martes, agosto 26, 2008

¿Quién halla paz en la ira?, El Desbarrancadero de Vallejo

Autora: Celine Armenta
Publicación: E-consulta, 26 de agosto, 2008

Cada vez que leo un libro de Fernando Vallejo me pregunto: ¿Quiénes más lo están leyendo? ¿Quiénes más lo disfrutan? ¿Quiénes han quedado como yo, ahítos de amargura y tristeza, de desencanto y dolor pero sobre todo de la luminosa sospecha de tener un acercamiento genuino a la realidad desnuda? Seguramente somos decenas de miles los consumidores de sus relatos; y muchos miles los fieles golosos de su prosa. Vallejo crea adicción; la amargura con que empapa cada página, por puro exceso, resulta dulce; tal como la dulzura concentrada termina por amargar los sentidos.
Estimado lector, quiero aquí compartir mi aventura más reciente con Fernando Vallejo. El sábado pasado terminé El desbarrancadero (Alfaguara), y no se ha diluido aún la tristeza que me contagió desde su portada sepia, donde el autor, a los 6 años o quizá menos, abraza aprensivo a su hermanito Darío, como mostrándolo a la cámara. Buena portada, síntesis de lo que encierra el libro, tal como se descubre nomás al empezar a leerlo. La trama es limpia, sin trucos ni preciosismos artificiales: Fernando sigue asiendo a Darío a lo largo de casi doscientas páginas dolorosas; lo sostiene mientras este hermano, su hermanito, agoniza de sida. “No pesaba nada, se me estaba desapareciendo. De mi hermano Darío, que me acompañó tantos años, que me ayudó a vivir, sólo quedaba el espíritu, un espíritu confuso. Y los huesos.”
El libro no es un drama y menos aún un melodrama. La dignidad de Vallejo jamás lo permitiría. Es una elegía, una narración descarnada e iracunda, pero a la vez tiernísima. El odio se desborda de cada párrafo, mezclado y a veces opacado por la fiel devoción a su hermano, a la vida de las criaturas que vuelan y se arrastran; y a su mamita que no es, como el lector pudiera imaginar, la autora de sus días, sino la suave muerte: maternal, vigilante, metiche, siempre presente.
“¿Odio luego existo?” —se pregunta Vallejo. “No. El odio me lo borra el amor”— se responde; y continúa: “Amo a los animales: a los perros, a los caballos, a las vacas, a las ratas, y el brillo helado de las serpientes cuando las toco me calienta el alma”.
Vallejo ama a su hermano y la agonía es excusa para rescatar pasados comunes. “¡Qué pasó, niño! … Lo apreté fuertísimo contra el corazón y sentí que volvíamos a ser niños y que acampábamos en el patio en una tienda de exploradores, armada con palos de escoba, cobijas, colchas y sábanas, convencidos de que caía la noche en África.” Fernando, hermano mayor, baña a su hermano víctima de diarreas extenuantes, lava sus sábanas, lo arropa, le acerca una cucharada de caldo a la boca; teje historias, escupe insultos, vomita rencores. Vallejo describe airado a su tierra; la odia hasta despedirse de ella para siempre; la odia como sólo se odia lo que se amó algún día; lo que se gozó a gritos.
Medellín, la ciudad, se desliza como gris telón de la muerte. Sus olores, su lluvia, su periódico, sus aves; y su pasado: cuando el moribundo era inmortal y la juventud inagotable. “Colombia, Colombita, palomita, te me vas. . . . Ay abuela, ya los ríos de Colombia se secaron y los loros se murieron y se acabaron los caimanes y el que se pone a recordar se jodió porque el pasado es humo, viento, nada, irrealizadas esperanzas, inasibles añoranzas.”
¿Recomiendo el libro? No; prefiero no hacerlo. Definitivamente no. ¿Cómo recomendar al lector y al alumno anónimos una obra que duele tanto? ¿Cómo saber si el lector tiene sed de la desgarradora aridez de Vallejo? ¿Cómo adivinar si alguien puede resistir tanta verdad personal, tanta desnudez, tanto sórdido penar, tanto rencor? Desesperanza, hastío; culpas lanzadas certeramente a quienes regularmente se adula; maldiciones hacia quienes suele bendecirse: la madre, la familia, los dirigentes civiles y religiosos, la patria, la vida, la esperanza.
¿Quién lee a Fernando Vallejo? ¿Quién lo lee una y otra vez? ¿Quién encuentra consuelo en sus palabras hirientes, o paz en su ira? ¿A quién le abriga su helada verdad? “Vivir es negocio triste. . . Los momentos de felicidad no compensan la desgracia. . . Entre la mierda nacemos y vivimos y nos vamos”.

