Autor: Guillermo Hinojosa Rivero
Publicación: Síntesis , 10 de Mayo 2007
Un colega que trabaja en la UNAM platicaba la siguiente anécdota que pinta bien el espíritu de algunas organizaciones sindicales. El cubículo de este colega era uno de los cuatro cuya limpieza era toda la obligación diaria de la señora del aseo. Entre las nueve y las nueve media esta señora cumplía su trabajo diario. Después se iba a lavar sus trapos, a pedir más jabón, a preparar el almuerzo y compartirlo con sus compañeras. Luego a tejer chambritas en una larguísima sobremesa hasta la hora de salida. El cubículo de mi colega acumulaba polvo y mugre en todos lados menos por encimita. Un día se atrevió a llamar la atención de la señora sobre lo sucio que estaba el lugar. Esta lo miró comprensivamente y le dijo: Sí, tiene usted razón, esto está muy sucio ¡quéjese! A ver si así contratan más gente que nos venga a ayudar.
La señora del aseo debe ser ahora consejera del SNTE a juzgar por lo que se conoce del pliego general de demandas que presenta y que espera le sean resueltas antes del 15 de Mayo, día del maestro. Al parecer el SNTE se ha repuesto de los golpes que recibió con motivo de las evaluaciones hechas a los niños mexicanos que resultaron estar entre los peor educados del mundo. Ahora ya no intenta negar la realidad, ahora sólo pide más dinero cuando se le señala el mal trabajo que hace.
¿Qué pide ahora el SNTE? De acuerdo con la nota publicada por el diario Reforma el 7 de mayo quieren: Estímulo económico por puntualidad y asistencia, apoyo económico por Día del Maestro, incremento al sueldo base y a las prestaciones, cinco nuevas escuelas normales, 90 días de aguinaldo, mayor representación sindical en el INEE, entre otras demandas.
Podemos preguntarnos si la satisfacción de estas demandas va a mejorar la educación de nuestros niños. No, al contrario, lo más probable es que la empeore. Del enorme presupuesto que México gasta en educación, casi el 25% del gasto público, el 97.2% se va al gasto corriente: a salarios el 93.6% y a otros gastos el 3.6%. Quedan entonces 2.8% para programas de mejoramiento de las escuelas, de capacitación y de compra de nuevos materiales. Las nuevas demandas reducirán ese porcentaje.
¿Cómo puede entenderse que quieran abrir cinco nuevas escuelas normales si al mismo tiempo las SEP estatales están suprimiendo los permisos de funcionamiento a las normales particulares porque ya no hay plazas para los egresados?
Con diferencias entre los diversos estados, los maestros del SNTE reciben pago de 466 días al año; casi 16 meses de salario con 90 días de vacaciones. La petición de 90 días de aguinaldo aumentaría la cifra a más de 500 días de salario. Más, si añadimos los “estímulos” por puntualidad y asistencia.
Uno de los grandes logros del sexenio foxista en materia de educación es la creación del Instituto Nacional de Educación Educativa, INEE. Este instituto realiza rutinariamente estudios sobre la calidad de la educación en México. Antes de él sólo estaban los estudios del PISA 2000 que cayeron como bomba sobre el sistema educativo mexicano. El INEE podría ser la instancia autónoma, independiente de la SEP que evalúa el trabajo de esta última. En realidad depende de la SEP y ésta le pone sus límites. Pues el SNTE quiere más representación en el INEE. ¿Porqué podría importarle al SNTE pesar más en el INEE? Para ejercer control sobre los estudios que se realizan y sobre lo que se publica.
En los últimos años México ha hecho un esfuerzo enorme por aumentar la cantidad de dinero que destina a la educación pública. Esfuerzos que no se han reflejado en una mejoría en la educación de nuestros niños. Ni siquiera se han movido los indicadores de calidad que podrían darnos la esperanza de que los frutos vendrán en el futuro. Todo el dinero se gasta en los salarios del 1.6 millones de afiliados al SNTE; cantidad de la cual la dirigencia sindical recibe el 1.5% y no le da cuentas a nadie.
Sí, tiene usted razón, la educación mexicana es un desastre -parece decir el SNTE- ¡quéjese! A ver si así nos dan más presupuesto, más plazas, más afiliados, más normales, más ingerencia en las decisiones que nos afectan, más estímulos que nos motiven a trabajar, y más tiempo libre para prepararnos mejor (o para tejer chambritas).
(La mayoría de las cifras mencionadas se tomaron del estudio de Otto Granados Roldan: Educación en México ¿Gastar más o invertir mejor? Publicado por el Observatorio Ciudadano de la Educación. Vol. 5, No. 148, 2005)
1 comentario:
Magnífico. Con una sencilla anécdota se retrata el ángulo abusivo de algunas "conquistas" laborales. (aunque se trate de opiniones políticamente "incorrectas")
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