jueves, diciembre 16, 2010

Escenarios panistas

Autor:Raúl Rodríguez Cruz
Publicado: El columnista, 16 de diciembre de 2010

     El pasado domingo el actual senador panista, Santiago Creel Miranda, se auto-destapó para ser, nuevamente, el candidato de su partido a la Presidencia de la República para la elección de 2012. Algunos de nuestros lectores se preguntaran si eso tiene algo de importante cuando hay “tanto” tiempo de por medio para el día de la elección presidencial. La respuesta toma distintos rumbos y cuenta con variados matices según la óptica desde la cual se observe el hecho y se busque realizar la prospectiva. Desde la perspectiva de los analistas y de los posibles contrincantes del senador Creel puede que haya algunas ventajas, como desventajas. Entre las ventajas podemos decir que por lo menos los propios analistas de los precandidatos informales, llamados así ya que aún no hay un registro formal y definitivo en sus institutos políticos como ante la autoridad electoral, pueden ir haciendo tanto una ponderación como una evaluación de las posibilidades que tiene su precandidato frente a los otros dos. Dicho de otro modo Enrique Peña Nieto, Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard pueden ir solicitando las proyecciones de una contienda con el panista en cuestión, las cuales pueden ya estar en desarrollo dado que si los aspirantes son responsables el destape de Creel sólo sería una confirmación preliminar. Entre las desventajas está el establecerse en una posición donde si bien llama y llamará la atención de los medios ello no significa que se pueda aprovechar de la mejor manera, más cuando otros de sus miembros de partido cuentan con mejores posiciones que les permitan destellar más. Aunado a esto último vale la penar recordar que Creel fue, justamente, “crucificado” mediáticamente cuando se dio a conocer su paternidad de la hija que procreo con la actriz Edith González, así como el ya pasado y constante golpeteo de Televisión Azteca contra Creel por su supuesto apoyo parcial hacia Televisa, donde se le acusó al senador de haber apoyado la instalación de casinos al margen de la ley y con preferencia hacia Televisa. Tampoco se puede olvidar la marginación que sufrió y hasta la fecha sufre, no en la misma magnitud, dentro del grupo parlamentario de su partido en el Senado por las diferencias con el presidente Calderón, sin embargo ello no ha significado la visión ni la posición completa dentro del PAN, porque a decir de las encuestas Creel es quien mejor posicionado se encuentra, hasta ahora, dentro de su partido político. Desde la perspectiva de los posibles contrincantes al interior del PAN implica también puntos positivos y negativos. Entre los positivos, desde el ángulo de la estrategia, le permitirá al mismo senador ir observando el comportamiento y el apoyo de aquellos que se dicen sus promotores y bastiones en pro de su candidatura, en otras palabras, habrá de verse si la lealtad es real o ficticia. También le posibilitará el ir corroborando la información de sus posibles competidores en la elección interna, para así ponderar su potencial como los recursos y la magnitud de los mismos, dando paso así a la autocrítica y la evaluación, así como a la preparación de los propios. Tarea nada sencilla la de preparar sus recursos y afinarlos cada día, cuando sus virtuales competidores no son pequeños ni en talento ni en recursos. Por ejemplo, de ser Josefina Vázquez Mota, la actual coordinadora de los panista en la Cámara de Diputados, es de destacar el arraigo y el empuje que tiene entre sus compañeros de partido, así como la empatía que va generando cada vez más, aunque poco a poco, entre un segmento mayor del electorado, sea entre los jóvenes como entre el porcentaje más amplio del padrón electoral y la lista nominal, evidentemente, las mujeres. Mujer discreta, sigilosa, astuta negociadora más que confrontadora, sabedora de su talento y analítica de su entorno, responsable de la disciplina de sus actuales compañeros en el cargo así como de la trascendencia de las negociaciones que encabeza. Otro caso es Alonso Lujambio, Secretario de Educación Pública Federal, leal para con sus superiores y responsable en su quehacer, aún cuando sea desde la perspectiva de los jefes, hombre conocedor de los corrillos del panismo, lo mismo como joven cercano a su ideología por cuestiones familiares que por el ejercicio de su profesión originaria, la docencia y la investigación, la cual lo acercó al hoy presidente de la república y que también lo ha acercado a una enorme variedad de legisladores federales y locales como a alcaldes y gobernadores, sea por medio de la misma investigación que por la capacitación y formación de los cuadros del PAN en materia legislativa o de representación, aludido por demasiados medios como uno más de los hombres de Elba Esther Gordillo, lo cual no puedo confirmar. En lo que refiere a tal acontecimiento en las entidades federativas pinta de la misma manera, pero en Puebla se torna más interesante, ello debido a que cuando los ánimos se encuentren más caldeados, las tensiones aumenten y la correlación de fuerzas esté por definirse en días, incluso en horas, el actual gobernador electo Rafael Moreno Valle se encontrará ya en funciones, con un año de gestión encima, con un primer informe de labores a punto de rendirse o rendido ya, con la presión o la tranquilidad que pueden dar las encuestas sobre el índice de aceptación de su gestión aún en sus inicios. Interesante porque sea Creel, Vázquez Mota o Lujambio, los tres vinieron a Puebla darle su apoyo a Moreno Valle como candidato a la gubernatura, los tres vinieron a brindar poco o mucho de lo que su capital político es y puede, aún cuando sea en términos de imagen, así como del peso de la investidura institucional que representan, lo cierto es que cada uno habría de buscar cobrar el favor otorgado con poco más de año y medio de antelación a la coyuntura de la elección del candidato oficial del PAN. La decisión que habrá de tomar Moreno Valle es compleja porque como gobernador habría de movilizar, discretamente, a los electores a votar por el partido en que milita, pero siempre cuidando que ese apoyo no mine su administración. Como mera especulación y partiendo del supuesto de que Lujambio fuera de los hombres cercanos a Gordillo, de que contara con el apoyo de los panistas, entonces sería de esperarse que con la relación respetuosa y profesional que ha dicho tiene el gobernador electo Moreno Valle con la señora Gordillo podríamos aventurarnos a decir que su apoyo estaría con Lujambio, pero eso no es una certeza ya que el gobernador Moreno Valle tendrá que alinear sus fichas con los grupos que tengan mayor posibilidad de quedar representados en la Cámara de Diputados, ya que son ellos los que tienen mayores facultades y espacios para definir el presupuesto que se le otorga a los estados de la república, y como ha quedado claro, los proyectos que desea poner en marcha Rafael Moreno Valle requieren tejer en fino, dígase hacer mucha y correcta política, para así contar con los dineros para hacer realizables esos proyectos.


