miércoles, octubre 22, 2014

No podemos darnos el lujo de perder la indignación

Autor: José Rafael de Regil Vélez, si quieres conocer más datos del autor, haz click aquí
Publicado en Síntesis Tlaxcala, el 22 de octubre de 2014 en la columna Palabras que humanizan


Hoy también estoy enojado…
               La semana pasada Martín López Calva, entrañable amigo y educador encomiable, publicó en su columna Educación personalizante, en el medio digital Lado B, un texto provocador, rudo, casi como un reclamo y una invitación exigente: Educar la indignación (http://ladobe.com.mx/2014/10/educar-la-indignacion/). En él hace eco de lo que vivimos entre el dolor, el pasmo y la lamentable tendencia a acomodarnos en la realidad que no, no está bien, aunque pudiera parecer normal, cotidiana. Como apasionado de la causa de lo humano nos invita a que desde la esperanza acompañemos la formación de las emociones para no dejar morir el sentimiento de enojo vehemente contra los actos de quienes nos tienen en un México que ve achatados los espacios para la dignidad humana, para la vida en justicia, en libertad, en posibilidad creativa, solidaria.
                Esta mañana Tupak Cilia, joven economista, servidor público en un municipio tlaxcalteca, escribió en la biografía que comparte en Facebook:
Si me preguntan el por qué estoy triste, tendré que responder que he conocido las sonrisas que día a día va apagando el hambre. Tendré que contenerme para no maldecir a la ignorancia que devora las esperanzas de un futuro sin pobreza. Si me preguntan el por qué de mi tristeza, he de responder que me duele la vida de 53 millones de seres que hoy no sabrán lo que es cenar, que siento el frío de aquel al que su hogar le fue arrebatado de la mano de los sueños del progreso. Me arde el alma al saber mis hermanos mueren en una mina o una fosa, porque aún muertos me han heredado la llama de su lucha.
Camino con la ausencia de los desaparecidos pesando sobre mis pasos; retumban en mis oídos y en todo mi ser los gritos que reclaman su regreso.
Me destroza la vida el alcance de la violencia con la que me topo a diario; la incertidumbre de no saber si mi hermano llegará a casa.
En resumen; Me duelen el hambre, el frío, la ausencia, la violencia; me duele la vida. Me duele México. Me dueles mundo.
                Hoy, ante los desaparecidos y las fosas comunes clandestinas, las órdenes de aprehensión hacia quienes se manifiestan opuestos a proyectos gubernamentales, la violencia múltiple que permea ambientes y espacios, los profesionales de la política que ya no logran ver de México sino lo que quieren y después lo justifican con las quiméricas palabras de su discurso insensato, el empleo tan mal pagado, la desfachatez de los delincuentes organizados y sus vínculos con el poder público, la pobreza extrema, el analfabetismo funcional, la educación reductiva, el sindicalismo corrupto y corruptor y tantas cosas inhumanas y deshumanizantes, no puedo sino unirme a Martín, a Tupak y a quienes gritan: ¡No podemos darnos el lujo de perder la indignación!
                No, lo que vivimos no es normal, solo ha aumentado su frecuencia estadística. El desorden se ha establecido y acomodarse a él no le quita el carácter de desbarajuste, por más asentado que esté. 
               Quiero gritar a las nuevas generaciones, las que hace tan solo uno o dos lustros tenían 6, 7, 8, 9 o 10 añitos que aunque hayan crecido viendo lo inhumano como algo cercano, casi familiar, de ninguna manera es la forma de vida, ni el camino, ni la posibilidad del futuro deseable. Para ellos y no solo los mayores también la indignación es presupuesto ético para dar paso; que sí son posibles, pero que no saldrán de la tranquilidad y el falso sosiego que dan acomodarse a lo que sucede en tanto no produzca una afectación personal.
                El enfado lleno de esperanza, acompañado de la razonabilidad y la lucidez de entender que lo humano es una tarea posible, es la energía que provocará el dinamismo que requerimos para ser responsables con el momento histórico que nos ha tocado vivir. Es el enojo compartido, dialogado, manifestado que se vuelve cauce de participación en las múltiples formas que están en nuestras manos, el que nos llevará milímetros, centímetros o metros más cerca del anhelado día para la humanidad posible.
               Hoy también estoy enojado. Sí, esperanzadamente irritado quiero decir: no perdamos la indignación, que sí hay lugar sensato para la paz y la justicia, para la vida fraternamente digna. La apuesta por encima de los injustos, los corruptos y violentos bien sigue valiendi la pena.

La Andragogía: el adulto que se educa entre adultos

Autor: José Rafael de Regil Vélez, si quieres conocer más datos del autor, haz click aquí
Publicado en La primera de Puebla, el 10 de octubre de 2014

