martes, abril 17, 2012

La familia red de apoyo


Autora: Laura Angélica Bárcenas Pozos
Publicado: Síntesis Puebla, 10 de abril de 2012

     La pasada Semana Santa hice./Ruchas reflexiones acerca de la familia, las reflexiones se tornaron en función de cómo se ha ido transformando en los últimos años.
   Nosotros somos siete hermanos y mis padres se casaron en 1960, cuando aún se concebían familias grandes. En la década de los ochenta, mis hermanos mayores empezaron a casarse, los tres más grandes contrajeron nupcias en menos de un año, pocos años después mi penúltima hermana se hizo madre soltera, tuvo dos hijos, pero no se unió a su pareja, en 1999, la más chica se casó y para entonces yo ya vivía en unión libre con mi marido. El quinto, la sexta y yo que soy la cuarta, nunca nos hemos casado.
     Qué pasó con nuestras relaciones de pareja. La primera, estuvo casada cuatro años y se divorció. El segundo, estuvo casado por veinticinco años y se divorció el año pasado, porque así lo quiso su esposa. Él no quería divorciarse, pero tampoco podía seguir casado con alguien que ya no quería estar con él. El tercero sigue "felizmente" casado. La sexta, después de siete años de haber nacido su primer hijo, se junto con su pareja, vivieron siete años juntos y después él se fue al país del norte a reunir fortuna, siguen en contacto y él envía dinero, pero se ven muy poco.
     La más chica sigue casada, pero su marido vive ahora con otra mujer y ella se quedó con cuatro hijos. Lo que sí es que este hombre sigue manteniendo a sus hijos y a mi hermana. Yo sigo con mi marido, después de más de trece años de vivir juntos y todo parece indicar que así seguiremos, al menos por un rato. Mis reflexiones se tornaron en el sentido de qué pasará con mis sobrinos, pues esta familia de más o menos veinticinco personas ha ido sosteniendo a mis hermanos que han padecido dificultades en sus vidas de pareja; pero qué pasará con estos muchachos que ahora están: en búsqueda del amor y la pareja, quién los sostendrá cuando ellos terminen sus relaciones matrimoniales, pues ninguno tiene tantos hermanos como en nuestro caso y no tengo la esperanza de que esto de los matrimonios estables vuelva.
     Me queda claro que la vida en pareja es algo muy difícil de sostener y cada vez veo con mayor dolor que las personas no estamos dispuestas a sacrificar nada para mantener a la familia y que ésta ya no es lo más importante en el ámbito social. Es tal vez por eso que vivimos un terrible decaimiento social, pues siendo la familia el núcleo de la sociedad y la red que puede sostener a cualquier individuo en sus vicisitudes, ésta está diluida y cada vez cumple menos con esta función. Entonces, qué debemos enseñar a nuestros hijos para que cuando enfrenten las dificultades de la vida y encuentren en dónde sostenerse o bien sean sostenedores con aquellos que lo requieran sean de su familia o no.
     Pensé mucho que necesitamos enseñarles a estos jóvenes que son primos o hermanos, que necesitan darse apoyo quererse y mantenerse unidos, para que cuando la vida los revuelque, puedan levantarse.



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