viernes, marzo 08, 2013

Solo se vive una vez


Autor: Mauricio López Figueroa
Publicado: Síntesis Puebla, 26 de diciembre de 2012

     Muchas veces he escuchado la afirmación de "sólo se vive una vez", con semejante idea se pretende animar a no tener miedo de lo que pueda suceder en el futuro, a hacer planes y "vivir la vida al máximo". Esencialmente estoy de acuerdo, creo que es fundamental aprender a disfrutar la vida y que ésa es la finalidad de todo, no obstante quiero advertir que en estas afirmaciones, muy recurridas por la publicidad y los medios de comunicación, puede haber un engaño que, lejos de movernos a disfrutar la vida, nos aleje de ella.
     El problema de estas ideas es que implican que para poder vivir felizmente o "plenamente" uno debe poder hacer muchas cosas, moverse con libertad e independencia; y para lograr lo anterior es fundamental tener objetos que hagan más divertido el viaje, más "placentero". La afirmación "solo se vive una vez" es tramposa, porque implica la irrefutable verdad de la muerte, implica que la vida se acaba en cualquier momento y, aunque eso es cierto e inminente, puede entrañar una trampa para justificar acciones sin sentido, por lo general ligadas al consumismo, para "aprovechar" el tiempo antes de que éste se acabe. Se podrá imaginar el lector que vivir bajo esta premisa contiene la semilla de la frustración permanente, pues es claro que todos queremos hacer muchas cosas y tener otras tantas, nos movemos en el mundo del deseo y en ése siempre, SIEMPRE, va a existir infelicidad y fracaso, por muchas cosas que se tengan u otras que se hagan simplemente porque el deseo no tiene fin y el engaño de "sólo una vida" presiona...
     El reto fundamental consiste en cambiar la idea de lo que es vivir. Vivir no es esperar, es estar, ¿dónde? Aquí y ahora. No hay más vida, nunca la hubo; toda experiencia y toda posibilidad solo se da en el momento presente; gozar, sufrir, aprender, jugar, amar, incluso tener y hacer sucede en este momento.
     Vivir es estar aquí, ser ahora, y ésta es una afirmación radical y escandalosa sobre todo porque se nos ha enseñado todo el tiempo y desde todas partes que la vida es solo lo que haces y lo que tienes.
     "Sólo se vive una vez" es mentira, se vive todos los días; vivir a plenitud es, eso sí, una elección que hacemos a cada momento, donde estemos y como estemos. Y es cierto: habrá momentos, presentes, que no nos gusten, que no sean agradables y que nos veamos con la dificultad de calificarlos como "vida", pero lo son, vivir incluye esos momentos que no nos gustan, de hecho, ellos son realmente la oportunidad de vivir a plenitud, no por lo que nos pasa o por las supuestas carencias, sino porque nos ponen en la extraordinaria posición de escoger como queremos estar.

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