martes, septiembre 07, 2010

La negociación requerida

Autor: Raúl Rodríguez Cruz
publicado: El Columnista, 01 de septiembre de 2010

Emblemático es el 1º de septiembre de 2010 en lo nacional y lo estatal. Ello se debe a las implicaciones en términos políticos-institucionales que habrán de materializarse y analizarse a lo largo de lo que resta del presente año.
     La fecha marca el inicio de las actividades legislativas del Congreso de la Unión, enfáticamente por el hecho de que para el presente periodo de sesiones del órgano representativo y deliberativo implica la recepción, análisis, discusión, modificación de ser el caso, y aprobación de la Ley de Ingresos de la Federación como del Presupuesto de Egresos de la federación.
     Es de destacar lo anterior bajo ciertas circunstancias en las que se encuentra el país en términos estructurales y coyunturales. Ello significa que a punto de iniciar el comienzo del cierre de la administración del presidente Felipe Calderón Hinojosa habrá de observarse cuidadosamente a qué rubros de la actividad del Ejecutivo se destinarán los recursos más amplios y el impacto que se espera de ellos en los ciudadanos e invariablemente en la legitimidad del gobierno en su conjunto.
     Una de las circunstancias a las que aludo son los recientes Diálogos por la Seguridad y el reconocimiento que se ha dado respecto de la estrategia fallida en contra del crimen organizado, entonces parte de nuestras observaciones habrán de centrase en la cantidad del presupuesto que se destinará al rubro de seguridad pública y seguridad nacional, lo cual nos dará un panorama sobre la importancia que sigue teniendo el tema para el titular del ejecutivo.
     Aunado a lo anterior habrá que monitorear cuándo y cómo se discutirán las recientes iniciativas sobre el ataque a las operaciones financieras del crimen organizado que presentó el titular del ejecutivo el pasado jueves 26 del presente. Ello significa que las comisiones de Seguridad Pública, Defensa Nacional, Marina, así como la de Presupuesto y Cuenta Pública, entre otras, tendrán una actividad intensa y no exenta de momentos álgidos. A lo anterior se suma la relevancia de dar seguimiento al comportamiento y actividad legislativa de los 15 legisladores poblanos en la Cámara de Diputados y a los 4 Senadores en la respectiva instancia, lo cual habrá de ser así por el nada sencillo hecho de saber qué postura toman en tanto el presupuesto federal tiene consecuencias directas e indirectas en las entidades federativas y sus respectivos municipios.
     Para nosotros particularmente es interesante cuando nos encontramos a escasos cinco meses de la llegada de un conjunto de fuerzas políticas, diferentes al PRI, encabezadas en el Poder Ejecutivo local por Rafael Moreno Valle, dicho de otro modo, nos importa porque es necesario saber si su actividad y compromiso son para con la ciudadanía y la entidad poblana o se tornan a favor de sus intereses políticos personales para limitar o apoyar al gobernador entrante aún cuando pertenezcan al mismo instituto político. Ello hablaría de la madurez política, pero sobre todo de la asunción de la enorme responsabilidad pública con que cuentan y el cómo la ejercerán a favor de quién los colocó en el cargo que ahora se encuentran.
     Por si lo anterior fuera poco hay que recordar las variadas y trascendentales conversaciones del gobernador electo, Rafael Moreno Valle, con Secretarios de Estado federales para el arranque consistente de su administración. De aquellas reuniones me permito mantenerle presente que la primera reunión fue con el Secretario de Seguridad Pública y la segunda con el Secretario de Hacienda y Crédito Público, entiéndase que los temas prioritarios para la agenda de gobierno de la administración que iniciará el 1º de febrero de 2011 es la seguridad y los temas económicos para poder solventar las acciones que decida emprender. La ruta que siguió el gobernador electo fue y es la de buscar el apoyo desde la federación e ir cabildeando los montos de los recursos que se encontrarán etiquetados para su ejercicio el año entrante, entonces podemos aseverar una actitud más previsora en el supuesto de que se presentaran las resistencias y los bloqueos por parte de los legisladores priistas en la Cámara de Diputados.
     Ello quiere decir que los caminos y recursos de la negociación política son variados pero imbricados, que la alternancia en el poder estatal es sólo una precondición para el desarrollo político y el crecimiento económico de la entidad. Que el talante democrático no sólo habrá de expresarse discursivamente, sino materializarse en acciones concretas, además que dicho talante no sólo es imputable por su necesidad a quien dejará el cargo de gobernador, sino a quien habrá de ocuparlo, pero aunado a ello es necesaria, más no suficiente, la colaboración y la corresponsabilidad de los legisladores federales y locales, ya que la trascendencia no es de los proyectos para Puebla, sino en sí misma para Puebla, los proyectos son el vehículo más no el fin.
Ello quiere decir que la voluntad, como las dotes, para la negociación es un bien intermedio para el logro de las metas, sugiriendo y asumiendo que la meta es mantener y elevar a Puebla como entidad federativa como una de las más rentables en la República Mexicana en todos los sentidos que el caso amerita. También significa que los involucrados asuman la regla básica de cualquier negociación, todos ganan, no forzosamente lo mismo, pero ganan, a lo cual hay que establecer que dicha negociación tiene como supuesto mayor que la ganadora más beneficiada es la sociedad poblana. Pareciera que presenciamos más un dilema que resolver que la edificación de una puerta para acceder a mejores posiciones como sociedad.
     Quien percibe un dilema, percibe de manera incorrecta, no hay tal dilema en tanto la meta, ya dijimos, es continuar con la mejora de la entidad. Entonces, la correlación de fuerzas debe buscar la manera de eliminar la tensión y la incertidumbre, no sólo para los actores políticos sino para los ciudadanos. Varios postulados político-administrativos hay, lo cierto es que el querer defender que sólo con dinero se atienden las necesidades y se resuelven los problemas de los ciudadanos es una necedad y muestra de una ausencia de habilidades de gestión pública, como necedad es el pretender que con recursos sumamente limitados se pueden alcanzar objetivos por más destreza que exista en la gestión.
     Un antiquísimo postulado de la teoría como de la acción del Estado indica la necesaria separación de poderes, ya que la finalidad es limitar y contrapesar el ejercicio del poder, más no significa un obstáculo a la colaboración entre poderes en aras del cumplimiento de las labores sustantivas del Estado, atender y gobernar a la sociedad. Entonces negociar tiene como meta la satisfacción ciudadana, dichas habilidades habrán de ser esenciales entre cualquier actor político de cualquier fuerza política, así como entre los poderes que integran a nuestra entidad, así como a las instituciones de otros órdenes de gobierno como es el Congreso de la Unión y el Poder Ejecutivo.

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