martes, febrero 07, 2012

Allan Greenspan: The Age of Turbulence. Adventures in a new world


Autor: Gerardo Reyes Guzmán
Publicado: La Primera de Puebla, 01 de febrero de 2012

     Allan Greenspan nació en Nueva York en 1926. Estudió clarinete en Juilliard y se convirtió en un músico profesional. Posteriormente obtuvo su doctorado en Economía en la Universidad de Nueva York. En 1954 fue cofundador de la consultora Townsend-Greenspan & Co. De 1974 a 1977 fue director del Council of Economic Advisors bajo el presidente Gerald Ford. En 1987 fue designado por el presidente Ronald Reagan como Director de la Reserva Federal de los Estados Unidos, cargo que desempeñó hasta su retiro en 2006. Allan Greenspan llegó a ser considerado como el segundo hombre más poderoso del planeta después del presidente de los Estados Unidos. No obstante, de ser aplaudido por los medios como un mago en la política monetaria, paso a ser, en su etapa de retiro, blanco de severas críticas por parte de prestigiadas figuras de la economía internacional como Paul Krugman, Nouriel Roubini y Jospeh Stiglitz, entre otros. A él se le atribuye gran parte de la responsabilidad por la burbuja hipotecaria de mediados de la década pasada que desembocó en una de las más severas recesiones que Norteamérica haya tenido después de 1929.
     The age of Turbulence, se publicó por primera vez en 2007, y en 2008 salió la segunda edición que contiene la opinión de Greenspan a la crisis económica de ese año. Este libro fue catalogado por el New York Times como un bestseller. La obra se compone por 25 capítulos y un epílogo que constituyen no solo un valioso legado histórico de lecciones de política monetaria, sino una visión holística de cómo se han tomado las decisiones más trascendentales en la política norteamericana, principalmente en lo referente a la política exterior así como en la política económica interna.
      A lo largo de libro, el lector es conducido por las diferentes bóvedas del poder en los Estados Unidos: política, corporaciones, negocios, personajes y anécdotas. Eso sí, Greenspan es consecuente con su ideario político al analizar cada punto de coyuntura desde la lupa libertaria republicana, ?I am a lifelong libertarian Republican? asegura. Democracia y libre mercado permean las explicaciones, el sinnúmero de debates y controversias que trata a lo largo de la prolija obra. Continuamente se refiere a pensadores que formaron su ideario como Adam Smith, pero también el austriaco Joseph Schumpeter, a quien parafrasea en varias ocasiones refiriéndose a la teoría de la ?destrucción creativa? del capitalismo.
      Sin duda el capítulo con el que abre al lector las puertas de la Reserva Federal y de la FOMC (Federal Open Market Committee), es el que titula ?Black Monday?. Ahí explica la importancia que tienen las decisiones de la política monetaria en la economía a partir de su impresionante impacto, sobre todo y de inmediato en los mercados bursátiles. Greenspan describe la hábil maniobra del Banco Central a su cargo, para responder a un momento crítico de la economía norteamericana, en que los déficit gemelos, la caída del dólar y las presiones inflacionarias parecían conducir a la recesión. Fue la repentina alza en la tasa de interés lo que condujo al Black Monday en los 80, pero que restauró el rumbo económico del país. Análogamente, el capítulo que no puede omitirse es el titulado ?irrational exuberance?, frase que acuñara el banquero central en los 90 refiriéndose al inusitado crecimiento del índice Dow Jones. ?America was turning into a shareholder nation? aseveraba Greenspan; y es que no solo el Dow Jones, sino el NASDAQ protagonizaron lo que posteriormente se conoció como la ?burbuja dotcom?. Es aquí donde se puede apreciar lo que pasaba por la mente del ex líder de la Reserva Federal y que explica su posterior comportamiento: ?First there´s no way to know for certain when a market is overvalued or undervalued (?)
Second, you can´t fight the market forces, so talking about it won´t do any good?. He ahí también la respuesta a sus detractores; las burbujas bursátiles son resultado de las fuerzas del mercado y no hay activo que esté sobrevaluado o subvaluado. En un contexto de libre mercado, los agentes económicos toman decisiones racionales con base a la información disponible.
      Más adelante, en el capítulo titulado ?universals of economic growth?, traducido como los fundamentales del crecimiento económico, Greenspan cita la obra de Adam Smith, La Riqueza de las Naciones, para dejar en claro que uno de los pilares del progreso reside en la propiedad privada y en la fuerza del Estado para garantizarla. Asimismo, asegura que la democracia con libertad de prensa y protección de los derechos de las minorías constituye la forma de gobierno más eficiente para garantizar la propiedad privada. En este contexto, destaca que deben cumplirse dos requisitos para que el mercado funcione: la confianza y la buena reputación.
      En el capítulo 21, Greenspan explica las causas de la pobreza y desigualdad en el mundo. Admite que la concentración del ingreso ha venido creciendo desde la década de los 80, alimentando la causa de diversos movimientos populistas. Este incremento de la desigualdad es resultado de la introducción de tecnologías cada vez más novedosas y eficientes en las actividades productivas por un lado, y de mayor competencia, así como disponibilidad de mano de obra no calificada por el otro. La desigualdad se ha agudizado con el paso de los ciclos económicos. Un factor adicional para el caso de los Estados Unidos ha sido el sistema educativo. Éste presenta severos problemas estructurales en los niveles básicos, mientras que se siguen teniendo universidades de clase mundial. Si a ello le sumamos que gran parte de la población norteamericana no tiene acceso a los niveles de educación superior, no es de sorprenderse que su nivel de ingreso haya caído.
      Un capítulo que sin duda no pierde actualidad es el relativo al problema de energía de los Estados Unidos y lo titula ?The long term energy squeeze?. Greenspan reconoce la importancia estratégica del petróleo en la economía norteamericana y advierte del riesgo que representa que gran parte de las reservas estén en manos de gobiernos con intereses contrarios a los de occidente. Ya en este apartado, veía lo que ha ocupado a la prensa mundial a principios de 2012; la amenaza por parte de Irán de cerrar el estrecho de Ormuz como respuesta a las sanciones recibidas en su contra por rehusarse a renunciar a su programa nuclear. En virtud de que por ese lugar circulan naves que transportan 1/5 del petróleo crudo del mundo, el incidente podría desencadenar un conflicto bélico de consecuencias impredecibles.
      En el epílogo (apartado nuevo de la edición 2008), el autor plasma su punto de vista en relación a la crisis económica, que en ese mismo año azotaba a los mercados bursátiles con la quiebra de Lehman Brothers el 15 de septiembre. Lejos de reconocer errores durante su gestión o atribuirse la responsabilidad por la debacle económica, Greenspan solo admite desenfrenos en el sistema de mercado, que no se ponderaron en los múltiples modelos econométricos y estadísticos. Recurriendo a Keynes para designar el fenómeno, afirma que se trata de ?animal spirits?, es decir, una inusitada fuerza desestabilizadora compuesta por euforia y pánico excesivos, capaz de romper la armonía del sistema de mercado. No obstante, solo admite una intervención del estado en la economía, si ésta se concentra en la persecución y castigo exclusivamente de los fraudes. Otra forma de intervención como la que se ha discutido ampliamente entre los G20, tras las secuelas que dejó la crisis hipotecaria y que se refiere a la mayor regulación, la reprueba contundentemente y la condena al fracaso. Con todo el libro, se ha convertido en un clásico de nuestro tiempo por lo que su lectura no puede faltar.

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