lunes, junio 17, 2013

Podemos sacar un uso educativo de los Smartphone?

Autor: Alfonso Álvarez Grayeb
Publicado: Síntesis Puebla, 11 de junio de 2013

     No importa dónde se pose nuestra vista: veremos siempre a alguien con un pequeño aparato electrónico de comunicación y/o información en la mano. Familias enteras en automóvil que aprovechan la luz roja del semáforo para sumergirse cada uno en su aparato, o hasta citas románticas o de amigos abortadas por la aparentemente irrenunciable atención al teléfono.
     Un uso desmedido y adictivo que provoca toda una gama de faltas de respeto e irritación en algunos. Los que trabajan frente a grupos de personas (profesores, conferencistas) tiene que competir contra la tecnología y ganar la atención del auditorio. La franca prohibición del uso, siempre que se tenga un mínimo de autoridad, tiene tintes retrógrados aunque es relativamente efectiva.
      Pero por fortuna puede haber otras vertientes del asunto, dadas las fantásticas capacidades técnicas que los aparatos permiten. Una de esas vertientes es la educativa, que se mostraría con la capacidad de conexión a internet, o la de poder ejecutar experimentos de campo que capturen, almacenen y gestionen eventos que incluyen imágenes y sonidos que se pueden compartir con colegas o expertos alrededor del mundo.    
     La potencialidad educativa de estos recursos es inmensa, aunque necesita de modelos conceptuales y operativos para gestionarlos. Esta potencialidad incluye operaciones como compartir archivos y materiales (foto, video, audio, texto) entre maestro y alumnos, responder encuestas, plantear preguntas en forma anónima y recibir retroalimentación del profesor o de expertos, diseminar información (ver la revolución egipcia) o colectar datos de un viaje de estudios, representar el conocimiento en forma visual o esquemática como en mapas conceptuales, y todo esto para el aprendizaje individual o el cooperativo.
     En una frase, permite la inteligencia distribuida. Se intuyen fácilmente las tremendas repercusiones que este uso puede tener en el diseño curricular escolar a todo nivel, desde la escuela primaria al doctorado.
     Pero insistimos en que se requiere de modelos de uso de aparatos digitales con fines educativos, ya que prácticamente no tenemos guías que nos orienten en el mundo virtual.
     Y los necesitamos sin duda ya que esos aparatos están aquí transformando nuestras vidas en formas insospechadas. Todos aquellos que sentimos irritación a la vista de esos grupos de enajenados por la tecnología portable, podemos refugiarnos en el pensamiento de sus grandes potencialidades educativas.

El autor es profesor de la Universidad Iberoamericana Puebla.
Este texto se encuentra en: http://circulodeescritores.blogspot.com

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