lunes, agosto 27, 2012

¿Globalización de la Comunicación o Comunicación de la Globalización?


Autor: Ramón Felipe Tecólt González
Publicado: La Primera de Puebla, 14 de agosto de 2012

El error más común es entender globalización como homogeneización. La globalización no significa que todos los países hayan sido cortados por la misma tijera, no hay una homogeneización entre regiones, naciones ni zonas internas de los países. En todos ellos, hay una gran variedad de situaciones sociales, de manifestaciones culturales, de economías distintas, etc.
Globalización es la nueva etapa del proceso de expansión del capitalismo mundial, es una tendencia creciente a que la dinámica de las relaciones entre hombres y mujeres, grupos humanos y empresas vaya más allá, es decir, que trascienda. La tendencia a la globalización, a pesar de ser un producto histórico, se puede entender con la aparición en las últimas dos décadas, de un fenómeno cuya intensidad no tiene comparación: el alcance, cobertura, calidad, modo, forma y velocidad de las comunicaciones. Gonzalo Ortiz Crespo dice que “la globalización o mundialización es un proceso que no obedece a un molde único. Es asincrónico, desordenado, inarmónico, ambiguo, desigual y hasta esquizofrénico”.
La interfaz comunicación/globalización caracteriza dos relaciones. La primera fuertemente enlazada a una problemática “clásica” del desarrollo económico, es decir, basada en la nueva economía de la información que define los parámetros que precisan las cualidades utilizadas para designar los países “desarrollados”, “en emergencia” y “subdesarrollados”. Segundo, la comunicación se encuentra a la base epistemológica de un enfoque antropológico que trata las cuestiones de desarrollo relacionadas con la cultura. Algunos autores indican la importancia que debe otorgarse a la relación entre comunicación como fuerza cultural y desarrollo. Se trata de una interacción que pone en juego las nuevas tecnologías de la comunicación y los diferentes sistemas socioculturales. Dentro del marco de la liberación de los mercados se debe observar la relación que entretienen los diferentes actores sociales implicados en los intercambios efectuados a través de los medios de comunicación de masa para comprender las transformaciones que se realizan y como se efectúa todo tipo de convergencia y cuáles son sus incidencias.
En cualquier ciudad del país la experiencia es similar al encender el televisor. El primer canal que aparece en la pantalla puede tener un contenido no nacional, y si se hace zapping para ver otros canales que se ofrecen en la TV de paga, se encontrará con la Deutsche Welle de Alemania, TV Colombia, CNN, TV5, TVE y canales de cine, deportes, moda, historia y muchos más.
Regresando a sus primeros pasos, ¿cómo logró la televisión superar en implantación e influencia a los otros medios? No por su calidad de imagen, inferior a la del cine, ni por la inmediatez de sus informaciones, que era proporcionada por la radio, ni por el número de noticias ofrecidas diariamente, muy inferiores a las de un periódico. Realmente el logro de la TV ha sido el introducir en el ámbito de la privacidad del ciudadano un poderoso lenguaje icónico, sustituyendo en la cultura popular no tanto a la letra impresa, ya que, no nos engañemos, el nivel de analfabetismo funcional ha sido muy alto en muchos países hasta fechas muy recientes y en otros continua siéndolo, como a la radio, culminando el proceso iniciado por el cinematógrafo.
Sin embargo, su influencia ha sido tan grande, incluso entre aquellas personas que han podido acceder a una mayor formación, que ha hecho tambalearse al medio escrito como punto de referencia obligado, (libros incluidos) obligándole a replantear contenidos, lenguaje y elementos formales. El teórico de la comunicación Marshall MacLuhan, en los años 60, aseguró que tanto la radio como la televisión hacen que se abandonen las culturas literarias, que considera limitadas, y que se regrese a las viejas formas de comunicación de las culturas preliterarias. Considera que el predominio de la escritura como base de la civilización hizo que se acabara con una sociedad oral basada en las relaciones interpersonales, en la pluralidad de puntos de vista que generaba un pensamiento que se movía con comodidad en lo metafórico y mágico.
Nueve empresas globales de la comunicación (ocho de ellas estadounidenses y una mexicana) controlan la mayor parte de los satélites, las telecomunicaciones, la televisión, la radio, Internet, el acceso a la información, la industria cultural y el entretenimiento en todo el orbe.
“El mensaje mono-cultural de los medios de comunicación globales le está haciendo a la diversidad cultural lo que la globalización económica y la explotación no sustentable le hizo a la biodiversidad del mundo. Hoy existen más de 5 mil lenguas y culturas en todo el planeta, la inmensa mayoría amenazadas con desaparecer”, se afirma en un informe de la WACC sobre la propiedad de los medios de comunicación difundido recientemente.
Al vivir en una cultura visual, determina en alto grado nuestra compresión del mundo actual, y consecuentemente, nuestra propia identidad (¿otro posible significado de globalización?).
Los medios de comunicación repercuten en los procesos de construcción de significado. Podemos crear discursos para los medios de comunicación o recibirlos como audiencia. Este ocurso es un ejemplo de discurso. En el segundo caso, recibimos imágenes, textos e ideas, algunas veces en forma de propaganda.  Por medio del procesamiento y organización de estas imágenes, texto e ideas creamos la interpretación del discurso, lo cual posa finalmente a formar parte de nuestra propia concepción del mundo.
El rápido desarrollo de las tecnologías de información y comunicación así como la incipiente monopolización de los conglomerados que rigen las telecomunicaciones y la industria “cultural”, representan un serio reto para el mundo. Es particularmente importante, en consecuencia investigar y proponer soluciones que den a la sociedad civil, a las universidades, a los grupos humanos y a los propios medios de comunicación social de los países “subdesarrollados” ese acceso.  En teoría, los medios de manejar información son cada vez más accesibles y democráticos: por ejemplo, más de 40 millones de personas en 168 países tienen conexión con Internet.  Pero, en la práctica existe el peligro inminente de un nuevo elitismo de la información que margine a la mayoría de la población del mundo.

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