Para Flavio, amigo y andragogo

Las palabras y sus significados nacen para una época y a través de ellas las personas pueden referirse a la realidad de una forma suficientemente adecuada como para que a partir de ello interactúen entre ellas y con las cosas  de la mejor manera posible.
               Al transcurrir el tiempo pasa que los vocablos se empiezan a quedar cortos para comunicar lo que deben transmitir; los términos originales van perdiendo su sentido y comienzan a connotar cosas diferentes. Así sucedió, por ejemplo, con el lenguaje religioso, al menos el de corte católico, que tiene fuertes raíces en los diez primeros siglos después de Cristo, pero que ahora a muchísimas personas en todo el mundo suena muy hueco: ya no se entienden cosas como el incienso en las celebraciones litúrgicas, las genuflexiones, el discurso teológico sin mediaciones epistemológicas que lo hagan accesible a todo mundo, la estructura y los símbolos que se utilizan en los sacramentos. Con la pedagogía ha sucedido así.
                Pedagogía en un principio podía hacer alusión a toda la educación, pero estaba centrada básicamente en los niños, bajo el supuesto de que habría que ayudarles a pasar de un estado inicial menos humano a otro de mayor humanización, que permitiera la convivencia política, la capacidad de transformar el mundo y de asumirse como parte de las instituciones sociales y políticas. Los adultos ya estarían formados.
                El pedagogo o la pedagoga son personas que se especializan en acompañar a los niños con mayor o menor directividad para que aprendan los conocimientos, adquieran las habilidades y dispongan las actitudes adecuadas para su futura y plena incorporación social: adaptación y transformación sociopolítica, económica y cultural. Los estudios más fuertes que respaldan la pedagogía en el terreno, por ejemplo, de la psicología del desarrollo, van de los 0 a los 12 años, los métodos didácticos están muy enfocados al trabajo escolarizado con menores y la literatura que abunda en este ámbito es la de la educación básica.
              Los cambios de diversa índole que ha experimentado el mundo en los últimos 140 años van exigiendo que los especialistas en la educación amplíen el vocabulario con el que nombran la realidad que tiene que ver con su objeto de estudio y de trabajo para que respondan mejor a sus desafíos.
              Tras las guerras mundiales, la industrialización y postindustrialización de las sociedades, el advenimiento de las continuas revoluciones tecnológicas y la relativa democratización de la escolarización, han puesto a los humanos ante nuevos desafíos educativos, uno de los cuales es claramente el que tiene que ver con la educación de los adultos.
                Andragogía es el término que se ha venido acuñando para designar el estudio científico y metodológico del adulto que aprende. Parte en el fondo de algunas premisas antropológicas: el ser humano está llamado toda su vida a construirse como tal en el mundo que le tocó vivir, ante el cual tiene la doble tarea de adaptarse a la realidad que le tocó vivir y encontrar en ellas las posibilidades de transformación para ir haciendo que su espacio y su tiempo sean lo más humanos a lo que se pueda llegar.
              Es la condición de ser más por, con y para los demás lo que permite que mujeres y hombres desaten todo su dinamismo, pongan en juego todo lo que son, saben y tienen a fin de que la vida sea un proceso humanizante que permita dejar la realidad “un poco mejor que como se la ha encontrado”..
                 Con base en lo anterior se reconoce que el adulto es un ser que gracias a la relación con los demás puede interactuar en el lugar y tiempo que le ha tocado vivir (y un poco más debido a la globalización y los desarrollos de las tecnologías de la información y la comunicación) y vivir en un proceso de constante formación a partir del cual entienda su mundo mejor, continúe desarrollando las habilidades necesarias para su vida social, política, económica, cultural e incluso religiosa y que aprenda a disponer actitudes adecuadas para afrontar los desafíos que tiene en el momento histórico de su existencia.
Los adultos tenemos necesidades educativas -no solo los menores y los jóvenes- y deben ser abordadas de manera apropiada.
                La Andragogía es una ciencia de la educación que se encarga de ello. En su obra Andragogía: procesos educativos entre adultos, Flavio Castillo de manera esquemática plantea a partir del trabajo de F. Adam las principales características de esta disciplina.
  • Horizontalidad entre los participantes de los grupos educativos. 
  • Control y dirección del proceso educativo entre todos los participantes de los grupos. 
  • Total énfasis en los procesos de aprender y las fuentes de información. 
  • Mayor uso del pensamiento lógico, de la imaginación para la creatividad.
  • La planeación, administración y evaluación de los procesos están centrados en los participantes, en diálogo con el facilitador. 
  • El proceso educativo se dirige hacia la orientación que permite que los adultos realicen sus aprendizajes.
                  Y esto sucede porque el aprendizaje en la edad adulta no es una inmersión social (como la de los niños), sino una posibilidad para interactuar adecuadamente con las cosas y las personas con las que un mayor de edad se enfrenta en la vida cotidiana.
                   El mismo Flavio Castillo insiste que la educación adulta –la praxis andragógica- se establece a partir de dos grandes coordenadas: la horizontalidad y la participación. La primera hace referencia a que los adultos cuando entran en un proceso educativo lo hacen entre pares, pues todos tienen ya una visión del mundo, una experiencia y por lo tanto, -en segundo lugar- con capacidad de aportar en cualquier momento a partir de lo que han vivido y reflexionado, de tal suerte que pueden ser proactivos y propositivos en su educación, en la medida que participen en las distintas etapas de la experiencia andragógica y lo hagan de manera autogestiva y colaborativa.
                En este sentido, la metodología andragógica está orientada a la realidad y la soluciones de las necesidades que ella plantea y por eso privilegia el trabajo colaborativo que tiende hacia la autogestión, la corresponsabilidad y la conciencia de las herramientas intelectuales, físicas, tecnológicas y la forma en las que ha de usarlas en la vida cotidiana para resolver los problemas que esta plantea a la vida humana digna, en todos sus ámbitos: capacitación, grupos de reflexión para enfrentar las nuevas etapas de la vida, etc.

               Hoy por hoy muchos educadores afrontan el trabajo con adultos a partir de enfoques diseñados para menores, toman el control del proceso, instruyen, limitan la capacidad de involucramiento y participación, mantienen relaciones jerárquicas. Seguramente necesitan una formación distinta para trabajar en educación continua, capacitación, formación de posgrado, educación no formal entre adultos. Urge en este mundo que tiene muchos pedagogos, la emergencia de los andragogos.

lunes, octubre 20, 2014

Administración de los servicios en campos académicos

Autor: César Audelo Lara,
Publicado en Lado B, el 15 de octubre de 2014

Resulta interesante la frase "las ideas y los conceptos ganan aceptación con lentitud", y es que el desarrollo de la cultura del servicio comenzó a tomarse en serio hace no más de 30 años. En un principio se pensó que el marketing sólo abarcaba los bienes físicos; los académicos de aquella época consideraban los servicios como a la contabilidad, la banca, la distribución, como procesos auxiliares para la distribución y venta de productos, no como parte del proceso de mercado.
            Dos acontecimientos cambiaron la óptica sobre el marketing de servicios aplicado a la academia: el primero, la desregulación de las industrias de servicios; y el segundo una serie de eventos patrocinados por la American Marketing Association donde se abordaron temas sobre las características, clasificación y calidad de los servicios; la naturaleza distintiva de los canales de mercado para los servicios y la estrategia de marketing aplicada específicamente para los servicios.
               Los conceptos vinculados al marketing siempre han generado polémica por las implicaciones sociales que engendran: consumismo exacerbado, inequidad social y económica, frustración ante los bienes, creación de falsos dioses, obsolescencia de los productos, publicidad engañosa. Sin embargo existe un revés de la moneda que genera la distinción entre la oferta existente de productos y marcas, la revalorización del consumidor y la dignificación de las empresas en el mercado. Esta otra cara es la llamada administración de servicios.
             La administración de los servicios es considerada como un método sistemático y estructurado para planear, organizar y controlar el desarrollo y la forma en la cual se brinda un servicio. Su aplicación va más allá de la instrumentación de conceptos teóricos a la práctica, pues suma valor al "momento de verdad" que experimenta la empresa cuando esta frente al consumidor y él tiene que tomar decisiones de adquirirlo o no.
                La administración de los servicios es un área que lleva poco tiempo de ser considerada, pues antes no existían parámetros cuantitativos que nos permitieran distinguir entre un buen y un mal servicio, bastaba la experiencia del sujeto como un factor determinante de calificación de ellos. Las empresas se dieron cuenta que la prestación de servicio es fundamental para la creación de valor, que se requiere de un profundo análisis interno de la empresa (que vincula áreas de recursos humanos, contables, administrativas, etc.) pues muchas veces el problema no radica en el personal frente al cliente, sino en algún punto de la estructura interna.
               El servicio es inherente a la comercialización de productos por lo que es fundamental conocerlo, entenderlo y aplicarlo. Las cuestiones sobresaltan cuando el producto se vuelve un intangible como es el caso de la educación, pues existe la pugna entre el pensamiento académico tradicional y los conceptos modernos de la administración de los servicios, donde se enfatizan terminologías propias del mundo del marketing aplicado a los estudiantes.
               Las instituciones educativas no deben estar ajenas a este campo, más en regiones como el sureste de México, donde la competencia educativa es cada vez más espinosa y la distinción entre una institución y otra es debida, en gran medida, a la calidad de la atención que se brinda.
              En los contextos académicos debe observarse al servicio como un área de oportunidad, pues genera experiencias positivas al momento de vivirlo, principalmente durante el proceso de compra/venta. El marketing adhiere para a su comprensión y entendimiento los saberes de diversas disciplinas como la comunicación, la psicología, la mercadotecnia y hasta procesos de ingeniería que enfocados en el servicio otorgan valores agregados y fortalecen la relación con el consumidor, y esto a su vez brinda claves de éxito que se dan en la relación persona a persona.
              Ante la falta de políticas educativas que regulan la apertura de centros de estudio, la escasa calidad académica de instituciones que responden más a fines lucrativos que educativos, se debe considerar al servicio como una ventaja competitiva y por explorar de aquellas instituciones educativas que buscan la trascendencia del alumno, la mejora social y la posibilidad de construir sociedades más justas. El servicio debe acompañar cualquier modelo educativo, sin importar el segmento de mercado al que se está enfocando, pues existe la creencia que un buen servicio debe pagarse más, cuando debe ser visto como un valor propio de cada cultura organizacional.
                 El marketing es una disciplina en construcción que muta día con día ante los cambios sociales del lugar donde se desarrolla; a su vez, la administración de servicio es entendida como una nueva disciplina que tiene un camino largo por recorrer. Probablemente su utilización se vea condicionada a factores personales de quienes realizan el acto, el contexto donde se lleva a cabo y la relación efímera creada en el momento; sin embargo mientras seamos capaces de comprender las bondades de esta disciplina podremos construir empresas y relaciones de mayor éxito.