jueves, agosto 21, 2008

Fannie, Freddie y Fobaproa

Autor: Gerardo Reyes Guzmán
Publicación: La Jornada de Oriente, 21 de agosto, 2008

Fannie Mae y Freddie Mac se conocen como empresas patrocinadas por el gobierno federal o GSE (Government-Sponsored Enterprise); es decir, son privadas pero gozan del apoyo de la Reserva Federal. Éstas pueden emitir deuda y canjearla en el Banco Central, lo que equivale indirectamente a poder imprimir dinero. La Asociación Federal Nacional Hipotecaria FNMA (Federal National Mortgage Association), conocida como Fannie Mae, fue creada en 1938 en medio de las secuelas de la gran depresión, con el propósito se proveer liquidez al Sistema Federal de Vivienda FHA (Federal Housing Administration). Años más tarde, en 1970, se creó la Corporación Federal de Préstamos Hipotecarios FHLMC (Federal Loan Mortgage Corporation) denominada Freedie Mac. Su función ha sido comprar hipotecas a bancos en el mercado secundario e integrarlas en paquetes de inversión bajo el nombre de seguros hipotecarios respaldados (mortgage-backed securities).
Sin embargo y a partir de los 90, Fannie y Freddie se desviaron de su propósito social para incursionar en la jugosa burbuja hipotecaria bursátil, que reventó con la crisis suprime y condujo a una caída estrepitosa de sus activos. La calificadora Moody´s estimó recientemente que las pérdidas acumuladas por préstamos hipotecarios y de consumo durante 2007 podrían alcanzar la cifra de 525 mmd. A nivel mundial, bancos y corredoras de bolsa involucrados en la crisis hipotecaria han sufrido depreciaciones de activos por más de 400 mmd. Por ejemplo, en marzo se tuvo que rescatar a Bear Stearns y después le siguió Indy Mac Bancorp, ambos golpeados por los créditos subprime. El Fondo Monetario Internacional calcula que las pérdidas en bancos, aseguradoras y fondos de inversión podrían superar los 945 mmd, cantidad equivalente al PIB de México.
Por ello y por iniciativa de George Bush, el pasado 23 de julio, la Cámara de Representantes de los Estados Unidos aprobó recursos por 300 mmd para apoyar a cerca de 400 mil propietarios que enfrentan amenaza de embargo. Este paquete incluye el apoyo a Fannie Mae y Freddie Mac, empresas que, según el Secretario del Tesoro Henry Paulson, requerirían 25 mmd para 2009 y 2010. En la actualidad estas dos empresas dominan más del 50% del mercado hipotecario de los Estados Unidos, y, con solo un capital conjunto de 83.3 mmd afrontan una deuda de 5.3 billones de dólares, es decir una relación de casi 64 a 1. El problema es delicado, pues si Estados Unidos absorbieran la deuda hipotecaria (las nacionalizara), el endeudamiento total de ese país ascendería a más de 14 billones de dólares, monto equivalente a su PIB actual. Es decir, su endeudamiento sería del 100%, hecho que aumentaría el riesgo de bancarrota, mermaría aún más la confianza en el dólar y, haría que la economía norteamericana se colapsara.Una vez más y tal como ocurrió en México con el Fobaproa-IPAB en los 90, se trata de socializar las pérdidas y privatizar las ganancias, medida que según los políticos, es la menos costosa desde el punto de vista social. Sin embargo, el ciudadano medio norteamericano ve con preocupación que el valor de su casa se desploma, que el precio de la gasolina aumenta, que el desempleo repunta y que la riqueza se concentra cada vez más en unos cuantos. Según Emmanuel Saez, economista de la Universidad de Berkeley, durante la década de los 90, el ingreso del 1% más rico se incrementó 10% al año, mientras que el resto lo hizo solo en 2.4%. De 2002 a 2006, el 1% más rico vio incrementar su ingreso en 11% anual, mientras que el resto lo hizo en menos del 1%.

lunes, agosto 18, 2008

Inicio de curso: nuevas oportunidades con renovadas actitudes

Autor: José Rafael de Regil Vélez
Publicación: Síntesis, Pendiente


Hoy el paisaje urbano ya está vestido para la ocasión: millones de chicas y chicos comienzan el ciclo escolar.

En estos días todo mundo comprará los materiales para el año escolar 2008-2009. Víctimas de la sociedad del consumo más de uno pensará que con las compras de ocasión será suficiente: si los estudiantes van bien equipados a clase tendrán éxito en la tarea educativa.

Pero hay que estar vigilantes: llegar a buen puerto requiere más que útiles y uniformes: hay que afrontar la escuela con renovadas actitudes ante lo material.

Los cuadernos, lápices, bolígrafos y juegos geométricos nos piden estar pendientes de que lo que con ellos sea producido pueda ser convertido en nuevas ideas, en una manera diferente de resolver problemas en el mundo: algo más que sólo escribir información para pasar exámenes.

Los libros de texto nos invitan a leer, pero a verdaderamente leer, que significa descubrir nuevos mundos, la gran aventura del ser humano para ir construyendo el lugar en el cual pueda vivir con dignidad. La lectura no es el reconocimiento de las grafías, de las letras, sino eso más profundo que requiere una actitud atenta, vigilante, curiosa.

Los tenis, los shorts, las playeras abren la posibilidad de la educación física, que requiere una actitud de aprecio por uno mismo: estar dispuesto a vivir con nuestra dimensión corporal, hacer hábitos de nutrición, aprender a estirarnos y dar flexibilidad los músculos que sostienen toda nuestra estructura; aprender a descansar.

Los uniformes invitan a encontrar sentido de pertenencia a un grupo, socializar, ser solidario, entender los valores que nos propone la escuela.

En cualquier caso: sólo tener cosas nuevas e ir a clases no garantiza sino "estar de estreno"... Las actitudes con las cuales abordemos las oportunidades formativas los miembros de la comunidad eductiva son las que harán que todo eso se convierta en formación.

En vacaciones tomamos nuevos aires, ahora hay que comenzar la carrera centrados en la única meta verdaderamente importante: aprender para poder transformar nuestro mundo en un espacio habitable con verdadera dignidad.

sábado, julio 19, 2008

Con el Maíz no se juega: los retos del Estado Mexicano.

Autores: Benjamín Ortiz Espejel y José Rodriguez.
Publicación: La jornada de Oriente, Pendiente

Asistimos hoy día a uno de los procesos de organización social más grande y mejor organizado en la historia del México contemporáneo. Se trata de las diversas actividades de manifestaciones que la comunidad campesina mexicana y otras organizaciones de la sociedad civil han organizado en demanda, casi las mismas que las un siglo atrás; de justicia en el campo.
Lo que en las primeras décadas del siglo pasado potenciaba y generaba “la más sangrienta guerra civil de América Latina”, un siglo después induce una masiva muestra pacífica y democrática de organización y tejido social en movimiento en defensa de mucho más que sus derechos económicos, lo que realmente estaba detrás de todo esto, es la defensa de un modo de vida distinto, alterno al que las actuales políticas nacionales y globales le proponen y tratan de imponer al país.
El maíz no es sólo nutrición y sustento en México, sino también cultura y religión. El actual mundo rural mexicano heredero directo de aquellos antiguos mexicanos, es el campo en el que mas de 30 millones de habitantes son productores de maíz y cultivan en predios de menos de cinco hectáreas. Y como maravillosamente reportaba Sahagún, manejan una enorme diversidad de semillas adaptadas durante siglos a diferentes climas y geografías, lo que, al contrario de las semillas estandarizadas genéticamente, son útiles en las condiciones marginales donde los conquistadores y anteriores señores feudales los empujaron a vivir, primero a sangre y fuego y más tarde a punta de urbanización salvaje y otros despojos.
De lo anterior, se desprende que México es un país agrario con un riquísimo mosaico ecológico y cultural sumamente importante, no solo por la composición de su población sino sobre todo por el peso específico que tiene la actividad agroecológica de los campesinos dentro de su conjunto. En esta situación el auge de los sistemas de producción agrícolas tradicionales se mantuvieron después del proceso revolucionario y el reparto de tierras como producto de la reforma agraria que se implementó hasta los años sesenta.
Sin embargo a pesar de la importancia de este tipo de sistemas de producción campesinos, el Estado mexicano desde los años ochenta se etiquetó como “desarrollista” y en los actuales momentos se identifica con el neologismo “neoliberal”, con lo cual asume características peculiares en tanto tiene que conciliar en un mismo espacio y tiempo a modos de producción distintos: los campesinos tradicionales y los productores de agroexportación, que a su vez mantiene relaciones dependientes y subordinadas.
De esta manera el Estado Mexicano adquiere compromisos con empresas trasnacionales de alimentos y semillas (Montsanto, Ciba, Cargrill) y se le dificulta cada vez mas contener las contradicciones sociales que surgen por todo el país. Aunado a lo anterior, la presión migratoria y el consecuente deterioro de los recursos naturales ha tenido como consecuencia, el inicio de una espiral de crisis y conflictos en la producción de alimentos del mundo rural que hoy es precisamente la fuerza motora que impulsan los movimientos sociales en muchos lugares de México y que se evidencian de manera neurálgica en la capital del país. ¿Cuánto más tendrá que esperar el gobierno mexicano para entender que con el maíz y con el pueblo mexicano no se juega?

lunes, julio 07, 2008

Fin de cursos

Autor: Martín López Calva
Publicación: Síntesis, pendiente

Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce”.
Pablo Neruda.

El fin de cursos además de ser momento para festejar a quienes culminan alguna etapa de su formación y preámbulo para un descanso necesario después de meses de trabajo, debería ser una oportunidad para evaluar la calidad de lo que hacemos todos los actores de la educación.
De otra manera, el término de un ciclo escolar y el inicio de otro puede ser simplemente la repetición de una rutina que nos va haciendo “esclavos del hábito” con lo que la auténtica educación va muriendo lentamente.
En estos tiempos en que el mejoramiento de la calidad de la educación está en el discurso oficial y en la opinión pública como uno de los temas fundamentales para lograr el desarrollo y la transformación social, los protagonistas de la educación –maestros, alumnos, directivos, funcionarios, padres de familia- tendríamos que preguntarnos seriamente sobre el sentido de lo que sucede diariamente en los salones de clase.
¿Qué tanto avanzamos en este ciclo escolar en la construcción de un sentido verdaderamente educativo en las actividades de aprendizaje que diseñamos, instrumentamos y evaluamos? ¿Avanzamos en el logro de una formación significativa e integral de nuestros estudiantes? ¿Qué debilidades tendríamos que ir tratando de superar para lograr verdadera educación? ¿Cuál es el sentido educativo que deben tener las actividades escolares para responder a los retos de una sociedad globalizada, incierta y plural y a las necesidades de justicia y democracia de un país como el nuestro?
El planteamiento y la exploración de estas y otras preguntas ayudaría a que nuestro sistema educativo creciera en una cultura de la evaluación.
Porque si los millones de niños, adolescentes y jóvenes que terminan en estos días un año escolar más salieran de este ciclo habiendo aprendido lo que debieron aprender, con la profundidad y el sentido requeridos y habiendo disfrutado este aprendizaje incorporándolo a su vida, México podría realmente empezar a cambiar.

jueves, junio 26, 2008

El petróleo debe ser nuestro

Autor: Miguel Reyes Hernández
Publicación: E-consulta, pendiente.

Joseph Stiglitz, execonomista en Jefe del Banco Mundial y Premio Nobel de Economía, conocedor profundo de los intereses que guían a instituciones como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, afirma en una entrevista que éstas fueron presionadas por las transnacionales para asumir la agenda de la privatización como suya e imponérselas a los países subdesarrollados.
La privatización y liberalización de mercados como un dogma que traerá beneficios a los más pobres es el discurso bajo el que se oculta el verdadero fin. La rapacidad y voracidad con la que las transnacionales quieren comerse al mundo, pone incluso en riesgo la estabilidad del capitalismo en muchos países. Cuando se planteó y se puso en marcha el estado de bienestar no era sólo por cuestiones de bienestar de los individuos que quedaban fuera del mercado, sino de eficiencia del sistema económico y para garantizar su estabilidad en el largo plazo en el marco de la guerra fría. El llamado universalismo en las áreas de la salud y la educación dio a la vez que mejores condiciones de vida a la población, mayores niveles de productividad social y circunstancias de apoyo para la estabilidad política de las instituciones. El costo, obvio que es alto en términos económicos. Más aún para quien resultaría afectado en la redistribución del ingreso (que no de condiciones y medios con los que se genera la riqueza social) dando lugar a que los impuestos (como los impuestos sobre la renta) fueran altos y progresivos.
Con la llegada al poder de Reagan y Margaret Tatcher se formalizó el fin del estado de bienestar en las grandes potencias capitalistas y la posibilidad de que éste se estableciera en países subdesarrollados se hizo más remota. Ya no era necesario desde su perspectiva, financiar la mejora en el bienestar material de los excluidos del sistema aún cuando ello pudiera generar inestabilidad política y social. De las pérdidas sociales en la productividad no habría de que preocuparse si los recursos se reasignarían hacia las empresas con mayor capacidad de sobrevivencia en un entorno altamente competitivo. En cuanto al primer aspecto, si uno de los objetivos del estado de bienestar bajo el entorno mundial de la guerra fría era tratar de demostrar que el capitalismo tenía un rostro humano, ahora que el derrumbe del socialismo en la Europa comandada por la exUnión Soviética se hacía inminente, no había necesidad de sostenerlo tomando en cuenta que éste es muy caro. La sostenibilidad del sistema en condiciones de mayor desigualdad social tendría que darse mediante dos mecanismos: el uso de las instituciones represivas del estado y la manipulación mediática de los medios de comunicación. Cuando comenzaron las privatizaciones en Inglaterra, Tatcher se ganó con creces el sobrenombre de dama de hierro y a partir de esa época, los medios masivos de comunicación, fundamentalmente la televisión han jugado un papel cada vez más importante para sostener un régimen.
Con la caída del socialismo y su gran impacto ideológico y político sobre grandes sectores sociales, el estado de bienestar era un estorbo. Y no sólo para las grandes corporaciones sino también para cualquier empresario que pagara impuestos para mantenerlo. Sin embargo, así como sucede con los pequeños accionistas que invierten en bolsa versus los grandes accionistas, la capacidad de coordinación entre los pequeños y medianos empresarios es muy baja en comparación con los grandes empresarios propietarios de grandes corporaciones. Estas grandes corporaciones son las que tienen posibilidad de establecer e influir en la agenda no sólo de sus países sino de otros países mediante el uso de instituciones mundiales como el Banco Mundial y el FMI como ya lo dijo Stiglitz que conoce el mounstruo desde las entrañas. La privatización de recursos estratégicos que por cuestión natural serían monopolios es un negocio altamente jugoso para quien no tiene saciedad ni límite. No importa para ello que si de por si en estas sociedades existan altos niveles de pobreza y desigualdad, se cobre por la salud y la educación o por el uso de recursos energéticos como la electricidad o el uso de derivados del petróleo.
La privatización del petróleo en México, además de estar en las prioridades de las grandes transnacionales y en la agenda del BM y FMI, también lo está en un gobierno altamente comprometido con ellas y cuya carencia de legitimidad ha buscado mediante el uso de los medios masivos de comunicación. Sin embargo, esto no es nuestro destino fatal. Se puede evitar la privatización de recursos estratégicos como el petróleo mediante la participación activa como ciudadanos. Así se ha demostrado en varios lugares del mundo. En Bolivia, de manera reciente se evitó la privatización del agua en regiones como Cochabamba. En México, nuestra opinión en consultas y plebiscitos abiertos es una posibilidad que no la única.
Que el petróleo mexicano siga siendo de todo el pueblo mexicano y que ningún particular, extranjero o nacional, participe en el reparto de la renta petrolera, sino que toda ésta sea de todos los mexicanos, -aunque la administre un gobierno que puede dejar que desear en su manejo-, significa la existencia de la posibilidad de poder seguir la ruta de crecimiento económico que mejor convenga a los intereses nacionales e, incluso, se puede pensar en la posibilidad del avance del desarrollo en beneficio de la mayorías del pueblo, de los pobres.

martes, junio 24, 2008

Calificaciones finales

Autor: José Rafael de Regil Vélez
Publicación: Síntesis, pendiente

Llegó el fin del ciclo escolar. Cada día están más cerca las ansiadas vacaciones. En poco tiempo las familias tendrán en casa las calificaciones finales: los aprobados reirán, los reprobados (todavía existen estos parias del sistema escolar) si no lloran, al menos tendrán que regularizarse para acreditar en exámenes extraordinarios.

Ya en clima vacacional podríamos ensayar un juego. ¿Qué tal si los padres de familia les diéramos calificaciones de fin de curso a las escuelas, sus docentes y directivos? A lo mejor y ellos también se nos van a extraordinario.

Dado que casi toda institución educativa presume de dar formación integral y de excelencia, evaluemos al respecto.

Otórguense calificaciones en la siguiente escala: no aprobado (na), regular (r), bien (b), muy bien (mb), excelente (e).

Las preguntas sobre cómo educan las instituciones para la vida serían las siguientes:
1. ¿Los educandos conocen mejor su cuerpo para prevenir enfermedades, para descansar suficientemente, para organizar su tiempo y espacios adecuadamente?
2. ¿Los educandos trabajan colaborativamente, apoyan a los rezagados?
3. ¿La escuela cuenta con validaciones externas de su quehacer educativo realizadas por personas relevantes de la comunidad en la se ubica?
4. ¿Los educandos participan formalmente en la toma de decisiones de la escuela y así se forman a la participación política?
5. ¿Los educandos son conscientes de que problemas sociales como la pobreza, la migración, el deterioro medioambiental son complejos y que los conocimientos obtenidos en el aula sirven para que todos podamos hacer algo al respecto?
6. ¿Los alumnos saben que la tecnología no es un fin, sino un medio para trasformar la realidad y que un mayor número de mexicanos tengamos vida con cierta dignidad?
7. ¿Los estudiantes tienen la oportunidad de ejercer sus liderazgos en proyectos que son acompañados por la institución?
8. ¿Los estudiantes tienen la oportunidad de compartir las riquezas de su educación con grupos vulnerables y menos favorecidos?
9. ¿Los estudiantes son formads lo mismo tomar decisiones que instrumentarlas, para ser "jefes" lo mismo que colaboradores?
10. ¿Los estudiantes están preparados para entender y respetar las opiniones de los otros y a partir de ello dialogar para solucionar problemas?

¿Cuál fue el resultado? ¿Qué tal las calificaciones finales?
¿Demuestran que las escuelas han hecho la tarea? ¿Y nosotros hemos hecho la nuestra al elegirlas?

jueves, junio 19, 2008

TRANSDISCIPLINARIEDAD Y EDUCACION

Autora: Laura Rodríguez M.
Publicación: La jornada de Oriente, 19 Junio 2008.

En muchas instituciones educativas está teniendo lugar un proceso de reforma curricular, cuyos hilos conductores son: la formación a lo largo de la vida, aprendizaje centrado en los estudiantes, profesores como facilitadores, desarrollo de competencias, internacionalización y movilidad de estudiantes y profesores, etcétera.

Estas transformaciones se derivan de la crisis del conocimiento y sus bases epistemológicas, en términos de su capacidad para dar cuenta de las nuevas tendencias que emergen a partir de los 70’s a escala mundial, y que se caracterizan por su complejidad y alcance sistémico; de ahí que las instituciones de educación superior intenten transitar a nuevos modelos de enseñanza-aprendizaje, y de producción y difusión del conocimiento que estén a la altura de los tiempos.

Parte de la nueva terminología que da cuenta de los cambios en los procesos educativos y de investigación se relaciona con un enfoque transdisciplinario.

El concepto de transdisciplinariedad surge en la Primera Conferencia Internacional sobre Transdisciplinariedad, en 1970. Desde entonces ha venido enriqueciéndose en los siguientes términos: Como un sistema común de axiomas para un conjunto de disciplinas. Como la ciencia y el arte de descubrir puentes entre diferentes objetos y áreas del conocimiento. Como reconfiguración sintética y recontextualización del conocimiento disponible. Como un marco comprensivo que orienta el problema de la integración y a la necesidad de una concepción común del mundo.

Sin embargo, una cosa es utilizar la terminología de moda y otra ponerla en práctica, pues ello implica no sólo la reforma curricular de la Universidad, sino, en mayor medida, la formación de los profesores e investigadores en este nuevo paradigma, y la adecuación de los espacios y las reglamentaciones correspondientes. Algunas de las acciones a emprender para responder a este reto son:

Formar grupos de trabajo con personas de diferentes disciplinas científicas, dispuestas a asumir la ética de la responsabilidad.

Promover la superación de las distintas perspectivas uni y multidisciplinares.


Vincular a las universidades con la sociedad mediante distintos modelos de colaboración e incidencia recíproca.

