferentes voces que están en juego cuando entran en conflicto individuo y colectividad, lo urgente y lo esencial, la vida presente y la de las futuras generaciones, la vida y la dignidad individual o colectiva.

¿ Qué ocurre en la esfera pública de nuestro país?

¿No es cinismo ver a Felipe Calderón en Hueytlalpan en amistoso diálogo con Mario Marín y además inaugurando un programa focalizado de “combate a la pobreza” ? En febrero de 2006 Felipe Calderón abogaba con enjundia porque el Gobernador de Puebla pidiera licencia y apoyaba a los diputados locales en la demanda de juicio político que interpusieron en contra del llamado Gober Precioso ante la presunta violación a los derechos humanos de Lydia Cacho, y por el uso faccioso del poder a favor de Kamel Nacif involucrado en una red de pederastia. La amigable relación de Calderón con Mario Marín a menos de dos meses de su toma de posesión no es una relación compleja entre ética y política, es simplemente cinismo. ¿ No es cinismo continuar con programas focalizados de atención a la pobreza que lo que han demostrado es que permiten la continuidad de políticas económicas que benefician fundamentalmente al gran capital?

¿Qué podemos pensar cuando vemos a Calderón vestido de militar y organizando una serie de operativos más mediáticos que eficaces contra el crimen organizado para dar a la población SEGURIDAD, tema central en su búsqueda de legitimidad y por otro dejar que el precio de la tortilla suba hasta 15 pesos cuando supuestamente la inclusión en el TLCAN del maíz y el pretexto para desmantelar la agricultura campesina era el abaratamiento de la alimentación de los mexicanos? ¿ En donde queda la SEGURIDAD ALIMENTARIA, principal seguridad que sustenta todas las otras seguridades?

¿ Qué pensar de la impunidad en relación a los hechos de Atenco y Oaxaca? Dice Edgar Morin, que con complejidad y todo, hay un indicador inequívoco de una regresión de barbarie en el corazón de la civilización: la aceptación de la tortura.

Es cierto que estamos desgarrados entre las fuerzas impersonales del mercado y la vida cotidiana, entre la aspiración al “desarrollo” y los límites sociales y ambientales para que dicho desarrollo esté al alcance de todos, entre la y la intencionalidad ética y la dificultad de su operatividad pero eso no justifica que el cinismo se instale de manera explícita en la vida pública, y que se haya vuelto” legal” e “institucional”.

Pero Morin, quien participó en la resistencia francesa, nos pone también en guardia acerca de la degradación ética de la política de resistencia. “Esta puede embarcarse en una espiral infernal en el que el terror del Estado represivo suscita el recurso a un terrorismo que golpea indiscriminadamente a las poblaciones. Un maniqueísmo de odio que exaspera a cada uno de los enemigos y suscita actos innobles. La degradación moral del represor se introduce en el alma del resistente”. ¿ Cómo hacer para que los movimientos de resistencia no se entrampen en esa dinámica? Los movimientos de los que son catalizadores AMLO, Marcos, la APPO, movimientos que mezclan indignación ética, rabia ante la injusticia establecida, organización democrática de diferentes grupos, intereses obscuros de políticos y líderes de diferente perfil, asuman su complejidad sin caer en el dogmatismo y el cinismo de la clase política en el poder?

Frente al déficit de futuro, ante la crisis sistémica y civilizatoria que vivimos, las decisiones morales se vuelven más difíciles, pero tomarlas en serio es la única manera de vivir en humano. Dogmatismo y cinismo nos degradan.

jueves, enero 11, 2007

Conferencia en el futuro

Autor: Guillermo Hinojosa Rivero
Publicación: Síntesis, 11 de enero 2007.