lunes, diciembre 13, 2010

¡Qué caro resulta formar personas de cristal!

Autor:José Rafael de Regil Vélez datos del autor haz click aquí
Publicado: Síntesis Tlaxcala, 09 de diciembre de 2010 

     Al inicio del curso, en la secundaria donde estudia mi hija el asesor de su grupo entregó a los padres de familia una caricatura que me llamó mucho la atención. La transcribo.
     Primera escena, hace algunos años:
Señora: profesor, ¿podría decirme por qué reprobó José?
Profesor: lo que pasa es que no entregó tareas.
    Señora (regañando al niño): ¿ya ves, José? Ahora vas a tener que ponerte a trabajar muy duro. Deberías echarle más ganas. En la casa hablamos.
     Segunda escena, en nuestros días.
Señora: profesor, ¿podría decirme por qué reprobó José?
Profesor: lo que pasa es que no entregó tareas.
     Señora (regañando al profesor): ¿ya ves, José? Lo que pasa es que a tu maestro le falta una adecuada metodología para motivarte y enseñarte. ¡Usted!: Ahora va a tener que trabajar muy duro. Debería echarle más ganas.
     Como es de suponerse, nos reímos. Más allá de la hilaridad el mensaje transmitido merece consideración de toda persona involucrada en la educación.
     Hay una tendencia a proteger a los hijos. Si fuera posible mamá o papá les cargarían la mochila, los llevarían hasta su banca en el salón, verían que estén abrigados y con su lunch a tiempo. Si alguna tarea hecha en casa se les hubiera olvidado regresarían al hogar por ella, volverían a la escuela, suplicarían al portero que les recibiese el trabajo escolar, todo para que su niño no tuviera problemas, aunque fuese estudiante de preparatoria.
     Cuando se ven los resultados académicos y no corresponden a las expectativas forjadas sobre los vástagos se culpa a los profesores, al clima, a los horarios, al déficit de atención e hiperactividad, a la existencia de los niños índigos que son incomprendidos.  Los papás quieren hijos contentos y con buenas calificaciones.
     Ante el empuje derivado del amor paterno los profesores ceden exigiendo menos y poniendo notas altas. No faltan los directivos que ante la tal presión quitan y ponen  docentes, como si fuera oferta de supermercado.
     Al paso de los años lo que este tipo de formación produce es personas de cristal: hermosas, relucientes, de ornato, pero que seguramente en la primer caída, cuando haya quien los proteja, se quebrarán. Siempre queda el consuelo de que, a pesar de todo, el ser humano podría emerger de sus cenizas, pero eso requiere mucho afán y el problema de los seres tan endebles es que carecen de carácter, de la fuerza de voluntad que permite andar la existencia a pesar de los pesares.
      Esta es una educación muy cara: no sólo porque muchas veces es pagada, sino porque sus consecuencias en la vida son complicadas: estas personas quieren tener siempre la razón, carecen de capacidad de frustración y ante un problema recurren a la evasión, porque si no pueden derrumbarse. Ejercen el poder pero les cuesta mucho responsabilizarse de sus consecuencias, pues no quieren reconocer que hay factores externos que también interactúan con ellos y les ponen límites.
     ¿Por qué se ha abandonado la formación del carácter? ¿Cómo entenderla? ¿Cuál es el papel en ello de cada uno de los miembros de una comunidad educativa? ¿Cómo estar al tanto, en ello, de las exigencias de la justicia, que significa dar a cada quien lo que necesita para poder ser más humano con, por y para los demás a fin de responder a las exigencias de un mundo que nunca será tan amable como el hogar? ¿Cómo ir formando personas fuertes, sólidas, sin dejar de acompañar sus procesos humanos?
      Estas me parecen buenas preguntas de fin de año, ojalá que se vieran inteligentemente respondidas con una estrategia para que con carácter y fuerza de voluntad sea posible ya no formar personas de cristal.



El aprendizaje colaborativo y una mejor convivencia en la escuela

Autora:Teresa Eugenia Brito Miranda y María José Corona Burch
Publicado: El Columnista, 09 de diciembre de 2010

     En la actualidad, y con las nuevas corrientes educativas, se ha aportado una nueva visión acerca de las funciones y objetivos de la escuela. Hoy el fin de la escuela deja de ser la mera transmisión de conocimientos, para centrarse también en los aspectos emocionales y de socialización de sus alumnos;  por ello el trabajo que se realiza mediante el aprendizaje colaborativo es un elemento esencial  en todas las técnicas y prácticas innovadoras. Es también un medio para trabajar la formación de ciudadanía basada en una participación activa y responsable.
     El  Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (2008) elaboró un documento en el que se describen y explican los fundamentos del aprendizaje colaborativo, sus usos y sus funciones, con el fin de dar herramientas básicas para su utilización.
     En primer lugar, señala que el aprendizaje colaborativo se refiere a la actividad que realizan grupos pequeños en el salón de clase y mediante el cual los alumnos “intercambian información y trabajan en una tarea hasta que todos sus miembros la han entendido y terminado, aprendiendo a través de la colaboración” (ITESM, 2008: 2). El aprendizaje colaborativo se caracteriza principalmente porque en este tipo de tareas siempre están presentes los siguientes elementos:
     Cooperación. Los estudiantes se apoyan mutuamente para cumplir con un objetivo.
Responsabilidad. Para cumplir de manera individual la parte de tarea que les corresponde y para comprender todas las tareas que les corresponden a los compañeros.
Comunicación. intercambian información importante y materiales, se ayudan mutuamente, ofrecen retroalimentación, analizan las conclusiones y reflexiones para lograr pensamientos y resultados de mayor calidad.
     Trabajo en equipo. aprenden a resolver juntos los problemas, desarrollando las habilidades de liderazgo, comunicación, confianza, toma de decisiones y solución de conflictos.
     Autoevaluación. Los equipos deben evaluar cuáles acciones han sido útiles y cuáles no para mejorar su trabajo en el futuro.
Por último, para que el aprendizaje colaborativo pueda cumplir con estos elementos y sirva para alcanzar  los objetivos propuestos, es necesario establecer los siguientes requisitos:
     Cambiar los espacios educativos: para que se conviertan en un espacio de confianza y en un foro abierto al diálogo entre estudiantes y entre estudiantes y profesores.
Formar grupos pequeños: ya que en ellos existen oportunidades para intercambiar ideas, en un ambiente libre de competencia, para que los estudiantes se vean motivados a especular, innovar, preguntar y comparar ideas conforme resuelven los problemas. Mientras que las discusiones de  grupos grandes o de todo un grupo tienden a inhibir la participación de los estudiantes tímidos.
     Equipos heterogéneos: para que existan variedad de ideas y habilidades. Sin embargo, para evitar que en estos grupos una persona tienda a dominar y otras se queden sin hacer nada, es necesario establecer roles específicos para cada tarea donde ellos pueden aprender de sus puntos de vista, dar y recibir ayuda de sus compañeros de clase y ayudarse mutuamente para investigar de manera más profunda acerca de lo que están aprendiendo.
     Es importante resaltar  la diferencia entre trabajar  colaborativamente y el trabajo en equipo. Como explicamos, el trabajo colaborativo requiere de un equipo. El equipo es un conjunto de personas que trabajan buscando una finalidad. Sin embargo el trabajo colaborativo demanda una interacción  mucho más intensa entre sus miembros, no basta con una repartición de tareas; se construyen los aprendizajes entre todos a través del diálogo y la comunicación.