Generar capabilidades para impensar el desarrollo.

Aprovechar las nuevas tecnologías para transitar a la sociedad del re-conocimiento.

Realizar transformaciones institucionales para crear un campo más complejo, fomentando la cooperación.

Refundar una pedagogía participativa, que practique el autodiagnóstico y la auto-organización.

Como requisito epistemológico previo y fundamental: enfrentar los problemas actuales de la humanidad de manera compleja definitoria.

Estas son algunas acciones a desarrollar para enfrentar el reto de asumir una visión transdisciplinaria en educación que permita colocar a la persona en el centro de la problemática del desarrollo como el responsable de la vida en su conjunto.

martes, junio 17, 2008

¿Educamos para la interculturalidad?

Autora: Teresa Eugenia Brito Miranda
Publicacion: E- consulta, 17 Junio 2008

En la segunda quincena del mes de mayo se llevó a cabo en Zacatlán una reunión de trabajo de Escuelas Normales públicas Interculturales del estado de Puebla a la cual fui invitada en representación de la Universidad Iberoamericana, Puebla.
En este foro estuvieron implicados, personal de la Dirección de Formación de Docentes de la SEP, profesores y alumnos de las Normales, los directores de las mismas y algunos profesores de dos universidades. Fue muy interesante ver que la reunión fue planteada como intercambio de experiencias, lo cual implica de entrada la promoción de una cultura participativa y colaborativa.
La interculturalidad está fundamentada entre otras cosas en la apertura al diálogo, el respeto y la participación. Ese fue el clima que se vivió en esta reunión de trabajo. Me sorprendió el trabajo y la participación de estudiantes normalistas analíticos y proposititos que partieron de sus experiencias de aprendizaje en el aula y de sus prácticas en las comunidades a las que están asignados.
Esta experiencia generó la reflexión que ahora les comparto.
Me parece importante primero distinguir la multiculturalidad de la interculturalidad. Silvia Schmelkes, experta e iniciadora de la educación para la interculturalidad en México, observa que el concepto de multiculturalidad hace referencia a la aceptación de la diferencia de culturas que conviven en un mismo territorio; situación que es ya un avance respecto a la búsqueda de la integración de la diversidad en una sola cultura. El concepto de multiculturalidad, sin embargo, no pone énfasis en la manera en que se da la convivencia de las distintas culturas, solamente admite las diferencias. Por esto mismo, en esta perspectiva puede tener cabida la discriminación, la imposición y el abuso o dominio de unos sobre otros. Se hace necesario entonces transitar de admitir esas diferencias a valorar el tipo de convivencia entre diferentes, de manera que cada cultura crezca a partir de sus diferencias, se valore y se enriquezca con las otras.
Hay una gran complejidad en esto y se necesitan buscar mínimos para la interrelación en este sentido.
Por ello se plantea el concepto de interculturalidad como una aspiración, más que como un punto de partida. Asumimos que no la hay y trabajamos para promoverla. Esto me parece clave para quienes nos dedicamos a la educación.
Un primer paso es aceptar que podemos aprender de otros, sean estos alumnos, directores o profesores, todos en igualdad de circunstancias, en una relación simétrica. Por ello esta reunión de Escuelas Normales Interculturales fue valiosa. La voz de cada uno fue escuchada para aportar a esa aspiración de todos: la interculturalidad.
Se argumentó que la educación para la interculturalidad debe ser para todos, en los diferentes niveles y escenarios educativos, pues comúnmente se entiende como dirigida a comunidades indígenas y rurales. Sin embargo, en donde realmente necesitamos trabajarla es en toda la población. Esto es condición para la interculturalidad.
En lo educativo no hemos hecho el tránsito de lo multicultural a lo intercultural, aunque pueda advertirse en los discursos y hasta en los planes de estudio. A veces no llegamos ni al plano multicultural, pues queremos uniformar todos los contenidos de los aprendizajes, los estilos de enseñanza, las formas de aprender, las condiciones de nuestros alumnos, entre otras cosas, con la idea de llegar a la igualdad, a la homogenización en sí misma. Aquí habría que reflexionar qué queremos ser como país: ¿crecer fuertes en nuestras raíces y enriquecernos con las diferencias o tratar de ser todos “iguales” buscando una sola cultura?
La interculturalidad implica también que la convivencia entre los diferentes parta de una relación simétrica, es decir, de igual a igual. ¿Lo promovemos en nuestras aulas en el nivel en el que nos encontremos como profesores o nos sentimos superiores a nuestros alumnos?
La interculturalidad requiere ser trabajada como actitud y no solamente como un contenido del plan de estudios. Los maestros con nuestras actitudes promovemos asimetrías con nuestros comentarios, bromas y en la forma como “disciplinamos”. Cada uno de ellos es valioso y digno.
Necesitamos reflexionar también sobre lo que implican las asimetrías en el aula en cuanto a lo escolar: el acceso y la calidad: ¿todos los niños entran a la escuela en igualdad de circunstancias? ¿Aspiramos a formar en una sola cultura para la convivencia en un mundo con culturas diferentes? ¿Cómo podemos abordar estas diferencias para que cada uno crezca en sus raíces, en igualdad de circunstancias y se enriquezca con las diferencias?

