Autora: Ma. Isabel Royo Sorrosal
Publicación: E-consulta, 29 de septiembre de 2009
El X Congreso Nacional de Investigación Educativa celebrado en el puerto de Veracruz quedó clausurado a las dos de la tarde del viernes 25 de septiembre. Organizado por el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE) y diferentes instituciones de educación, públicas y privadas del Estado, en él participaron más de dos mil cien investigadores, maestros, estudiantes, funcionarios e interesados en la educación. Articulados desde diecisiete áreas temáticas, se compartieron avances y resultados de investigación educativa aceptados por evaluación de pares; se dieron a conocer investigaciones y agendas educativas de invitados especiales; se analizó y comentó con funcionarios la política educativa y se presentaron libros recientemente editados, relacionados con todas las áreas temáticas señaladas. El programa contó con más de mil presentaciones de trabajos a lo largo de cinco días, reuniones nacionales de redes de académicos y, una amplia exposición y venta de publicaciones.
Al salir del congreso recordaba cómo el pensador español Fernando Rielo asigna tres caracteres a las actividades del pensamiento que buscan un conocimiento riguroso: la ultimidad, la unidad y el compromiso vital. El congreso tuvo rasgos de esas tres características que hicieron de él un encuentro importante para seguir avanzando en investigaciones y prácticas educativas alternativas.
La ultimidad tiene relación con el pensar en profundidad, buscar razones últimas sin encerrarse en esquemas o prejuicios, cuestionar siempre y trascender lo ya conocido. La ultimidad nos lanza más allá de lo que hoy pensamos o suponemos conocer. Pedro Ortega de la Universidad de Murcia en su conferencia, llamaba a otorgar relevancia primordial al interlocutor y tomar el hecho educativo como “la respuesta a una pregunta del otro”, del educando al que escuchamos para responder a sus intereses e inquietudes. También César Coll de la Universidad de Barcelona aclaró su interés por la enseñanza, siempre en función del aprendizaje de los estudiantes.
La unidad de la diversidad elige señalar las semejanzas por encima de las confrontaciones hasta lograr aunar la experiencia personal del sujeto desde un principio o un modelo. La multiplicidad de áreas temáticas, perspectivas teóricas y metodológicas, y funciones de las instituciones, adquieren la articulación de un todo por medio de la intención de mejora continua para beneficio de los actores educativos. Un ejemplo fue el simposio realizado por Carlota Guzmán del CRIM de la UNAM sobre “perspectivas teórico-metodológicas para abordar al sujeto educando”.
Por último, el compromiso vital quedó resaltado en clave de celebración. El congreso tributó homenaje y reconocimiento a cinco de sus mujeres y hombres cuya dedicada trayectoria vital ha impulsado la investigación educativa de manera ejemplar. El primer nombrado y reconocido, fallecido varios meses antes, Pablo Latapí Sarre del Instituto de Investigaciones Sobre la Universidad y la Educación de la UNAM fue recordado como el iniciador de la investigación educativa en México. La presentación de su último libro así como el homenaje que se le tributó en la ceremonia de clausura fueron expresión del cariño y respeto de sus próximos colaboradores y de todos los congresistas. En segundo lugar, Guillermina Waldegg Casanova, fallecida cuatro años antes tras veinticinco de trabajo en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional recibió reconocimiento por su producción en el campo de la educación matemática, la epistemología e historia de la ciencia así como por su profundo respeto al “saber y posición del otro, ya fuese éste un niño, un maestro de educación básica, un funcionario o un colega”. También se publicó un libro con cinco de sus últimos artículos. En tercer lugar Carlos Muñoz Izquierdo de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México recibió el reconocimiento al mérito otorgado por el COMIE en 2008, por sus aportaciones y compromiso con el campo educativo en México y en América Latina. Finalmente recibieron el reconocimiento al mérito de la misma distinción en la edición del 2009, Silvia Schmelkes y Felipe Martínez Rizo actualmente investigadores de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, respectivamente. La celebración de estas mujeres y hombres exponentes de un trabajo profundo, de unidad y compromiso vital se convierte para el resto de investigadores, docentes y funcionarios, en invitación a usar la oportunidad histórica de ofrecer mejoras e innovaciones a las prácticas educativas actuales.
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