     El aprendizaje colaborativo es muy importante para desarrollar habilidades sociales, de comunicación, de trabajo en equipo, de resolución de conflictos y toma de decisiones, útiles para la vida profesional y cotidiana de los estudiantes. Promueve el aprender a ser y el aprender a convivir.
     Por ello, si la educación en la actualidad exige que la escuela no sólo se dedique a dar información que ahora se encuentra a tan sólo un click, sino a ofrecer a sus alumnos competencias que los ayuden a desenvolverse en su vida cotidiana, el aprendizaje colaborativo debe ser esencial en todo proceso de enseñanza aprendizaje.
     La importancia de esta estrategia radica, en que no sólo favorece la construcción de conocimiento y la adecuación de mentes a distintas estructuras, o sólo desarrolle habilidades de trabajo en equipo y toma de decisiones que se exigen en cualquier trabajo; sino en que además mediante esta estrategia se enseña a los alumnos a convivir en un mundo diverso. Esta competencia no suele verse como algo de primera importancia, sin embargo puede ser la posibilidad de cambio en las formas de relación individualista y prácticas de exclusión que la escuela tradicional y competitiva ha generado.
     Escuchar diversas ideas y formas de ver el mundo, además de ayudar a los alumnos a construir su propio conocimiento y formar un criterio propio, los ayuda a comprender tanto la individualidad como la diversidad, pero también la unidad e interdependencia de todas las personas. De esta manera, el aprendizaje colaborativo no sólo es útil para aprender los conocimientos que piden el currículum, sino que de alguna manera puede contribuir a formar sociedades más respetuosas, solidarias, justas y humanas.
Sidorkin, especialista en pedagogía relacional, considera que la falta de motivación de los estudiantes en las escuelas se debe fundamentalmente a la escasa pertinencia de lo que se enseña y asegura que esto que es aburrido para los alumnos y que  todavía nos llevará algunos años modificar esta situación. Su apuesta va precisamente por cambiar las formas de relación que se establecen en la institución “escuela”, no centrarse en los contenidos que los niños tienen que aprender. Y el trabajo colaborativo es un medio poderoso para que los alumnos recobren su papel de constructores de sus propios procesos pero de manera relacional, es decir, con otros.
     El aprendizaje colaborativo bien desarrollado puede aportar identidad de grupo que es una de las necesidades que tienen los niños, pero sobre todo los adolescentes. Es también una apuesta para desarrollar mejores lazos de convivencia dentro de la escuela. Tal parece que los cambios en las formas de convivir pueden dar nuevo significado a la escuela y pueden salvarla de la desintegración. Basta con ver cuántos adolescentes abandonan las aulas por considerar que la escuela no responde a sus expectativas. Las formas de trabajo colaborativo sustentan el trabajo de la convivencia escolar, no es simplemente la relación entre compañeros “en el aire” sino en torno a un trabajo colectivo, es decir es una relación intencionada.
      Sidorkin dice que es necesario restablecer el poder de las relaciones en la escuela y qué mejor que promoverlo a través del aprendizaje colaborativo. Las pedagogías y didácticas tienen mucho que ver en el establecimiento de un clima escolar favorable. También se sabe por investigaciones realizadas en escuelas mexicanas que hay menos violencia en aquellas escuelas en donde hay exigencia racional acompañada de una didáctica adecuada. Poner atención en estos aspectos en la vida cotidiana de las escuelas es apostar por una solución más profunda a los problemas de violencia y acoso que vemos en las escuelas. Son soluciones que no apuntan solamente a lo inmediato, los resultados los veremos a mediano plazo pero vale la pena apostar por este cambio.

 




Nuevos acontecimientos, viejos reclamos

Autor:José Rafael de Regil Vélez, datos del autor haz clikc aquí
Publicado:Puebla on Line, 07 de diciembre de 2010
     Dos acontecimientos, entre los muchos que han ocurrido en los últimos días, han llamado mi atención, una de carácter local y otra global: pienso que nos pueden hacer reflexionar.
     En días pasados los mexicanos fuimos informados de que en Tamaulipas don Alejo Garza Támez, un hombre de 77 años, se atrincheró en su rancho y repelió el ataque de un comando de sicarios para defender su propiedad, “incluso con la vida misma”. Él, un anónimo ciudadano hasta ese día, ha quedado expuesto ante todos nosotros como héroe, pero también poniéndonos ante la endeble situación en la que se encuentra el Estado mexicano.
     Los comentarios del público en distintos medios señalan a don Alejo como alguien que decidió hacer frente a su propia adversidad, tal vez como todos deberíamos hacer. En una visión de primer impacto -y por ello muy superficial-, él es ahora un ejemplo a seguir, pues tuvo la capacidad de reaccionar incluso cuando las instituciones de nuestro país nada pudieron o quisieron hacer ante el despojo que los criminales querían hacer de lo que al septuagenario correspondía por propio derecho. 
      Creo que hay que ir más al fondo. Lo que está en juego no es la heroicidad de una persona, sino la forma en que asumimos la ausencia del Estado en amplias zonas geográficas y espacios simbólicos y políticos del país.
     De pronto, como no lo habíamos experimentado en décadas, nos encontramos ante una situación de violencia, inseguridad y complejidad de problemas sociales, económicos y políticos que exigen que de alguna forma nos pronunciemos, porque las instituciones no están siendo capaces de dar respuesta atinada y oportuna a los requerimientos ciudadanos.   
     La puerta rápida conduce a dos destinos: o a la resignación sin más o a tomarse justicia por propia mano, como de hecho sucedió ya en Tláhuac, en el DF, por poner un ejemplo.
      En el contexto internacional hemos sido enterados de la febril actividad que desplegó el gobierno de los Estados Unidos porque el sitio transnacional Wikileaks  filtró un poco más de un cuarto de millón de documentos que dan cuenta de la cotidianidad de la política exterior de nuestro vecino país del Norte. Pone a disposición de todo usuario de la red los cables generados entre el Departamento de Estado y sus embajadas y consulados en el mundo entero, como ya en meses anteriores había hecho públicos documentos sobre la guerra en Irak.
      En un hecho inusitado en la historia de la diplomacia se puede saber la opinión de los funcionarios del servicio exterior norteamericano sobre gobernantes de los países en los que representan al suyo propio y sobre los problemas políticos, sociales y económicos que enfrentan.
      Así, la existencia de internet y lo que en ella puede hacerse ponen nuevamente sobre la mesa la ruptura de las fronteras geográficas, de los conceptos sobre los que gira nuestra concepción política como soberanía, estado, ciudadanía. Plantea la necesidad de repensar la ética de la comunicación, la importancia del acceso a la información y la necesidad de capacitación muy específica para discernirla.
     La muerte de don Alejo y las filtraciones de Wikileaks -siendo acontecimientos tan recientes- nos plantean viejos reclamos, los de una educación que al tiempo que acompaña la maduración de las personas, las introduzca a una efectiva vida social, cultural, política y económica, en la cual sean capaces de adaptarse al mundo que han recibido y puedan transformarlo para que en nuevos contextos y situaciones se generen posibilidades para vivir humanamente, con mínimos de justicia, bienestar, solidaridad.
      Ante la injusticia, la inseguridad y la falta de capacidad de las instituciones para proteger a sus ciudadanos se impone que las familias y los educadores resignifiquen realmente el objetivo de la escolarización, usualmente puesto en el aprendizaje de conocimientos y la obtención de calificaciones aprobatorias. Desde esta perspectiva urge poner el acento en el acompañamiento de los procesos –múltiples- por los cuales las personas van aprendiendo a ser responsables de construirse en comunidad como seres humanos en el mundo que les ha tocado vivir, lo cual supone actitudes, conocimientos, habilidades, toma de decisiones.
      La educación es un diálogo entre las personas y la realidad de la cual somos parte y ante la cual tenemos que pronunciarnos inteligente, activa, solidaria, libre y creativamente, pues al tiempo que hay posibilidades hay también obstáculos que salvar como los que hoy enfrentamos como país ante la violencia, la carencia de vivienda digna y de escuelas de calidad.
      En ella la formación cívica es crucial: acompañar el paso de la niñez a la adultez también en la capacidad de construir instituciones funcionales para las necesidades sociales, de canalizar la participación política, de establecer relaciones a partir de las  normas jurídicas y no sólo de las intenciones de cada quien. Para esto no basta “dar clases” de cómo ser ciudadanos, se requieren métodos pedagógicos que permitan a los educandos experimentar la participación política y la vida conforme a “derecho”. Los alumnos son agentes de su propia inserción en la ciudadanía y no meros depósitos de información al respecto.
      La educación, es también, introducción en una visión más crítica del mundo, capacidad de discernir y relacionar información para tomar decisiones más adecuadas para los desafíos de la cotidianidad. Internet y las tecnologías de información y comunicación son excelentes instrumentos para ello, siempre y cuando sean vistos de esta manera. Ante fenómenos como el que desató Wikileaks las comunidades educativas tienen que renovar sus métodos para afrontar los nuevos desafíos respondiendo al reto tan antiguo de formar seres humanos que con los demás puedan ser abiertos integralmente a su tiempo.

Paradigmas, cultura y sujeto

Autor: Rubén Hernández Herrera
Publicado: La Primera de Puebla, 06 de diciembre de 2010

     Los científicos o académicos crean nociones para explicar sus proposiciones y posiciones que pretenden aclarar algunos aspectos ocultos de la realidad o la verdad, así en la década de los sesenta, el filósofo T. S. Kunh tuvo la ocurrencia de utilizar el término griego Paradigma, indicando con ello  la presencia en el campo de la ciencia de modelos especiales que se caracterizan por sustituir a las viejas maneras de pensar y de hacer ciencia, la teoría de la relatividad significaba una manera radical de entender el universo con relación al modelo newtoniano, por ejemplo. No tardó mucho tiempo para que la idea de paradigma llegara a otros ámbitos del saber y hacer humanos, entre ellos el concerniente al mundo gerencial, el de los negocios, incluso, como no podría ser menos, al trasiego de la de la vida cotidiana. Por eso no nos resulta extraño el que escuchemos que la gente común y corriente te recomiende que cambies de paradigma, queriendo decir tan solo que las cosas que estás haciendo deberías dejar de hacerlas tal como las estabas haciendo para intentar otras posibilidades, que bien podría sintetizarse en la auto construcción de un nuevo guión vital, de reescribir la historia personal, teniendo muy probablemente razón. Cuando las cosas se hacen de una y otra vez igual y los resultados esperados no surgen, es tiempo de cambiar de paradigma, se dice. Bien tenía razón Einstein cuando afirmaba “que no había mayor signo de locura que hacer una y otra vez las mismas cosas esperando resultados diferentes”. En este sentido podríamos diferenciar los paradigmas de los grandes cambios de la ciencia de los paradigmas de la vida de cada sujeto, reconociendo a los primeros como PARADIGMAS con mayúscula y  los segundos como paradigmas con minúscula, no tanto porque unos sean más importantes que otros, como por el impacto de unos y de otros en el estado de la sociedad. Los paradigmas con minúscula son los del diario vivir, no obstante pueden ser más importantes que los primeros simplemente porque nos afectan de manera directa, afectan el sentido o dirección de nuestra propia vida.  Cuando nos instalamos en una nueva manera de ver las cosas, de comprender el mundo que nos rodea, de asumir una ética o filosofía, o simplemente cuando nuestro hacer es diferente y todo con la intención de que nos sintamos mejor, nos relacionemos con las personas de nuestro entorno de manera que todo resulte de manera satisfactoria,  podemos asumir que hemos cambiado de paradigma. Pero ¿podremos cambiar constantemente de paradigmas, de maneras radicales de vida?,  ¿tiene  límites la capacidad de cambio de los seres humanos? En principio se podría pensar que los seres humanos no tenemos por qué tener límites en la búsqueda de nuevos horizontes y con ello realizar  todos los cambios que fueren necesarios. Sin embargo, la verdad es que los seres humanos somos seres con límites, es decir, que podemos cambiar muchas veces de paradigmas vitales, pero no de manera frecuente, ni indefinidamente. El doctor José María Mardones solía contar que en conversaciones con sus colegas del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España), se afirmaba que desde diferentes disciplinas se llegaba a la conclusión que los seres humanos tenemos un umbral de tolerancia al cambio muy limitado: la mayoría de las personas no son capaces de realizan  más del tres por ciento sobre el total de sus modelos aceptados, de cambio radicales, paradigmáticos, de su experiencia vital. Los cambios nos inquietan, trastornan nuestra seguridad, nuestra racionalidad. Reitero que se trata de cambios radicales, los que comprometen profundamente nuestro sentido existencial, nuestra cosmovisión. Por otra parte, la cultura de nuestro tiempo ha trastocado todos los ámbitos que daban seguridad a los seres humanos nacidos no hace muchas décadas. Las ideas que se tenían de las buenas costumbres, la política, el arte, la religión,  la ciencia, la economía, la tecnología, la misma historia, en las últimas décadas han sufrido cambios espectaculares y en muchos sentidos irreversibles, que hacen difícil comprender el  mundo que se ha construido con todos esos cambios. Cambios siempre se han dado, pero no tantos ni en todos los campos de la cultura. Estamos en un cambio de época, es verdad, pero lo que caracteriza a esta nueva época es la gran cantidad de nuevos Paradigmas y éstos están obligando al cambio de los paradigmas del diario vivir. Ser humano hoy en día se ha tornado en una tarea difícil de asumir, exigiendo una enorme capacidad intelectual, psicológica y espiritual para poder sobrevivir a ellos, o cuando menos poder convivir con ello.

lunes, diciembre 06, 2010

Conocer: por ser humano y para ser humano

Autora: Yossadara Franco Luna, datos del autor haz clkic aqui
Publicado: Síntesis, 02 de diciembre de 2010