viernes, junio 13, 2008

La buena educación “comienza en casa”

Autor: José Rafael de Regil Vélez
Publicación: La Jornada de Oriente, 13 Junio 2008.

El lunes 9 de junio pasado Elba Esther Gordillo –líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación- y Josefina Vázquez Mota –Secretaria de Educación Pública- atestiguaron la instalación de cinco comisiones bipartitas que definirán los primeros programas y acciones en pos de una nueva reforma educativa.

Ésta nace de la Alianza por la calidad de la educación realizada entre el gremio magisterial y el gobierno federal y anunciada a la ciudadanía el mes de mayo pasado.

Con esta Alianza emprendemos un proceso de trabajo corresponsable para dar respuesta a las necesidades y demandas que se articulan en torno a cada plantel escolar.
Proponemos avanzar en una agenda de compromisos que, en conjunto, articulen una estrategia clara e incluyente para hacer de la educación una Política de Estado efectiva, capaz de transformar y poner al día el sistema educativo.

Con estos párrafos el documento publicado por la Secretaría de Educación Pública (www.sep.gob.mx/wb/sep1/alianzaporlacalidaddelaeducacion) señala la razón y el propósito de esta reforma, que será trabajada en torno a 10 puntos:

a) En torno a los centros educativos, respecto de los cuales se pretende que cuenten con lo necesario para actuar eficiente y eficazmente por la educación, involucrando a su comunidad: infraestructura y equipamiento, tecnologías de la información y la comunicación, gestión y participación social.
b) En torno al profesorado y los directivos, respecto de los cuales se pretende mayor profesionalización (mejor trabajo, con mejores logros y mejor retribución): ingreso y promoción, profesionalización, incentivos y estímulos.
c) Respecto del bienestar y desarrollo integral de los alumnos, objetivo último del trabajo educativo: salud, alimentación y nutrición, así como condiciones sociales para mejorar el acceso, permanencia y egreso de las instituciones educativas.
d) Respecto de la formación integral de los alumnos para la vida y el trabajo, que posibilita la formación de la ciudadanía de personas competentes para la productividad: reforma curricular (cambio en planes y programas de estudio).
e) Respecto de la evaluación, que permite reconocer si se logra o no la formación de personas comprometidas económica, social, cultural y políticamente con su comunidad: nuevos sistemas de evaluación.

La tarea que tienen las comisiones y grupos de trabajo es grande, sobre todo si se pretende, como señala el documento de la Alianza que haya pasos claros para el ciclo escolar 2008-2009. Los políticos y los técnicos tienen una buena tarea por delante: que lo vean los cónsules, dirían los latinos sugiriendo la responsabilidad de los actores políticos y sociales.

A mí me parece que los ciudadanos tenemos que estar pendientes de este asunto, en especial quienes nos dedicamos a la educación y entonces expresarnos crítica y solidariamente.

Estoy convencido Sin embargo de que cuando las reformas se generan en la cúspide de la pirámide del poder no generan necesariamente cambios.

Los cambios en materia educativa se dan cuando profesores, directivos, administrativos, padres de familia y miembros de la comunidad, e incluso alumnos en algunos niveles educativos, logran sentarse convocados por el liderazgo de su director a plantearse seriamente qué problemas afectan el aprendizaje para la vida de sus alumnas y alumnos y diseñan con profesionalidad pequeños proyectos de mejora y mantenimiento de calidad… ¿Qué podremos esperar de esto?