lunes, marzo 11, 2013

Cambiar para estar igual


Publicado: Puebla on Line, 05 de marzo de 2013

      Hay día en que uno tiene una alegría triste y eso es lo que me sucedió la semana pasada cuando me enteré que la señora Elba Esther Gordillo había sido detenida por delincuencia organizada y por malversación de fondos. Como puse en mi estado de Facebook, no podía dejar de estar contenta, por el gremio docente al cual pertenezco y por la educación en México, pues como todos sabemos, la lidereza del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE) se había metido en los temas educativos hasta el fondo, como en el caso de la edición de los libros de texto, la formación de docente, la contratación de profesores y otros temas que no son de la incumbencia de un líder sindical, afectando la calidad de la educación, que tanto ha ido y venido en los últimos años en nuestro país.
      Mi estado de alegría al otro día de la detención de la señora Gordillo era, más bien, porque le estaban quitando el poder acumulado a esta mujer, pero también le estaban restringiendo toda posibilidad de seguir teniendo acceso a las cuotas sindicales de los trabajadores de la educación, que está bien aclarar a los lectores, que no sólo se trata de los profesores sino de empleados administrativos, de mantenimiento e intendencia que trabajan en las instituciones educativas públicas a lo largo y ancho del país, y como ya sabemos, de los que no existe un padrón confiable.
      Los datos millonarios que la prensa dio a conocer en estos días y que la señora Gordillo manejaba para su uso personal, como gastos en ropa, cirugías estéticas (que por cierto no le lucían, más bien le deslucían), transportes de lujo excesivo y otros que ya está por demás mencionar, han sido de un escándalo inusitado. Mi mayor alegría, como ya lo dije pero lo reitero, era porque esta mujer va a dejar de tener injerencia en los asuntos educativos de nuestro país, ¡al fin y gracias a Dios!
      Pero mi tristeza vino enseguida cuando me di cuenta que esto no es más que una cuestión política, tal vez una venganza, un mensaje de “estate quieto” a otros líderes sindicales, una cortina de humo para que el gobierno federal tome otras decisiones que van a impactar terriblemente a nuestro país, como el incremento del IVA en medicinas y alimentos o el incremento a los energéticos como el que se dio el fin de semana cuando aumentó el costo del gas licuado. 
      También el fin de semana nos enteramos que un nuevo líder sindical ya se estaba haciendo cargo del SNTE, que por cierto es pupilo de la señora Gordillo y que seguramente tiene las mismas manías, las mismas visiones cortas sobre la educación en México y las mismas uñas largas para quedarse en sus cuentas personales con las cuotas de los trabajadores de la educación. Nos quitaron a una para traernos a otro, igual o peor.
     Así que estoy más triste que contenta, porque nada va a cambiar, seguiremos con la misma estructura sindical, los profesores y los empleados de las instituciones públicas seguirán aportando cuotas para enriquecer escandalosamente a un nuevo líder, que seguirá metiendo sus ideas en las políticas educativas del país, seguirán las ventas de plazas, las negociaciones negras para la contratación de los profesores, las escuelas sin infraestructura, la deficiente formación de los docentes a nivel inicial y continua. La nueva reforma se operará muy poco, pues es otro atole con el dedo a una sociedad, que ha visto pasar una tras otra las reformas educativas sin que nada cambie.
     La evaluación seguirá utilizándose para señalar y no para la mejora, seguiremos saliendo mal evaluados a nivel internacional porque nada va a cambiar en la educación en nuestro país. La estructura sindical se mantendrá, la estructura de la secretaría de educación pública seguirá como siempre y nuestros profesores y empleados educativos se mantendrán ideologizados por una serie de líderes que tienen intenciones oscuras detrás.
       Me pregunto cuánto tiempo pasará antes de que el nuevo líder sindical caiga detenido por enriquecimiento ilícito, otro veinticuatro años quizá… quizá ya no viva tanto tiempo para ver caer a otro líder sindical del SNTE. 
        Por eso estoy triste queridos lectores, porque por más que nos esforcemos docentes que tenemos un poco más de capacidad crítica, quienes sustentan el poder tomar decisiones que benefician a unos cuantos, pero no a nuestros niños y jóvenes, por más que estos estén presentes en sus discursos políticos.  Por eso creo que cambiamos para estar igual. 

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