Autora: Laura Rodríguez Matamoros
Publicación: Síntesis, 28 de junio de 2006.
En pleno proceso electoral, el primero del siglo XXI en nuestro país, nos encontramos en medio de una fuerte batalla por alcanzar la Presidencia de la República. Y digo batalla porque no podemos denominar de otra manera a la estrategia que los partidos políticos están utilizando para convencernos de votar por ellos.
Las campañas políticas se encuentran inundadas de información chatarra que nos confunde y hace sentir inseguros de tomar una decisión a favor de uno u otro candidato. Esta confusión se agudiza si tomamos con seriedad nuestra responsabilidad ciudadana y asumimos que para construir una sociedad democrática es fundamental expresar, a través de nuestro voto, nuestra voluntad política, reconociendo la utilidad de este voto independientemente del color con que se tiña, evitando caer en el juego discursivo que nos empuja a brindar un voto útil por uno u otro partido, como si hubiera votos inútiles.
Más allá del juego electoral, estos comicios nos brindan un espacio privilegiado de educación social que nos lleve a constituirnos en ciudadanos comprometidos con su país. De ahí la importancia de no mantenernos indiferentes al acontecer político que nos brinda un excelente laboratorio de formación en el ámbito de la educación formal.
¿Qué le dice a nuestros niños, a nuestros jóvenes lo que está pasando en la vida política del país en este momento histórico?, ¿cuál es su postura ante el manejo informativo, ante las campañas políticas, ante las propuestas, ante las expresiones sociales y aún ante los distractores que se nos presentan día a día?
Para hacer aún más complejo el proceso electoral nos encontramos entre la verborrea política y la fiebre del fútbol que nos prende, nos apasiona y nos lleva a olvidar que hay crisis, que es necesario tomar una decisión razonada y razonable en las próximas elecciones, que los acontecimientos dentro y fuera de nuestras fronteras nos obligan moralmente a asumir una postura humanitaria. Parece que es más importante resonar con el gol que nos ilusiona, con el sueño esperanzador de una copa mundial que el futuro político del país.
¿Cómo extraer de esta confusión política, de la mezcla de la pasión futbolera con la decisión política, una experiencia de aprendizaje verdaderamente significativa?
He aquí nuestro reto como educadores, he aquí una oportunidad puesta en charola de plata para promover la construcción de una conciencia política que posibilite que nuestros alumnos se asuman como ciudadanos comprometidos en lo concreto con el bienestar nacional.
Es fundamental abrir el debate en las aulas para que nuestros alumnos realicen análisis políticos, se cuestionen y reconozcan la envergadura del proceso electoral, valoren su voto y asuman la importancia de ejercerlo con responsabilidad y valentía, para que no lo vendan y vendan con él sus conciencias, para que abandonen la postura indolente del “aquí no pasa nada” en un país en permanente crisis, victimado e injusto.
Promovamos la conciencia histórica de nuestros alumnos, la responsabilidad moral que lleva al compromiso social, la determinación de colaborar en la construcción de un país auténticamente democrático donde se desmantelen las estructuras injustas y se promueva la igualdad social.
Abramos los espacios de diálogo y participación fundamentados para que nuestros niños y jóvenes caigan en la cuenta de que el orden social es una construcción humana que puede ser transformada mediante un proceso de inclusión y no de exclusión. El voto, nuestro voto es una pieza clave en la conformación de una sociedad verdaderamente democrática. Asumamos nuestra responsabilidad como educadores y tratemos de construir, a partir de este bombardeo de información, un espacio de formación democrática y democratizadora.
Más allá del fútbol y del bombardeo político, convirtamos este momento histórico en una oportunidad para educar y educarnos en la democracia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario