martes, septiembre 18, 2012

Para que la bajes de peso


Autor: Claudia Rodríguez Hernández
Publicado: Síntesis Puebla, 12 de septiembre de 2012

     Más del 95% de niños entre 6 y 11 años de edad que acuden a la consulta de atención TI nutriológica, lo hacen por algún problema de sobrepeso, obesidad y lo enfermedades que se producen a consecuencia de éstas, como diabetes mellitus tipo II, hipertensión arterial, dislipidemias y síndrome metabólico. .
     Evidentemente, los niños no asisten solos a consulta, son sus padres quienes en su papel de 'responsables y preocupadas' por la salud de sus hijos los llevan. Una frase común copla que empiezan la conversación es: 'estamos aquí para que lo bajes de peso', esperan que se les dé una dieta que haga que en un santiamén, y sin esfuerzo, el problema se arregle.
     Durante los primeros minutos de la consulta la mayoría de los padres muestra interés y disposición para ayudar a sus hijos, y hacer lo que sea necesario para que su condición de salud mejore; esto cambia de manera general cuando se les menciona que el plan de alimentación que se diseñará no será enfocado a cambiar únicamente la alimentación del pequeño, sino que el objetivo del tratamiento es lograr que se cambien los hábitos alimentarios de la familia, lo que significa que a partir de ese momento todos los integrantes deberán ajustarse a dicho plan. Es ahí donde la cara de los padres cambia, empiezan a poner 'peros', y ven lejos la posibilidad de hacerlo, ya que no estaba en sus planes una dieta, ¿Por qué ellos deben hacerlo? Si el que está mal es el niño, él tiene el problema.
     El hecho de que los padres piensen que el sobrepeso o la obesidad de su hijo no es problema suyo, y no estén dispuestos modifica si manera de comer, implica que los niños tampoco puedan hacerlo, y por lo tanto fracasen en el intento de bajar de peso; y es que resulta difícil apegarse a un plan que incluye sólo comida saludable, mientras el resto de la familia come lo que no está permitido.
     Lo que los padres no piensan en esos momentos es que ellos son en gran medida responsables de la situación en la que se encuentra su hijo; ya que son ellos quienes hasta ese momento les han enseñado qué, cómo cuánto y a qué hora comer. Y quizá, más que enseñarles les han transmitido, heredado la manera de hacerlo.
     Por lo tanto, para que los niños con sobrepeso y obesidad mejoren su condición, es necesario que los padres y el resto de la familia asuman el rol que les toca en este proceso, y estén dispuestos a modificar sus hábitos de alimentación.






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