jueves, mayo 15, 2008

LA POLÍTICA, LA RETÓRICA, LA REALIDAD: LA VALORACIÓN DE LA INFANCIA EN MÉXICO.

Autor: F. H. Eduardo Almeida A.
Publicación: La Jornada de Oriente, 15 de Mao 2008

Uno de mis maestros, el Dr. Urie Bronfenbrenner, solía decir que debería clasificarse a los países de acuerdo a la atención que brindan a sus niños. Tenemos en México a uno de los hombres más ricos del mundo, estamos entre las 15 primeras economías mundiales, ocupamos el lugar 54 en cuanto a desarrollo humano, somos el país 104 en relación a la distribución de la riqueza, o sea, uno en el que la desigualdad es muy notoria. ¿Cuál sería nuestro lugar según la atención real que damos a nuestros niños, según la valoración que hacemos de ellos?

Es impactante nuestra negligencia hacia la infancia. Basta revisar la información que proporcionan los medios, la de dos días, para indignarnos.

· En una entrevista por televisión nos enteramos de los abusos que se cometen contra los niños de la Montaña de Guerrero que trabajan en la colecta de tabaco, quedan expuestos a plaguicidas y beben agua en recipientes de los mismos. La estatura de estos niños, de 10 años, es como la de los de 6, en el medio urbano.

· En un diario de circulación nacional se informa que la salud de los niños y niñas que acuden a estancias de desarrollo infantil del ISSSTE está expuesta a causa de fumigaciones periódicas.

· Tragedias por agroquímicos… y negligencia siguen afectando a adultos y niños, y los responsables permanecen impunes.

· La Suprema Corte de Justicia se las ingenia para exonerar en la práctica casos clara y contundentemente probados de pederastia.

· Jerarcas eclesiásticos siguen haciéndose de la vista gorda ante abusos con niños y niñas de parte de miembros del clero.

· El alza en los precios de granos básicos como el maíz y el frijol es una amenaza de hambruna entre los Tarahumaras que dependen de la agricultura de autoconsumo, amenaza terrible para los niños de esas comunidades, y de gran parte del campo mexicano.

· Se reporta que los comestibles de la canasta básica han subido 60.75% de enero de 2006 a la fecha, afectando a la gran mayoría de las familias de este país, y desde luego a la infancia.

· Como escribe Bellinghausen “nada cuesta mas caro que ser pobre”. México, esta nación que enriquece brutalmente a unos cuantos, es la más desigual de América Latina después Haití. ¿Qué espera a sus niñas y niños?

· En explotación sexual infantil México ocupa el lugar 28 a nivel internacional, y el quinto en América Latina.

· En guarderías de la SEDESO dan educación chatarra a los niños pobres.

Las diez situaciones mencionadas anteriormente, y que afectan fuertemente a la infancia, las he recogido en medios informativos entre el domingo 5 y el lunes 6 de este mes de mayo.

Esta es la realidad, apenas sugerida en este listado. ¿Cuál es la retórica? La de las ilusiones democráticas de gobernantes, o ignorantes o desmemoriados. La del “cinismo, la corrupción y el desarreglo a que han llegado gobiernos y partidos en las sociedades democráticas y la continua inyección de miedo, miseria y frustración que aplican a sus súbditos” como expresa Gustavo Esteva

¿Y cuál es la política? La del vacío.

El vacío en el ejercicio del poder en el país. Un gobierno federal y su partido el PAN incapaces de crear acuerdos nacionales, capaces de generar discordia. El vacío provocado por una izquierda electorera, dividida, ambiciosa, incapaz de dar prioridad a las necesidades del pueblo, incapaz de pensar en los requerimientos de la infancia, del futuro, más allá de los mezquinos intereses coyunturales. El vacío que esta tratando de llenar el mismo PRI oportunista de siempre, capaz de vender el país con tal de recuperar los privilegios de que gozó durante años.

¿Qué hacer pensando en la infancia frente al vacío político, a la retórica ingenua y cínica, a la realidad abrumadamente inhumana? El reto es combatir el conformismo que ha invadido nuestras estructuras mentales y sociales. La tarea no es pequeña, consiste nada menos que en “rehacer los fundamentos de las instituciones que amparan el presente estado de cosas” como señala cándidamente Gustavo Esteva. A ello puede ayudar “un quiebre de conciencia profundo, serio, permanente” en los individuos, como propone Fernando Fernández Font.. Pero no basta. ¿Amparan las instituciones a las que pertenecemos el presente estado de cosas?

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