Autor: Guillermo Hinojosa R.
Publicación: Síntesis, 18 de mayo de 2006
Una de las preocupaciones centrales de quienes deciden los contenidos curriculares en la educación superior es la rapidez con la que esos contenidos se volverán obsoletos. En nuestros días, los contenidos de casi cualquier materia enseñada en la universidad son superados por otros nuevos cuando los estudiantes acaban de aprenderlos. Esto se debe a la abundancia de información existente sobre cualquier materia, la facilidad para obtener esa información, y el velocidad con la que se crean nuevas teorías, nuevas técnicas y nueva información.
La solución a ese problema no está en actualizar constantemente los planes de estudio con los últimos conocimientos; antes de obtener las autorizaciones para que funcionen los nuevos planes, éstos habrían de ser renovados. La solución que algunas universidades están buscando consiste en dotar a los estudiantes de las habilidades necesarias para actualizar sus conocimientos por sí mismos, y para desenvolverse en un mundo en constante cambió. Un grupo de estas habilidades son las que se requieren para accesar y usar correctamente la abundante información.
Es necesario distinguir dichas habilidades de la destreza para manejar las computadoras y la internet. El acceso y uso de la información implica el uso de las computadoras y la internet, pero requiere mucho más que éso según se verá adelante. Incluye también el uso correcto de las bibliotecas con todos sus recursos, algunos computarizados y otros no. La computadora es actualmente la mejor herramienta informática; las habilidades para el acceso y uso de la información requieren manejar la herramienta, la computadora, y manejar la información que puede obtenerse con ella.
¿Cuáles son las habilidades para el acceso y uso de la información? Existe un documento creado por la Asociación de bibliotecarios universitarios y de investigación de Norteamérica, ACRL por sus siglas en inglés, que fue traducido al español en la Universidad de Granada, España, y que está teniendo aceptación en diversas universidades del mundo hispánico.
Puede obtenerse una copia en: http://www.ucn.cl/files/bidoc/Normas_ACRL.pdf.
En este documento se trata de detallar en qué consisten las habilidades y cómo pueden obtenerse indicadores para saber si los estudiantes las poseen o no. A continuación se transcriben las cinco normas que señala el documento citado:
El estudiante que es competente en el manejo y uso de la información:
1. Es capaz de determinar la naturaleza y nivel de la información que necesita.
2. Accede a la información requerida de manera eficaz y eficiente.
3. Evalúa la información y sus fuentes de forma crítica e incorpora la información seleccionada a su propia base de conocimientos y a su sistema de valores.
4. De manera individual o como miembro de un grupo, utiliza la información eficazmente para cumplir un propósito específico.
5. Comprende muchos de los problemas y cuestiones económicas, legales y sociales que rodean al uso de la información, y accede y utiliza la información de forma ética y legal.
Un reto para los educadores en las universidades es lograr que sus egresados cumplan con esas cinco normas. De manera inmediata parece conveniente desarrollar una o varias pruebas para evaluar qué tanto de las habilidades descritas poseen los estudiantes en los diversos momentos de su educación superior. Será necesario adaptar esas normas a las diferentes disciplinas universitarias en las humanidades, en las ciencias sociales, en las ciencias exactas, y en las carreras técnicas.
En estos días de abundancia de información, también hay abundancia de instituciones de educación superior que ofrecen educación universitaria. Una manera de formarse una idea de la calidad de esas instituciones es investigar qué están haciendo para dotar a sus estudiantes de las habilidades necesarias para renovar sus conocimientos y no quedarse obsoletos. Algunas de ésas son las habilidades para el acceso y uso de la información.
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