     La vida cotidiana nos muestra de distintas maneras que más allá de los gustos o disgustos de los sujetos, de las ideas que tengan o no sobre su vida hay muchos factores externos a las personas que condicionan su existencia y ante los cuales tienen que poder decir una palabra que les permita interactuar con los otros y con lo otro para realizarse como seres humanos.
     Lo que comúnmente es llamado “realidad” se presenta con muchas desigualdades, unos seres humanos se ven favorecidos por la economía, la sociedad, la política y otros –los más, por cierto- no tienen las mismas oportunidades de acceso a las cosas, las ideas, las interrelaciones que les permiten desarrollar una vida acorde con el tipo de ser que son: humanos.
     ¿Será posible transformar las cosas? ¿Será posible que personas con cualquier tipo de desventaja para construirse tales puedan remontar? ¿Cómo? ¿Con qué?
Para esta tarea el conocimiento siempre ha sido visto como una herramienta antropológica fundamental. Los seres humanos desde su inserción en el mundo están abiertos a todo lo que no son ellos mismos. Pueden captar no sólo su diferencia, sino también lo que ello es y lo que ellos mismos son. A diferencia de otros seres animados, las personas pueden conocer lo que son los otros seres y lo que son ellas y así captan relaciones, manifestaciones, comportamientos ante los cuales van decidiendo cómo actuar. Se adaptan a la realidad y mucho más que eso: pueden entrever posibilidades y soñar cosas como podrían ser.
     Sin embargo, un vistazo más detallado permite ver que el conocimiento mismo ha errado, que las personas van tras ilusiones que no cambian en mucho la realidad. ¿Cuál conocimiento, entonces, vale la pena para guiar con él la propia existencia?
     Esta ha sido una pregunta fundamental en la historia de la filosofía. Aparece de alguna forma en Sócrates, pero son personajes como Descartes y Kant quienes la plantean con toda su profundidad. ¿Es posible un conocimiento seguro? ¿Cómo se origina un conocimiento seguro? ¿Qué es un conocimiento seguro?
     Una mirada rápida a la historia de la reflexión filosófica sobre el conocer nos muestra dos grandes tendencias: la de aquellos que piensan que es en el contacto particular y concreto con las cosas que se construyen las representaciones que permiten entender su funcionamiento y prever cómo modificarlo. Y la de quienes consideran que es en proceso mucho más racionales que se construyen ideas necesarias y universales que permiten explicar no una cosa en particular sino todo el universo del conjunto al cual pertenecen.       
     Conociendo lo que no puede ser diferente y que se aplica a todos los seres de una misma especie es que se puede tener seguridad de las cosas.
     Es verdad que junto a estas dos formas de entender el conocimiento están otras que buscan una postura mucho más real antropológicamente: la de quienes piensan que el conocimiento es el involucramiento de toda la persona con sus facultades sensitivas e intelectuales tratando de desentrañar no sólo lo que piensan de las cosas sino lo que está más allá de sus pensamientos. Son las posturas realistas y críticas.
     Yo creo que afrontar la complejidad de las cosas que nos pasan, de los enormes contextos históricos, sociales, políticos, económicos, culturales en los que nos movemos implica la movilización de todo lo que somos. Si queremos interactuar con la realidad para generar posibilidad de vida digna es necesario zambullirnos en ella con todo lo que somos, estar codo a codo con las personas, vivir los acontecimientos cotidianos, estar abiertos a lo que se nos dice que sucede: ver, oír. Pero no es posible quedarse sólo en ese nivel, es necesario manejar datos, desparticularizar las cosas, verlas desde la perspectiva de la cantidad y la cualidad hasta formarse visiones más amplias que lo que sucede en el entorno inmediato. Hay que moverse de lo empírico a lo racional y de lo racional a lo empírico, entender lo que es, pero también lo que puede ser y todavía más lo que debería ser.
     Y en todo este proceso, que es una trayectoria de vida no habría que perder de vista que la realidad debe tener una palabra importante que decir, porque cuando se canoniza al pensamiento se inmola al ser humano.

La posada de la vida

Autor: Eduardo Almeida Acosta, Guadalupe Chávez
Publicado: Síntesis, 02 de diciembre de 2010

     Del jueves 11 al sábado 13 de noviembre asistimos al X Congreso Internacional de Psicología de la Liberación que se desarrolló en la Ciudad de Caracas Venezuela. Este Congreso se viene celebrando cada dos años en algún lugar de América Latina para presentar trabajos de atención comunitaria y psicológica a poblaciones, y grupos que se organizan para enfrentar situaciones de opresión, exclusión, discriminación y empobrecimiento.
     Los trabajos se inspiran en las orientaciones que formuló Ignacio Martín Baró, uno de los jesuitas asesinados en El Salvador en 1989. Él fue quien acuñó y dio perspectiva a la llamada Psicología de la Liberación.
     El Congreso tuvo como sedes la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Católica Andrés Bello. Participamos colegas de 25 países de América Latina intercambiando experiencias y aproximaciones teóricas y metodológicas.
     Fue esclarecedor y entusiasman-te compartir en esos días, así sea muy limitadamente, la experiencia que vive Venezuela. En esta comunicación sólo queremos referirnos al lugar que nos dio alojamiento en esos días a dos académicos y a seis estudiantes de Psicología de la
Universidad Iberoamericana Puebla. Se trata de "La Posada de la Vida".
     Como es sabido el costo de los hoteles en Caracas es muy alto. Por ello la Dra. Mireya Lozada, organizadora del Congreso, consiguió que nos alojáramos en esa Posada. Debemos reconocer que fue una estancia muy agradable.
    "La Posada de la Vida" es una construcción reciente, situada a un costado del conocido Restaurante "El Tropezón", muy cercana a la Universidad Central de Venezuela. El edificio fue construido por la "Dirección General de Atención al Soberano" (el pueblo) de la Ciudad de Caracas para albergar a los parientes que llevan a sus enfermos desde los diferentes Departamentos de Venezuela para ser atendidos en los hospitales de la Ciudad Capital. "La Posada de la Vida" es como tui espejo de los esfuerzos hechos por la alcaldía de Caracas para atender a las necesidades de los pobladores más necesitados.
     No creemos revelar ningún secreto pero nos parece justo hacer notar que este lugar lleva bien puesto el nombre pues el ambiente que allí se respira es la consecuencia del espíritu de acogida que manifiestan las personas que administran y atienden a los albergados. Varias de ellas son el fruto de programas de rehabilitación del gobierno de la Ciudad de antiguos "nómadas" (habitantes de la calle), de antiguos drogadictos.
     Durante los días del Congreso ahí compartimos albergue parientes de enfermos, algunos lisiados, académicos y estudiantes de psicología de Brasil, Uruguay, Costa Rica, Guatemala y México, y el personal de "La Posada de la Vida".
     Podemos afirmar que lo tratado en el Congreso, la ceremonia inaugural amenizada por un coro y una orquesta magistrales formados por presidiarios, la convivencia en el metro de Caracas y la visita a barrios y experiencias comunitarias, tuvieron en "La Posada de la Vida" la mejor expresión simbólica de las propuestas de "La Psicología de la Liberación".

