lunes, febrero 23, 2009

Liberadora verdad de la Evolución

Autora: Celine Armenta
Publicación: Síntesis, Pendiente

A fuerza de tanto escuchar que la verdad es liberadora, solemos perder de vista la actualidad de este hecho. Aclaro que no me refiero a la frase en su contexto bíblico, sino a la frase cotidiana que no sólo sirve para reprender a los estudiantes que por pereza se limitan a aceptar acríticamente lo que otros dicen, sino para renovar el entusiasmo cotidiano de los profesionales de la investigación y la educación, a quienes la certeza de que la verdad incrementa la libertad de las personas y las sociedades, nos hace infatigables. ¡Educar es liberar, y vale todo el esfuerzo del mundo!
El tema queda bien ilustrado por el incansable Charles Darwin, quien nació hace 200 años en febrero de 1809; y 50 años después publicó uno de los textos más liberadores de la humanidad y del pensamiento humano, “El origen de las Especies”, cuya primera edición se agotó en un solo día.
La evolución como hecho científico, y el evolucionismo como paradigma están en construcción constante; se afinan día a día, precisamente porque son ciencia y por ello están sujetos al escepticismo y al escrutinio. Los estudiosos y los estudiantes no sólo tenemos derecho de revisarlos, hallarles defectos y proponer mejoras; tenemos el deber de hacerlo. Como el resto de la ciencia, la evolución es liberadora porque ninguna autoridad obliga a creerla; porque quien la comprende, la acepta; y porque es totalmente comprensible. No es simple, pero no es un misterio; tampoco es un dogma o una doctrina incuestionable. Es un producto orgullosamente humano. Es la verdad, la mejor explicación posible, la única que tenemos a mano sobre la manera como surgieron las especies, como aparecimos los seres humanos y todos los demás seres vivos, diminutos y enormes, vivos y extintos.
Bienvenidas la verdades tan grandes como la evolución o tan pequeñas como las que construimos a diario los ciudadanos que nos negamos a obedecer sumisa y cómodamente a quienes tratan de imponer engaños y falacias, con el puro argumento de su autoridad. ¡Todos nos merecemos una felicitación, junto con el cumpleañero Charles Darwin!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Celebro que celebre a Darwin como alguien que dijo una verdad liberadora. Me parece muy acertado su comentario. Muy interesante su crítica sesgada a las autoridades que obligan a creer ciertas verdades ¿a quíen se refiere?