Autor: Mtro. Gonzalo Inguanzo Arteaga.
Publicación: La Jornada de Oriente, 27 Mayo 2008
Soy un cubano establecido en México desde hace 8 años. Durante todo este tiempo cada vez que alguien detecta que soy cubano surgen preguntas sobre mi país de origen y los temas siempre han sido variados: ¿la educación es realmente tan buena como dicen?, ¿el sistema de salud brinda un servicio realmente eficaz?, ente otras. Sin embargo hoy en día las preguntas siempre giran alrededor de dos temas: ¿y tú qué crees de los cambios en Cuba? y ¿Fidel sigue vivo?
De la segunda no tengo nada que decir. Dar una respuesta a esa pregunta siempre implica un nivel de fantasía e irrealidad tal en los posibles argumentos que no le veo sentido.
Con relación a la primera pregunta (los cambios en Cuba) lo primero que diré es que sí se han dado cambios y para ello no tenemos más que leer los editoriales en donde se publica aquello que ahora sí puede hacer un habitante de Cuba. Mucho de lo que se permite, a mi entender es superficial (comprar un celular, adquirir efectos electrodomésticos, permiso para hospedarse en hoteles, etc.) y lo que es más importante, hacer uso de estos permisos nuevos implica tener recursos económicos que están por completo fuera del alcance del ciudadano medio. Por ejemplo un televisor te costará cerca de 300 “pesos convertibles” que son equivalentes a 7200 pesos cubanos que es la moneda con la que le pagan a cualquier trabajador en Cuba (unos 3780 pesos mexicanos) y un buen sueldo en cuba, uno medio no excede los 500 pesos cubanos. Díganme cuántos se podrán comprar el televisor. Completando la idea les compartiré que hace un mes y medio se aumentó la pensión a los jubilados, noticia que alegró pero que duró poco pues este fin de semana pasado en la tiendas donde se pueden comprar productos básicos (aceite, jabón, detergente) los precios han subido también.
Los cubanos de adentro que siguen viviendo el día a día de esa enigmática isla te dirán que los cambios que han ocurrido no son importantes, que la vida sigue igual, que el transporte sigue siendo un problema; que el tema de la vivienda sigue cada día peor; que viven mejor los que tienen familiares en el extranjero; que les preocupa que a sus hijos les den clases emergentes que no tienen ni la preparación ni el deseo de enseñar; que es mejor tener un puesto de pizzas que ser profesional y que les duele ver que los adolescentes (sus hijos, sobrinos y vecinos) generalmente piensan en lo que no tienen.
Sí, es verdad, se han realizado cambios, pero no los importantes, aquellos que deben partir de una planificación objetiva de la realidad de que vive ese país. Para conocer de los cambios del día a día en Cuba los invito a visitar el blog “Generación Y” http://www.desdecuba.com/generaciony/ que es un espacio en el que una joven cubana (reciente premio Premio Ortega y Gasset 2008Periodismo Digital) nos muestra la Cuba de hoy. Dentro de los cambios que aún no llegan está el de permitirle a esta joven el permiso de ir a recoger su premio a España.
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