viernes, marzo 06, 2015

¡Que desaparezcan!

Autor: Laura Angélica Bárcenas Pozos, si quieres saber más acerca del autor, haz click aquí
Publicado en La Primera de Puebla 

En días pasados volvimos a ver como los docentes de la CNTE, específicamente de la sección 22 de Oaxaca, tomaban las calles de la capital del país para protestar y exigir el pago de sus honorarios que no les han hecho a los docentes de esta entidad así como a los profesores de Guerrero y para colmo a los de Michoacán. Muchos ciudadanos están cansados de estas movilizaciones por un lado y por otro los líderes de la sección 22 se las saben de todas, todas y  con su gran capacidad de organización logran instalarse en cuestión de minutos en las calles del Distrito Federal, desquiciarlo y permanecer ahí por días.
          Sin embargo, esta vez, aunque no estoy muy de acuerdo con las formas, veo que la demanda central de la CNTE es justa, al menos en una parte, pues a cualquiera de nosotros que no nos pagaran nuestro salario ocasionaría un desajuste en nuestra situación personal y familiar. En el caso de los profesores, es lo mismo y peor aún si consideramos que les pagan una miseria. Hace un par de años vi, por curiosidad, el recibo de pago de una profesora de preescolar en nuestra entidad, y recibía por una quincena un poco más de mil quinientos pesos; lo que da evidencia de lo poco que cobran los docentes y de que viven al día. Así que  si les dejan de pagar no tendrán para cubrir sus necesidades básicas y se verán obligados a salir a las calles a protestar, como seguramente lo haría cualquiera de nosotros.
          Sin embargo, la cuestión central es ¿por qué se les ha dejado de pagar a los docentes de estas entidades y que están agremiados al CNTE? Se dice que es el juego político que está haciendo el gobierno federal para desestabilizar a este sindicato que tantos dolores de cabeza les ha causado, pero las demandas de la CNTE en las movilizaciones de los días recientes no se han limitado a exigir el pago a los trabajadores de la educación sino que se han aprovechado para demandar otras cosas como: 1)  el pago de salarios a 2 mil 500 maestros del estado, que por cuestiones administrativas no han cobrado; 2) la basificación de 3 mil docentes que no reconoce la Federación, según la Sección 22; 3) aprobar una Ley Estatal de Educación contraria a la Reforma Educativa, y que favorece a la CNTE en el manejo de la educación en Oaxaca; 4) la desaparición de la Sección 59 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), quienes tienen en su poder 100 escuelas de nivel básico; 5) la entrega de estas escuelas del SNTE  a la Sección 22; 6) la contratación automática de los estudiantes normalistas egresados; 7) la liberación de presos políticos en Oaxaca y 8) La presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.
          El despropósito de la mayoría de los puntos del pliego petitorio de la CNTE no tiene lógica alguna, pues muestran que se vela solo por los intereses de los líderes sindicales y se utiliza a la base de profesores oaxaqueños como carne de cañón para mantener sus movilizaciones. Siempre se dice a los medios que se consulta a los agremiados, pero las decisiones ya están tomadas desde la alta cúpula sindical y los trabajadores de la educación agremiados a esta organización son manipulados para adherirse a los movimientos.
          La CNTE, la sección 22, lamentablemente se ha vuelto más de lo mismo de lo que es la SNTE, y la verdad es que los profesores están desprotegidos, pues por un lado el gobierno federal los exprime, les exige y les paga un salario miserable y por otro las organizaciones sindicales están exprimiendo, manipulando y abusando de los trabajadores de la educación que no se limita solo a los docentes, sino a administrativos, intendentes y personal de apoyo en las escuelas pública de todo el país, es decir estos trabajadores están entre dos fuerzas que los oprime.
Y frente a este panorama, ¿qué pueden hacer los docentes, comprometidos, con vocación, que se levantan a diario en la madrugada para cumplir con la labor que tienen encomendada? Por ahora no veo futuro, todo indica que las organizaciones sindicales se mantendrán y que seguirán moviéndose al ritmo de intereses perversos y que difícilmente responderán o atenderán las necesidades laborales de sus agremiados; además los gobiernos y los políticos, no solo el federales sino también los estatales, los estarán utilizando como medio político para acceder o para mantenerse en el poder.

          Así que lo que podemos apreciar después de casi un siglo de sindicalismo magisterial, es que estas organizaciones se han pervertido o corrompido tanto que lo mejor que pueden hacer para el bien de la educación en México es desaparecer.

No hay comentarios.: