lunes, agosto 27, 2012

Reflexiones y lecciones olímpicas


Autor: Alexis Vera
Publicado: e-consulta, 13 de agosto de 2012

    Tras ver la clausura de la olimpiada de Londres uno puede sorprenderse con muchas cosas de lo ahí exhibido. A mí me pareció especialmente interesante reflexionar sobre la cantidad de aportes que la cultura inglesa ha brindado a la humanidad a lo largo de su historia. Desde lo artístico hasta lo deportivo, pasando por lo científico, político y económico. Sin duda la cultura británica ha sido una de las grandes contribuyentes al progreso y bienestar de la humanidad. La pregunta es: ¿por qué?
     Los ingleses no tienen dos cabezas ni cuatro brazos. No son súper dotados, pues. Son seres humanos comunes y corrientes. Entonces, ¿qué los hace tan creativos (en el sentido estricto de inventar cosas o ideas útiles)? Considerando que no tienen más neuronas que todos, podemos entonces descartar con cierta tranquilidad la variable naturaleza. Es decir, no es su naturaleza la que los ha hecho grandes creadores; no nacen siendo inventivos. La variable cultural se convierte de gran significancia para intentar explicar porqué los ingleses han aportado tanto. Es entonces su cultura, su forma de hacer y resolver en colectivo, lo que hace la diferencia. Analicémoslo un poco.
     Rasgos culturales sobresalientes en los ingleses
     Me gustaría destacar, en primer lugar, que el británico promedio es, por lo general, un sujeto disciplinado. Esto se manifiesta en aspectos como su puntualidad y respeto por lo público (ciudades generalmente limpias y sin gente infringiendo las reglas, por ejemplo). 
      En segundo lugar, la cultura inglesa es de pensamiento riguroso, lo contrario al "ahí se va". Son de estándares exigentes y les gusta cumplirlos. No se conforman con cualquier cosa. Un tercer aspecto es que es una cultura con muy bajo control de la incertidumbre. Es decir, tienen gran tolerancia a lo que es incierto o inseguro, se sienten más cómodos arriesgando que otras culturas.Son emprendedores (basta ver su gran historia como exploradores). Una cuarta dimensión cultural que los distingue es su baja distancia jerárquica. No les gustan las distancias; allá no se dicen licenciado, ingeniero o maestro. 
     De hecho en su lengua ni siquiera existe el "usted", siempre se habla de tú (you). Por lo tanto, es una sociedad que se siente más incómoda con las desigualdades entre las personas y, desde mi punto de vista, esto facilita la organización de colectivos, ya sean empresas, instituciones u organizaciones en cualquier sector.
     Evidentemente, su sistema educativo también juega un papel importante. A los niños se les enseña a pensar por sí mismos, no a seguir al pelotón en bailables y tablas rítmicas. 
     Cuando uno trata con un inglés se nota que lo que se le está comentando lo procesa en su mente. No dicen que sí nomás por que sí o prometen cosas que ni han pensado si podrán cumplir. Son más asertivos en su comunicación, es decir, dicen lo que realmente sienten sin ser agresivos. Esto facilita el trabajo en equipo que, como casi todos sabemos, es fundamental para el progreso de cualquier pueblo o grupo humano. Podríamos hacer un análisis más minucioso, incluso antropológico de su cultura, sin embargo espero que con estas ideas sencillas sea suficientes para comparar y aprender.
     Implicaciones para los mexicanos
     Todos estamos muy orgullosos de la medalla de oro en futbol; símbolo de que los mexicanos tenemos madera para grandes cosas. Sin embargo, como insinuó el comentarista Javier Alarcón en la transmisión de esa final, la medalla de oro es apenas un pequeño alivio contra todos los dolores de la sociedad mexicana. De las olimpiadas y, en particular de los ingleses, podríamos aprender grandes cosas, empezando por la disciplina, orden y sentido de lo público con que se conduce la sociedad británica por la vida. El mexicano promedio es poco disciplinado (y se manifiesta, por ejemplo, en su impuntualidad crónica); poco ordenado (sólo asomémonos a un mercado); y con pobre sentido de lo público (que se refleja, por pensar en algo rápido, en calles y banquetas sucias).
     Pero también podemos aprender de su distancia jerárquica baja que distribuye mucho mejor la riqueza que nuestra sociedad que conserva una gran disparidad entre ricos y pobres. Finalmente, podríamos aprender de su cultura de emprendimiento y descubrimiento para transformar nuestra baja tolerancia a la incertidumbre y a lo desconocido, y de esta forma agruparnos para emprender más y mejor en todos los ámbitos. Mi blog: http://veraalexis.wordpress.com


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