Puebla, año de 2025. Resumen de la conferencia que presentó ayer la historiadora y filósofa de la educación, Dra. Ángela Olvera en el auditorio virtual de la Universidad Iberoamericana Puebla.
“En los primero años de Internet, cuando ésta se volvió muy popular entre los años 2000 y 2010, los educadores no sabían qué hacer con el ‘corta y pega’ de los estudiantes. Trataron de combatir lo que les parecía una costumbre poco honrada apelando a la ética, a la probidad académica, amenazaron con denunciar los plagios, prohibieron estar conectado, etc. En realidad los educadores de esa época trataban de que la enseñanza universitaria siguiera siendo igual a como ellos la habían recibido y a como la entendían en la era preinternética.”
“Los educadores no habían caído en la cuenta del sencillo hecho de que a partir de la www la información es de todos y que las antiguas habilidades de parafrasear, analizar, sintetizar información y redactar un texto coherente ya no son necesarias. La prueba es que el software de composición textual, cuyo pionero fue el EZessay de 2015, lo puede hacer por nosotros. Muchos párrafos de esta conferencia fueron compuestos automáticamente, incluyendo la localización y selección de los datos históricos. Les causará un poco de sorpresa saber que por aquellos años hubo grandes debates legales sobre lo que se llamaba ‘derechos de autor’ que pretendían regular quién podía decir qué cosa y cuáles frases eran originales.
“Lo interesante del caso, que quiero hacer notar aquí, es que los educadores de esa época habían pasado ya por circunstancias semejantes y no era difícil que ajustaran sus prácticas educativas. Unos 30 años antes, alrededor de 1970, habían aparecido los primeros calculadores electrónicos con los que cualquiera podía hacer operaciones aritméticas y obtener rápidamente resultados precisos. Antes de los calculadores, los niños pasaban 8 años aprendiendo a hacer las operaciones aritméticas con papel y lápiz. Tuvieron que aparecer los calculadores para que los educadores se dieran cuenta de que lo importante no era hacer operaciones sino aplicarlas correctamente para resolver problemas.
“A principios del siglo XXI ya habían aprendido las lecciones que trajo la aparición de los calculadores electrónicos pero fueron incapaces de aplicarlas a las computadoras interconectadas. La primera lección, ya lo mencioné, fue que lo importante no es realizar operaciones sino aplicarlas correctamente. Hacer operaciones con toda precisión sin saber para qué, es algo inútil. La segunda y mas importante lección fue que el uso de los calculadores permitió a los estudiantes resolver en una hora de examen problemas que antes les hubieran requerido semanas de cálculos.

“Del mismo modo que en los primeros años de los calculadores, los maestros exigían que los niños hicieran las operaciones a mano ‘sin hacer trampa con el calculador’, en los primeros años de las redes informáticas los maestros pedían que cada quien escribiera su texto sin la trampa del ‘corta y pega’. Finalmente se dieron cuenta de que lo importante no era escribir ensayos que sólo recombinaban información sino usar la información para solucionar problemas. Ahora lo vemos claramente porque la búsqueda y arreglo textual de la información se hace automáticamente. Pero si no se tiene un problema, será un ejercicio inútil.

“Es interesante saber que ahora un estudiante podría, si fuera necesario, componer un ‘marco teórico’ completo en un examen de una hora; antes de las redes le podría llevar meses de búsqueda, redacción, corrección, reescritura. Pero ya a nadie se le pide componer marcos teóricos.

“Es posible que en el futuro inmediato aun la habilidad que nosotros apreciamos más, aplicar la información a la solución de problemas teóricos o prácticos, deje de ser importante. Ya se están haciendo algunos intentos para automatizar el proceso.

“Concluyo diciendo que algunos filósofos de la informática piensan que todo lo que es procesar información puede hacerse automáticamente. Otros creen que hay ciertas habilidades humanas para hacer y valorar asociaciones que están más allá de la automatización. No sé quien tiene la razón pero pienso que lo importante es generar nueva información y ponerla en las redes; aunque no estoy muy segura de cómo entender esa expresión de ‘generar nueva información’.”
Al terminar la conferencia, la Dra. Olvera respondió algunas preguntas del auditorio virtual.

Inseguridad, monopolios y baja productividad, pendientes del nuevo gobierno / I de II

Autor: Gerardo Reyes Guzmán.
Publicación: La jornada de Oriente, 11 Enero 2007

Después de las tribulaciones, jaloneos y empujones en el Congreso de la Unión y una vez constituido el gabinete, el presidente Felipe Calderón Hinojosa comienza su mandato. Se trata de un presidente con muy poco capital político para enfrentar los grandes problemas que heredó del sexenio anterior. El perfil de los miembros del gabinete apunta hacia una política de corte conservador por el lado económico, poco tolerante en lo político y con muy buenas intenciones en lo social. Las metas, ambiciosas de antemano, se resumen en crecimiento económico con empleo, seguridad y democracia. En los primeros días de diciembre la política del nuevo gobierno se observó principalmente en el terreno político a través de la detención de varios miembros de la APPO, entre ellos el connotado Flavio Sosa Villavicencio; en seguridad, el envío del Ejército al estado de Michoacán, en aras de neutralizar el problema del narcotráfico. Sin embargo, la sociedad sabe que el narcotráfico ya está impregnado en los cuerpos de seguridad y dispone de redes de comunicación, armamento y personal que superan a quienes intentan mantenerse al margen. Se trata de un problema congénito que incluye al sistema jurídico en su conjunto. El narcotráfico es sólo la punta del iceberg de un sistema judicial y penitenciario corrupto y decadente; en donde a diario se practica la tortura, se violan los derechos humanos y la delincuencia se mueve en la impunidad bajo la égida del amparo o del favoritismo. El gobierno de Fox fue incapaz de combatir el secuestro y resolver el caso de las muertas de Juárez. México desplazó a Colombia en el primer lugar en secuestros en América Latina; mientras que los asesinatos en Ciudad Juárez aumentaron de 254 en 1998 a 472 en 2005.
El semanario inglés The economist dedica en su número de noviembre de 2006 un artículo especial a México que titula Time to wake up, tiempo de despertar. Admite que el gobierno de Vicente Fox tuvo importantes logros en materia de libertad de expresión, una estabilidad macroeconómica, apuntalada por un auge en los precios internacionales del petróleo –de donde destaca un crecimiento económico moderado y el abatimiento de la inflación a niveles históricos, así como la consecuente venta de bonos gubernamentales a 20 y 30 años por primera vez en la historia de las finanzas públicas modernas–, un programa ambicioso de construcción de vivienda y la disminución de la pobreza en su modalidad extrema, gracias al programa Oportunidades y a las cuantiosas remesas provenientes de los Estados Unidos. Por otro lado, los pendientes heredados a Felipe Calderón se resumen en una caída sustancial de la competitividad internacional, un déficit en la creación de empleos formales, un desplazamiento de México por China como segundo socio comercial de los Estados Unidos y el deterioro de la seguridad pública expresado por un aumento del crimen organizado y el levantamiento social en Oaxaca. En este contexto, Felipe Calderón toma un país dividido en dos regiones; un norte con un crecimiento económico promedio anual de 4 por ciento a 5 por ciento y un sur con sólo 1 por ciento a 2 por ciento. Esta última también registra los niveles más altos de pobreza y deterioro social; 45 por ciento de la población vive en asentamientos de no más de 2 mil 500 habitantes sin acceso a infraestructura básica y con altos índices de analfabetismo. En virtud de la falta de vías de comunicación que reduzcan costos, esta parte del territorio ha quedado fuera de los beneficios del TLCAN.
El empleo fue un rubro pendiente hasta los últimos años del sexenio pasado. Según la revista inglesa, se perdieron 700 mil empleos formales y sólo hasta 2006 se crearon 900 mil a raíz de un repunte en la industria automotriz, un aumento en el consumo y un inusitado dinamismo en el sector de la construcción. En estos dos últimos destaca la participación de los bancos a través de la puesta en marcha de un ambicioso programa de crédito al consumo vía tarjetas de crédito y créditos hipotecarios. Pese a ello, permanecen dos elementos que opacan el avance en el sistema financiero mexicano: el alto margen de spread –diferencia entre la tasa activa y pasiva– y las comisiones que encarecen el crédito en la banca comercial, así como el bajo nivel de ingresos tributarios del gobierno federal como porcentaje del PIB, que equivale a sólo 11.4 por ciento –en comparación con 36 por ciento promedio que registran las economías del OCDE– frente a compromisos crecientes como la deuda de pensiones y jubilaciones del IMSS.

lunes, enero 08, 2007

¿POR QUÉ NO TRATAR DE CAMINAR JUNTOS?

Autor: Rodrigo Saldaña Guerrero
Publicación: http://www.e-consulta.com 8 enero 2007

¿Cómo se inicia un trabajo en colaboración? Un famoso vendedor decía que la venta comienza cuando el cliente dice no. Sin estar del todo de acuerdo con esta manera de entender las ventas, este lema tiene dos valores que reconozco: la conciencia del desacuerdo y la voluntad de superarlo. Y esto me parece importante porque siempre hay desacuerdos. O, para decirlo con otras palabras, nunca estamos totalmente de acuerdo. En cualquier tipo de actividad hay que estar muy alertas para detectar posibles distancias. Porque no estamos totalmente acordes en cuanto al objetivo. Porque tenemos diferencias en cuanto a los medios. Porque no vemos el entorno de la misma manera. Porque no estamos bien sintonizados. Y si pensamos que estamos totalmente de acuerdo, probablemente es porque no nos damos muy bien cuenta de la situación.

A manera de sugerencia, como algo para explorar, propongo que dialoguemos sobre la posibilidad de que no avancemos se debe a que luchamos por el poder (un medio convertido en fin) en lugar de hacerlo por lo que realmente importa (los verdaderos fines). Si de lo que se trata es de luchar por el poder, se explica que la escena nacional sea una pelea entre perros y gatos por los puestos públicos, por el presupuesto, por la atención de los medios. Sólo que si lo que nosotros queríamos era utilizar el poder para que, por ejemplo, haya más seguridad pública o mejor educación, nos encontramos con que aunque alcancemos el poder no podemos alcanzar esos admirables fines. Porque para conseguirlos necesitamos la colaboración de otros actores que no van a cooperar por nosotros porque eso podría aumentar nuestro poder en lugar de impulsar el suyo.

Ahora pensemos en que, en lugar de pensar primero en el poder y después en esos avances públicos, pensamos primero en estos grandes fines. En lugar de poner en primer lugar a quién cargarle el muertito de lo que anda mal, nos preocupamos primeramente por hacer el mejor diagnóstico posible de la situación. Creo que entonces nos daremos cuenta de que lo primero que está mal no está en el reparto de puestos o del presupuesto, sino en las culturas y en las actitudes. Buscar el cambio de las culturas y las actitudes desde el poder es más cómodo, pero puede resultar contraproducente. Hacerlo desde fuera de las instituciones estatales y de los presupuestos es más laborioso y modesto, pero puede ser más eficaz.

De hecho, allí puede haber varios problemas de cultura: de la priísta (vivir fuera del presupuesto es vivir en el error), de la cultura política latina (el puesto público como botín, canonjía y beca), de la cultura moderna (el gigantismo como supuesto y meta). Añadiría uno más, que me parece especialmente importante: el individualismo que nos hace pensar poco en las reacciones de los demás. Quién está en el poder o lo busca supone que ya tiene la solución, y que ya cuenta con el apoyo popular para ponerlo en práctica. Sugiero que partamos, por el contrario, de la idea de que no sabemos como piensan o sienten los otros, o como van a reaccionar. Hay que comenzar entonces por un intenso diálogo para llegar a acuerdos previos, muy anteriores a la puesta en práctica de políticas públicas. Creo que descubriríamos al hacerlo que estamos, por el momento, demasiado alejados unos de otros para poder hacer algo juntos. Pero como necesitamos hacerlo para que nuestra sociedad sobreviva y cumpla su propósito de apoyar el desarrollo de cada quién, tenemos que comenzar desde donde estamos ahora esta aventura de caminar juntos, que es para nosotros la única manera de que cada uno de nosotros pueda, a su vez, andar por esta vida…