miércoles, abril 06, 2011

Realidades de la "red social"

Autora: Betzabé Vancini Romero
Publicado:  Puebla on Line, 29 de marzo de 2011

     Durante los últimos años hemos sido testigos del auge, no sólo de las nuevas tecnologías de la información, sino también de las llamadas "redes sociales" que además de ser una forma de establecer contactos y relaciones interpersonales, también se han convertido en excelentes herramientas para la mercadotecnia y una nueva forma de enviar y recibir información nacional e internacional. Facebook y Twitter se han convertido en puentes de enlace entre personas, negocios, universidades, comunidades e incluso entre políticos y celebridades, con el resto de nosotros: usuarios mortales. Facebook fue creado por Mark Zuckerberg y Eduardo Saverin como una plataforma para los estudiantes de Harvard. El éxito no previsto de esta red social saltó barreras internacionales y pronto estuvo en las universidades más importantes de Estados Unidos y Europa y el objetivo de su creación fue implementar una forma exclusiva de relación entre estudiantes de universidades muy selectas. Ahora, a unos cuantos años de su creación, dista mucho de ser "exclusiva" pues entre sus usuarios se encuentran desde celebridades, hasta habitantes de poblaciones rurales. Hasta el año pasado, Facebook contaba con 500 millones de usuarios y tiene opción de ser traducido a 70 idiomas diferentes. Mientras Facebook tiene como objetivo compartir no sólo información, sino también imágenes, grupos de amigos, publicaciones y enlaces; Twitter se limita a la publicación de información concreta, fotografías de una en una y enlaces cortos que no pueden ser reproducidos desde la misma página.
     Dentro de los mitos más comunes de estas redes sociales se encuentra la veracidad de la información. Es decir, que no obstante que la información -cualquiera que esta sea- esté publicada en alguno de estos sitios, las fuentes de donde se obtiene la misma, pueden no ser confiables o verificadas. Sin embargo, una de las realidades es que tanto Facebook como Twitter han resultado una excelente fuente de información para agencias de publicidad y mercadeo que obtienen datos importantes sobre su mercado meta, y además, pueden al mismo tiempo anunciarse a un costo prácticamente nulo. La construcción de perfiles empresariales o comerciales dentro de Facebook -bares, restaurantes, universidades, boutiques, etc.- garantizan a estas organizaciones estar en contacto con sus posibles consumidores, estar actualizados en la información y además publicar promociones y ofertas especiales. En el marketing político también se ha visto un auge en la creación de perfiles de Facebook y cuentas de Twitter de candidatos, quienes no sólo pueden publicar sus propuestas, sino estar en frecuente contacto con sus votantes, recibir comentarios y críticas.
     La idea de poder tener acceso a toda esta información de manera práctica, fácil y casi gratuita mejora aún con los nuevos dispositivos móviles que permiten que uno esté informado en todo momento y en todo lugar. Existen no sólo computadoras portátiles, sino además, una gran gama de teléfonos celulares y tabletas electrónicas que garantizan el acceso inmediato y continuo a las redes sociales. Esta facilidad de contacto virtual, a pesar de sus múltiples ventajas, también nos aíslan del contacto real, pues estamos neuróticamente pendientes de algo que sucede en tiempo real, pero no de manera tangible. Así, mientras estamos informados de las últimas noticias de Libia, y del reactor nuclear en Fucushima, Japón, podemos estar perdiéndonos de lo que sucede a unos cuantos metros de nosotros.
     El uso de las redes sociales y la comprensión de las mismas se ha expandido a partir de la gran utilidad que representan, el sector de mercado al que llegan -principalmente jóvenes adolescentes y universitarios- y la facilidad de acceso. Incluso el mismo sector de mercado se ha ido ampliando, al grado de poder encontrar en Facebook usuarios menores a 10 años de edad, y también despertar el interés de personas de la tercera edad que asisten a cursos sobre el manejo de redes sociales y mensajería instantánea. Cierto es, que este auge de redes sociales nos ha permitido mantener el contacto o bien, retomarlo, con compañeros y amigos de la infancia, estar al pendiente de las últimas novedades en la vida de amigos y familiares y además, poder compartir los acontecimientos de nuestra vida. Sin embargo, también nos ha permitido generar una falsa identidad o una personalidad moldeable a la red. Es decir, que seleccionamos nuestra fotografía de perfil a partir de lo que queremos que los demás perciban de nosotros: ¿Somos divertidos?, ¿atractivos?, ¿artísticos?, ¿modernos?. De la misma manera en la que discriminamos la información a publicar: situación sentimental, fotografías de viajes, fiestas, amigos y familia, enlaces, etc., sin mencionar el cambiante "estado". Finalmente, todo aquello que queremos que se perciba de nosotros, es construido a través de nuestros propios filtros. Seleccionamos y discriminamos la información, de la misma manera en la que seleccionamos –agregamos- o discriminamos amigos y contactos. Si tú, querido lector, tienes algún comentario o sugerencia sobre este artículo puedes hacerlo llegar vía Twitter a mi cuenta: @betvan11, agrégame y ¡sígueme!

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