jueves, febrero 01, 2007

ENLACE: Educación, evaluación y transparencia.

Autor: Martín López Calva
Publicación: Síntesis, 1 febrero 2007

En un artículo periodístico publicado hace un par de meses, señalaba la necesidad de un cambio cultural para aspirar a una educación acorde a la sociedad democrática que seguimos intentando construir. Este cambio cultural, decía, tendría que ver con el imperativo de la transparencia y la rendición de cuentas, rasgos esenciales en todo país democrático del siglo XXI.
Algunas preguntas dejaban planteada la reflexión en torno al tema:
“¿Qué tanto brinda el profesor información completa, verificable y pertinente sobre sus objetivos, estrategias, acciones y resultados en el aula a los mismos estudiantes, a los padres de familia, a las autoridades educativas más allá de formas burocráticas que muchas veces se llenan por cumplir un requisito?... ¿En qué medida tenemos en México la apertura, mecanismos y madurez social para hacer públicos los resultados del rendimiento educativo escuela por escuela, región por región, universidad por universidad, para que la sociedad esté informada sobre la calidad de nuestra educación con mayor detalle?”
La publicación de los resultados de la prueba ENLACE (Evaluación Nacional del Logro Académico de los Centros Escolares) por parte de la Secretaría de Educación Pública[1] resulta sin duda un gran avance que responde en buena medida a estas preguntas.
La prueba ENLACE brinda información acerca del rendimiento académico de los alumnos de 3º. A 6º. de primaria y de 3º. de secundaria de las escuelas públicas y privadas de todo el país en las materias de Matemáticas y Español y puede ser “leída” en distintos planos: para consultar la información de un alumno en particular (lo cual puede interesar sin duda a los padres de familia), para consultar la información del desempeño de una escuela en concreto respecto al resultado local, estatal o nacional (lo cual debe ser del interés de directivos y docentes de todas las escuelas) y para revisar también, los resultados de cada entidad federativa respecto al estándar nacional (lo cual también debiera ser del interés de las autoridades educativas y de los gobernadores, así como de las organizaciones de la sociedad civil de cada estado).
Es importante subrayar la importancia de este paso hacia la construcción de un sistema educativo más transparente y hacia la rendición de cuentas de los docentes, directores escolares y autoridades educativas sobre la eficacia y la eficiencia de su trabajo. Los padres de familia y la sociedad en general tienen el derecho de saber cuál es el resultado de los recursos públicos que se invierten en la educación o en el caso de las escuelas privadas, de las colegiaturas que ellos directamente pagan. Las autoridades educativas, los directores escolares y los docentes tienen el compromiso de rendir cuentas del trabajo que realizan, pero además tendrán de ahora en adelante el desafío de revisar cuidadosamente los resultados que les atañen y de estudiar individual y colegiadamente las estrategias de mejora que resulten necesarias.
Este es un punto importantísimo para que el paso que significa ENLACE tenga efectos positivos en la calidad de la educación. Si la evaluación no es vista como una parte esencial del proceso de mejora, si se sigue considerando como antaño que “evaluar es hacer a otro lo que no quieres que te hagan a ti” , porque se considera la evaluación en términos punitivos , este ejercicio será en vano.
Por otra parte, si la publicación anual de estos resultados no se toma con la debida seriedad por parte de los distintos actores, si ENLACE pasa desapercibido como ejercicio de evaluación que se abre a la sociedad, todos los esfuerzos y el costo de este ejercicio también serán inútiles.
Es evidente que hay muchos otros elementos que considerar si se quiere hacer una evaluación completa de la calidad educativa. Esta prueba mide solamente dos asignaturas que si bien son centrales en la educación básica no son la totalidad, en estas primeras ocasiones en que se aplica puede ser que algunas instituciones hayan tomado la prueba con mayor o menor seriedad, los procedimientos de aplicación no seguidos estrictamente pueden haber sesgado los resultados (se conoce que en muchos casos la prueba no fue aplicada por personal externo de la secretaría sino por los propios profesores de grupo, hay escuelas de Puebla que no aparecen en los resultados lo que hace pensar que no se aplicaron en ellas, etc.).
Por otra parte, es necesario considerar que la evaluación de la calidad no debe solamente medir la eficacia y en su caso la eficiencia del sistema –como en este caso- sino también la relevancia y la pertinencia de lo que están aprendiendo nuestros niños y adolescentes en la escuela.
Sin embargo, es importante apoyar esfuerzos como este, porque son pasos adelante hacia el mejoramiento de la calidad de nuestra educación que sin duda redundará también en el mejoramiento de muchos aspectos de nuestra vida social. Apoyar este esfuerzo no es solamente hacer discursos elogiosos sino asumir seriamente el reto de estudiar los resultados y generar estrategias y compromisos concretos de mejora a partir de ellos.

[1] La información está disponible en la página web de la SEP: http://enlace.sep.gob.mx/ y puede ser consultada por cualquier persona interesada.

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