La reproducción social

Autor: Mauricio López Figueroa
Publicado: Puebla on Line,30 de noviembre de 2010

     La información disponible permite afirmar lo siguiente: la desigualdad socioeconómica en nuestro país y el desajuste estructural, que no terminamos de arreglar y que ha caracterizado el desarrollo de las últimas dos décadas, limita y constriñe las oportunidades de acceso al sistema educativo, así como de empleo y salarios dignos para muchos mexicanos.
     Existen además nuevos desafíos en el ámbito laboral a los que la educación no está respondiendo y esa carencia ahonda aún más la posibilidad de incorporación de muchos y muchas jóvenes al mercado laboral agudizando las diferencias. En ese contexto casi la mitad de los más de 30 millones de jóvenes de 12 a 19 años construyen su porvenir en situación de pobreza, situación que deriva en un alto nivel de deserción escolar.
Pero el problema de la desigualdad económica no impacta de igual manera a los jóvenes que a las jóvenes. La explicación generalizada del nivel de escolarización y deserción suele ser de carácter económico, los datos del deterioro de la economía desde la década de los 80’s muestran que más jóvenes, principalmente ellas, se han visto en la necesidad de abandonar la escuela para ingresar al ámbito laboral y contribuir a la economía familiar. No obstante, es importante reconocer que las razones de la deserción de las niñas y las jóvenes tienen que ver con otros aspectos educativos y de carácter histórico y cultural.
     En efecto, los factores socioeconómicos ciertamente son determinantes para entender la deserción escolar de muchos y sobre todo muchas jóvenes, principalmente del ámbito rural y suburbano. Sin embargo, es fundamental entender que esta situación no explica, por sí sola, el problema de la deserción y de la falta de equidad de género en las oportunidades educativas y posteriormente de inserción al mundo laboral.
     Existe un fenómeno de reproducción social basado en el “destino natural” de las mujeres determinado por su función reproductiva que también condiciona la manera en como se insertan a la educación, a la vida doméstica y al mercado laboral. Lo anterior se sustenta en una representación social que concibe el cuerpo femenino destinado o determinado únicamente por su biología. Y aunque esta concepción se ha ido relativizando en ámbitos económicos medios y medios altos, sigue determinando los ámbitos más desfavorecidos, los cuales corresponden a la mayoría de la población.
     Aunque el problema es complejo y, como se mencionó antes, es determinado en gran medida por el problema económico, es pertinente preguntarse de qué manera la escuela está contribuyendo a una educación que realmente favorezca la equidad de género en la medida en que educa no para la reproducción del destino social de la mujer, no para agudizar las diferencias funcionales y tradicionales de cada sexo, sino para dinamizar y promover la autonomía de la individualidad femenina que impliquen el desarrollo de destrezas, afectos y competencias personales que apuntalen una visión social compartida; de qué manera la escuela está contribuyendo a que las niñas construyan una visión de su propio futuro centrado en elecciones que son producto de procesos de valoración y de construcción de un proyecto de vida que no compite o se nutre de una supuesta rivalidad con los hombres, sino de una capacidad de diálogo.
     Los datos relacionados con el problema de la equidad de género y de la reproducción social revelan que las desigualdades educativas inician en la familia, se confirman en la escuela y se refuerzan en el mundo del trabajo. Es importante por lo tanto favorecer políticas y medidas que favorezcan en las niñas, los niños, los padres y madres de familia, así como en las autoridades educativas el reconocimiento de la importancia de que los alumnos y las alumnas sean capaces de desarrollar proyectos personales que favorezcan la inserción en la vida adulta y el enfrentamiento con autonomía del futuro.
     La problemática de la deserción escolar y su consiguiente efecto en el tejido social y la construcción nacional es compleja, no obstante, hasta para enfrentar los problemas para mejorar las condiciones de vida de todos, es necesario que hombres y mujeres se entiendan a sí mismos de una manera distinta. En este sentido, la escuela, los docentes y los padres de familia deberemos hacer una revisión de los principios y valores con los que educamos a nuestros hijos e hijas para formar en el respeto a la diferencia y principalmente en el reconocimiento, afirmación y amor al valor propio.