Una mamá normal

Autora: Ma. Teresa Abicharred Fernández
Publicado en Síntesis, el 15 de octubre de 2014

Mami, te amo demasiado, me dijo mi hija Marian un día que íbamos camino al colegio. 
-Demasiado no, hija, demasiado significa más de lo que se merece, le contesté.
-Si fueras una mamá normal -replicó- hubieras contestado yo también.
-¿Por qué crees que no soy una mamá normal?
-Porque sabes muchas cosas, te gusta leer, eres catedrática y también escribes. Eso no es normal. Tú no eres una mamá normal porque te pones a dar explicaciones sobre el significado de las palabras y eres mercadóloga, y vas al súper y analizas las marcas. La mayoría de las mamás que conozco se quedan en su casa y salen con sus amigas o ven televisión, y tú no, concluyó
                   Esa idea se quedó en mi cabeza y ha rondado mis pensamientos durante varias semanas. ¿Será que el estereotipo de ama de casa y mamá de los anuncios de revistas y televisión de los años sesentas, que muestran a una mujer perfecta que cocina, está al pendiente de las tareas de sus hijos y espera a su esposo perfectamente arreglada y con una sonrisa sigue predominando en estos tiempos? 
                  La realidad económica y social de este país muestra un panorama distinto: De acuerdo con un estudio del Consejo Nacional de Población (2013), de los 27.9 millones de madres en el país, 13 millones son económicamente activas y se desarrollan en todos los sectores de la economía, esto es, casi la mitad de las madres en México trabajan fuera del hogar. De ellas, el 48.7 por ciento cuentan con instrucción media superior y superior. 
                 Según los datos anteriores, hay dos tipos de madres que se pueden considerar normales: las que trabajan y las que son amas de casa. Y ninguna es mejor que la otra, son sólo circunstancias y estilos de vida. En lo personal, me encanta ser el referente para mis hijos, poder explicarles el entorno de la empresa y por qué una marca ha salido del mercado o cuáles son sus derechos como consumidores. Gracias, Marian, por inspirar este artículo que muestra que tú tampoco eres una hija normal.

No todo lo que brilla es oro: la realidad de los alimentos funcionales

Autora: Daniela Ramos Jiménez,
Publicado en La primera de Puebla.com, el 14 de octubre de 2014

En la actualidad podemos encontrar en el mercado muchos alimentos que prometen tener propiedades curativas, con beneficios para la salud y la digestión, sin embargo no siempre estas propiedades son reales o solo se presentan de manera parcial las verdaderas propiedades de los alimentos. La realidad es que existen alimentos cuyo consumo nos permiten obtener diversos beneficios para la salud sin embargo 
"No todo lo que brilla es oro".
                 Un alimento funcional es aquel que independientemente de que nos aporte nutrimentos, ha demostrado de manera científica que tiene un efecto positivo a una o varias funciones del organismo. Además pueden presentar un papel preventivo y que a su vez reduce los factores de riesgo que provocan la aparición de enfermedades.
                 Dentro de los principales alimentos con estas características se encuentran los productos lácteos (leche, yogur, fórmulas infantiles), jugos y cereales fortificados o enriquecidos, entre otros, cada uno a su manera promete que su consumo mejora la digestión, ayudan en la pérdida de peso, fortifican el sistema inmune, promueven un estado de salud adecuado, entre otras características. Sin embargo antes de quedarnos con la publicidad que proporcionan y que nos convencen de su consumo, debemos ser consumidores responsables y ser críticos ante esta información.
                  Un ejemplo de esto son los cereales de caja. Muchos que prometen que si consumimos cereal fortificado todos los días perderemos peso, y posiblemente si lo hagamos sin embargo no será precisamente por el consumo de ese cereal si no por disminuir el consumo de alimentos ricos en grasas u otros alimentos inadecuados como tamales, atoles, chalupas o cualquier otro antojito mexicano común en el desayuno de la población.
                Sin embargo, es importante mencionar que los cereales de caja fortificados si presentan ciertos beneficios para la salud debido a que la fibra con la que se elaboran ayuda a evitar el estreñimiento, reduce la absorción de glucosa a nivel intestinal y en general ayuda en el funcionamiento gastrointestinal; además, si se encuentran enriquecidos con hierro o calcio pueden ayudar en evitar anemias y promover la calcificación de los huesos. En contra parte,  para mejorar su sabor utilizan jarabe de maíz de alta fructosa, el cual ha demostrado incrementar los niveles de glucosa en sangre, promover la ganancia de peso, generar resistencia a la insulina e incrementar el riesgo de padecer diabetes mellitus, por lo que su consumo debe ser moderado. No por que diga que es saludable quiere decir que así lo sea.
               Otros alimentos que prometen más beneficios son los productos lácteos como yogur, leche o fórmulas lácteas. E mejor ejemplo del tema que nos ocupa se encuentra en los productos lácteos que contienen probióticos y prebióticos.
                 Los probióticos son microorganismos vivos que al administrarse en las cantidades correctas brindan beneficios a la salud, un ejemplo de ellos son los lactobacilos, los cuales promueven una mejor función intestinal que incluye la promoción del crecimiento de la flora intestinal de defensa, mejor absorción de vitaminas como la B1, B2 y B6, y que además promueven el fortalecimiento del sistema inmunológico.
                 Por su parte los prebióticos son sustancias que no se digieren por el intestino, entre los cuales se encuentran la lactulosa, inulina o la oligofructosa. Su función es fomentar el crecimiento favorable o la actividad de bacterias o microorganismos de la flora normal del intestino o a su vez ayudan en el crecimiento de los probióticos, estos elementos generalmente se utilizan en los productos como cremas y leche.
                 El problema con este tipo de productos es que son altamente sensibles a los cambios de temperatura, principalmente los probióticos, que deben mantenerse en refrigeración a menos de 4C para permanecer vivos y que puedan llevar a cabo su función. Lo que en la mayoría de las ocasiones pasa es que al salir del refrigerador, traerlo en la bolsa, la mochila o en el carro como snak a medio día, exponerlo al calor, o simplemente en los supermercados o el transporte de alimentos que no lo mantengan a esta temperatura los probióticos pierden su efectividad, con lo que nuestro consumo es de azúcar y un poco de proteína contenida en la leche. No obtenemos todos los beneficios que los fabricantes de los productos promueven.
               Para poder obtener realmente los mejores beneficios de estos y otros productos, en primer lugar debemos saber qué alimentos elegir. La única manera de poder estar seguros de lo que estamos consumiendo es leyendo etiquetas nutrimentales, puesto que es la cara de presentación de los alimentos. Al mismo tiempo, debemos ser conscientes de que no podemos esperar que un solo alimento nos solucione los problemas de salud. En realidad la solución se encuentra entre lo que consumimos y hacemos, buscar una alimentación equilibrada rica en frutas, verduras, cereales integrales, un menor consumo de alimentos ricos en grasas, procesados y comida rápida, junto con un estilo de vida saludable, ejercicio y control del estrés, ya que promueve una buena salud y disminuye el riesgo de padecer enfermedades que en la actualidad afectan a la población como obesidad, diabetes e hipertensión, y no estar esperanzados a que con consumir un solo producto nuestros problemas serán solucionados.

Dudas, dolor y duelo

Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos, si quieres conocer más datos de la autora, haz click aquí
Publicado en E-Consulta,el 14 de octubre de 2014

El pasado 26 de septiembre cerrábamos la X Jornada de la Red de Investigadores en Educación y Valores en La Ibero Puebla con un brindis y ahí nos encontrábamos investigadores de esta red, académicos, estudiantes normalistas, estudiantes de educación de diferentes universidades y disfrutábamos de una exquisita velada, mientras en la ciudad de Iguala un grupo de estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos (mejor conocida como normal de Ayotzinapan) eran masacrados por razones que, hasta ahora, no han sido suficientemente esclarecidas.
                 Tratando de entender cómo se llegó a toda esta terrible situación, recurrí a mis libros de historia de la educación en México para revisar el origen de estas normales rurales, de las que yo, por ser ex normalista, conozco a algunos profesores que han egresado de estas instituciones y también conozco su labor como docentes en medios pocos favorecidos. Estas instituciones nacieron en la década de los veinte del siglo pasado y de la idea de Moisés Sainz cuando era secretario de educación pública y se querían extender los servicios educativos a todos los rincones del país, pero no había suficientes profesores formados para atender esta tarea.
                  Estas escuelas se crean para ubicarlas en zonas campesinas, para dar acceso a que personas de escasos recursos tuvieran una formación como profesores de educación primaria y fueran ellos quienes regresaran a sus comunidades o bien fueran enviados a zonas indígenas a educar a niños en donde antes nunca había habido escuelas; de ahí su carácter de "rural". Además desde su nacimiento tenían la característica de socialista en la formación de estos profesores, pues lo que se buscaba en ese momento es que la educación fuera un medio para acortar las distancias entre los que más ricos y los más pobres. Y dado que estaba destinado a estudiantes de muy escasos recursos, estas instituciones nacen como internados, pues los estudiantes provenían de diversas regiones y no había forma de cubrir sus traslados, entonces era mejor que quedaran internados en las instituciones.
                 El gobierno de Lázaro Cárdenas, se reconoce como el periodo de la educación socialista y se les da un fuerte impulso a estas instituciones pues cubrían muy bien la intencionalidad educativa que pretendía este presidente y las normales rurales recibieron todo el apoyo político y económico que requerían para su sustento. Sin embargo en los años cuarenta, empieza una etapa de modernización educativa que incluye a las escuelas normales y las normales rurales desaparecen del discurso político, haciendo evidente que se busca su desaparición.
                  En la década de los sesenta, llega el punto más álgido de la relación del gobierno con estas instituciones y mientras en las normales rurales crece la ideologización socialista, se generan fuertes grupos de resistencia para poder mantenerse tal cual fueron creadas en su origen y para responder a la necesidad existente de formar profesores rurales e indígenas para educar a niños de estas zonas. Y así han existido hasta el día de hoy, entre el escaso recurso que les da el estado y la exigencia de los estudiantes por mantenerlas abiertas.
                  Algunas de estas instituciones, como la de Ayotzinapa, han buscado hacerse autosustentables, al menos para la manutención del internado y siembran granos, crían ganado y venden sus productos. Sin embargo siguen exigiendo al estado les proporcione los recursos que requieren para mantener la escuela. Esta es la razón por la que los estudiantes de vez en vez salen a "botear", es decir piden apoyo a la población y lo que reúnen lo utilizan para los gastos propios del internado.
                  Pero, ¿qué pasó ese 26 de septiembre? Los muchachos de esta normal, normalmente no iban a Iguala, sino a Chilpancingo; ese día justamente era el informe de la presidenta del DIF municipal de Iguala, esposa del presidente municipal Abarca que ahora está prófugo, ¿los muchachos lo sabían y querían molestar al presidente municipal? No lo creo, las demandas de estos estudiantes siempre han sido a la federación y al gobierno del estado. Que los estudiantes "botearan" ¿molestó tanto al Sr. Abarca que los mandó masacrar, abusando de su poder que se ha hecho evidente en los medios?
                  No tengo conjeturas más bien tengo dudas en relación a estos hecho, pero sobre todo de quiénes nos están gobernando en todos los niveles, pues más allá de los asesinatos y desapariciones, se ha destapado la cloaca de la política en nuestro país y apesta. Tengo dolor, por esos muchachos, los desaparecidos, los muertos y los vivos que están tan atemorizados y de sus familias que no saben cómo proceder y tengo un enorme duelo por este México que se pudre a pedazos.

viernes, octubre 10, 2014

Impacto emocional de los desastres naturales

Autor: María Guadalupe Del Rocío Barragán De La Parra,  si quieres conocer más datos del autor,  haz click aquí
Publicado en Puebla online, el 29 de septiembre de 2014 

El número de desastres naturales, su impacto y sus costos van en aumento, reportes de la ONU hablan de 100,000 vidas anuales, estiman que para el año 2050 serán 300,000, a esto se suman muchas comunidades que por sus condiciones de vida, pobreza, desempleo, migración, desplazamientos se incrementa la vulnerabilidad de ser afectados.

En muchas ocasiones frente a los desastres naturales como los tsunamis, terremotos, inundaciones, erupciones entre otros, se hace un recuento de las pérdidas económicas, de los espacios estropeados, de los árboles caídos, de las plantaciones dañadas, de los edificios fracturados, de los autos destruidos, incluso se llega a contabilizar la cantidad de litros de agua en una inundación; pero en pocas ocasiones se habla del impacto emocional que las personas experimentan frente a estas situaciones.

Frente a los desastres naturales las personas se enfrentan a la interrupción de su espacio de vital de seguridad, lo que genera una angustia emocional que en muchas ocasiones pasa a un segundo plano por la apremiante necesidad de enfrentar la "solución" de la infraestructura cotidiana.

Aunque la mayoría de las personas tiende a una reacción diferente frente a los desastres naturales, estás pueden clasificarse en una serie de fases, en donde cada una va acompañada de emociones como: la tristeza, la ira, la ansiedad, el enojo, la frustración e incluso la culpa.

En un primer momento, aparece la fase de la amenaza donde las personas experimentan ansiedad y negación, es el momento en que reciben noticias reales o rumores de que se presentará un desastre natural o bien son los primeros instantes ante una catástrofe, la negación en muchas ocasiones favorece que los sujetos se defiendan emocionalmente para no caer en shock. En esta fase las personas enfrentan su dolor de manera aislada, en muchas ocasiones las personas son desplazadas de sus hogares, muchos tienen que comenzar la búsqueda de seres queridos, es un momento donde se experimenta la vulnerabilidad humana, que se suma a las limitaciones materiales.

Posteriormente, se presenta la fase del impacto, momento de mucho aturdimiento e intranquilidad, en muchas ocasiones las personas se desmoralizan porque no encuentran respuesta ante lo vivido, se sienten incapaces de soportar las pérdidas materiales y humanas, físicamente tiene repercusiones en el apetito y el sueño; se experimenta miedo, ira y tristeza, se da prioridad en atender enfermedades o necesidades básicas y se deja a un lado lo emocional, en esta fase se realiza el recuento de los daños, aparece la intranquilidad por la incertidumbre de lo que sucederá con ellos.

Finalmente, la fase de recuperación donde en muchas ocasiones se presentan reacciones somáticas, son días dolorosos, de impotencia, aparecen reacciones emocionales de tristeza o enojo exacerbado e incluso se puede presentar un comportamiento autodestructivo, en esta fase se habla del estrés pos-traumático, este puede aparecer al mes o tres meses posteriores al suceso, expertos en el tema hablan de la aparición de recuerdos instantáneos e involuntarios que repiten el hecho traumático.

Dentro de las características del estrés postraumático se encuentran la incapacidad de recordar aspectos importantes del hecho traumático, creencias negativas exageradas sobre uno mismo o los demás, sentimientos de culpa por no haber reaccionado a tiempo, percepción distorsionada del suceso, estado emocional negativo, disminución del interés e incapacidad de experimentar emociones positivas.

Ante esta situación, el estrés postraumático también repercute en la vida laboral donde se manifiesta con un deterioro en el funcionamiento de la productividad, un desgano generalizado para asistir al trabajo, incluso puede propiciar el inicio del consumo de sustancias psicoactivas o alcohol, esto con el fin de evitar a toda costa los recuerdos.

Los síntomas del estrés pos-traumático pueden aparecer incluso meses o años después, razón por la cuál es pertinente que inmediatamente de un evento traumático se realice una intervención profesional que ayude a minimizar las consecuencias, que si bien no pueden ser contabilizadas si tienen una repercusión en la calidad de vida de los sujetos.

Idealmente, podemos hablar de la prevención desde diferentes aspectos, en el cuidado del medio ambiente, en la capacitación a profesionales de la salud y de la aplicación de programas sociales encaminados al cuidado y a la identificación de situaciones que pudieran detonar peligro para la población.

Educación simulada

Autor: José Guadalupe Sánchez Aviña, si quieres conocer más datos del autor, haz click aquí
Publicado en Lado B, el 9 de septiembre de 2014.

De todos es sabido, que en la pasada convocatoria para ocupar plazas docentes disponibles en el sistema educativo nacional, en promedio seis de cada diez postulantes, no poseían el perfil deseado; situación que en sí misma no significa que hayan reprobado, sin embargo, sirvió como un motivo más para el escarnio público sobre el gremio magisterial.
Si realmente fueran reprobados y estos fueran egresados de nuestras escuelas normales, entonces la situación sería doblemente terrible, pues significaría que nuestro sistema educativo algo está haciendo mal, pues no cumple con las expectativas; esto ya de por si es importante como foco de atención, reflexión y acción, sin embargo, a lo que me quiero referir en este espacio es a la reacción social ante esta situación y casos similares.
¿Qué significado puede tener el hecho de que un egresado de licenciatura, después de casi veinte años de tránsito por nuestro sistema educativo no posea las cualidades necesarias en su momento? De inicio señala que algo inadecuado está pasando en esa trayectoria.
¿Qué pasa? Las factores son muchos; sin embargo quisiera señalar uno posible: la simulación como modus operandi en nuestros procesos educativos; para ilustrar esta conducta que puede estar presente en algunas personas, que no necesariamente en todas, me auxilio de una adaptación propia de la conjugación del verbo simular:
Yo simulo… que aprendo
Tú simulas… que enseñas
Nosotros simulamos… que se educa
Vosotros simuláis… que mejorais
Ellos simulan… que estamos bien

A final de cuentas… todos contentos y satisfechos: la escolaridad nacional sube, la eficiencia terminal y los ingresos por colegiaturas aumentan, así como la promesa de empleo se incrementa... un circo de tres pistas en el que gobierno, instituciones y personas tienen su parte de responsabilidad y parte de posibilidad para revertir el hecho.
Situación por demás preocupante y que merece análisis y reflexión profunda, sin embargo, continuando con los límites establecidos para este texto breve, quiero señalar el tenebrosamente curioso contexto en el que se presenta esta situación en nuestro país. ¿De qué nos reímos? ¿Cómo podemos burlarnos de personas y de una situación como ésta? Si acudimos a la sabiduría popular, que difícilmente se equivoca: ¡Tan culpable es quien mata la vaca como el que le agarra la pata! Dicho de otra manera: la situación que guarde o deje de guardar la educación en nuestro país es consecuencia de lo que hacemos y decimos y/o dejamos de hacer y de decir como sociedad.
De ninguna manera podemos sentarnos a contemplar lo que pasa con la educación en nuestro México como quien está frente al televisor, ni mucho menos asumir que es potestad solo del gobierno lo que nos suceda; es cierto que el Estado debe garantizarla y promoverla, sin embargo no olvidemos que a todo ciudadano nos involucra y nos afecta. De tal modo que sería bueno dejar de burlarnos de situaciones como esta, pues cada vez que lo hacemos equivale a mirarnos al espejo y reírnos de nosotros mismos sin tener consciencia de ello. ¡Todos tenemos vela en el entierro!
Muy probablemente resulte irreal el pensar en la posibilidad de un ejercicio individual de reflexión sobre el significado que tiene la educación para nuestras existencias, en lo personal y en lo social, una reflexión que explicite las intencionalidades y aprendizajes propios, pero también posturas que como padres de familia, docentes, instituciones educativas, gobierno y como sociedad se tienen; sin embargo… qué bien nos vendría a todas y todos.

El engaño digital

Autor: Juan Carlos Colín Ortega, si quieres conocer más datos del autor, haz click aquí
Publicado en E-Consulta el 10 de septiembre de 2014


Todos los días somos engañados por algún aparato digital. Lo digital es algún fenómeno convertido a números, ¿cualquier clase de números?
En la naturaleza los fenómenos que observamos ocurren de forma continua, los objetos no aparecen y desaparecen intempestivamente y cuando así lo parece, es porque el objeto se movió o creció muy rápidamente y en realidad no apareció o desapareció un instante después. A esta continuidad o suavidad o encadenamiento de formas y sucesos en la naturaleza se le registra en ciertos ámbitos científicos, con instrumentos igualmente continuos a los que se les ha llamado analógicos. Podemos decir que fenómenos continuos son todos los cotidianos, todos los de siempre, todos los que se dan por naturaleza. La vibración de las cuerdas de un violín, el aire que vibra con ellas generando espacios alternados de baja y de alta presión, que nuestro tímpano detecta y nuestro oído procesa, todos ellos son ejemplos de procesos continuos. La medición de la velocidad en el tablero de un automóvil se realiza mediante la posición de una manecilla o aguja, siendo este el caso de un instrumento analógico (el velocímetro de aguja) que mide un proceso continuo (la velocidad del automóvil).
Si medimos repetidamente a lo largo del tiempo el nivel de alguna variable de un proceso observado, estaremos realizando un procesamiento llamado muestreo. Estamos tomando muestras del nivel de esa variable. La variable que se mide puede ser cualquiera: presión atmosférica o sanguínea, temperatura, posición, velocidad, aceleración, intensidad acústica, humedad o cualquier otra. Frecuentemente los instrumentos utilizados para medir este tipo de variables físicas nos generan una fluctuación eléctrica (señal analógica) proporcional a la fluctuación de la variable física. De esta forma, después de realizar el muestreo de una variable, tendremos una colección de todas las muestras que se tomaron en un determinado tiempo. Si a cada muestra se le asigna un número correspondiente a su magnitud, entonces el conjunto de estos números es la representación digital de la señal analógica correspondiente a la variable de interés. En tiempos recientes, la forma en la que almacenamos estos números es en conjuntos especiales de valores altos y bajos llamada código binario.
Las computadoras están construidas sobre una base de semiconductores (componentes electrónicos) a la que llamamos "electrónica digital". Está electrónica está diseñada para almacenar y procesar valores de voltaje que pueden pertenecer a dos categorías solamente: voltaje alto y voltaje bajo. De esta forma podemos almacenar valores altos (verdaderos, unos) mediante los voltajes altos y almacenar valores bajos (falsos, ceros) mediante voltajes bajos. Esta es la razón por la cual se utiliza el código binario en el almacenamiento de información computacional y es también la razón por la cual, la matemática de los números binarios es de capital importancia en el diseño y optimización de las computadoras. A esta matemática de lo binario la llamamos "booleana" o "de Boole" en honor al matemático inglés George Boole que vivió en el siglo XIX y desarrolló la matemática específica de números que solamente pueden tomar dos valores: el uno y el cero.
Con la evolución de la tecnología es entonces posible desde hace algunas pocas décadas registrar un fenómeno continuo mediante una serie de números binarios que a fin de cuentas no son otra cosa que una secuencia de unos y ceros. En un principio esto era un asunto de laboratorios de investigación avanzada pero hoy es exactamente lo que se realiza cuando escuchamos música de un CD, cuando vemos una película de un DVD o cuando accedemos a la Internet. Todo: fotografías, sonidos, videos, textos… todo está guardado como secuencias de unos y ceros.
Los medios para guardar un fenómeno de forma analógica como en un disco de acetato o como en una película de cine fotosensible se deterioran con el tiempo y con el uso hasta que dejan de servir. Cuando este medio es la digitalización, el registro no se deteriora con el tiempo ni con el uso por más frecuente que este sea. Esto no impide que pueda ser destruido por accidente o por dolo. El registro digital tiene también la particularidad de ser portable, esto significa que puede enviarse a través de algún medio de comunicación de datos como la Internet. Por otra parte, el registro del fenómeno puede copiarse de forma perfecta una y otra vez, lo cual representa un problema cuando el fenómeno es una obra con propiedad intelectual. Una copia hecha a mano de una pintura valiosa puede engañar a algunos pero el fraude será detectado por el experto. En el caso de una copia digital de una obra, la copia es exactamente igual al original de forma total.
Disfrutamos las obras digitales porque al observarlas sentimos estar observando el fenómeno real que representan. La digitalización se realiza lo suficientemente detallada (resolución) como para que los sentidos del ser humano sean engañados. El sonido se muestrea más de cuarenta mil veces por segundo para que al reconstruirse, se generen detalles del fenómeno que están en el límite máximo de la frecuencia sonora que el oído humano puede detectar. Se generan millones de colores diversos en las pantallas de televisión para que el sentido de la vista sea engañado y se sienta estar observando una excelente fotografía. La digital es una magnífica tecnología que nos permite usar la computación y la comunicación visuales e interactivas. Por otro lado, es magnífico tener un mundo continuo para vivirlo y sentirlo analógicamente.

Yoga organizacional: una alternativa para enfrentar las situaciones laborales (1 parte)

Autor: Carlos Audirac Camarena. Si quieres conocer más sobre el autor, haz click aquí
Publicado en Lado B, el 25 de septiembre de 2014

En esta colaboración presento las principales ideas del texto Filosofía Yoga para el trabajo, (Maren Showkeir & Jamie Showkeir, 2013. Empresa Activa. España) el cual estudio junto con mis estudiantes de la licenciatura en Dirección de Recursos Humanos en la Universidad Iberoamericana Puebla, con el propósito de identificar algunas alternativas aplicables a la gestión de las empresas
           He estado practicando hata yoga y meditación desde hace aproximadamente 20 años y con base en ello había estado dando vueltas a la idea de escribir un texto en el que pudiera relacionar esta filosofía de vida y los procesos organizacionales, debido a que estoy convencido desde mi práctica profesional, que una mirada diferente hacia el comportamiento organizacional es capaz de propiciar una transformación de las empresas.
          Al estar planeando para este semestre escolar el curso aprendizaje organizacional, me topé con el texto Filosofía yoga para el trabajo y fue una sorpresa para mí que un tema como este fuera incluido en una colección editorial sobre gestión del conocimiento y además que sus autores fueran practicantes también del yoga y la meditación, además fueron felices coincidencias que compartieran el campo de la consultoría en clima laboral y productividad organizacional.
          Entrando en el tema que nos ocupa, los autores abordan los yamas o las orientaciones morales, que por su carácter universal, proponen valores que se pueden incorporar a la filosofía corporativa de las empresas. Los preceptos desarrollados en el texto son: ahimsa (no violencia), satya (no mentir), asteya (no robar), brahmacharya (no malgastar las energías vitales) y aparigraha (no codiciar-no atesorar). Con el recurso de la conversación interna, se sugieren prácticas de cada precepto que lleven al lector a reflexionar acerca de la manera cómo reacciona ante las diversas interacciones de la vida laboral.
         Me llama la atención la manera natural como se incorporan argumentos relacionados al dominio del ego, la amabilidad, la compasión, la confianza mutua, la comprensión, el compromiso, la humildad, el servicio, el desapego, entre otros conceptos. Parecería que la lista tendría que ver más con un taller de buenas costumbres que con prácticas empresariales que pudieran ser observadas por directivos y colaboradores, en todas las interacciones y decisiones que se toman en los procesos organizacionales.
           En el texto se introduce también el término niyamas, entendido como los preceptos que pueden ayudar a ser una persona ética, productiva y serena en el trabajo. Estas prácticas se conocen como: saucha (limpieza, pureza), santosha (contentamiento), tapas (disciplina), svadhyaya (estudio de sí mismo) e ishvara-pranidhana (entrega). La adopción de estos elementos debería tener efectos en la forma de ver a los demás y al mismo tiempo de ver el trabajo.
          Es cada vez más frecuente encontrarnos con espacios y tiempo para que los integrantes de las organizaciones practiquen yoga y meditación como estrategias para combatir el estrés y mejorar la salud física. 
           Para desarrollar niyama los autores proponen acciones concretas tales como mejorar los hábitos alimenticios y la salud corporal, la limpieza del lugar de trabajo (una versión de las 5´s japonesas), supresión del lenguaje ofensivo y de los enojos, hacer un recuento de las historias que uno se inventa cuando no se obtiene lo que se desea, desarrollar la autodisciplina, reflexionar sobre los aprendizajes de adoptar yama y niyama y desapegarse de cosas, situaciones y reconocimientos inmediatos.
           El texto invita a partir del apartado cuatro, a la práctica de aquellos elementos que están más generalizados entre las personas como son el yoga físico (asanas) y la respiración (pranayama). Es cada vez más frecuente encontrarnos con espacios y tiempo para que los integrantes de las organizaciones practiquen yoga y meditación como estrategias para combatir el estrés y mejorar la salud física. También se sugiere reflexionar respecto a los beneficios que la persona que practica yoga puede transmitir o manifestar en el ámbito laboral.
            Con la adopción del pranayama, no solamente se practica la respiración física sino también es posible establecer un ambiente positivo entre las personas que integran una empresa o un área de trabajo determinada. Permite aquietar la mente de una persona agitada o encolerizada y mejorar su estado de ánimo. Metafóricamente se puede lograr una mejor circulación de la armonía en el lugar de trabajo, con personas que emocionalmente están en calma.
           Presentaré cuatro aspectos adicionales en la siguiente entrega: pratyahara (retirada de los sentidos), dharana (concentración), dhyana (meditación) y samadhi (absorción). Mientras tanto la conclusión que puedo proponer es la necesidad de cambiar nuestro punto de vista respecto a las dinámicas organizacionales en las que hemos sido "educados" y emigrar hacia una nueva ciudadanía en las empresas, que incluya prácticas de convivencia entre personas "despiertas" según propone la Filosofía yoga para el trabajo. Es necesario primero emprender un viaje hacia nuestro interior para apropiarnos de los preceptos que incluye el texto en cuestión y posteriormente reflejarlos en la vida cotidiana laboral. Los resultados pueden ser inesperados.

De light a light

Autora: Claudia Rodríguez Hernández. Si quieres conocer más datos de la autora, haz click aquí
Publicado en Síntesis, el 26 de septiembre de 2014

Con frecuencia, las personas me preguntan acerca de los productos light, que si son buenos o malos, que si los niños pueden consumirlos, que si es verdad que no tienen calorías, etc.; generalmente lo que hago es responder con las siguientes preguntas: "¿cuáles son los productos que tú llamas light?" y "¿por qué dices que son light?"; las respuestas que me dan los pacientes son muy diversas y lo peor es que la gran mayoría son completamente erróneas.
                 Lo que me parece que genera confusión, mitos e ideas falsas sobre los productos light, es que los consumidores no tienen claras las diferencias que existen entre éstos, de hecho no saben que hay diferentes términos de acuerdo a las características específicas que cada uno tiene, todos se han englobado dentro de la categoría light sin tomar en cuenta dichas características. Esto último puede deberse en gran parte a la publicidad, ya que datos de la PROFECO revelan que uno de los términos más utilizados en anuncios y comerciales es precisamente el término "light".
                 La Norma Oficial Mexicana NOM-086-SSA1-1994 habla de lo siguiente:
  • Bienes y servicios, define a los productos que normalmente denominamos light de la siguiente manera: Sin calorías: contenido de calorías menor de 5 calorías por porción.
  • Bajo en calorías: contenido menor o igual a 40 calorías por porción Reducido en calorías: contenido de calorías 25% menor en relación con el contenido de calorías del alimento original o de su similar.
  • Bajo en grasa: contenido de grasa menor o igual a 3 gramos por porción.
  • Reducido en grasa: contenido de grasa es al menos 25% menor en comparación con el contenido del alimento original o de su similar.
  • Sin azúcar: contenido de azúcar menor a 0.5 g por porción.
  • Reducido en azúcar: contenido de grasa reducido por lo menos en un 25% con respecto al alimento original o su similar.
                Tomando en cuenta las definiciones anteriores -en donde ni siquiera aparece el término light- mi recomendación es leer cuidadosamente las etiquetas de los productos, lo anterior hará que se seleccione de mejor manera lo que se compra y por lo tanto lo que se come.
                Definitivamente no es lo mismo un producto que es light porque está reducido en azúcar y seguramente tiene algún edulcorante artificial, y otro que es light porque está reducido en grasa, sin duda alguna hay de light a light.

Valores en la educación: jornadas para expertos y novatos

Autora: Luz del Carmen Montes Pacheco. Si quieres conocer más datos de la autora haz click aquí
Publicado en La primera de Puebla, el 25 de septiembre de 2014


El tema de valores en la educación en sí mismo es relevante y más que nunca pertinente. Como en muchas otras áreas educativas, hay investigadores y expertos que estudian y proponen marcos generales de acción, reflexiones sobre el entorno y las respuestas educativas y educadoras para hacer frente a problemas de violencia, insatisfacción, malas prácticas, falta de compromiso, ausencia de proyecto de vida, etc.; todo ello considerando a los principales actores educativos, directivos, profesores, padres de familia y estudiantes.
                 Algunas preguntas que podemos hacernos al respecto son ¿Cuál es nuestra realidad educativa en materia de valores? ¿Qué se está investigando? ¿Cuáles son los principales hallazgos? ¿Qué está pasando en los distintos niveles educativos? ¿Quiénes investigan si los valores se enseñan, se aprenden, se modelan, se transmiten? ¿Qué se dice y se hace en materia de políticas públicas?
                Respuestas a estas preguntas y a muchas otras relacionadas con los valores en educación, pueden encontrarse en la X Jornada Nacional de Investigadores en Educación y Valores para la transformación de la realidad, que se llevará a cabo en la Universidad Iberoamericana Puebla, los días 25 y 26 de septiembre.
                 Habrá dos conferencias magistrales: la de inicio estará a cargo del Dr. Javier Prado Galán, Vicerrector Académico de la Universidad Iberoamericana Cd de México; y, la de cierre que estará a cargo de la Dra. María Teresa Yurén Camarena, profesora investigadora del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. No sobra señalar que ambos conferencistas son destacados investigadores en el área.
                 Habrá además, alrededor de 90 ponencias presentadas en mesas de trabajo por cerca de 100 académicos e investigadores de diversas universidades del país. Dichas mesas de trabajo están organizadas a partir de ocho líneas temáticas que expresan referentes obligados cuando en educación se habla de valores: ética profesional, formación para la ciudadanía, desarrollo moral, responsabilidad social, ética y estética, derechos humanos, educación en la libertad, humanismo, complejidad, globalización?
                 También se presentarán dos libros: Educación y valores en la globalización, texto coordinado por Martín López Calva, Ana Esther Escalante y Arturo Benítez. Y Ética profesional en la educación superior. Finalidades, estrategias y desafíos de la formación, texto coordinado por Ana Hirsch y Rodrigo López Zavala. Tome en cuenta que los libros colectivos concentran diversas miradas sobre un mismo tema y que en la presentación puede adquirir los ejemplares.
                 Jornadas como esta son organizadas cada dos años por la Red Nacional de Investigadores en Educación y Valores (Reduval), red adscrita al Consejo Mexicano de Investigación Educativa, A. C. Y este año organizada por académicos de la UPAEP y de La Ibero Puebla. Es importante destacar que quien preside la red es el Dr. Juan Martín López Calva, destacado investigador, miembro del Sistema Nacional de Investigadores y docente de las universidades organizadoras.
                 Expertos y novatos se encontrarán en espacios de diálogo, buscando respuestas y seguramente formulando muchas preguntas para seguir construyendo este campo de conocimiento ¡Le esperamos! Busque la actividad en la web o llame para pedir informes al Departamento de Humanidades de La Ibero Puebla.

Reflexionemos sobre la educación y los valores

Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos, si quieres conocer más sobre la autora, haz click aquí
Publicado en Lado B, el 19 de septiembre de 2014

En la Universidad Iberoamericana Puebla y en colaboración con la Red de Investigadores en Educación y Valores (REDUVAL), así como con la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, estamos organizando la X Jornada de Investigadores en Educación y Valores que esta vez lleva el título de: “Educación y valores para el compromiso y la transformación social” y promoviendo el evento, al que por cierto los invitamos, se ha generado una idea en diferentes espacios con los medios e incluso entre los organizadores del evento.
                La idea es que todos, pero en realidad todos tenemos una responsabilidad en la formación en valores. Es claro que la familia es primera fuente de estos valores, pero es aquí donde se cultivan, se transforman y se recrean. Pero cuando un pequeño empieza a asistir a la escuela porque ya cuenta con la edad para hacerlo, los valores que ha ido aprendiendo en la familia se confrontarán con los que la escuela promueve, o con los que sus pequeños compañeros muestren. En ese momento el niño empezará a comparar y a decidir con cuáles valores se queda y serán más sólidos aquellos que sean más consistentes o con aquellos de los que el niño esté más convencido.
                Justo es esa edad están empezando a desarrollar un conciencia moral y por eso en estos primeros años la formación moral es fundamental. La formación en valores no será solamente aquella en donde se muestre a los niños, lo que es bueno, lo que es más o menos bueno o lo que no lo es. Sino que el ejemplo que reciba de los adultos le irá mostrando cuál debe ser su comportamiento c on todos los otros. Es decir, si los padres piden las cosas educadamente a quienes les ayudan, los niños lo harán, si los padres, se tratan con respeto entre ellos, los niños lo harán, pero si resuelven sus conflictos violentamente, los niños también lo harán.
               En la escuela sucede un poco lo mismo, si los profesores son amables, respetuosos y correctos con sus estudiantes, se ganarán el respeto de los mismos, pero si no lo son, los alumnos serán irrespetuosos con ellos y con otros profesores. O bien, si los profesores son responsables, amables, considerados con sus compañeros de trabajo, trátese del director o del intendente, seguramente los alumnos se comportarán del mismo modo.
                 Y en la sociedad ni se diga, la corrupción, la violencia, la delincuencia, la intolerancia, etc. la aprendemos en la casa, en la escuela y también en la calle. Todos los adultos somos responsables de educar a los más jóvenes, niños, adolescentes y jóvenes adultos; podemos hablar con ellos de esto, pero sobre debemos dar ejemplo y testimonio de que en nuestras relaciones sociales vamos mostrando a qué y a quién le damos valor y a qué y a quién no.
                   En esta X Jornada de REDUVAL que se llevará a cabo los días 25 y 26 de septiembre, se estarán presentando 96 investigaciones en 25 mesas de trabajo  con diversos temas de la educación y los valores, tales como: Formación para la ciudadanía y derechos humanos; Dimensión valoral de la filosofía y las políticas educativas; Formación y desarrollo moral; Valores y ética profesionales; Valores en educación de la corporeidad: movimiento y educación física; Producción de conocimiento en el campo de educación y valores; La educación en valores y el compromiso y responsabilidad Social y Educación y valores estéticos.
                  Para este evento se convocó a los socios de REDUVAL y a otros investigadores interesados en indagar en aspectos de la educación y los valores para que presentaran sus resúmenes, con la intención de tener un intercambio de ideas, posturas teóricas, formas de abordar la investigación en estos temas y para encontrarnos con antiguos colegas. Se recibieron 108 resúmenes,  casi todos de bastante buena calidad, por lo que fueron aceptados 96 para que se convirtieran en ponencias. Entre quienes presentaron sus ponencias se encuentran investigadores que pertenecen al Sistema Nacional de Investigadores; investigadores en ciernes, estudiantes de doctorado y maestría e incluso quienes tienen una preocupación genuina por la educación y los valores.
                 Además tendremos dos conferencias magistrales, la de apertura que dictará el Dr. Javier Prado Galán, S.J. académico del Sistema Universitario Jesuita y la de cierre está bajo la responsabilidad de la Dra. Teresa Yurén Camarena académica investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, ambos, desde diferentes ámbitos están trabajando sobre ética, ciudadanía y desarrollo moral.
                 Nuevamente los invitamos a acercarse a este evento, como profesor, padre de familia, alumno, investigador o ciudadano, para que conozca qué se hace, qué hallazgos se encuentran, qué se recomienda, hacia dónde podemos caminar como instituciones educativas, pero también como sociedad y sobre todo qué nos corresponde hacer para que empecemos una transformación de nuestra realidad, pues muchos mexicanos no queremos caer más de lo que esta sociedad ha caído y todos tenemos una responsabilidad en devolverle los valores a la forma en que nos relacionamos con los otros.

¿Educación? ¿De qué hablamos?

Autor: José Guadalupe Sánchez Aviña, si quieres conocer más datos del autor, haz click aquí
Publicado en E-consulta, el 23 de septiembre de 2014.

¿Alguno de Ustedes se ha encontrado con personas que no respetan los sitios para discapacitados, qué tiran basura en las calles durante su recorrido, sea caminando o en automóvil, que da vuelta en lugares prohibidos, que no usa los pasos peatonales, que insulta a empleados o dependientes de tiendas o comercios, que no camina por las banquetas…? En fin, momentos que de cotidiano encontramos prácticamente en todas partes. O bien…
            ¿Alguno de Ustedes se ha encontrado con la otra cara cara de la moneda: personas que circulan por su derecha; que, si se requiere, ayudan a otros con muestras de solidaridad y consideración; que guardan su basura hasta poder depositarla en los lugares adecuados, automovilistas que ceden el paso a peatones o a otros automovilistas; personas que ceden el asiento en caso necesario, que sonríen y saludan a quienes prestan algún servicio, que dan las gracias y miran a los demás a los ojos…? En fin, en esos momentos de los cuales quisieras fueran más comunes.
           Con lo anterior se puede ilustrar de manera sencilla lo que se puede entender por educación, misma que puede ser abordada desde dos ópticas: la académica y profunda, como ese factor que provee la posibilidad de hacernos y ser mejores seres humanos, considerando que el estar en la condición de ser educado, implica la búsqueda de ser con y para los demás; Sin embargo, está la otra mirada, la coloquial, que considera a la educación como un proceso ambiental cotidiano que nos define como personas y que es génesis de nuestras conductas frente a los demás. Ambas, señalan a la educación como omnipresente, ubicando en su real dimensión, el papel de la escuela como uno solo de los agentes educadores de la sociedad; la educación está en todas partes, y nos involucra a todos.
                Cuando presenciemos una escena en donde alguna persona se comporte de tal manera que crea que es muy lista y que los otros son muy tontos, o bien, que una persona pudiendo sacar ventaja de alguna situación, prefiere comportarse de tal manera que no afecte de negativamente a los demás… pensemos que en ambos casos esa conducta descubre la forma en que alguien se auto concibe y desde luego a los demás; nos muestra cómo fue su educación.
               La educación es vehículo natural de la fundamentación del ejercicio de valorativo que realiza todo individuo al tomar una decisión; es la educación la que ofrece las posibilidades de los valores en los individuos. ¡En la educación nos hacemos y nos liberamos!

                Ocupados en esta temática, resulta muy oportuno, aplaudir esfuerzos como los que realiza la Red Nacional de Investigadores en Educación y Valores, para generar elementos de conocimiento que nos permitan traducirlos en acciones más efectivas para la transformación de la sociedad hacia una en donde realmente nos tratemos como humanos. Resulta oportuno mencionar el X Foro Nacional que realizará esta Red los próximo 25 y 26 de septiembre, en colaboración con la Universidad Iberoamericana Puebla, que será la sede, y la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla. Habrá que asistir para explorar los avances en la materia.