lunes, octubre 20, 2014

Dudas, dolor y duelo

Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos, si quieres conocer más datos de la autora, haz click aquí
Publicado en E-Consulta,el 14 de octubre de 2014

El pasado 26 de septiembre cerrábamos la X Jornada de la Red de Investigadores en Educación y Valores en La Ibero Puebla con un brindis y ahí nos encontrábamos investigadores de esta red, académicos, estudiantes normalistas, estudiantes de educación de diferentes universidades y disfrutábamos de una exquisita velada, mientras en la ciudad de Iguala un grupo de estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos (mejor conocida como normal de Ayotzinapan) eran masacrados por razones que, hasta ahora, no han sido suficientemente esclarecidas.
                 Tratando de entender cómo se llegó a toda esta terrible situación, recurrí a mis libros de historia de la educación en México para revisar el origen de estas normales rurales, de las que yo, por ser ex normalista, conozco a algunos profesores que han egresado de estas instituciones y también conozco su labor como docentes en medios pocos favorecidos. Estas instituciones nacieron en la década de los veinte del siglo pasado y de la idea de Moisés Sainz cuando era secretario de educación pública y se querían extender los servicios educativos a todos los rincones del país, pero no había suficientes profesores formados para atender esta tarea.
                  Estas escuelas se crean para ubicarlas en zonas campesinas, para dar acceso a que personas de escasos recursos tuvieran una formación como profesores de educación primaria y fueran ellos quienes regresaran a sus comunidades o bien fueran enviados a zonas indígenas a educar a niños en donde antes nunca había habido escuelas; de ahí su carácter de "rural". Además desde su nacimiento tenían la característica de socialista en la formación de estos profesores, pues lo que se buscaba en ese momento es que la educación fuera un medio para acortar las distancias entre los que más ricos y los más pobres. Y dado que estaba destinado a estudiantes de muy escasos recursos, estas instituciones nacen como internados, pues los estudiantes provenían de diversas regiones y no había forma de cubrir sus traslados, entonces era mejor que quedaran internados en las instituciones.
                 El gobierno de Lázaro Cárdenas, se reconoce como el periodo de la educación socialista y se les da un fuerte impulso a estas instituciones pues cubrían muy bien la intencionalidad educativa que pretendía este presidente y las normales rurales recibieron todo el apoyo político y económico que requerían para su sustento. Sin embargo en los años cuarenta, empieza una etapa de modernización educativa que incluye a las escuelas normales y las normales rurales desaparecen del discurso político, haciendo evidente que se busca su desaparición.
                  En la década de los sesenta, llega el punto más álgido de la relación del gobierno con estas instituciones y mientras en las normales rurales crece la ideologización socialista, se generan fuertes grupos de resistencia para poder mantenerse tal cual fueron creadas en su origen y para responder a la necesidad existente de formar profesores rurales e indígenas para educar a niños de estas zonas. Y así han existido hasta el día de hoy, entre el escaso recurso que les da el estado y la exigencia de los estudiantes por mantenerlas abiertas.
                  Algunas de estas instituciones, como la de Ayotzinapa, han buscado hacerse autosustentables, al menos para la manutención del internado y siembran granos, crían ganado y venden sus productos. Sin embargo siguen exigiendo al estado les proporcione los recursos que requieren para mantener la escuela. Esta es la razón por la que los estudiantes de vez en vez salen a "botear", es decir piden apoyo a la población y lo que reúnen lo utilizan para los gastos propios del internado.
                  Pero, ¿qué pasó ese 26 de septiembre? Los muchachos de esta normal, normalmente no iban a Iguala, sino a Chilpancingo; ese día justamente era el informe de la presidenta del DIF municipal de Iguala, esposa del presidente municipal Abarca que ahora está prófugo, ¿los muchachos lo sabían y querían molestar al presidente municipal? No lo creo, las demandas de estos estudiantes siempre han sido a la federación y al gobierno del estado. Que los estudiantes "botearan" ¿molestó tanto al Sr. Abarca que los mandó masacrar, abusando de su poder que se ha hecho evidente en los medios?
                  No tengo conjeturas más bien tengo dudas en relación a estos hecho, pero sobre todo de quiénes nos están gobernando en todos los niveles, pues más allá de los asesinatos y desapariciones, se ha destapado la cloaca de la política en nuestro país y apesta. Tengo dolor, por esos muchachos, los desaparecidos, los muertos y los vivos que están tan atemorizados y de sus familias que no saben cómo proceder y tengo un enorme duelo por este México que se pudre a pedazos.

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