lunes, julio 04, 2011

Generación atrás de otra generación

Autora: Laura Angélica Bárcenas
Publicado: Puebla on Line, 22 de junio de 2011

     El viernes pasado escuché a una de mis alumnas de la Licenciatura en Procesos Educativos de La Ibero decir que nosotros, lo adultos, nos referimos a su generación como la generación de los "ninis" y cuando lo hacemos nos referimos a ésta como la de los jóvenes que ni estudian, ni trabajan y que eso los llena de una gran desesperanza; además nos reprochaba a nosotros los educadores que deberíamos darles u ofrecerles alguna esperanza.
     Realmente me dejó pensando, pues los cuarentones actuales somos la generación "x", que es la que no tiene ideales por los cuales luchar, mostrándome que tal vez la reflexión de Majo, sea más grave de lo que ella planteo; pues nosotros que somos los desesperanzados, porque carecemos de ideales, hemos transmitido a la generación que nos precede una enorme desesperanza, al grado que a su edad, ni estudian, ni trabajan, total para qué, si nada cambia.
     Si hacemos un poco de memoria sobre las últimas décadas transcurridas, podríamos decir que esta generación "x" es la que precedió a la generación rebelde, la de los nacidos en la segunda guerra mundial, la de las protestas, los hippies, o la de los movimientos juveniles del 68’, que no querían un mundo lleno de guerras frías, o de vietnamés y no quería un mundo dividido entre capitalistas y socialistas, en donde el ideal era llegar a construir un mundo libre y al mismo tiempo justo y solidario.
     Después, vino mi generación, la llamada "x" que está casi pegada a la "y" y a la "@", todas marcadas por los avances tecnológicos, la comunicación global, el internet, etc. pero sobre todo señaladas por la falta de ideales. ¿A dónde se fueron estos?, ¿qué paso con todos los gritos de libertad y justicia de inicios de la década de los setenta?, ¿qué apagó nuestras voces?, ¿qué nos conformó?. No sé, no tengo respuestas, sólo preguntas que me complican mi ya compleja existencia.

Los "ninis" en cambio son los muchachos de la libertad, tienen todo, pero no saben qué hacer con tanta libertad que los "x" les hemos otorgado. Pero, ¿qué es lo que debe tener como construcción para que una persona obtenga un sentido en su vida, cuándo se es absolutamente libre?, ¿los seres humanos realmente queremos ser libres?, o ¿es una paradoja eso de que queremos ser libres para no saber qué hacer con esta libertad una vez que la obtenemos?, o ¿la juventud no es lo suficientemente madura para asumir su vida libremente?

Lo grave de estas interrogantes, para las que no tengo una respuesta clara, es que nuestros hijos son estos jóvenes "ninis" que están desesperanzados porque nosotros, sus padres, no hacemos más que ver desesperanza en ellos. Mis cuestionamientos son muchos, y aquí viene otro, pues si los "x" educamos a los "ninis", ¿qué clase de hijos tendrán estos?, ¿qué clase de mundo habrá cuando seamos viejos?, ¿qué viene después de la libertad?

¡Dios santo! No podemos seguir así por la vida, llenos de desesperanza por falta de ideales, por falta de intereses, por exceso de libertad. Necesitamos encontrar un rumbo que nos ayude, un horizonte que nos de guía, una razón que le de sentido a nuestras existencias y que, a diferencia de los animales, no pasemos por el mundo sobreviviendo, sino viviendo.

Y, creo que esa respuesta sí la tengo, creo que el horizonte debería ser la búsqueda de la felicidad; pero ¿cuándo será el momento en que el ser humano ponga en su horizonte a la felicidad, a la esperanza, al esfuerzo, al trabajo? Me parece que estos aspectos son los que le dan sentido a nuestras existencias, siempre y cuando estos no nos lleguen a obsesionar. Además de que pensemos que la felicidad es el motivo central de nuestras existencias y que ésta no está en las cosas, sino en nosotros mismos, la felicidad es el trabajo, el esfuerzo, el crecimiento personal y humano; la reflexión de cómo vamos haciendo durante nuestro crecimiento-envejecimiento los amigos, el amor, el perdón, la reconciliación, la familia, los otros y todo, es lo que nos hace mejores seres humanos.

Finalmente, lo ideal sería que cada generación pensara en la generación que le precede y no quejarse por la generación que le está antecediendo; pues no resolvemos nada viendo hacia el pasado, y lo importante es ver siempre hacia el futuro. También, se resolvería si cada generación tuviera la responsabilidad y el compromiso de formar bien a la siguiente para preservar el mundo, para preservar a la humanidad, por dar una mejor respuesta a los jóvenes preocupados como Majo, antes que sembrar en ellos desesperanza.











No hay comentarios.: