jueves, octubre 02, 2008

La construcción social del cambio climático o el camino hacia sociedades de mínima entropía

Autor: Benjamín Ortiz Espejel
Publicación: La Jornada de Oriente, 2 de octubre 2008

El libro de reciente aparición: “Los límites del crecimiento y cambio climático” de Mauricio Schoijet, publicado por Siglo XXI editores, representa una reflexión lúcida y bien documentada sobre un tema de la mayor actualidad: el arribo de un cambio de época civilizacional, que implicará probablemente un “switch” energético de proporciones inimaginables y con ello ajustes sociales nunca antes vistos a nivel planetario. El libro esta estructurado en cuatro partes y una sección final que presentan una amplia referencia bibliográfica de mas de 260 citas, que incluyen obras clásicas como el ineludible “Limites del crecimiento” de Dennis y Donella Meadows y colaboradores, así como el trabajo de “Energía y mitos económicos” de Nicholas Georgescu Roegen. El libro recoge así mismo una profusa revisión hemerográfica y referencias en Internet.
Las tesis del libro son varias entre ellas:
Tesis 1
Si bien la percepción de la problemática ambiental comenzó a mediados del siglo XIX con autores como Henry David Thoreau y Elsiée Reclus, no es sino hasta a finales del siglo XX que se comenzaron a conformar institutos de investigación y movimientos ambientalistas de impacto significativo como es el caso de Greepeace y el Wolrwatch Institute entre otros. En este sentido, el propósito del libro es el de poner de relieve la existencia de voluntades e intereses políticos de “ver” o bien de “ocultar” o minimizar en el mejor de los casos, problemas ambientales asociados a los estilos de desarrollo. De esta manera a través de diversos estudios sobre la sociología de la ciencias o bien de la historia ambiental, el libro señala que ha sido posible reconocer que las sociedades a lo largo de su historia establecen (construyen) y privilegian el tipo de problemas que deciden solucionar, así como la manera de abordar dichos problemas. Así pues como también lo dice José Luis Lezama, son las sociedades las que le dan sentido, importancia y jerarquía a los problemas ambientales, no son estos los que se imponen a la percepción ni a la conciencia. Se trata entonces de un fenómeno eminentemente simbólico donde las sociedades comparten valores y explicaciones ideológicas. De esta manera, un mismo problema ambiental (acceso al agua potable) o bien una misma estrategia de desarrollo ambiental (sustentable o sostenible) pueden cobrar significados completamente diferentes e incluso antagónicos. A pesar de que este es un campo de investigación que aún esta por desarrollarse en las ciencias sociales en México, la problemática del cambio climático impone al menos una breve reflexión al respecto.
Tesis 2
En opinión del autor, el cambio climático probablemente representa un punto de inflexión en la historia humana, un punto de bifurcación y fin de una “imagen de desarrollo y progreso” heredera directa de la modernidad. Situación que habría comenzado con la revolución industrial en el siglo XVIII y que posiblemente culmine a mediados del siglo XXI. Lo que distingue la época actual es la percepción social cada vez mas generalizada de que la magnitud de los efectos antropogénicos que ponen cada vez en mayor riesgo todo el aparato productivo del planeta y a la vez la incapacidad o mejor dicho la irracional negativa de los gobiernos y de las empresas responsables por hacer radicales y efectivas acciones para frenar las consecuencias. De esta manera Mauricio Schoijet señala que la percepción social del riesgo climático puede representar el mayor golpe a las ideologías dominantes y a las múltiples prácticas de apropiación insustentable de recursos naturales a gran escala.

Tesis 3
Comenzar a preparar el nuevo discurso social o mejor dicho una nueva alianza entre naturaleza y sociedad, que implica el difícil tránsito del cambio climático es la tarea política más importante del presente siglo. En opinión de Richar N. Adams, los efectos entrópicos de de la insustentabilidad de los estilos de desarrollo basados en el uso desmedido del petróleo implementados al día de hoy, es decir el aumento de la entropía del planeta, derivará en muy probables ajustes sociales que impliquen la inhabilitación de la mayoría de los sistemas de producción a gran escala, el colapso energético social de todas las megaciudades y migraciones masivas en búsqueda de nuevos ambientes habitables. Todos estos probables efectos son el resultado directo o indirecto de incontables desajustes en los ciclos biogeoquímicos y en los ecosistemas, los que a su vez, exigen ajustes sociales. Esta situación puede ser descrita en los términos del principio de la “producción mínima de entropía” enunciada a principios del siglo XX por el célebre premio nobel de química, Ilya Prigogine, y que a su vez es retomada bajo un enfoque de crítica a la economá clásica en el trabajo: “La ley de la entropía y el problema económico”, de Nicholas Georgescu-Roegen a mediados del siglo XX. Dicho teorema establece que una característica de los sistemas alejados del equilibrio termodinámico (como lo son las sociedades humanas) es que cuando determinadas condiciones de contorno o bien de interacciones propias al interior del sistema, impiden que el sistema alcance el equilibrio termodinámico, este se instala en un estado de mínima disipación térmica pero que a su vez permite su autoorganización. Un estado en el borde térmico de su destrucción diría Edgar Morin.

Las implicaciones para los que trabajamos en la investigación de la interacción entre naturaleza y sociedad desde una crítica de los modelos de desarrollo dilapidadores de energía son tremendas. Implicará posiblemente, de manera forzada el abandono de los estilos de vida burgueses así como la probable eliminación de sectores enteros de las poblaciones humanas mas pobres del planeta. También puede ser el escenario del surgimiento de una nueva sociedad que aprendió la lección del uso desmedido del petróleo.

1 comentario:

Unknown dijo...

Afortunada de haber ubicado esta publicación. Gracias al autor y a ustedes por la posibilidad de acceder a los interesados del tema como esta servidora.

María Elena de la Llata López
Delincuente Ambiental en rehabilitación desde 2016
Doctorante en Ciencias Ambientales
Centro de Ciencias de Desarrollo Regional
Universidad Autónoma de Guerrero