lunes, julio 04, 2011

El Futuro de la Alimentación y la Agricultura: Retos y Alternativas para la Sustentabilidad Global

Autor:  Gerardo Reyes Guzmán
Publicado: e – consulta, 22 de junio de 2011

     Recientemente, Sir John Beddington publicó por encargo del gobierno británico, un documento intitulado Foresight Global Food and Farming Future Project. Los resultados de este estudio son altamente relevantes para comprender las dimensiones que representa la crisis alimentaria actual. El reporte es el resultado de un trabajo conjunto de alrededor de 400 expertos provenientes de más de 35 países de ingresos altos, medios y bajos. Recoge puntos de vista de los más diversos actores, que van desde microproductores africanos hasta corporativos multinacionales, gobiernos y consumidores. Aquí, se exploran las tendencias de los precios de los alimentos en el futuro.
     Una de las aseveraciones más contundentes es el hecho de que la humanidad consume recursos naturales a un ritmo insostenible, resultando los países pobres los más afectados. A pesar de los avances para reducir la pobreza y la desigualdad en los últimos 20 años, el número de personas sufriendo hambre y pobreza extrema no ha cambiado. Los productores de alimentos hacen uso intenso de los recursos naturales y en muchos casos aportan un componente importante en el PIB de sus economías.
     El informe explica puntualmente los factores que crearán cuellos de botella en el sistema de producción de alimentos de aquí hasta el año 2050, puesto que para ese periodo el mundo contará con 9 mil millones de habitantes o más, a quienes habrá de alimentar de manera sostenida y equitativa. Es decir, por el lado de la demanda, la explosión demográfica proyecta un crecimiento de la población mundial de 8 mil millones de habitantes para 2030 y de 9 mil millones para 2050. Mucha gente alcanzará mejores niveles de ingreso que les permitirán ajustar sus dietas a productos de alta calidad, lo cual requerirá a su vez más recursos naturales. Por el lado de la oferta, se advierte una intensificación de la lucha por el uso de agua, tierra y energía que se verá acelerada por las secuelas derivadas del cambio climático. La reducción en la emisión de gases que provocan el efecto invernadero, será cada vez más una prioridad en las decisiones de políticas públicas. Este panorama advierte que la producción de alimentos enfrentará básicamente cinco retos: a) ajustar la oferta y demanda de alimentos a nivel mundial para hacerlos accesibles a la población, b) asegurar la oferta de alimentos y proteger a las regiones más vulnerables de la volatilidad de los precios, c) asegurar el acceso mundial a los alimentos y erradicar el hambre, d) transformar la producción de alimentos en procesos más amigables con el deterioro del medio ambiente y e) garantizar la biodiversidad y la existencia de los ecosistemas sin afectar la producción de alimentos.
     A pesar del incremento inusitado de los precios en alimentos de 2009 a la fecha, se cuenta todavía con suficiente alimento para satisfacer la demanda de la población mundial.   

     No obstante, existen actualmente 925 millones de personas que sufren de hambre, es decir, no tienen acceso a los macronutrientes básicos: carbohidratos, proteínas y grasas. Se estima que otros mil millones padecen de "hambre oculta", lo que significa que carecen de micronutrientes como vitaminas y minerales. En contraste, mil millones de personas más muestran problemas de sobrepeso y obesidad. Ello está asociado con el repunte de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. En total, casi tres mil millones de personas son víctimas del sistema de alimentario mundial vigente. La alimentación es un aspecto básico y esencial para el desarrollo físico y mental del ser humano. Se sabe por ejemplo, que deficiencias alimenticias durante la etapa del embarazo y los primeros años de vida, pueden causar daños irreversibles en la vida humana.
     Otro aspecto que reconoce el informe, es que muchos sistemas de producción de alimentos que operan actualmente, son insostenibles. Si no se llevan a cabo ajustes de fondo, el sistema de alimentación mundial continuará depredando el medio ambiente, comprometiendo así la capacidad de alimentar a la población en el futuro. Continuar produciendo alimentos como hasta ahora, acelerará los efectos nocivos que contribuyen al cambio climático por un lado, y por el otro, destruirá aún más la biodiversidad. La pérdida de tierra cultivable ha venido en aumento debido a la erosión, salinización, e infertilidad; así como al uso excesivo de agua por niveles muy por arriba de la capacidad de reposición; lo mismo se podría decir del abuso de la pesca. Aunado a ello, el uso de fertilizantes y pesticidas derivados de fuentes de energía fósil, han contribuido a la emisión de gases de efecto invernadero y otros contaminantes.
     Mucho del valor agregado generado en la producción de alimentos en los países de altos ingresos se genera fuera de la esfera estrictamente agrícola; es decir, en el proceso de elaboración de los alimentos y las ventas al menudeo, los cuales a su vez constituyen una parte significativa de la actividad económica. Al final de la cadena productiva de alimentos se encuentra el consumidor, quien a través de su ejercicio de elección influye en el tipo de productos alimenticios que se producen. Pero también los corporativos afectan la elección de los consumidores a través de sus campañas publicitarias. Así, tanto la oferta como la demanda, deberán tomar consciencia de sus prácticas insostenibles para dar paso a cambios estructurales y de fondo que respondan al reto que plantea poder producir alimentos de manera sostenible y sustentable para las futuras generaciones.
     Una de las esperanzas la constituye, sin duda, el empleo de la tecnología moderna en la producción de alimentos, lo cual no deja de ser controvertido. Por ejemplo, el uso de semillas genéticamente modificadas, clonación de mamíferos o de la nanotecnología. La magnitud del problema que la humanidad enfrenta, exigirá un apoyo más intenso a la Investigación y Desarrollo. No obstante, los adelantos de la ciencia deberán ponerse en práctica de manera transparente y segura, tanto para la humanidad como para el medio ambiente. Las nuevas tecnologías causarán afectaciones de intereses, tanto en consumidores como en productores, lo cual sugiere que los marcos de institucionalidad y gobernabilidad tendrán que ser actualizados.
     Este reporte proporciona datos de relevancia y actualidad, siendo de lectura obligatoria para todos aquellos interesados en temas de medio ambiente, pero también de economistas, sociólogos y responsables de políticas públicas para quienes el tema de los alimentos ocupará ampliamente sus agendas. El manuscrito está disponible en la red bajo la siguiente dirección:
http://www.bis.gov.uk/assets/bispartners/foresight/docs/food-and-farming/11-546-future-of-food-and-farming-report.pdf

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